Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 7.5

Capitulo 2: Auguste, la Princesa Plateada I

Parte 1

Después de que el joven Regis, que era un soldado y alguien que era malo en el manejo de la espada y equitación, fuera enviado a las fronteras del Imperio, sucedieron muchas cosas y se convirtió en un estratega.

El comandante del Regimiento Fronterizo era la Cuarta Princesa Altina, cuyo objetivo era convertirse en Emperatriz, y cambiar el Imperio que estaba en una guerra interminable. Para ser lo suficientemente bueno para ayudarla, Regis también estaba trabajando duro para leer sus libros hoy.

“Ughh… mis ojos se están secando…”

Leyó toda la noche y quemó varias velas, pero aún tenía que terminar la mitad de la montaña de libros.

Ya casi amanecía. Realmente quiero café.

Solo los oficiales podían comer en el comedor de los oficiales. Aunque Regis era un suboficial, recibió permiso especial para comer allí porque era el estratega de Altina. Este no era un privilegio extraordinario, pero los hombres odiarían ver a un personal comiendo en el comedor normal.

Eso podría ser así, pero la mayoría de los oficiales eran nobles, por lo que Regis, quien era un plebeyo, se sentía incómodo allí.

Al final, hizo todo lo posible para evitar comer allí al mismo tiempo que los demás.

El tiempo del desayuno ya había terminado y la cocina comenzó a prepararse para el almuerzo. No hubo señales de ningún oficial allí.

Altina estaba tomando té sola. “Ara, buenos días Regis”.

“Ahh… Buenos días, Altina”.

Usaría honoríficos delante de otros, cuando los dos estuvieran solos, él se dirigiría a ella de una manera cercana ya que ella lo deseaba.

“Tu cara se ve terrible”.

“Bueno, traté de asearme…”

“No me refiero a eso, ¿te quedaste despierto toda la noche otra vez?”

“Hay mucho trabajo por hacer”.

“Tienes que descansar adecuadamente”.

“Lo sé, descansaré antes de desmayarme…”

“No uses desmayarte como estándar”.

“Está bien, no confundí los nombres del libro, y podría diferenciarlos”.

“Ese no es el problema”.

Altina suspiró.

Regis inclinó la cabeza.

“Bueno, debería estar bien… ¿Sigues leyendo eso?”

“… Sí”.

Altina sostenía la carta del Segundo Príncipe Latreille.

Tenían madres diferentes, pero él seguía siendo su hermano, el hombre que la nombró comandante del Regimiento Fronterizo.

No hubo buenas noticias en la carta, o más bien, el contenido fue deprimente. “… Él fue una persona amable en el pasado”.

“¿Príncipe Latreille?”

“Cuando éramos jóvenes… Solíamos beber té y entrenar con espadas de vez en cuando”.

“¿Es así? Bueno, la familia real todavía es una familia”.

“Jugué con el Tercer Príncipe Bastian también. A ese tipo le gusta hacer bromas y molestar a los demás”.

“Ehh… Esa es la primera vez que escucho eso. ¿Qué hizo él?”

“Volteó todas las estatuas en el patio boca abajo y llevó una vaca a la azotea. Pero esas son solo cosas que hizo cuando era niño”.

“¿Ehh…? No, eso es… normalmente imposible ¿verdad? ¿Lo hizo un grupo de personas?”

“¡Fue solo él! ¿¡Sorprendido!? Bastian es realmente fuerte, era más fuerte que Latreille, que era 8 años mayor”.

“Erm… No creo que sea un asunto de edad. Los humanos no pueden hacer cosas como levantar estatuas o vacas”.

“¿Ehhh? ¿Es así?”

¿Los niños de la familia real de Belgaria comieron y se entrenaron de una manera diferente?

Regis no podía pensar en nada.

Pero ahora que lo pensó, solo ver a Altina empuñando una espada más alta que ella era una vista increíble.

“Todos eran fuertes, por lo que no se sentía extraño… Ah, Auguste es una excepción”.

“El primer príncipe eh. Escuché que es frágil”.

“Bueno, nunca le hablé demasiado, pasó la mayor parte del tiempo en su cama”.

“Si él estuviera sano, probablemente sería el Emperador ahora”.

Eso evitaría luchas de poder innecesarias, y el Imperio sería gobernado y desarrollado mucho más suavemente.

Mientras Auguste no sea tonto, pero… 

Altina preguntó:

“Regis, ¿sabías de Auguste?”

“Como un plebeyo, ¿crees que sabría mejor que Altina que vivía en el palacio?”

“Realmente no. Como si no supiera por qué me dieron ese apodo”.

“Ahh… El ‘Arrow Sparrow Princess’.” Altina frunció el ceño en este punto.

Después de ver el duelo entre Altina y Jerome, los soldados del Fuerte Sierck ya no la llamaban así, pero el nombre todavía circulaba en la capital.

“Basta de mí, hablemos de Auguste”.

“Está bien… En realidad, tampoco sé mucho sobre la corte…”

Carlos Liam Auguste de Belgaria, el primero en la línea de sucesión, era frágil desde su nacimiento y no podía manejar las obras diarias. Además de eso, su madre era la Segunda Esposa Imperial.

Él podría ser el sucesor del Emperador en nombre, pero había muchas dudas sobre él en la población.

Su competidor más fuerte era Latreille, el hijo de la Emperatriz. También tenía el apoyo de muchos nobles y ocupaba el cargo más alto en el ejército.

“… Hay rumores de que está siendo asesinado”.

“Sí. Vi que estaba siendo llevado, había mucha sangre”. Eso sucedió el verano pasado.

***

Después de la cena, Auguste de repente vomitó sangre en su camino de regreso a su habitación, y se puso delirante.

Podía ser frágil, pero un deterioro tan repentino de salud era inesperado, por lo que había rumores de que estaba siendo envenenado propagándose por las calles.

“… La palabra oficial es que cayó enfermo por su salud… Pero los rumores de envenenamiento persistieron. De todos modos… Es raro ver al Príncipe Auguste después de ese incidente”.

“Sí. Lo vería en festivales en el pasado, pero ahora pasa la mayor parte del tiempo en la cama”.

“Hay otro rumor…”

“¿Qué es?”

“… ¿Auguste está actualmente muerto? Algunas personas dijeron eso”. Altina inclinó la cabeza.

“No importa cuán mala sea su salud, eso es imposible. Lo vi varias veces después de su enfermedad también”.

“Ahh ya veo. Todos los rumores son infundados de todos modos… Bueno, si el Príncipe Auguste hubiera muerto, la Segunda Esposa hubiera actuado”.

“¿En serio?”

“Una esposa que no pudiera dar a luz a un sucesor estaría en una posición incómoda. Ya no es joven, por lo que podría tener que abandonar el palacio… lo que dificultaría aún más su encuentro con el Emperador”.

“Ya veo. Mi madre también fue enviada lejos del palacio”.

Altina era una niña, y su madre, que era una plebeya sin ningún respaldo de los nobles, perdió lentamente su lugar en el palacio.

Ella reflexionó profundamente:

“Hmm… Eso podría ser así… pero hay algo que me molesta”.

“¿Qué es?”

“Conocí a Auguste, pero no pude hablar mucho con él. Aún tenía los ojos rojos y el hermoso cabello plateado… Pero siempre estaba sentado o acostado en la cama, y me impidieron acercarme a él. Tal vez tenía una enfermedad contagiosa”.

“… Enfermedad contagiosa, eh”.

“Realmente no entiendo, escuché que su hermana tenía la misma enfermedad”.

“La quinta princesa Felicia… Escuché que se está recuperando en su ciudad natal”.

Estas fueron las razones por las cuales surgieron dudas acerca de que la Segunda Esposa no tuviera hijos que pudieran suceder al trono.

“Felicia nació medio año después de mí, es un poco extraña”.

“… ¿Por ejemplo?”

“Ella ni siquiera puede empuñar una espada. Ella es tranquila y le gusta leer y cantar. Ella no es arrogante y no tiene un aura imponente”.

“Altina… creo que eso es normal para las chicas”.

“¿Eh?”

En este punto, Regis estaba situado en las fronteras del norte, muy lejos de la capital.

Él había sido exiliado.

Entonces él no sabía acerca de las corrientes oscuras del palacio y el plan de asesinato del Primer Príncipe.

***

La capital imperial Versalles no tenía paredes.

La ciudad fue construida en llanuras planas, y las hermosas vistas de la ciudad se podían ver desde lejos.

Y situado en el centro de la ciudad estaba el palacio ‘Le Brane’.

Si uno pudiera verlo desde el cielo, verían que era un gran edificio en forma de cruz, con cuatro patios más pequeños y un gran patio justo enfrente, divididos en zonas de varios tamaños.

El palacio es donde reside la realeza, y el lugar donde el Imperio toma todas las decisiones políticas y militares.

La residencia de los grandes nobles se construyó a su alrededor. No solo las casas de los nobles que viven cerca de la capital, sino también las villas de nobles de los territorios lejanos.

Las zonas estaban segregadas por paredes y puertas, vigiladas cuidadosamente por los guardias. Un plebeyo sería detenido diez pasos en el área, y estaría rodeado de soldados si tuvieran un arma.

Al norte de Le Brane, con sus paredes blancas y techo azul, se encontraba la residencia del Primer Príncipe.

Era un edificio con forma de cúpula que se conocía como una jaula de pájaros, un edificio de cuatro pisos.

Una estructura tipo torre con la parte superior con forma de hemisferio.

Había pinturas dibujadas en las paredes curvas y una lujosa araña que colgaba del techo en forma de cúpula.

Las cuatro ventanas estaban cubiertas por gruesas cortinas, lo que lo hacía tan tenue como la tarde del mediodía.

En el cojín hecho con piel de animal había un contenedor dorado. El agua clara en ella tenía una luz azul profunda al respecto.

El dueño de la casa estaba de pie delante de ella.

“Ugh…”

Dedos pálidos mojaron una tela de seda en el agua. Y limpió suavemente un cuello esbelto.

Luego se secó una cara blanca pálida, hombros delgados y brazos tiernos.

Después de eso, la seda húmeda se usó para limpiar el baúl abultado que se estaba volviendo más difícil de ocultar cada día que pasaba.

“Hmm…”

Después de tocar el agua fría, las puntas se endurecieron ligeramente.

Era posible cubrirlo con tela por el momento, pero sería problemático ocultarlo por completo.

Había dos juegos de puertas en la habitación, y los sirvientes usaban el más pequeño.

Los adultos tendrían que inclinarse antes de poder ingresar, pero el que entró torpemente era una niña como sirvienta. Su nombre era Lilim, tenía la piel morena y su cabello negro estaba atado en dos colas.

“¿¡Ara, Príncipe Auguste, se baña con agua fría otra vez!?”

“… Acabo de comenzar”.

Su voz suave era tan clara como una niña, su cuerpo que estaba limpiando era tan delgado como una mujer. El primer príncipe Auguste era en realidad una mujer.

Ella le dio la espalda a Lilim.

“… Ayúdame a lavarme la espalda”.

“Es un honor”.

La sirvienta se acercó con un suspiro de admiración, y comenzó a limpiar suavemente el cuerpo prístino de Auguste con seda mojada.

“Príncipe Auguste, si no nos damos prisa, será terrible que alguien más vea esto. Si el príncipe Latreille viera esto, nos ahorcaría”.

“… Sí”

Lilim levantó el cabello plateado de Auguste y le secó el cuello. “¿Hace frío?”

“… Mucho”.

“Por supuesto… preparé agua caliente, pero ahora hace frío, ¿qué ocurre?” Auguste miró hacia la mesa lateral, al lado de la cama.

Había un libro allí.

“¿Cuentos de hadas otra vez? Sé que está aburrida, pero por favor cuídese de su cuerpo”.

“… Eso pica”.

Cuando Lilim le limpió el trasero, el cuerpo de Auguste tembló levemente. Lilim frunció el ceño.

“La piel se pondrá roja si la limpio demasiado”.

“… Está bien… nadie verá de todos modos”.

“Erm, podría estar bien por ahora… Pero la Esposa me regañará más tarde”.

Todas las sirvientas en esta jaula como patio estaban empleadas por la madre de Auguste, la Segunda Esposa Imperial.

Ella hizo esto con la excusa de darle la mejor atención posible al Príncipe. También ordenó a la niña que asumiera el papel de Auguste.

Sería un problema para Auguste si las sirvientas son regañadas.