Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 7

Capitulo 62: El Momento de la Verdad

Parte 2

Esta era la primera vez que saldría al mundo teniendo interacciones con la gente del pueblo como una chica normal. De repente, la presión sobre Mavis se sintió increíblemente alta.

Las cuatro chicas luego discutieron los detalles de su farsa.

“Esta vez, solo buscamos divertirnos un poco, así que, si alguien más se involucra, traten de no dejar que las cosas se salgan de control.”

Todas asintieron.

“Mentir sobre el estatus de uno es increíblemente inapropiado, por lo que nunca debemos  mentir.  Simplemente  explicaremos  las cosas de una manera que no requiera que mintamos. Y si parece que no funcionará, renunciaremos al acto y admitiremos la verdad.”

Todas asintieron.

“Pase lo que pase, todas debemos esforzarnos por no romper nuestros roles hasta que partamos hacia el próximo pueblo.”

Todas asintieron.

Nadie encontró nada objetable en las instrucciones de Mile. Entonces Mavis levantó la mano.

“Um… se sentirá extraño no tener mi espada conmigo.”

A diferencia de Reina y Pauline, que aún podían usar su magia incluso sin sus bastones, el potencial de batalla de Mavis cayó exponencialmente sin su espada. Era natural que se sintiera incómoda, pensando en la pequeña posibilidad de que algo pudiera ocurrir.

“Umm, bueno, entonces, ¿qué tal si solo mantienes tu daga? Diremos que, incluso si no conoces las armas, te gusta tener un arma para defenderte. Después de todo, solo tienes un guardia, y te preocupas por tu sirvienta y tu hermanita.”

“Ah, sí. Me sentiría mejor así. ¡Con esta daga, al menos tengo algo en lo que puedo apostar mi vida!”

Mientras Mavis hablaba, Mile sintió como si viera temblar la daga, pero Mavis no pareció notarlo en absoluto.

Finalmente, llegaron al siguiente pueblo, que era apenas lo suficientemente grande como para tener su propia rama del Gremio.

“Muy bien, ¡vamos!” Dijo Mile, abriendo la puerta del Gremio, las demás la siguieron.

¡Ka-cling!

Hubo el timbre familiar en la puerta, y la sensación familiar de las miradas de los cazadores enfocándose en ellas. Algunas de esas miradas perduraron con interés, mientras que… En realidad, ninguna de las miradas regresó a donde originalmente estaban.

Sin excepción, todos los ojos que se habían vuelto hacia ellas permanecieron  allí,  inquebrantables,  mientras  una  mirada de temor se extendía por las caras de los cazadores. Un solo empleado del Gremio se levantó rápidamente de su asiento y corrió escaleras arriba.

Pacto Carmesí estaba terriblemente perplejo, pero no tenía sentido quedarse solo mirando. Se movieron para revisar el tablero de información, cada uno de ellas apoyándose en sus respectivos roles.

“Ahora bien, mis ladies,” dijo Mile, “voy a revisar el panel de información, para que ustedes dos puedan mirar por encima de los paneles de trabajo o algo así para matar el tiempo mientras esperan.”

“Muy bien, gracias,” respondió Reina, dirigiéndose al mural de trabajo con Mavis y Pauline.

Mientras tanto, los empleados del Gremio y otros cazadores continuaron mirándolas en silencio.

¡¡¡¡¡¡Esto da miedoooooooo!!!!!!

Antes de que Mile pudiera terminar de mirar el tablero, un caballero digno que parecía ser el maestro del Gremio descendió del segundo piso, gritando al Pacto Carmesí, “¡¿Qué diablos han venido hacer aquí?! ¡¡¡No hay infiltrados en este Gremio!!!”

¡Se descubrió el secreto!

De hecho, no había forma de que la noticia de algo que fue un incidente tan grande para el Gremio no se hubiera extendido a los Gremios de los pueblos vecinos… Junto con la información sobre las chicas que habían jugado un papel tan central en él.

***

“Bueno, eso fue un gran fracaso…”

Incluso cuando el sol comenzó a ponerse y se oscureció afuera, el Pacto Carmesí continuó moviéndose por la calle. Obviamente, no había forma de que pudieran permanecer en el pueblo después de la gran vergüenza que estaba frustrando sus planes de inmediato, por lo que decidieron regresar de inmediato.

“¡Eso fue terrible!” El enrojecimiento aún no se había desvanecido por completo de las mejillas de Reina.

Mientras tanto, las nanomáquinas en el cuchillo al lado de Mavis, que nunca habían debutado, estaban muy decepcionadas.

“Bueno, supongo que deberíamos haber esperado eso,” murmuró Pauline. “Fue un gran problema para el Gremio, por lo que, por supuesto, tendrían que llevar la información a los Gremios vecinos para advertirles y evitar que algo así vuelva a suceder. A menos que les digas a los empleados y a los cazadores también, no es una gran protección, por lo que, naturalmente, cualquier persona afiliada al Gremio sabría lo que sucedió… En cuanto a que somos un grupo de chicas, bueno, sé que no hay muchos, pero en realidad no puede ser tan raro. Dicho eso, un grupo de cuatro chicas vestidas como nobles que pasan por un Gremio es un poco…”

Se calló encogiéndose de hombros.

“¡T-t-t-t-tú! Si ya te habías dado cuenta de eso, ¡deberías haberlo dicho desde el principio! ¡¿Por qué no dijiste nada?!”

“¿Porque fue más divertido de esta manera?”

“¡¿¡¿Por qué dices eso como si fuera una pregunta?!?!” No importa qué, Pauline seguía siendo Pauline…

Y así, esa noche, el Pacto Carmesí acampó al aire libre, lejos del pueblo.

***

Unos días después, llegaron a un pueblo de una escala más razonable. Todavía tenían que cruzar la frontera, así que la palabra ‘el grupo de una doncella noble no debe ser molestado’ probablemente también había llegado a este lugar. Por lo tanto, todas estaban vestidas con su atuendo habitual como cazadores normales.

“Estoy cansada de lidiar con todas estas pequeñas cosas insignificantes. Somos el  prometedor  grupo  de  rango  C,  ¡Pacto  Carmesí!  Nada  más  y  nada  menos.

¡Necesitamos pelear algunas batallas, cara a cara y elevar nuestros rangos!”

“¡¡¡Si!!!”

Como de costumbre, entraron al Gremio, esperaron mientras todos las miraban y luego se dirigieron al panel de información, cuando…

“¿Qué?”

Todos se congelaron.

Boletín especial de grado B: las fuerzas del Imperio Albarn han invadido el Reino de Brandel. Todos los viajeros con destino a la región deben tener precaución.

“¡¿Quéeeeeeeeeeeee?!?!”

¡El Reino de Brandel! Era un país donde se habían detenido hace poco tiempo y luego se habían quedado atrás. Además de…

“Mile, de ahí es de dónde eres, ¿no?”

“Así es. Y las tierras de mi familia están cerca de la frontera sur, que comparte una frontera con el Imperio Albarn…”

Una tierra que la había abandonado y que ella había abandonado a su vez. Un país que ella había dejado atrás, para no volver nunca más. Un reino con el que ya no tenía ninguna conexión…

Y, sin embargo, Mile comenzó a verse mareada.

“¡Ven conmigo!” Reina gritó, arrastrando a todas a una ventana de recepción. “¡Cuéntanos todo lo que sabes sobre la invasión!”

La empleada respondió con una sonrisa: “La información general es gratuita, pero la información detallada costará una moneda mediana de oro…”

“¡Dame todos los detalles!”

“Muy bien, por favor ve allí. ¡Wellis, si gustas!”

La empleada llamó a la joven que parecía estar a cargo de la información y ordenó al grupo que la siguiera a otra habitación… un curso de acción natural al compartir información que venía con una tarifa, ya que no querría ir a decirlo a todos a su alrededor.

“Ahora bien, explicaré lo que sabemos sobre la situación.”

Después de recibir el pago, Wellis comenzó a explicar.

Según su información, hace varios días, el Imperio Albarn había invadido repentinamente el Reino de Brandel, su vecino del norte, sin declaración de guerra. En la actualidad, hubo informes de combates desde los territorios más cercanos a la frontera.

Actualmente, el feudo Ascham no participó en la lucha, pero al caer esos otros territorios, las tierras de Ascham serían las siguientes.

“Hasta el momento, el Imperio no parece interesado en participar en una guerra total. Por supuesto, esta suposición se basa en un análisis experto del poder de las tropas que han desplegado, el estado de sus líneas de suministro y varios otros estados; sin embargo, no es un hecho garantizado… Lo que podemos suponer es que se trata de un ataque tentativo y que esperan reclamar territorios que se encuentran en ubicaciones geográficamente estratégicas, posiblemente con el fin de luego participar en un asalto a gran escala.”

“Si bien el Reino está enfurecido por esto, la diferencia en la fuerza militar entre ellos y el Imperio es abrumadora. Además, carecen de preparativos para la guerra, por lo que sería una tontería tratar de reunir rápidamente algunas tropas y arrojarlas a las fuerzas imperiales. Probablemente tengan la intención de perder los territorios aislados cerca de la frontera para concentrarse en sus propios preparativos y lanzar un contraataque más tarde.”

“Obviamente, el Reino está en lo correcto en esta situación, pero parece que el Imperio está insistiendo en algún reclamo falso sobre el sucesor de la Casa Ascham, cuyo feudo actualmente no tiene un gobernante oficial, y está lanzando una ofensiva por esos motivos. Naturalmente, no hay otro reino que les crea, pero ese es el razonamiento por el que parecen estar operando, sin embargo.”

“¿Cómo tienes tanta información?” exclamó Reina.

Fue impactante. Teniendo en cuenta lo que acababan de recibir, una moneda mediana de oro era barato.

“¿De dónde obtuviste toda esa información…?” Mavis continuó, igualmente sorprendida.

Sin embargo, la empleada del Gremio conocida como Wellis simplemente dio una sonrisa pícara y dijo, “¡Eso… es un secreto!”

Tan deprimida como se sentía, Mile no pudo evitar recordar algo de su vida pasada y apenas pudo evitar responder. En verdad, ella era una chica retorcida…

Después de que Wellis terminó su explicación y salió de la habitación, Pacto Carmesí permaneció adentro. Dado que habían pagado la tarifa, se acordó que podría tener la habitación para ellas un poco más.

“Entonces parece que el Imperio tiene la vista puesta en las tierras de los Ascham… ¿Qué vas a hacer?” Preguntó Reina, mirando a Mile.

“¡No voy a hacer nada al respecto! Ya no tengo ninguna conexión con ese país ni con esas tierras. ¡Soy Mile, una cazadora de rango C del Pacto Carmesí!” dijo Mile, fingiendo serenidad, aunque su cuerpo tembloroso, su rostro pálido y su expresión forjada la traicionaban.

“Entonces, ¿qué pasa con la tierra donde naciste, el lugar donde fuiste criada?

¿No hay gente allí que conoces? ¿Las personas que te cuidaron?” preguntó Mavis. “………”

“Oficialmente hablando, esas son tus tierras, Mile. ¿No son los que viven allí tu gente?” replicó Pauline.

“………”

Mile, con la cabeza gacha, no pudo responder.

“Bueno, entonces voy a hacer una solicitud,” dijo Reina abruptamente. “¿Eh?”

Mile no estaba segura de lo que quería decir.

“Supongo que estás pensando que no quieres que el resto de nosotras estemos envueltas en tus asuntos personales. Así que voy a hacer una solicitud independiente del Pacto Carmesí—¡salir a las tierras de los Ascham y hacer algo al respecto!”

“¿Qué…?”

Una solicitud independiente: es decir, un trabajo solicitado directamente a un cazador de un cliente, sin pasar por el Gremio. Estos eran útiles para aquellos que no deseaban pagar una tarifa de manejo al Gremio. También significaba que el trabajo contuviera disposiciones que el Gremio desaprobaría.

La otra cara de esto fue que los cazadores no recibirían puntos de contribución del Gremio.

También significaba que ni el cliente ni el cazador recibían ninguna protección en el caso de que cualquiera de las partes mintiera o incumpliera el contrato—en otras palabras, retener el pago o falsificar los resultados del trabajo.

Además, ninguna de las partes tenía ninguna garantía de que el otro era quien decía ser, y así sucesivamente.

En resumen, era posible que las personas que se contratasen como escoltas pudieran ser en realidad bandidos, sin ninguna calificación como cazadores, y no habría forma de saberlo.

Una solicitud independiente podría ser peligrosa si dichas personas con las que se forma el contrato no son conocidas, y no, personas en las que se tiene plena fe. Sin embargo, siempre que se conociera al otro lado y se pudiera confiar en ellos, por lo general no había problema.

“Estoy solicitando un contrato independiente con el grupo de rango C, Pacto Carmesí. Las estipulaciones son las siguientes: viajar a las tierras de la Vizcondesa Ascham y rescatar a cualquiera asociado con nuestra buena amiga Mile. El pago por el trabajo es una moneda de plata. ¿Aceptará mi pedido, señorita líder del grupo?”

“Acepto humildemente tu petición, mi bella dama…”

“¡¿Bella…?!”

Aunque ella fue la que había comenzado esta farsa, al ver la expresión sincera y seria con la que Mavis respondió, Reina se puso roja. Todavía tenía un largo camino por delante en el arte de verse bien.

“Chicas…”

Había lágrimas en los ojos de Mile. Pauline la miró y dijo cálidamente: “Nos has salvado tantas veces, Mile. Y varias de esas veces involucraron los asuntos personales de mi familia y la familia de Mavis, ¿no? Aun así, incluso si ese no fuera el caso, eso no cambiaría el hecho de que aceptemos esta solicitud ahora. Y eso es porque…”

Pauline, Mavis y Reina lloraron, “¡¡¡Mientras la sangre roja fluya por nuestras venas, nuestra amistad es inmortal!!!”

Mile abrazó a Reina, sollozando, mientras los hombros de Mavis se desplomaban, preguntándose por qué ella nunca era la que recibía los abrazos. Pauline la miró encogiéndose de hombros.