Wortenia Senki (NL)

Volumen 11

Capítulo 3: El Nimbo del Cielo Azul

Parte 1

Vastas praderas se extendían tan lejos como el ojo podía ver. En medio de este gran escenario, una enorme cosa negra plana se movió a través de la tierra, sacudiendo el suelo con cada paso.

Sí, es uno grande. Especímenes tan grandes son raros fuera de Wortenia. Puedo ver por qué lo llaman un glotón. El gremio lo describe como un monstruo gigante peligroso. No toma más que una mirada para ver por qué.

Mientras se escondía detrás de una gran roca, Kevin miró hacia adelante. A unos trescientos metros de distancia, un ciempiés enorme se deslizó por la tierra, sus muchas patas y antenas se retorcieron al hacerlo. Su apariencia era repugnante y tenía la naturaleza repulsiva típica de los artrópodos. Una persona más tímida estaría demasiado aterrorizada para acercarse a ella.

Kevin recordó la descripción que le había dado el gremio el otro día.

Treinta metros de largo. No, casi treinta y uno. Normalmente, la mejor manera de matar a un ciempiés sería aplastarlo, pero definitivamente esta cosa es demasiado grande para eso.

Kevin no pudo evitar sonreír ante la idea de tratar de pisotear a una criatura tan grande. Aunque era ciertamente largo, no era muy alto; subir encima de él y pisotearlo no era imposible.

Pero la criatura se deslizaba a través de las llanuras con la velocidad de un caballo, así que subirse habría sido más fácil decirlo que hacerlo.

E incluso si hubiera podido hacerlo, la cosa era enorme. Kevin podría haber sido relativamente más voluminoso que la mayoría de los niños de su edad, pero su peso era promedio. Incluso si hubiera doblado su peso, no habría importado mucho. No podría ni siquiera ralentizar a esa cosa.

La teoría establecida dice que hay que atraerlo a una pelea cuerpo a cuerpo y cortar una de sus piernas para romper su equilibrio, ¿verdad? De cualquier manera, tenemos que hacer algo para frenar a este cabrón. Es demasiado rápido.

El ciempiés se movía con sorprendente agilidad. También eran conocidos por ser criaturas extremadamente beligerantes. Junto con su tamaño y fuerza, su naturaleza agresiva los convertía en una amenaza considerable.

Si Kevin y su brigada lo atacaran, el ciempiés simplemente los percibirá como una presa y se abalanzaría sobre ellos.

Y luego los devoraría. Sus mitades superiores saldrían volando. Incluso si de alguna manera permanecían enteros, el veneno de sus glándulas terminaría con sus vidas en minutos.

Tendrían que frenar al ciempiés de alguna manera. Al luchar contra humanos, la regla general era que si tu oponente era más grande, tu objetivo era incapacitar sus extremidades. La misma lógica se aplica a monstruos como este.

Si este fuera un terreno montañoso, podríamos haber dejado caer rocas en él para sujetarlo y luego tomarnos nuestro tiempo para terminarlo. Pero eso no va a funcionar aquí.

Kevin escaneó las formaciones rocosas circundantes. Eran lo suficientemente grandes como para servir como escondites, pero no eran lo suficientemente altos como para dejar caer rocas. Esta era una vasta pradera, y se podía ver fácilmente hacia el horizonte. Había grupos de árboles aquí y allá, que ofrecían alguna cobertura, pero no había montañas rocosas.

Eso deja atacarlo desde el frente usando taumaturgia marcial o atacar su punto débil usando taumaturgia verbal. De cualquier manera, luchar contra esa cosa de frente sería imprudente.

Veamos, sin embargo…

Kevin miró detrás de él y sonrió. La taumaturgia marcial le dio al usuario fuerza sobrehumana, pero aún así permanecieron fundamentalmente humanos mientras la usaban. Transcendientes

y Ascendentes podrían haber sido capaces de matar a esta criatura con nada más que una fuerza aumentada, pero la comprensión de Kevin de la taumaturgia era todavía escasa. Desafiar al ciempiés en combate cuerpo a cuerpo sería imprudente.

Rick, el líder del grupo aventurero con el que Kevin ahora estaba afiliado, el Nimbo del cielo azul, probablemente llegaría a la misma conclusión también. Rick era un guerrero poderoso, mucho más experimentado que Kevin. Pero para el monstruo frente a ellos, sus diferencias no valían la pena mencionarlas. Si fueran a ganar, tendrían que confiar en algo más que fuerza bruta.

Podría lanzar un poco de taumaturgia verbal para detenerlo mientras los demás le cortan las piernas, o podríamos tenderle una trampa y atraerlo y matarlo de esa manera. ¿Qué haría Rick?

Confiar en alguien con quien no habías desarrollado ninguna confianza en una situación de vida o muerte era una apuesta. Kevin no conocía la fuerza de cada miembro individual del equipo, y la coordinación de la compañía era un punto de preocupación.

En el peor de los casos, podrían usar a Kevin como cebo, o podrían atacarlo por detrás cuando el trabajo estuviera terminado para no tener que pagarle por su ayuda.

Kevin se dio cuenta de que las posibilidades de esto eran escasas, pero no confiaba en esta compañía lo suficiente como para descartarla por completo.

Después de todo, esta fue la solicitud de caza a mayor escala que había realizado desde que se unió al Nimbo del cielo azul.

El Nimbo del cielo azul es probablemente el grupo de aventureros más hábil y más respetado que opera en Rhoadseria.

Rick tenía el mismo rango que Lione, y el gremio le había dado al grupo en su conjunto el elevado rango A. Este era más alto que los Leones Carmesí, el grupo mercenario que había entrenado a Kevin. Sin embargo, había una diferencia entre mercenarios y aventureros.

El primero luchaba en guerras; el segundo mataba monstruos. Sin embargo, los rangos del gremio no necesariamente se correlacionan con la fuerza de cada individuo. Pero fundamentalmente hablando, aquellos que alcanzaron el rango A presumiblemente tenían la fuerza para respaldar esa afirmación.

La única pregunta es, ¿tienen lo que se necesita para igualar esa reputación?

Habían pasado aproximadamente tres meses desde que Kevin se había unido al grupo Nimbo del cielo azul, y por lo que podía ver, eran lo suficientemente fuertes para coincidir con su nombre. Sin embargo, Kevin no buscaba fuerza simple o gente exitosa.

El honorable señor de Kevin le había ordenado buscar gente que cumpliera ciertos requisitos. Y no podía medir adecuadamente su valor a menos que pasara una cierta cantidad de tiempo con ellos. Voy a necesitar un poco más de tiempo para confirmar eso.

De cualquier manera, es bueno tener un objetivo digno de matar por una vez.

Una mezcla de euforia y ansiedad recorrió el cuerpo de Kevin. Ese ciempiés era un depredador, en un peldaño mucho más alto de la cadena alimenticia que un humano como él. Pero mientras manejara la situación apropiadamente, podría someter y matar a esta criatura.

Este mundo estaba lleno de poderosos monstruos. Pero la humanidad aún gobernaba, a pesar de ser una especie relativamente débil y vulnerable. Su gobierno tampoco fue por suerte o coincidencia.

Incluso si Kevin parecía un chico inexperto en su adolescencia, su experiencia de combate era real. Había sido uno de los primeros esclavos que Ryoma Mikoshiba había comprado en Epirus, y había sobrevivido a más batallas que un niño de su edad debería haber experimentado. Había comenzado su carrera como guerrero luchando contra los monstruos que infestaban Wortenia, y se había unido a la expedición a Xarooda. También había participado en la batalla del Fuerte Notis bajo el mando de Ryoma.

Sirius estaba protegido por pilares de barrera, pero el área fuera de la ciudad estaba llena de monstruos. Y como Kevin a menudo entrenaba contra estos monstruos, se había acostumbrado a luchar contra este tipo de criaturas.

Había visto un montón de monstruos que habían coincidido con este ciempiés en tamaño. De hecho, Kevin fue uno de los soldados más hábiles bajo la baronía Mikoshiba, después de Lione y los mercenarios León Carmesí. Con tanto entrenamiento y experiencia, fue naturalmente superado por la emoción de luchar contra tal monstruo.

Han pasado cuatro meses desde que dejé la península de Wortenia, y todo con lo que he luchado es forraje de bajo rango. Esa emoción ardía en el corazón de Kevin.

Por supuesto, incluso los monstruos de bajo rango representaban una amenaza. No debían tomarse a la ligera. Sin embargo, después de meses de luchar contra ellos, se habían vuelto tediosos. Por eso, Kevin no pudo evitar sonreír a una presa tan poderosa. Se habría sentido así aunque no hubiera estado escondiendo su verdadera fuerza estos últimos tres meses.

De repente, Kevin escuchó una voz ronca detrás de él y sintió una mano palmear su hombro.

“¿Qué piensas, Kevin? El gremio llama glotón a este peligroso monstruo. Es nuestra presa de hoy”.

La mano de Kevin saltó a la espada corta en su cintura. Fue una reacción reflexiva que cualquiera con suficiente entrenamiento habría desarrollado. Pero tan pronto como vio la figura familiar del hombre de pelo negro, con su habitual sonrisa atrevida, Kevin se obligó a relajarse.

Oh, no es bueno…

Kevin cambió su indomable sonrisa en una sonrisa tímida, mezclada con una ansiedad abyecta. Era la expresión de los débiles, que habían sido golpeados en su propia alma. Su historia de portada actual era que era el hijo ilegítimo de un caballero que había caído en desgracia y perdió su título.

Suprimiendo su vértigo para luchar, Kevin lentamente se dio la vuelta.

“Oh, lo siento. Pero no me sorprenda así, señor”, dijo Kevin, mirando a Rick con los ojos muy abiertos y exagerados. “¿Qué estás haciendo aquí? ¿Decidiste un plan?”

Rick se encogió de hombros sin pedir disculpas. “Oye, esto es un campo de batalla, ¿sabes? Si fuera un monstruo, una parte de ti se estaría descomponiendo en mi estómago ahora mismo.” A pesar de sus palabras, sus ojos y tono implicaban que no lo había estado regañando.

Rick luego sonrió y tocó el pecho de Kevin afectuosamente. Un ligero golpe recorrió el plexo solar de Kevin, sacando todo el aire de sus pulmones.

Bien, estaba preocupado por mí porque soy un novato. Supongo que al menos se preocupa.

Al parecer, Rick estaba preocupado por el nuevo novato que se enfrentaba a su primer gran monstruo, así que aunque era el capitán de la compañía, él personalmente venía a ver cómo estaba. En ese caso…

Keven se dio cuenta de inmediato de las intenciones de Rick. Mantuvo su tono ansioso y temeroso, diciendo: “No pensé que sería tan grande. ¿De verdad se supone que debemos luchar contra esa cosa, Capitán Rick?”

Kevin se parecía a un soldado novato que se dirigía a la batalla

por primera vez. Era un acto verdaderamente difícil que requería un cuidadoso equilibrio. No podía parecer demasiado asustado, o se había convertido en cobarde e incompetente, lo que perjudicaría su credibilidad futura.

Y como se suponía que era hijo de un caballero, había dicho que había sido entrenado en combate y había aprendido taumaturgia marcial.

Esta historia fue la razón por la que se le permitió unirse al Nimbo del cielo azul en primer lugar. Se suponía que era un aventurero principiante, pero que ya sabía cómo luchar.

El Nimbo del cielo azul era una de los grupos de aventureros mejor clasificados en Rhoadseria, y normalmente no aceptaban a un novato total que acababa de registrarse en el gremio. Instruir a un novato era difícil en cualquier profesión, y no había ninguna

escuela en este mundo. Como tal, el grupo prefería gente con alguna aptitud existente. Él había tenido que decirles que podía luchar para entrar.

Aun así, dado el tamaño del monstruo que tenía delante, Kevin tenía que aparecer por lo menos un poco temeroso. De lo contrario, parecería sospechoso. Kevin había visto monstruos en la misma escala que el glotón gracias a su experiencia en Wortenia, pero fuera de la península, las criaturas de este tamaño eran raras. Eran como un desastre natural que podía destruir una ciudad entera, dependiendo de las circunstancias.

Una mujer joven se metió en su intercambio, respondiendo a la pregunta de Kevin. “Por supuesto que vamos a luchar. Ese es nuestro trabajo.”

La mujer salió de detrás de Rick. Tenía el pelo rubio hasta los hombros y usaba anteojos de montura negra, lo que la hacía lucir elegante y capaz.

“Vice-capitána”, dijo Kevin, saludándola.

La mujer, que rondaba los treinta años, asintió levemente. “¿Viniste aquí también, Anastasia?” preguntó Rick mientras se giraba para mirarla. Sonaba exasperado. “¿Están los preparativos completos?”

“¿Estaría aquí si no lo estuvieran?” dijo Anastasia, ladeando su ceja. “Cubrimos el agujero de la trampa; está todo listo. Además, no puedo dejar la protección del novato a un mono torpe como tú.” Al parecer, Anastasia ya había completado los preparativos necesarios para matar al ciempiés y había venido a ver a Kevin también. Ella también era una persona muy cariñosa y servicial. El único problema era que había sonado bastante irritable con el capitán.

Rick se centró en ella. “¡¿Un torpe qué?! ¡Cuidado con tu tono, mujer!”

“¿Qué, estás diciendo que no lo eres?”

Anastasia era digna y hermosa, pero no era de las que andaban con rodeos. No era vulgar, por cierto, pero no le importaban los aires pretenciosos que los nobles solían exudar. Una mujer admirada y una aventurera, ella era bastante extraña para un noble según los estándares de este mundo.

Mientras Rick y Anastasia continuaban discutiendo, Kevin le echó un vistazo a Anastasia, pensando en lo que había aprendido de ella.

Escuché que es la hija de un noble que perdió su título. Se desconoce su apellido. Aunque es la vice-capitana, es el cerebro del grupo y toma el mando del Nimbo del cielo azul siempre que el capitán está en primera línea.

Kevin había oído esto de algunos veteranos del grupo, aunque esto podría haber sido información falsa. Después de la pérdida de estatus de su familia, Anastasia había recurrido a la aventura como un medio de ganarse la vida. Después de muchos giros y vueltas, terminó uniéndose al grupo de Rick, el Nimbo Del Cielo Azul.

A juzgar por cómo discuten, parece que son bastante cercanos. Aunque su discusión parecía feroz, los dos se llevaban muy bien.

A menudo se decía que la gente necesitaba ser cercana para discutir repetidamente, pero en su caso, sus discusiones se sentían más como las disputas de una pareja casada. Y por lo que le habían contado los demás miembros del grupo, estas discusiones eran bastante frecuentes.

En realidad, no se siente como una noble, pero supongo que todo eso pertenece al pasado.

Había sido hace una vida, como se podría decir. Anastasia todavía se veía refinada y hermosa, pero ahora se había aclimatado completamente a la vida como una aventurera.

Kevin los observó en silencio discutir, y después de unos minutos, su discusión se calmó.

“Entonces, ¿crees que realmente podemos derrotar a esa cosa?” Preguntó Kevin.

Rick se rascó el pelo torpemente. “¿Eh? Oh, sí, eso depende de Anastasia. Ella es el cerebro de nuestro equipo, después de todo. Tú mantente preparado y aprovecha su plan.”

Anastasia suspiró, sacudiendo la cabeza contra Rick. Luego dirigió una suave sonrisa a Kevin. “No puedo culparte por estar ansioso.

Tú has estado trabajando con nosotros durante unos meses, pero nunca has luchado nada tan grande. Esa cosa es un monstruo, por supuesto. Es enorme, una amenaza para la sociedad.”

“Así es,” dijo Rick, asintiendo sabiamente. “Y no es solo grande. Su piel es tan gruesa como una armadura, y es un monstruo insecto, en eso. Los bichos son muy robustos. Puede haber sido sólo un ciempiés al principio, pero una vez que es así de grande, es una gran amenaza. No es lo suficientemente inteligente para usar cualquier taumaturgia verbal, pero su fuerza bruta y su caparazón duro lo hacen una amenaza. No sé si es verdad, pero según los registros del gremio, los monstruos ciempiés más grandes eran iguales a bestias fantasmales de bajo rango o un dragón. Y empiezan como pequeños ciempiés. ¿Puedes creerlo?”

“¿Igual a un dragón?” Kevin repitió, sorprendido.

Los dragones existían en este mundo. Iban desde los dragones de bajo rango hasta los señores dragón de alto rango. Sin embargo, incluso el más débil era mucho más fuerte que cualquier humano.

Afortunadamente, eran pocos en número y rara vez salían de sus territorios, por lo que la mayoría de los aventureros y mercenarios nunca habían visto uno.

Una vez que un dragón se enfurecia, los daños y pérdidas serían grandes. Han reducido a polvo aldeas y ciudades enteras, y países enteros han tenido que movilizarse para aniquilarlos. Los dragones incluso habían destruido reinos como retribución por invadir sus territorios. La destrucción dejada a su paso fue coloquialmente llamada una “vorágine”, y fue tratada como un desastre natural como un terremoto o un tifón.

Aunque Kevin conocía la tierra de nadie que era Wortenia, nunca se había enfrentado a un dragón.

Al igual que ningún hombre vivo tenía el poder de rechazar o prevenir un desastre natural, nadie en su sano juicio desafiaría a una criatura igual a tal fuerza de la naturaleza.

Incluso en los mitos transmitidos en este mundo, el número de personas que se habían enfrentado a un dragón y vivido para contar la historia era menos de un centenar. Kevin era un guerrero talentoso para su edad, pero no se consideraba tan fuerte como esos héroes míticos.

Kevin olvidó su acto y tragó nerviosamente por miedo real. Rick rió. Sin embargo, su expresión pronto se endureció.

“Bueno, eso fue una broma. Esos registros eran bastante viejos, así que quién puede decir qué tan precisos son. Pero si no hacemos algo al respecto, un día ese chiste podría volverse real.” Rick luego hizo una pausa por un momento y dirigió una mirada interrogativa a Kevin antes de continuar. “Los grandes monstruos como el glotón no aparecen a la vista de esta manera muy a menudo, pero de vez en cuando se escabullen de sus guaridas. ¿Por qué crees que hacen eso?”

“Hm, ¿porque han desarrollado un gusto por la carne humana?” Sugirió Kevin.

Los humanos no eran las únicas criaturas que aumentaban su fuerza alimentándose de las vidas de los demás. De hecho, parecía que los animales y los insectos eran más receptivos a la fuerza vital de sus presas que los humanos. Era la ley de la selva; comer o ser comido. Los fuertes emergieron victoriosos y se hicieron más fuertes por ello.

Normalmente, superar esas probabilidades no era fácil. La gente podría haber sido capaz de vencer a los dragones en este mundo, pero fue bastante raro. La posibilidad era una entre un millón, o incluso una entre mil millones, un verdadero milagro.

Estadísticamente, era imposible. Sin embargo, incluso tales imposibilidades a veces se convirtieron en realidad. Y los humanos no fueron la única especie que aprovechó esa suerte. La diosa del destino era una amante caprichosa, y a veces concedía incluso a la más pequeña de las formas de vida un poder aterrador. A veces

era suficiente poder para derribar y romper la cadena alimenticia. “Así es”, dijo Rick, satisfecho con la respuesta de Kevin. “Eres bastante inteligente para ser un novato. Como dijiste, probablemente devoraron a algún aventurero o mercenario en el bosque y desarrollaron un gusto por su carne. Y por eso se arrastran fuera de su hábitat habitual y más cerca del nuestro. Para un glotón, los aventureros que han absorbido suficiente prana para elevar su nivel son probablemente presas regordetas y deliciosas.” Tal vez era una cuestión de sabor, o el prana que daban. O tal vez era algo completamente distinto. De cualquier manera, los monstruos que habían alcanzado un cierto nivel de poder y crecimiento desarrollaron un apetito por la carne humana. Eso no quería decir que la gente simplemente se permitiera ser devorada. Lucharían para sobrevivir.

“Y de hecho”, añadió Anastasia, “cinco hombres han muerto sólo para confirmar su posición. Y unos pocos grupos de aventureros nunca regresaron del bosque que solía habitar, lo que trae el gran total de víctimas a veinte.” Habló elocuentemente y con una sonrisa suave, pero estaba claro que estaba tratando de asustar a Kevin para que entendiera la gravedad de la situación. “Gracias a ese monstruo, el tráfico a través de esta ruta se ha detenido, lo que es un golpe para las caravanas comerciales. Es por eso que el gremio vino a nosotros, pidiendo que despachamos a esta criatura tan pronto como sea posible.”

La cara de Kevin se arrugó con ansiedad. “¿Y nos enfrentamos al glotón con estos números? ¿No deberíamos tener más gente de nuestro lado?”

Su grupo consistía en un total de veinte personas. Para aventurarse en su mayoría formaron grupos de cinco, lo que significa que actualmente tenían cuatro grupos de combatientes aquí. No era un número pequeño, pero tampoco era un grupo grande. Eran guerreros visiblemente hábiles, pero según el cálculo de Kevin, todavía no eran lo suficientemente fuertes como para enfrentarse al glotón de frente.