Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 6

Capitulo 46: Demonios

Parte 3

Aunque de alguna manera logró evitar este golpe también, ahora estaba en una desventaja abrumadora.

“Puede que haya elegido el camino de la espada,” dijo Reltobert, “pero eso no significa que no pueda usar un poco de magia. No soy especialmente bueno en esto, así que esperaba luchar solo con mi espada el mayor tiempo posible. Me parece un poco vergonzoso. Pero hay momentos en los que no tienes otra opción más que ganar, incluso a expensas de tu propio orgullo. Lo entiendes, ¿no?”

Con eso, lanzó un ataque con su espada y una bola de fuego al mismo tiempo.

Usar magia y fuerza física al mismo tiempo parecía bastante difícil, pero si era efectivo. Con ataques uno tras otro, Mavis no tendría lugar para contraatacar, y su posición empeoraba cada vez más. A este ritmo, solo sería cuestión de tiempo antes de que perdiera.

¡Piensa Mavis von Austien!¡Tienes que pensar en algo! ¿Cómo puedo ganar ahora? ¿Debería tomar otra cápsula? No—aunque me vuelva un poco más rápida, será igual difícil reaccionar tanto a la magia y la espada al mismo  tiempo. Además, si uso cápsulas Micross para mejorar mis habilidades físicas, todo lo que haré será romper mi cuerpo más rápido, como en esa ocasión contra los dragones ancestrales. ¿Qué hago? Debe de haber alguna manera…

Justo entonces recordó una conversación que tuvo con Mile hace tiempo.

De hecho, cuando se trataba de esquemas improbables, Pacto Carmesí siempre recurría a Mile. Después de todo, la escena ante ellas ahora no tenía que ver con el sentido común.

Y así, todas las conversaciones pasadas que había tenido con Mile giraban en su cabeza, que se convirtió en un caleidoscopio hiperpotente.

“Solo necesitas acostumbrarte a mi velocidad.”

“Fortalece tus músculos con el poder de tu mente.”

“El dolor no es más que una señal de advertencia. Así que todo lo que tienes que hacer es decirte a ti misma: ‘Está bien, está bien, ¡ya lo entiendo!’ Y sigue presionándote.”

“¡Tienes que endurecer tu corazón!”

¡No, espera! Eso no fue todo…

“Usa tu velocidad para aumentar tu poder.”

“Es la fuerza centrífuga o algo así”

“Los gatos son tan adorables.”

No, eso tampoco era.

“Cuando se trata de asuntos del espíritu, existe un control interno y externo.”

“No estoy segura si el aliento del dragón es algún tipo de magia o un simple tipo de control espiritual.”

¡¡Eso es!!

Mavis podría no ser capaz de usar magia, pero podría manipular el poder de su propio espíritu hasta cierto punto. En cuyo caso…

Dio un salto hacia atrás, pausando temporalmente la batalla. Anteriormente, cuando Reltobert se había retirado momentáneamente, Mavis había esperado cortésmente su próximo ataque, por lo que era justo que Reltobert le permitiera esta pausa también.

“¿Qué tal? ¿Estás lista para rendirte?” preguntó.

“¿No crees que es un poco pronto para hablar de ese tipo de tonterías?” Mavis sonrió y sacó una segunda cápsula de metal de su bolsillo, luego desenroscó la tapa.

“¡Vamos hacerlo, Micross!”

Con eso, bebió la segunda cápsula.

Mile, al presenciar esto, quiso decir algo, pero se detuvo. La última vez que Mavis había hecho esto, Mile la había regañado durante tres horas hasta que Mavis comenzó a llorar. Así que esta vez tenía que tener fe y confianza en el juicio de Mavis.

“Otra droga, ¿eh? Solo porque sigas sacando eso no significa que te llevarás la victoria. Usar demasiadas va a llenar tu cuerpo y tu cabeza. Vas a autodestruirte.”

Aunque Reltobert habló, Mavis no pudo oírlo. Todos sus recursos mentales se dedicaron a enfocar su ki.

Lo destruiré. Con el poder de mi espíritu.

Fuego. Llamas. Inferno. Soy la guardiana del fuego. ¡Soy la portadora de las llamas!

De repente, sintió un calor abrazador en la boca del estómago.

ALERTA ROJA. ALERTA ROJA.

NIVELES PRINCIPALES DE TEMPERATURA Y ENERGÍA SURGEN RÁPIDAMENTE EN EL ABDOMEN DEL USUARIO. ¡LA AUTO DETONACIÓN ES INMINENTE! AQUELLOS QUE PRODUCEN CALOR DEBEN EVACUAR INMEDIATAMENTE EL ESTÓMAGO DEL USUARIO. TODAS LAS OTRAS UNIDADES, FORMEN UN ESCUDO EN EL REVESTIMIENTO DE LAS PAREDES DE ESTOMAGO. ¡DEBEMOS PROTEGER SU CUERPO!

¡Para un grupo de nanomáquinas especialmente seleccionadas, empleadas solo en ocasiones específicas, herir o colocar a un usuario mágico en peligro de muerte en respuesta a la voluntad de ese usuario sería una desgracia para su tipo en su conjunto! ¡Tenían que protegerla de alguna manera!

Este recipiente es uno con las llamas. Mi ser es la llama. La llama es mi ser.

Infierno Ardiente, ¡conviértete en la voluntad de este recipiente!

Al no ver resultados, Mavis alteró su fraseo, hablando con la intención concentrada de aprovechar las palabras de poder. Sin embargo, si ese era su objetivo, un lenguaje aún más elevado podría haber resultado apropiado, como imitar el discurso de la realeza…

¡EXPANDAN EL CAMPO REPELENTE DEL ESÓFAGO AL PALADAR!

¡CREEN UN RECUBRIMIENTO REFLECTANTE EN LA CAVIDAD ORAL Y EN EL ROSTRO TAMBIÉN!

Somos las llamas. Somos, somos…

Justo cuando las nanomáquinas completaron su camino de protección, Mavis abrió la boca con un grito, y una bola de llamas estalló.

“¡SOMOS INFERNO!”

Después de que Reltobert se zafó desesperadamente del trayecto de las llamas, su mandíbula cayó también.

Incluso Mile estaba con los ojos muy abiertos por dicha sorpresa.

“¿F-fuego? ¿En la respiración de un humano…? ¿A-Aliento de fuego?

“SOMOS INFERNO!”

¡Shing!

“¡Fireball!”

¡Bwoosh!

“SOMOS INFERNO!”

¡Bring!

“Fireball!”

¡Shing!

“SOMOS INFERNO!”

¡Bwoosh!

“¡Fireball!”

¡Shing!

Disparos ardientes volaban de un lado a otro, dispersados en chispas por las cuchillas de cada combatiente.

Esta ya no era una pelea entre mortales. Sería apropiado llamar a esto la batalla contra un monstruo.

Al principio, los disparos llegaron en una descarga, pero a medida que avanzaba el intercambio, el orden comenzó a desmoronarse, y las llamas pronto estallaron simultáneamente de cada lado. Si las cosas seguían así, seguramente sería una victoria para Reltobert, que tenía la ventaja en reservas físicas y mágicas. Sin embargo…

“Mavis está… empujándolo hacia atrás…”

Tal como Reina notó, Mavis de repente tenía la ventaja. Y este era el por qué: “¡Fireball!”

“¡INFERNO!”

De  hecho, el encantamiento  para  el  hechizo  de  Mavis  se  había  vuelto repentinamente más corto.

“¡¿Es  este su ‘Puñetazo Para Matar Insectos’?”  gritó  Mile,  pero  como  de costumbre, no había ni una sola persona cerca que entendiera su significado.

El final llegó demasiado rápido.

Fue gracias al disparo consecutivo de su rifle espiritual, (ahora, en la práctica, su magia de fuego) Mavis, incluso con su resistencia fallida, logró obtener una victoria. Reltobert, que no tuvo más remedio que seguir resistiendo con sus propias bolas de fuego, finalmente perdió su velocidad de disparo y fue golpeado. En ese momento, Mavis hizo un movimiento, y el demonio se encontró con una espada en la garganta.

“Te-terminó el encuentro!” gritó el líder demonio, y la pelea terminó oficialmente.

Reltobert estaba completamente sin palabras. Miró a Mavis, que se había acercado para asestar el golpe decisivo. Lo que vio en su rostro fue la sonrisa de una diosa, brillando cálidamente hacia él.

“………”

Reltobert se volvió rápidamente, con una expresión sospechosa en su rostro.

Naturalmente, la fuente del brillo era el revestimiento reflectante que las nanomáquinas habían formado alrededor de su rostro para proteger su piel.

“………”

Los demonios estaban en silencio.

Tres rondas. Habían perdido tres rondas seguidas. Tanto su magia como su esgrima habían sido superadas por un grupo de niñas humanas—novatas, nada menos.

“………”

Sus músculos eran más potentes que los de los elfos, su ingenio más agudo que el de las bestias y su magia mayor que la de cualquier enano. En efecto, los demonios eran la raza superior, y sin embargo habían sido superados por simples humanos…

No podría haber nada más impactante, más humillante. No podían creerlo. No, no querían creerlo…

Se quedaron atónitos en silencio. Los cinco no podían hacer nada más que quedarse quietos y sin palabras.

Saben que ya fue suficiente, ¿verdad? Venga ríndanse ya, Pacto Carmesí instó en silencio.

Esperar para siempre no iba a lograr nada, así que finalmente Mile abrió la boca. “Hicieron una promesa. ¡Ahora dense prisa y digan lo que necesitamos saber!” exigió.

Sin embargo, el líder demonio sacudió la cabeza. “No. ¡Aún no ha terminado!”

“¿Tienen la intención de romper su promesa?”

La voz de Mile bajó rápidamente, su rostro cambió de un puchero enojado a una expresión completamente en blanco.

¡Oh no, ella está enojada!

De hecho, tal como temían sus compañeras, Mile estaba enojada.

Mavis literalmente había superado los límites del poder humano, estableciendo su corazón, su alma e incluso sus entrañas en llamas para obtener una victoria. Si los demonios pretendían invalidar lo que ella había logrado, entonces Mile tendría una o dos que decir al respecto.

“Ya veo… Ya veo…”

“¡E-espera! ¡No, espera, no es eso! ¡No saltes a conclusiones!” El líder rápidamente agitó las manos en señal de negación, sintiendo la peligrosa aura que se formaba alrededor de Mile. “¡Mantendremos nuestra promesa! ¡Por favor, tienes que creerme! No podríamos sentirnos más avergonzados, e incluso si lucháramos todos ahora, no creo que podamos ganar… De todos modos, no planeamos hacer nada malo. No tenemos ningún problema con llevarlas a donde está el resto de nosotros.”

“Entonces, ¿qué es?” preguntó Mile, con su rostro aún sin expresión.

“Nuestra derrota como equipo ya ha sido decida, pero aún no he tenido la oportunidad de luchar. Se que, como líder, es mi deber tomar la responsabilidad de nuestra derrota, pero me siento un poco patético como individuo. Eso es todo. Aún quiero luchar, solo tú y yo. Si gano, satisfaré mi orgullo y los demonios podemos aferrarnos a uno de los nuestros. Sin embargo, si pierdo…” suspiró y continuó.

“Entonces, no como líder de este grupo, si no como individuo, haré cualquier cosa que pidas, sin importar lo que sea.”

Y así, comenzó la cuarta ronda.

Sin nada con que objetar ante las palabras del líder, Mile rápidamente volvió a su disposición habitual, con su ira sofocada. Sin embargo, en cuanto al demonio líder…

Chicos, lo siento por esto, pensó. Si puedo reportar esto como, ‘Por supuesto que gané, pero no esperaba que ellos fueran a perder contra niñas humanas…’ aun así, tendré que tomar la responsabilidad, pero al menos mi orgullo no será mancillado. ¡Chicos, lo siento! ¡Enserio lo siento mucho!

El líder echó un vistazo a sus camaradas, que lo miraban nerviosamente. Era una escoria.

Y además…

Esta niñita parece tener un estatus alto. A lo mejor es la hija de un noble o algo así—si fuera una de los nuestros, sería la nieta de un jefe de la aldea. Así que apuesto a que no puede usar magia o tener habilidades físicas de combate. Solo porque tiene a esas tres humanas de guardaespaldas es que puede actuar tan engreída y fuerte…

De hecho, como muchos idiotas en el pasado, estaba subestimando a Mile.

El hecho de que ella estuviera vestida como una espadachina significaba que la magia no debía ser uno de sus puntos fuertes. Además, él podía suponerlo por la forma en que ella se veía y movía su cuerpo; de sus manos finas, suaves y delicadas, que estaban completamente libres de callosidades; y por su físico pequeño y delgado, en cuanto a las artes marciales, era una completa aficionada.

“Muy bien, empecemos. No te preocupes, también tenemos magia de curación, por lo que no terminarás con alguna cicatriz y tampoco te lastimaré mucho. Claro, es mejor que pierdas antes de que salgas lastimada…”

Tomó unas precauciones con su espada, asegurándose de no lastimar a la chica, sus guardias podrían entrar en la pelea. Su bando ya había ganado el torneo, por lo que no había razón de no intervenir ante la primera señal de peligro de su maestra.

“¡Muy bien, acabemos con esto! ¡Binding Ice!”

Estaba preocupado porque si usaba una magia particularmente peligrosa, esos guardias estarían sobre él en un abrir y cerrar de ojos.

Así que comenzó con un hechizo restrictivo, uno que no haría más que atar sus brazos y piernas, sin posibilidad de causar ningún daño mortal. Naturalmente, dado que estaba destinado al campo de batalla, esta magia restrictiva seguía siendo un tipo de magia de combate.

La niña no mostró signos de resistencia, y rápidamente se formaron bolas de hielo alrededor de sus tobillos y muñecas, cuando—¡Crack!

Estaban destrozados. “¿Eh…?”

Los demonios estaban estupefactos. A Pacto Carmesí apenas parecía importarle.

“¿Se equivocó en el encantamiento? ¡No, definitivamente lo hizo bien! Debe de haber fallado por poco. Eso es lo pasó…” los demonios juzgaban lo ocurrido, pero el combatiente no tiene tiempo para eso.

“¡Maldición! ¡Intentaba no lastimarte lo más que pudiera, pero parece que lo haremos de la forma difícil! ¡Ice Javelin!”

“¡Ice Shield!”

Había lanzado una lanza de hielo a una velocidad muy baja, sin la punta afilada. Pero en un instante fue hecha polvo por la pared de hielo que surgió frente a Mile.

“¿Planeas tomarte esto en serio?”

“¿Eh…?”

“¡Pregunto si planeas tomártelo enserio!”

Todos reflexivamente miraron a el rostro de Mile. Estaba inexpresiva.

¡Waaaaah!

Pacto Carmesí sabía muy bien lo que esto significaba. Una vez más, Mile estaba enojada.

Finalmente tenía la oportunidad de tener una pelea individual, como la que tuvo contra Gren de los Rugientes Mithrils o contra el padre de Mavis. Así que ella supuso que se divertiría un poco. Esas otras dos veces habían sido batallas con espadas, pero esta era una prueba de magia contra un demonio, para quien la magia era una especialidad.

¡Una batalla mágica contra un demonio!

Su primera batalla mágica real, una en la que podía ir tan fuerte como quisiera, sin restricciones. Además, con esto enmarcado como un torneo ya decidido, no había nada más de que preocuparse.

Y, sin embargo, aunque su corazón latía con fuerza, había sido recibida con esta patética exhibición.

“Si esto era lo que tenías en mente, entonces tendré que decirte una o dos cosas…”

“¡Es posible que todos quieran acercarse un poco más!” gritó Reina a los demonios.

Todos habían estado juntos al comienzo del torneo, pero una pequeña división se había abierto naturalmente entre los dos bandos a medida que avanzaban las batallas. Aparentemente, Reina consideró que esto era un peligro.

“¿Hm?”

Al escuchar esto, el demonio más joven, que aún recordaba el cálido abrazo de Reina y su dulce aroma, se puso rojo. Los otros tres estaban sin palabras.

“¡Miren, nada más acérquense para que la barrera de emergencia los proteja!”

Su significado no estaba claro, pero los cuatro de alguna manera entendieron que esto era una cuestión de vida o muerte para ellos y rápidamente se agruparon con las chicas del Pacto Carmesí.

De hecho, aquellos que no eran al menos tan agudos encontrarían un final rápido en este mundo. Al igual que su líder, que todavía estaba atrapado en la batalla…

Ahora le tocaba a Mile atacar. “¡Phaser, fire!”

¡Bwoomf!

“¿Qué…?”

El líder tuvo la impresión de que algo más rápido de lo que el ojo podía ver había pasado por su cara. Tímidamente, miró hacia atrás, vio una roca detrás de él con un agujero de varios centímetros de ancho. Cuando giró su cabeza para mirar a Mile, vio a la chica sonriendo—aunque la sonrisa no llegó a sus ojos en absoluto.

“¿Te gustaría intentar tomar uno de esos de frente?”

¡Psssh!

El sudor comenzó a brotar de cada poro de su cuerpo.

Sí, el líder finalmente entendió dos cosas: Primero, que la niña de pie delante de él no era un simple jackalope. Si no más bien un feroz Jackalope venenoso infernal…

Y segundo, el camino que había elegido no era una escalera al cielo, sino todo lo contrario.

¡Si no me pongo serio, ella me matará!

Mile desvió la vista brevemente para confirmar que Reina había encerrado a todos los demás dentro de la barrera. Todos estarían a salvo, sin importar qué tipo de magia saliera en su dirección. Todos, excepto el hombre parado frente a ella.

El terreno a su alrededor también era mayormente rocoso, punteado por aquí y allá por arbustos delgados, por lo que tampoco tendría miedo de dañar el medio ambiente.

“¡Aquí voy!”

Fwoom…

Hubo una vibración de la espada de Mile, la hoja comenzó a brillar de color azul.

“¡¿Qué… ?!”

Una espada mágica.

Justo cuando había pensado que Mile era una chica privilegiada decorada solo por su estatus, que no podía usar la magia ni espada, había lanzado una bala increíblemente rápida que no podía verse a simple vista.

Justo cuando pensaba que ella solo tenía alguna habilidad mágica mediana, había producido una espada impresionante. Y ahora estaba usando una técnica de alto nivel, su espada en sí misma revestida de magia.