Tokyo Ravens (NL)

Volumen 8: Grito De Guerra

Capitulo 5: La Chica Tsuchimikado

Parte 2

El flujo de personas avanzó lentamente. Harutora y Natsume continuaron caminando paso a paso con pequeños pasos.

“…Hey.” 

Habló Harutora, aún caminando hacia delante.

“…Sí.” 

Contestó Natsume, aún caminando hacia delante.

“Definitivamente no habrá ningún problema.” 

Harutora habló con un tono normal, la mitad para animarse. Esperaba poder disipar algo de la ansiedad de Natsume. Formaba palabras con todo su poder para alegrar a su importante amiga de la infancia.

“Muchas cosas han pasado hasta ahora. …lo logramos con éxito.”

“…Sí.”

“Los dos no estamos solos.”

“…Sí.”

“Siempre habrá una manera.”

“Sí….Cierto. Así es.”

Natsume agarró con fuerza la mano de Harutora. Harutora también apretó firmemente la mano de Natsume a cambio.

“…Gracias, Harutora-kun.” 

La cara de Harutora se enrojeció. Pero fue realmente grandioso que pudiera decirlo.

Miró a Natsume por el rabillo del ojo. Se encontró con la mirada de Natsume, que había mirado hacia atrás al mismo tiempo, y ambos se giraron sorprendidos como una colisión elástica. Pero a diferencia de esa reacción, sus manos unidas se agarraron firmemente entre sí.

“…” 

“…” 

“…” 

“…” 

Risas ruidosas pasaban por los alrededores. El calor nocturno penetró su piel. Un canto de festival sonó desde algún lugar. El aire se mezclaba con el aroma del sudor y la salsa de soja ardiente.

El cabello negro de Natsume, atado con una cinta rosa, revoloteaba silenciosamente en el aire. Dedos entrelazados. Pasos pesados. Sus oídos podían oír sus fuertes y agitados latidos. Su cerebro estaba caliente, pero no era infeliz en absoluto.

“Hey, estamos aquí, estamos aquí. Lo encontramos muy fácilmente.”

 Touji, que se había adelantado, les hizo un vigoroso gesto con la mano desde delante. Las manos de Harutora y Natsume se separaron como si hubiesen tocado hierro caliente.

El patio de Sensoji aún estaba lleno de gente. La pagoda de cinco pisos y el salón principal se elevaban hacia el cielo nocturno. Los puestos estaban alineados como un laberinto. Touji saludó cerca de la Puerta de la Casa del Tesoro, donde había aún más gente mezclándose.

Vio caras familiares vestidas de civil junto a un grueso pilar pintado de rojo. Tenma se vestía de abrigo y Suzuka llevaba un nostálgico traje gótico loli. También había otra persona, vestida con una hermosa yukata.

“…Kyouko.” 

Murmuró Harutora inconscientemente.

Kyouko también se fijó en Harutora y Natsume detrás de Touji y mostró una expresión tensa y parcialmente avergonzada.

Guiados por el flujo de gente, Harutora y los demás se movieron lentamente en dirección al grupo de Kyouko. La Kyouko reflejado en los ojos de Harutora se hacía cada vez más grande.

“¡Eres tan lento! ¿Adónde fueron ustedes?”

La primera vez que Suzuka abrió la boca fue por un rugido de enojo. Sus manos estaban llenas de pesadas bolsas de algodón de azúcar, takoyaki y otras cosas en cantidades que una persona no podía terminar. Esta escena me resultaba familiar. Definitivamente había llegado muy temprano, para haber podido comprar tantas cosas en este mar de gente.

Tenma sonrió irónicamente.

“Hay tanta gente que es difícil llegar a tiempo. Me regañó duramente a pesar de que llegué un poco tarde, y.…”

 Miró a Kyouko a su lado.

“Kurahashi acaba de llegar también.” 

Mientras decía esto, casualmente escapó a la parte de atrás.

Entonces, el grupo de tres de Harutora se fusionó con el grupo de tres de Kyouko.

Suzuka cerró la boca después de enfadarse. Miró en secreto a Kyouko, pareciendo un poco preocupada. Tenma miró muy sinceramente a sus amigos, y Touji no dijo nada innecesario. Natsume y Kyouko se miraron el uno al otro y luego asintieron en silencio, haciendo sitio para Harutora.

“…Ah.” 

Harutora dejó caer su mandíbula y balbuceó.

La figura de Kyouko en el yukata era más bella de lo que había previsto. Su delicada atmósfera no contrastaba con su magnífica madurez, sino que más bien se fusionaba para convertirse en algo más grande que el todo. Los jóvenes que les rodeaban miraban a menudo, y ella misma parecía estar un poco avergonzada.

Harutora caminó frente a Kyouko, con la mente en blanco mientras los otros cuatro les miraban. ¿Qué debería decir y cómo debería decirlo? Su mente estaba en caos. No tenía ni idea de a dónde había ido su determinación y motivación durante el día.

“Uh, Kyouko…” 

Habló con una voz débil y tímida. Además, no hubo seguimiento. La torpeza y la tensión seguían restringiendo las acciones de Harutora.

Pero,

… ¿De acuerdo? No lo olvides, ¿de acuerdo? Ya que esto es una promesa. “…Lo siento. Kyouko. Estaba equivocado.”

Se aclaró la garganta y se disculpó. La expresión de Kyouko se puso un poco rígida.

“Yo también me odio por esto. No sé cómo disculparme… Incluso si me disculpo ahora, definitivamente no puede cambiar nada…” 

Incluso si se disculpaba, no podía hacer las paces. No pudieron retroceder en el tiempo.

Pero no podría ir a ninguna parte si no se disculpara. Sólo podía mirar hacia atrás constantemente, arrepentirse y disculparse sinceramente. Harutora solo podía pensar en esos métodos insuficientes para expresar su disculpa.

Entonces…

Kyouko miró inmóvil a Harutora y finalmente suspiró tras mirar solemnemente durante un rato.

Se acercó a Harutora, y, Abofetear.

Abofeteó a Harutora con la palma de su mano.

Natsume, Tenma y Suzuka quedaron desconcertados, e incluso la gente que les rodeaba miró sorprendida. Varios de ellos silbaron sucio, pero retrocedieron instantáneamente tras darse cuenta de la severa mirada de Touji. Pero el que había mostrado la mayor moderación era probablemente Kon, que decidió no materializarse. Aunque ese momento debería haber sido el momento para que ella cumpliese con su deber como shikigami defensivo, se abstuvo de intervenir por su señor.

“K-Kyouko…” 

Harutora  sintió  su  mejilla,  sus  ojos  muy  abiertos.  Por  otro  lado,  Kyouko  se  sintió inexplicablemente aliviada, mirando a Harutora a quien había abofeteado con fuerza.

Ella sonrió suavemente, y dijo:

“…Bakatora.” 

No tenía espacio para replicar.

Aunque Kyouko sonrió, Harutora rápidamente vio que se estaba comportando increíblemente nerviosa. La culpa inundó su corazón de nuevo.

“…Lo siento.” 

Debería haber muchas más palabras adecuadas, pero todo lo que dijo fueron palabras de disculpa que no se podían presentar. “Lo siento.” Harutora inclinó profundamente su cabeza ante Kyouko.

La gente los observó con miradas muy curiosas. Touji siguió mirando fijamente; esta vez, incluso Suzuka, Tenma y Natsume bloquearon en secreto las miradas a su alrededor o miraron con actitudes intimidatorias.

Harutora y Kyouko no estaban de humor para prestar atención a eso, ya que sus mentes estaban centradas la una en la otra.

“De verdad… Eras mucho más guay cuando éramos pequeños…” 

Kyouko se encogió de hombros mientras hablaba, forzadamente fingiendo estar calmada.

“Es tan decepcionante.”

“…Lo siento.”

Harutora sólo podía disculparse torpemente por su estupidez sin remedio.

Kyouko respiró lentamente, y luego mostró una sonrisa firme pero también un poco herida.

“Bakatora”. 

Comparada con sus palabras de antes, su voz ya se había vuelto mucho más alegre. Era una voz que expresaba que podía sonreír sin arrepentirse, aunque no todo estuviera completamente resuelto.

“…Entonces, vámonos.” 

Ella se fue, terminando su tema ahora mismo con esa nota. Ella era incapaz de perdonarle claramente, esos eran los verdaderos sentimientos de Kyouko.

Sus sentimientos eran complejos y no podían definirse en términos de perdonar o no perdonar. Pero Kyouko empezó a caminar hacia delante, manteniendo esos pensamientos en su corazón.

“Kurahashi-san.” Natsume dio un paso adelante. Kyouko sonrió.

“… ¿Vas a cumplir esa promesa?”

“S-Sí.”

“De acuerdo”. 

Volvió a mirar a Natsume mientras decía esto.

“Pero, no tienes que usar tu uniforme cuando vienes a ver fuegos artificiales. Y es incluso el masculino”. 

“Lo siento. Esta es la única ropa adecuada que tengo ahora mismo…” 

Touji, Tenma y Suzuka mostraron más o menos expresiones de sorpresa y asombro cuando escucharon la conversación entre las dos. Aunque sabían que ya se habían reconciliado, no lo habían visto de primera mano. Además, era la primera vez que veían a Natsume hablar con Kyouko usando una “forma femenina de hablar”.

Los ojos de Kyouko se abrieron de par en par, sorprendida cuando escuchó la respuesta de Natsume.

“¿En serio? Uh, bueno, está bien. Pero no actúes como el Natsume-kun normal cuando estamos solas hoy, sé el otro Natsume-chan, ¿de acuerdo? Quiero entender correctamente a “Natsume-chan”.”

“Yo, yo entiendo. Si Kurahashi-san lo dice así–“ 

“Honestamente, llámame Kyouko. Hasta Bakatora me llama así.”

 Kyouko sonrió irónicamente, burlándose de ella. “¿No te gusta?” La nerviosa Natsume agitó frenéticamente la cabeza.

“Kyouko… san.”

“Sí.”

Kyouko asintió satisfecha.

“Kyouko…” Harutora parecía deslumbrada por las dos. Touji y Tenma se miraron el uno al otro mientras sonreían, y Suzuka arruinó – muy feliz.

“Ahora que lo pienso, Tenma, todavía me llamas “Kurahashi-san”, ¿verdad? Eso es demasiado formal, ¿por qué no aprovechas esta oportunidad para llamarme por mi nombre directamente también?”

“Eso tiene sentido. Es cierto que he sido un poco demasiado formal hasta ahora. Lo tengo. Entonces llamémonos por nuestros nombres de pila… No está mal, ¿verdad, Suzuka-chan?” 

“¿Por qué te vuelves hacia mí? ¡No me mires por encima del hombro, Gafas!” 

“Hey, hey, finalmente nos las arreglamos para charlar sin problemas, así que no te preocupes demasiado por los detalles, Suzuka-chan.”

“¡Siempre me llamaste por mi nombre directamente, diadema! ¡Y ustedes, no crean que voy a seguirles el juego para aliviar la atmósfera! ¡Qué grosero! ¡Soy una General Divina!” 

Mientras la niña prodigio de cara roja Suzuka rugía furiosa en la oposición, las sonrisas estallaron en los rostros de los demás. En ese momento, Kyouko volvió a ser una “compañera” del grupo de Harutora.

“Bueno, los fuegos artificiales están a punto de comenzar.” Kyouko los miró a todos y finalmente miró a Harutora. “Vamos.”

***

El rumor de que Natsume era la reencarnación de Yakou se había vuelto cada vez más frecuente cuando vino a Tokio y entró en la Academia Onmyou.

La vida de Natsume había estado inmersa en Onmyoudou desde su infancia, pero no había entrado en contacto con la “Comunidad Mágica” ya que siempre había estado recluida en el campo.

Originalmente tenía cierto nivel de comprensión de su papel en el mundo, pero lo que vio después de entrar en ese papel superó sus expectativas.

Los absurdos de los fanáticos de Yakou y los planes de los adultos.

Pero ahora, Harutora estaba junto a Natsume. Además, no era sólo Harutora. También estaban Touji, Kyouko, Tenma y su antigua enemiga Suzuka.

Por supuesto, los amigos no siempre fueron buenos. A veces alguien molestaba a otro, y a veces alguien lastimaba a otro.

Pero a veces alguien ayudaba a otro, y a veces alguien protegía a otro. Cada vez, ambos lados crecían. Natsume había aprendido de Harutora y sus otras compañeras que no tenía que depender solo de ella misma.

Por supuesto, todavía era difícil eliminar su ansiedad. Porque se rumoreaba que ella era la reencarnación de Yakou, a menudo asociarse con ellos puede en algún momento impactar su futuro.

El futuro siempre estaba envuelto en la oscuridad, imposible de ver claramente. Pero había una cosa de la que podía estar segura.

Los días que pasó con Harutora y los demás fueron un claro “regalo” que iluminó su vida en la oscuridad.

***

Festival de Fuegos Artificiales del Río Sumida.

Parecía que habría dos áreas de fuegos artificiales a lo largo del río. No tenían que caminar hasta la orilla del río para poder verlo, pero los edificios altos bloqueaban su visión, y había muy pocos puntos de observación perfectos.

Por supuesto, los buenos puntos de observación tenían mucha gente alrededor, así que también había bastantes personas que se habían sentado y preparado para ver los fuegos artificiales mientras comían. Debido al control del tráfico, los vehículos no podían pasar, por lo que mucha gente ocupaba posiciones directamente en la carretera.

“Al final, todo está lleno de gente. ¿Deberíamos dar una vuelta mientras miramos?” 

El experimentado Tenma propuso esto y nadie se le opuso. Afortunadamente, Suzuka había comprado suficiente comida.

Ella les cobró precios absurdos por ello debido al asunto de su nombre de antes, pero Harutora y los otros obedientemente inclinaron sus cabezas y pagaron, quizás porque sus estómagos habían estado vacíos hacía mucho tiempo mientras caminaban por el camino.

Por cierto, lo que Harutora compró fue un pastel de una libra que Suzuka se había comido la mitad. Era tan grande que era comprensible que Suzuka no quisiera comerlo todo, y aunque estaba un poco frío, seguía siendo extremadamente delicioso.

“Ah, no he comido nada de lo que Natsume ha comido. Déjame comer algo”.

“¿Eh? Ah, vale, adelante.”

“Hey, Suzuka-chan, estás comiendo demasiado desordenada.”

“¡Touji! Eso es una lata de cerveza…”

“Te equivocas. Es una bebida de malta carbonatada”. 

“Si querías salirte con la tuya, al menos deberías haber dicho que era cerveza sin alcohol.” Harutora y los demás caminaron ruidosamente. Justo cuando llegaban a una encrucijada: En la distancia…

¡Bang! 

Un ruido resonó y los visitantes de los alrededores comenzaron a aplaudir.

Harutora y los demás rápidamente levantaron la vista. Entonces, los primeros fuegos artificiales florecieron al otro lado de la encrucijada hacia el cielo nocturno aún coloreado por el crepúsculo.

Luego el segundo. El tercero. Cuarto. El aire tembló como si fuese de un tambor taiko de festival, y hermosos colores brillaron en el cielo nocturno.

El cielo teñido de azul estaba pintado de magníficos colores del arco iris. Los seis dejaron de moverse y se sumergieron silenciosamente en el mismo paisaje.

Enormes fuegos artificiales florecieron en el cielo y se esparcieron en el aire.

Las constantes e ininterrumpidas reverberaciones y brillantez hicieron repetidamente actuaciones deslumbrantes. Al ver una escena tan magnífica, los corazones de todos se llenaron lentamente de simple asombro y alegría. Se olvidaron temporalmente de las emociones que los agobiaban como el resentimiento, el dolor y la pena.

“…Es tan bonito.” 

Murmuró en voz baja Natsume. Todos los presentes probablemente tenían los mismos pensamientos.

El cuerpo de Suzuka temblaba, sus ojos brillaban.

“¡Hey, hey! ¡Acérquense!”

“No necesitas tener tanta prisa. Todavía hay muchos fuegos artificiales, va a continuar durante una hora entera.”

 “Tenma tiene razon. Suzuka, no te metas en un grupo de gente, desaparecerás porque te falta…”

 “¡No fuerces al “chan”! ¡Y no necesito que te preocupes por mí!” 

“Vale, vale, Suzuka. Por ahora, caminemos todos juntos mientras observamos”. 

“Sí. Si realmente no es bueno, sólo tenemos que volar un simple shikigami en el aire para ver…” 

“No, Natsume-chan. Eso es demasiado aburrido. Es más bonito cuando miras con tus propios ojos”. 

El grupo charlaba entre sí, y las voces de otros miembros además de Suzuka se volvían cada vez más emocionantes. En ese tiempo, los fuegos artificiales explotaban continuamente en el cielo lejano, disparando luz tenue en los alrededores. Cuando finalmente cayó el telón de la noche, los magníficos fuegos artificiales llevaron a los visitantes a un estado de ánimo excitado.

Harutora y los demás se sonrieron y volvieron a caminar. Sus miradas estaban dirigidas al cielo, y sus pasos eran lentos y naturales.

Kyouko miró su teléfono.

“…tan lenta. ¿De verdad va a venir?” 

Se murmuró en voz baja. Harutora se dio cuenta y preguntó: “¿Qué pasa?” 

Harutora y los otros pasaron por un hueco entre edificios siguiendo el ejemplo de Tenma, buscando un punto de observación adecuado. Aunque era difícil concentrarse en ver los fuegos artificiales con este método, no se sentiría abarrotado. Suzuka parecía tener prisa, pero no estaba mal.

Entonces,

“Oh, ese paso elevado parece bastante bueno, ¿no?” 

En su segunda encrucijada, Touji levantó la vista y mencionó con indiferencia. Mientras miraban, los amantes que acababan de observar desde el paso elevado habían decidido cambiar de lugar y habían bajado caminando. Estaba vacía ahora mismo.