Tokyo Ravens (NL)

Volumen 8: Grito De Guerra

Capitulo 1: Amontonamiento

Parte 5

 Probablemente era raro que soportara insultos venenosos. Aunque en ese momento se odiaba a sí misma, seguía esperando que Suzuka apreciara su última parte de racionalidad que le impedía lanzarse sobre ella.

“…Suzuka-chan, ¿has venido a pelear?” 

“¿Acaso estás bromeando? No tengo ese tipo de pasatiempo”.

“¿Entonces para qué?”

“¿Por qué vine?… Alguien me pidió que viniera y comprobara la situación. No me importa, pero esas gafas bajando su cabeza y suplicando era un poco molesto…” 

Suzuka giró la cabeza para mirar hacia otro lado y Kyouko parpadeó.

“…Tenma?” 

“Sí. La actitud de ese tipo es inesperadamente firme y me obligó a venir. Pero es tan discreto. Originalmente pensé que era un tipo que conocía su propio lugar. Qué molesto”.

 La constantemente quejosa Suzuka frunció el ceño en aparente irritación. ¿Cómo se había declarado exactamente? Kyouko, que había sido amiga de Tenma durante mucho tiempo, no podía ocultar su sorpresa.

Pero había sido un buen movimiento pedirle a Suzuka que viniera. Ni que decir tiene que Harutora y Natsume no podían venir, y Kyouko huiría, aunque aparecieran Touji o Tenma. Suzuka era la única que podía hacer que Kyouko volviera a su actitud anterior. Pero ni siquiera Tenma se había anticipado a que las cosas se volvieran así de repente.

De repente, Kyouko se puso a reír amargamente. Aunque era amargo, era la primera vez que sonreía hoy.

“…Suzuka-chan… Suzuka-chan, ¿lo sabías? Sobre Natsume-kun.”

“¿Que es una chica? Sí. Era realmente fácil de ver.”

“¿Cuándo te diste cuenta?” 

“Bueno, desde el principio, desde que me encontré con ellos en su casa.” 

Con eso, Kyouko se dio cuenta. La fuerza de Suzuka estaba siendo sellada actualmente por la Agencia Onmyou como castigo por el incidente que había provocado el año pasado. Se había enterado de que el incidente del verano era la primera vez que Suzuka se reunía con Harutora y Natsume, y que también se había convertido en la encrucijada que conducía al traslado de Harutora a la Academia Onmyou.

“… Ya veo. No te habrías dado cuenta si no los hubieras conocido antes”. 

“¿No me habría dado cuenta si no los hubiera conocido antes? Qué irrazonable. …Bueno, aunque su aura está bastante bien disfrazada.”

 Eso era verdad.

Mirando hacia atrás, ahora que sabía la verdad, el disfraz masculino de Natsume solo podía ser descrito como un desastre. Natsume probablemente había estado contando con mantener siempre una distancia de los demás como cuando acababa de entrar en la academia.

Cuando entró en la Academia Onmyou, Natsume originalmente no tenía intención de establecer relaciones estrechas con nadie más.

Pero Natsume había cambiado desde que Harutora y Touji se transfirieron. No eran sólo ellos dos, también había sido la propia Kyouko. Si el disfraz de Natsume era descrito como una bomba, los tres habían encendido la mecha al unísono.

Natsume no había ocultado su identidad por mala intención, probablemente solo estaba haciendo lo que debía. ¿No era Kyouko quien le había gustado unilateralmente y se había frustrado voluntariamente?

Se odiaba a sí misma aún más…

“También,”

 De repente Suzuka abrió la boca. Kyouko giró la cabeza.

“¿Has cambiado un poco? ¿Por qué estás tan deprimida ahora?”

“¿Qué quieres decir con “cambiado”?”

“¿No estabas en un ataque de ira? ¿Qué tal ahora? Tú eres el lado al que engañaron”. 

“Pero Natsume-kun no quiso esconderlo… Hay una razón, ¿verdad? Por la tradición de la familia Tsuchimikado”

 Suzuka levantó la ceja al ver que Kyouko empezaba a poner excusas por alguna razón.

“Dije…” 

Ella continuó hablando irritada:

“Eso sólo significa que ella piensa que la “tradición familiar” es más importante que sus amigos, ¿verdad? Touji y yo lo sabíamos antes, pero no se lo dijimos a nadie, así que ella pudo habértelo dicho en privado, ¿verdad? …ni siquiera le importa engañar a sus compañeros?”

“Eso…”

 Las palabras directas y bruscas de Suzuka dejaron a Kyouko sin palabras. Suzuka cruzó los brazos, golpeando irritablemente las escaleras con el dedo.

“Eso es lo que llevó a todos estos problemas, ¿verdad? ¿Amor? ¿Odio? No deberías quejarte de eso. La cuestión no es si lo ocultaba a propósito o no. Las cosas se volvieron tan problemáticas porque no se comunicaba correctamente, ¿verdad? ¿Por qué no vas y le gritas “¡qué demonios!” a ella? ¡Está bien, aunque los hagas arrodillarse para pedir perdón! ¿Por qué estás deprimida aquí por tu cuenta?”

 Luego, Suzuka se jaló el cuello, mirando a Kyouko a la cara con los ojos entrecerrados.

“La “otra parte” es la que está “equivocada”, ¿verdad?”

“…Sí…”

Sin darse cuenta, asintió como una niña. “Ver.” La expresión de Suzuka se llenó de alegría y asintió exageradamente con la cabeza.

“…Pero, ese grupo de tontos sabe que cometieron un error ahora. Date prisa y ve a regañarlos y a batirlos crudos. Hazles saber exactamente lo arrogantes, impasibles y seguros de sí mismos que son. ¡Haz que lleven la palabra “imbécil” en la frente durante un mes o que se disculpen diez mil veces!” 

“Suzuka-chan…” 

Esos métodos probablemente estaban un poco mal pensados. Pero la torpeza de Suzuka calentó su corazón, y no pudo evitar pensar en lo que había hablado mientras fingía ser asombrosa durante el campamento de habilidades prácticas para dejar que Suzuka abriera su corazón. Probablemente no sólo Natsume y Harutora eran engreídos, probablemente ella también lo era.

Una vaga y enredada sensación se expandía continuamente y la nariz de Kyouko empezó a gotear. Suzuka se asustó un poco, pareciendo no saber cómo lidiar con esto.

“Esos tipos son tan insidiosos. Dicen muchas tonterías descorteses a los demás como si lo supieran todo, ¡pero están llenos de mentiras! Natsume también, ese Bakatora también, están siendo tan reservados sobre el negocio de ese shikigami Hokuto! ¡Siempre quieren que los demás piensen en algo para ellos!”

 Suzuka se volvió más y más celosa, continuamente hablando mal de Harutora y Natsume. Parecía que había acumulado muchos rencores. Pero, por otro lado, esto era una prueba de que siempre había prestado atención a los dos. En contraste, Kyouko reveló una sonrisa al ver a Suzuka escupir insultos.

Pero había algo en lo que estaba muy interesada.

“…Hey, Suzuka-chan. Si por “asunto de Hokuto” te refieres a Harutora y al sirviente de Natsume-kun shikigami, ¿no sabíamos de eso hace mucho tiempo?”

 “No ese dragón. No es ese Hokuto” 

Después de hablar de este punto, Suzuka finalmente se dio cuenta de que estaba hablando de cosas que no había planeado.

Mostró debilidad y confusión ante la aturdida Kyouko. Pero acababa de criticar la actitud de Natsume, y sería muy hipócrita si hiciera lo mismo de inmediato.

“¿No habló Bakatora de ello durante el campamento? Cuando le preguntaste quién le gustaba…” 

Finalmente lo recordó cuando escuchó esto. Hokuto. Harutora lo había mencionado durante el campamento, el simple shikigami controlado desde una larga distancia que siempre había creído que era humano. “Quiero volver a verla”. Harutora extrañaba a esa chica shikigami.

… ¿Eh? 

Kyouko también se dio cuenta después de que se volvió a plantear.

“Espera. ¿Natsume-kun no se lo dijo?” 

Suzuka mostró una expresión amarga ante la confirmación de Kyouko.

“No tengo suficientes pruebas para hacerla confesar. Pero… Si lo consideras objetivamente, no debería haber ninguna duda, ¿verdad? No hay ninguna otra posibilidad”.

 “…”

¿Qué ha pasado con eso? ¿Los dos todavía se ocultaban cosas el uno al otro? ¿La verdadera identidad de Hokuto era Natsume? ¿En serio? En ese caso, entonces Natsume sabía que Harutora siempre había estado preocupada por Hokuto, ¿verdad? En cualquier caso, ¿por qué se tomó Natsume la molestia de usar un shikigami como Hokuto? Además,

¿por qué había mantenido la boca cerrada hasta ahora? 

“¡De todos modos!” Suzuka siguió divagando al ver a Kyouko callarse.

“No tienes que sentirte mal por ellos. ¡Date prisa y reconcíliate con ellos! ¡Tengo planes!”

“…Planes?”

“¿Qu-qué? Todo el mundo tiene planes, ¿verdad? ¡De acuerdo, date prisa y reconcíliate con ellos!”

 Por alguna razón, Suzuka le gritó con la cara roja a la indiferente pregunta de Kyouko. En cualquier caso, Suzuka estaba haciendo todo lo posible por Kyouko.

Ella misma también se sentía infeliz e incómoda con Kyouko y con la situación actual de los demás. Al pensar que había logrado que Suzuka sintiera lástima por ella, inadvertidamente se alegró, aunque Suzuka todavía estaba usando sus propios métodos para animarla.

Pero,

“…Lo siento, eso todavía es un poco difícil de hacer… Creo.” 

Ahora mismo no tenía confianza en sí misma para enfrentarse a Harutora y Natsume y hablar correctamente. Aunque era vergonzoso, era la realidad.

Suzuka sólo mostró una expresión de inquietud y dolor al ver la respuesta de auto-desprecio de Kyouko, sintiendo que su cabildeo había terminado siendo inútil.

Pero al menos Suzuka había expresado sus sentimientos a Kyouko y su deseo de estar del “lado” de Kyouko. Aunque solo fuera por cortesía, Kyouko hizo lo mejor que pudo para sonreír.

“Suzuka-chan.”

 Se levantó de las escaleras y luego se agachó frente a Suzuka.

“Gracias.”

 La abrazó con fuerza.

Suzuka de repente se puso nerviosa. “¡Oye! ¿Qué estás haciendo?” Entró en pánico, escapando de las garras de Kyouko con la cara roja. De repente dio un paso atrás, sus ojos muy abiertos y su cuerpo rígido. Esta reacción, como la de un pequeño  animal  no acostumbrado al contacto íntimo, hizo florecer una sonrisa en la cara de Kyouko – esta vez, fue muy natural.

Entonces,

“¿Eh? Suzuka, ¿se te ha caído algo?”

“…Eh? … ¡Ah!”

Una hoja de papel desordenadamente doblado había caído del bolsillo del uniforme de Suzuka. Parecía un anuncio. Kyouko lo cogió primero y lo abrió.

Una notificación sobre el Festival de Fuegos Artificiales del Río Sumida. Sin darse cuenta, miró a Suzuka.

“N-No! ¡Déjame decirte que esto no tiene sentido! ¡Sólo lo llevaba porque quería garabatear en la espalda! ¡No tiene nada que ver con lo que estás pensando!”

Parecía ser justo como Kyouko lo imaginaba. Los “planes” de Suzuka eran sin duda este festival de fuegos artificiales. Revisó la fecha. Fue este fin de semana, es decir pasado mañana.

…Hmm.

No podía posponer esto indefinidamente, tendría que terminar algún día. Por Suzuka y por ella misma.

“…Entiendo, Suzuka-chan. Así que espera un poco, por favor, espera un poco más…”

***

… “Era un niño”.

Esa noche, Harutora no podía dormir.

La impulsiva confesión de Kyouko seguía repitiéndose en su mente, como si su cerebro estuviera siendo golpeado violentamente sin previo aviso. Por ahora, no tenía idea de lo que haría en el futuro.

Había vuelto a la clase después y no tenía nada de qué hablar, incluso cuando vio a Natsume. Touji y Tenma habían estado desconcertados e inclinaron sus cabezas todo el tiempo, y Natsume también estaba un poco ansiosa. Pero no pudo decirlo, ni pudo hacerlo. Su corazón seguía siendo un desastre.

Al final, había dado una bienvenida indefensa al final de la escuela y había regresado al dormitorio aturdido. Lo único que podía esperar era que Tenma pudiera convencer a Suzuka y pedirle que mediara con Kyouko.

Desafortunadamente, no había oído el resultado final, así que sólo podía esperar que ella hiciera todo lo que pudiera.

…Pero… Pero, ¿cómo podría recordar ese tipo de cosas? 

Había sido desde su infancia, y solo había sido un día, por lo que no había nada que pudiese hacer al  respecto, aunque lo olvidase. Pero, aunque admitió que… Sin duda se sentía avergonzado, ahora que solo lo había recordado después de que ella hubiese dicho tanto. Ser desafortunado debe tener un límite.

…tengo una suerte terrible… 

No, pensó que fue demasiado grosero con Kyouko. Pero, ¿qué había estado pensando Kyouko cuando dijo eso? O, ¿tenía que decirlo? ¿Era que no podía quedarse callada, aunque decir eso no ayudara? En ese caso, considerando sus sentimientos, Harutora se sintió avergonzado.

Harutora se agitó y giró, revolcándose en el odio a sí mismo. Pasó la noche así, y por eso su mente estaba fatigada y no funcionaba bien. Cuando finalmente pudo dormir un poco, el sol de verano que ya había salido estaba pintando un amanecer gris.

…tengo que ir al edificio de la academia otra vez… Y entonces… entonces qué… 

Ya agotado, perdió el conocimiento poco tiempo después. No debería haber soñado.

Pero… 

“¡Harutora-sama!”

El grito urgente de Kon despertó a Harutora.

Estaba cubierto de sudor desde el momento en que se levantó. Ya era tarde por la mañana, y la habitación estaba iluminada.

La habitación estaba llena de aura, y era mala. El aura peligrosa estaba siendo refinada sin ningún punto, y estaba siendo inconscientemente descargada afuera.

Sonó un golpe en la puerta. Fue Natsume. “¿Harutora-kun?” A juzgar por su comportamiento inusual, no era difícil suponer que había notado la situación anormal dentro de la habitación desde el pasillo.

“¡Ah!”

Harutora saltó, controlando el aura dentro de la habitación. Una vez que el aura fue liberada, no pudo ser reabsorbida. Pero sería demasiado difícil estabilizar esta aura.

¿Qué debería hacer?

“… ¡Kon! ¡Trae los sencillos colgantes shikigami! ¡Cualquier tipo servirá!” 

Kon, que ya se había materializado, trajo rápidamente de su mochila los simples amuletos de shikigami de Harutora. Harutora controlaba el poder espiritual en la habitación, convirtiéndolo en energía mágica e infundiéndolo en los encantos que sólo estaban escritos con magia básica. Lo hizo todo de una sola vez, evitando cuidadosamente una explosión.

“¡Consigue más! ¡Tráiganlos a todos!”

“¡Sí!”

Kon continuamente tiraba los encantos shikigami y Harutora vertía energía mágica en ellos hasta que llegaban a sus límites y se rompían, y finalmente bajaba la presión espiritual en la habitación. Ni uno solo de sus amuletos shikigami quedó cuando finalmente “dispersó” el aura de forma segura.

“…Hah…” 

Exhaló profundamente junto a Kon y se limpió su sudor frío.

Había sido descuidado. Aunque se había dicho a sí mismo que definitivamente no se distraería, había bajado la guardia debido a la conmoción de ayer.

“H-Harutora-sama. Esto realmente es…”

“…lo sé. Pero, no se lo digas a nadie por ahora, por favor.” 

Después de que Harutora le preguntara a su shikigami, abrió la puerta que había sido golpeada constantemente.

Natsume estaba de pie en el pasillo con expresión solemne, ya vestida con su uniforme. Ahora que lo pienso, él aún no había comprobado la hora, pero probablemente ella estaba preocupada por el siempre dormido Harutora y había venido a despertarlo. Entonces, ella había notado la anormalidad dentro de la habitación.

“¡Harutora-kun! ¡¿Qué fue eso ahora…?!” 

“Ah, lo siento por eso tan temprano por la mañana. Estaba un poco… confundido con el sueño.” 

“Sueño confuso… Definitivamente había algo extraño, ¿verdad?”

“…Lo siento…”

Harutora no podía dar ninguna buena excusa y mostró una expresión difícil. Natsume miró fijamente a Harutora, pero pareció entender que no se había convertido en nada serio. Ella suspiró profundamente.

“…como era de esperar, tu aura aún no se había estabilizado, ¿verdad? Además, es aún más grave que cuando hablamos la noche anterior”. 

“Bueno… Definitivamente no puedes llamarlo bueno. Originalmente planeaba esperar hasta las vacaciones de verano, pero ahora mismo parece que debería ir a hablar con mi padre lo antes posible”. 

“Haz eso. El aura inestable es definitivamente un gran problema para un practicante”. 

Harutora se deprimió después de las serias palabras de Natsume, como un niño que fue regañado después de hacer una broma. Kon, en espera tras él, asintió con la misma opinión que Natsume.

“Bueno, iré a prepararme para ahora para que no lleguemos tarde. Natsume, ve primero a la cafetería.” 

Harutora terminó temporalmente el tema. Natsume parecía seguir preocupada y miró a Harutora.

Harutora, después de regresar a su cama, notó que había un mensaje grabado en el teléfono junto a su almohada.

Era un mensaje de texto. ¿Qué? Él inadvertidamente emitió un sonido al ver al remitente cuando levantó el teléfono.

“Increíble. Lo cronometró como si estuviera aquí. Natsume, es un mensaje de mi padre.”

“¿Eh?”

Los ojos de Natsume también se abrieron de par en par, sorprendida. Al fin y al cabo, al igual que le dijo ayer a Tenma, sus padres que eran del “dejarlo pasar” por lo general nunca se ponían en contacto con él por iniciativa propia.

No puede ser que sólo hayan oído hablar del incidente de la sucursal de Meguro, ¿verdad?

Mientras pensaba que no podía ser, abrió su teléfono y miró el contenido del mensaje.

Pero,

“¿Hmm? … ¿Qué pasa con esto?”

“¿Qué pasa?”

“Bueno… “Estamos a salvo, no te preocupes”.

“¿Qué pasa con esto?” 

Harutora giró la pantalla del teléfono y Natsume también frunció el ceño.

¿Podría ser un error? ¿Qué quiso decir con “no te preocupes”? Debería ser Harutora quien quisiera atención.

Los dos miraron a su alrededor, sintiéndose confundidos.

Pero inmediatamente aprendieron el verdadero significado detrás de ese mensaje.

“¡Harutora! ¡Natsume!” 

Touji subió corriendo las escaleras del primer piso y llegó al pasillo del segundo piso. Su expresión era extremadamente anormal, pero definitivamente no había venido corriendo porque notó que el aura de Harutora estaba fuera de control.

Reveló una rara mirada seria.

“¡Ve a la cafetería ahora mismo! ¡Deprisa!” 

Sólo dijo esas palabras y bajó corriendo por las escaleras. Harutora y Natsume se quedaron sin palabras por un tiempo.

“¿Qué le pasa?”

Volumen 08 – Grito De Guerra

“…Vamos a ver, Harutora-kun. Tengo una mala premonición”. 

Natsume salió corriendo y Harutora la siguió a toda prisa. Kon también se quedó justo detrás de su maestro. Bajaron las escaleras después de Touji e irrumpieron en la cafetería del primer piso.

Los residentes del dormitorio que habían venido a desayunar a la cafetería estaban en un clamor, empujándose unos a otros frente al televisor LCD de tamaño mediano. Después de notar la aparición de Harutora y Natsume, todos miraron hacia atrás al mismo tiempo y rápidamente abrieron un camino hacia la televisión.

Los dos miraron atentamente a la televisión.

Actualmente se está emitiendo un programa de noticias. Parecía que había estallado un incendio en algún lugar y en ese momento estaban filmando imágenes en tiempo real de las ruinas quemadas. Thump. El corazón de Harutora late repentinamente. El edificio había sido completamente incinerado y no se podía distinguir su aspecto original. Pero él tenía alguna impresión de esta imagen y conocía ese lugar.

Las rodillas de Natsume se doblaron y se desplomó como si hubiese perdido la columna vertebral. Harutora y Kon la apoyaron inconscientemente, pero aun así se quedaron sin palabras. Sus miradas volvieron a la televisión.

El reportero seguía explicando algo, pero le entraba por un oído y le salía por el otro. Se las arregló para distinguir algunas frases entrecortadas – la famosa familia histórica local – Onmyoudou – esas frases perforaron el cuerpo de Harutora como una pesadilla.

El fuego ya se había apagado de forma natural cuando el cuerpo de bomberos se precipitó hacia allí después de darse cuenta del incendio al amanecer, por lo que no hay temor de que se produzca un incendio forestal. Además, no se encontraron cuerpos, pero aún no se ha establecido contacto con Tsuchimikado Yasuzumi, que vivía allí. “Las autoridades están actualmente–”. 

“De ninguna manera.” 

La residencia de la familia principal de los Tsuchimikado.

La televisión estaba mostrando la escena de la vieja casa quemada de Natsume.