Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 6

Capitulo 46: Demonios

Parte 4

Sin embargo, incluso si estaba equipada con una espada mágica, no significaría nada si sus habilidades con la espada fueran mediocres. Como había determinado previamente, no había duda de que ella era una novata en el camino de la espada, con su mala postura, su falta de músculo y el hecho de que sus brazos y piernas eran claros y blandos, sin un solo signo de una cicatriz o callo en cualquier parte.

Su suposición de que no podía usar magia había surgido solo del hecho de que estaba equipada con una espada, por lo que no se le podía culpar por equivocarse con eso. Sin embargo, su juicio esta vez se basaba en observaciones cuidadosas. No puede haber ningún error.

Si estaba usando una espada, y no su habilidad mágica bastante decente, probablemente era porque su poder es limitado y lo había dado todo en ese único disparo.

Aunque si ese fuera el caso, entonces, ¿cómo podría seguir usando su espada mágica, que requería que mantuviera un hechizo continuo? Además, si su poder fuera tan limitado, habría sido más inteligente apuntar directamente hacia él la primera vez.

¿En qué estaría pensando?

Un pensamiento turbio cruzó la mente del líder.

¿Estaría jugando con él?

No era posible. Eso no podía ser posible.

Había sido elegido como el jefe de la guardia del equipo de investigación.

¿Cómo podría alguien como él convertirse en el juguete de una frágil humana, de una niñita?

Imposible. ¡Absolutamente, absolutamente imposible!

Por un momento, la mente del líder se quedó en blanco. En ese momento, encantó un hechizo en silencio.

“¡Fire Laaaaaaance!”

Superado por las llamas de la ira, se permitió lanzar un hechizo de ataque—uno excesivamente poderoso.

¡Mierda!

En el instante en que el hechizo se disparó, volvió en sí, pero ya era demasiado tarde. Un hechizo de ataque tipo fuego con una alta tasa de mortalidad volaba directamente hacia la niña. Ahora que había sido lanzado, nadie podía detenerlo— incluido el hombre que lo había disparado.

¡Está muerta! Pensaron todos los demonios al unísono. Pero entonces…

¡Fwish!

La lanza ardiente fue cortada por una cuchilla. Casualmente, como si fuera una ramita.

“¡¡¡Impossible!!!”

La boca de Mile era una línea plana. Normalmente, tal cosa sería una señal de nervios o inquietud, pero en el caso de Mile, significaba algo diferente—que estaba tratando de no mostrar lo relajada que se sentía.

“Bueno, parece que volvió a ser la de siempre,” dijo Reina.

Era tal como sugirió; las cosas finalmente estaban mejorando. Eso era lo que el rostro de Mile indicaba a sus compañeras.

Mile no iba a usar una barrera esta vez. Dejar que todos los ataques de su enemigo se desvíen de inmediato no sería divertido. También reduciría el poder de sus propios hechizos de ataque. Sería bastante aburrido si rompiera directamente las defensas del demonio en cada ataque.

¿Estaba jugando con él? No, esta era una verdadera batalla—pero ella estaba asumiendo una desventaja.

Si este encuentro hubiera influido en la victoria de su grupo, no habría hecho tal cosa. Sin embargo, el torneo ya se había decidido a su favor, por lo que Mile calculó que estaba bien relajarse y simplemente disfrutar esta ocasión.

“¡Fire Shot!”

El hechizo rápido que disparó el líder no fue una pequeña bala de llamas. Fueron cuatro disparos a la vez, dirigidos a su cabeza, su abdomen y ambos lados de su cuerpo. Podía agacharse, saltar o moverse a un costado, pero al menos uno de ellos seguro que impactaría. Además, a diferencia de las bolas de fuego normales, estos disparos explotarían al impactar. Golpear rápido y dar un puñetazo.

El líder ya había abandonado todas las pretensiones de contenerse ya que finalmente se había dado cuenta de que este no era un enemigo al que podría vencer al hacerlo. Mientras no la matara, estaría bien. Mientras siguiera con vida, podría ser sanada con magia curativa.

Los cuatro disparos volaron hacia Mile. Se movían rápidamente, aunque naturalmente mucho más lento que cualquier bala disparada por un arma. Mile podría calcular fácilmente su trayectoria y simplemente mover su cuerpo para esquivarlos… pero eso no sería divertido.

En cambio, decidió hacerles frente, con su espada en la mano.

¡Ka-bwoosh!

“¿Qué?”

Se esfumaron.

Las cuatro balas se esfumaron en un abrir y cerrar de ojos.

Todo lo que Reina y Pauline podían suponer era que Mile había movido su espada. Incluso los cinco demonios y Mavis, con sus agudos ojos, apenas podían discernir lo que había sucedido. Mile había blandido su espada cuatro veces—dos veces verticalmente, dos veces horizontalmente—cortando cada una de las balas en dos y destruyéndolas.

“¡¿Por qué no explotaron?!” gritó el líder.

De hecho, estos fueron disparos de tipo explosivo, por lo que incluso partidos por una espada, deberían haber detonado en el impacto. Esto debería haber causado una lesión moderada, o al menos, bloqueado su campo de visión y arruinado su postura. Debería haber hecho que dar su próximo ataque fuera una certeza.

Sin embargo, se habían extinguido sin siquiera un ka-boom. Simplemente habían desaparecido.

Con una espada normal, las balas habrían explotado en el impacto. Sin embargo, la espada de Mile, estaba cubierta de magia. Esta magia había cancelado la magia de las balas.

Mientras agitaba su espada, la frase ‘aniquilación de partículas’ había aparecido en la cabeza de Mile, pero las nanomáquinas no podían entender que en realidad estaba proponiendo crear antimateria, por lo que en su lugar representaron un simple desplazamiento de energía. Tal flexibilidad era una de las capacidades realmente impresionantes de las nanomáquinas, aunque Mile no lo sabía.

“¡Fire Shot!”

Mile ahora soltó el mismo hechizo. Cuatro balas como las de su oponente, apuntado arriba y abajo, izquierda y derecha.

Los buques de guerra generalmente se diseñan para resistir la misma fuerza de golpe que la embarcación misma podría lanzar. De la misma manera, estos demonios deberían ser entrenados para recibir la misma intensidad de ataques que podrían lanzar, pensó Mile.

“¡Guh!”

Como alguien cuya especialidad era la magia, todo lo que el líder demonio habría necesitado hacer era poner un muro mágico frente a él. Sin  embargo, después de haber visto el poder penetrante del primer ataque de Mile, no estaba dispuesto a correr ese riesgo.

En cambio, esta fue su medida de seguridad: reducir la cantidad de disparos tomados tanto como sea posible y evitar ser golpeado en áreas vitales. Para hacer esto, se giró hacia la izquierda, evitando las balas dirigidas a su cabeza, abdomen y corazón, y luego desvió la bala del pecho del lado derecho restante.

“¡Flare Lance!”

No tenía forma de saber qué tan fuerte era el ataque de su oponente. En momentos como estos, era mejor evitar un hechizo fuerte como contraataque—por uno que se pudiera disparar rápido.

Era un desperdicio de magia, pero no se podía evitar. Momentos desesperados exigen medidas desesperadas. Si no le gustaba, entonces debería haber recabado más información sobre su oponente o haber tenido más fe en su propia magia. Al no haber hecho ninguno de estos, no tenía derecho a quejarse.

¡Destruido de nuevo! Tal vez deba usar una Fire Javelin o una Fireball después. No, un momento, si uso un hechizo más débil y el suyo se abre paso, entonces…

Era una situación difícil. Cualquier error de juicio podría significar atacar a un enemigo débil y perder. Continuar usando un ataque poderoso cada vez resultaría en el peor escenario posible, es decir, usar toda su magia y perder ante un humano, particularmente uno que parecía tener una cantidad absurda de poder mágico para su raza. Si tal cosa sucediera, él sería el hazmerreír de su pueblo a perpetuidad.

¡Aguarda un minuto! ¿Acaso soy un cobarde? No necesito centrarme en la defensa—debería asegurarme que no pueda atacar. ¡Necesito atacarla sin demoras para recuperar la ventaja!

Por alguna razón, había una brecha en los ataques de Mile, y el líder aprovechó esta oportunidad para atacar con toda su fuerza.

Fue un asalto continuo, los ataques enfatizaron la facilidad de movimiento sobre la fuerza— la misma táctica que Reltobert había empleado en su batalla contra Mavis.

Esta vez, él estaba atacando, no Mile.

Cuando se trata de ataques en los que la velocidad era más importante que el poder destructivo, no había nada más que usar sino lo más básico. Debido a que ya estaban a media batalla, no había necesidad de ningún hechizo silencioso. Para mantener su velocidad y su poder, recitó rápidamente el encantamiento para los hechizos en su cabeza, liberándolos solo con el nombre del ataque.

“¡Fireball!”

¡Whoosh!

Cinco pequeñas y brillantes bolas rojas de fuego salieron volando hacia Mile simultáneamente. Sin embargo, el asalto no terminó allí.

“¡Fireball! ¡Fireball! ¡Fireball!”

Más grupos de cinco volaron, uno tras otro. Habiendo ya encantado el hechizo una vez en su cabeza, todo lo que el líder tenía que hacer a posterior era pronunciar el nombre una y otra vez. Tales ataques continuos eran una especialidad demoníaca. Debido a que había tantos de ellos que podían usar tales técnicas, se consideró como una habilidad estándar de ellos y tal vez era el origen de la teoría popular de que era imposible ganar contra un demonio en una prueba mágica.

Usando esa teoría, no sería irrazonable afirmar que Mavis, que había superado a su oponente con sus propios ataques continuos, podría vencer a un demonio en su propio juego en todo menos resistencia. Para gran sorpresa de los demonios.

En cualquier caso, innumerables bolas de fuego llovían ahora sobre Mile como una lluvia de meteoritos. Si incluso unos cuantos acertaran, una niña delicada como Mile perdería toda voluntad de luchar.

Sin embargo, Mile simplemente permaneció tranquila, con su espada sujetada. Mientras la lluvia de bolas de fuego se acercaba cada vez más, no mostraba signos de moverse para evitarlas.

“Técnica Secreta: ¡Bate meteoro para insignificantes bolas de rango B!”

Incluso si fueran ‘insignificantes’, el hecho de que el líder pudiera usar tal técnica lo promovía al menos al rango B, pensó Mile.

Balanceó su espada rápidamente de un lado a otro en una exhibición impresionante, eliminando las bolas de fuego una tras otra sin una explosión—y sin dañar su espada.

“¿Qué…?”

“¡Ahora es mi turno!” dijo Mile mientras blandía su espada de nuevo. Ondas de choque salieron del espacio dejado por su movimiento y voló hacia el demonio líder. Ella apuntó al área alrededor de sus rodillas para no matarlo instantáneamente.

“Hoja Mata Demonios: ¡Cortadora de rodillas al vacío!”

“¡Whoa!”

El líder saltó lo más lejos que pudo, esquivando desesperadamente los objetos blancos con forma de media luna que repentinamente llegaron volando hacia él. Tuvo la impresión de que, si los tomaba de frente, perdería ambas piernas.

“¡Vamos, ahora!”

Sin embargo, justo cuando encontró un momento de alivio, Mile terminó los preparativos para su próximo hechizo.

“¡La Guerra de las Bolas de Nieve de la Perdición!”

En respuesta al nombre del hechizo, diez bolas de fuego, cada una del tamaño de un puño, aparecieron sobre la cabeza de Mile. Por supuesto, aunque eran del tamaño de un puño, el puño en cuestión era el de Mile, por lo que no eran muy grandes. Y las llamas eran rojas, lo que significa que la temperatura era tan baja hasta donde la magia del fuego podía llegar.

“¡Fuego!”

Las bolas de fuego volaron hacia el líder.

No hay forma que pueda esquivarlas todas. Aunque, son muy pequeñas y no vienen tan rápido. De cualquier manera, la magia de fuego no es como la magia de hielo.

Solamente es un montón de magia encerrada que apaga el calor y las llamas, para que pueda desviarla con un muro mágico, e incluso si atraviesan el muro solo terminará con una o dos llamas debilitadas golpeando. ¡Realmente no es la gran cosa!

Si se quedaba así y mantenía sus voleas, según el líder, lo peor que sucedería sería que se quedaría sin municiones. Así que se animó y entró en la refriega. Si pudiera superar el aluvión mágico, podría acercarse y participar en un combate a corta distancia, explotando las debilidades de su oponente.

“¡Magic Wall!” El líder blandió el bastón de su mano derecha cuando una pared mágica se levantó frente a él, con su brazo izquierdo frente a su cara para protegerse mientras corría hacia Mile.

“¡Raaaaaaaah!”

Sin embargo, las llamas atravesaron la barrera sin mostrar pérdida de fuerza.

¡Mierda! ¡Su magia es más fuerte de lo que pensaba! Aun así, la barrera debería haberlos debilitado, ¡así que apuesto a que puedo soportar tomar un par!

¡Si puedo dar un solo golpe con mi bastón, entonces este combate será un—!

¡Ka-thump!

Sintió la fuerza de una bola de fuego impactando contra su estómago. Gracias a la energía cinética opuesta, fue detenido en el lugar. Presionó sus manos contra su abdomen, doblándose de dolor, dejando caer su brazo izquierdo y exponiendo su rostro.

¡Bang!

Un segundo disparo lo golpeó directamente en la frente con un sonido terrible.

¡Thwump, knock, crack!

Tres disparos más dieron en el blanco. El cuerpo del demonio se desplomó lentamente hacia atrás y luego cayó.

De hecho, aunque los disparos en sí estaban hechos de llamas, tal como lo había implicado el nombre del hechizo de Mile, se trataba de una ‘pelea de bolas de nieve’.

Como la mayoría de la gente sabe, cuando encuentras jóvenes delincuentes involucrados en una pelea de bolas de nieve, a menudo encontrarás que la artillería helada termina con rocas adentro.

Naturalmente, las nanomáquinas habían leído la intención de Mile al pie de la letra cuando hizo su hechizo, y al igual que esas bolas de nieve, sus bolas de fuego se generaron con rocas dentro de ellas.

Por lo tanto, aunque el muro mágico había protegido al demonio de alguna manera contra las fuerzas de las bolas de fuego, disminuyendo las llamas en un pequeño grado, no hizo casi nada por la fuerza física que resultó de la masa y la energía cinética de las rocas contenidas en ellas.

Había tomado una piedra del tamaño del puño de una niña en la cabeza. El impacto era más que suficiente para dejar a cualquiera inconsciente.

Las antiguas bolas de fuego, ahora rocas desprendidas de su capa de fuego exterior, rodaron en el suelo.

Los demonios gritaron como uno detrás del escudo de los espectadores: “¡¡¡Qué horrroooorrrr!!!”

Después de un breve período inconsciente, su líder finalmente despertó, volviendo en sí. Los cuerpos robustos de los demonios no eran solo  adorno, después de todo.

“Maldita sea…”

De alguna manera se las arregló para ponerse de pie, aún inestable, decidió de inmediato abandonar el combate a corta distancia para concentrarse en su magia.

Honestamente, ¿qué había estado pensando para tratar de ir a un mano a mano? Si fuera a enfrentarse a un temible enemigo con toda su fuerza, lo único que debía hacer era apostar todo por su magia. ¡Era un demonio, después de todo!

“¡Graaaaaaaaaa! ¡Muerte segura! ¡Flameburst Hell!”

“¡Whoaaaaaa, nuestro líder ahora sí metió la pata!”

O estaba arriesgando todo por su orgullo de guerrero o todavía estaba aturdido por ser noqueado e imaginarse a sí mismo en un campo de guerra. El hechizo fue lanzado con toda su fuerza. En otras palabras, era un ataque de muerte absoluta.

No era un simple hechizo de un disparo. Era una ola continua de magia, alimentada incluso después de ser disparada, su poder se mantenía o incluso aumentaba a medida que el hechizo continuaba. No se detendría hasta que su objetivo haya perecido. Tal como su nombre implicaba, era un hechizo que llevaba a una ‘muerte segura’.

A medida que las llamas rugientes envolvían a Mile, solo se volvían más calientes y poderosas. Mile, por supuesto, había levantado una barrera reflexivamente y no parecía sentirlas ni un poco. Por el contrario, ella parecía estar disfrutando.

Es cierto que se vio obligada a erigir una barrera, algo que había decidido no hacer desde el principio. Sin embargo, esto significaba que su enemigo por fin lo daba todo en esta batalla.

La fuerza de las llamas se hizo más y más fuerte, y la temperatura cada vez más alta. La barrera especial de Mile podría, tomar esto sin dificultad, aunque si se tratara de magia protectora normal, ya se habría desmayado debido al calor y la falta de oxígeno.

De todos modos, este era un hechizo poderoso—demasiado poderoso, de hecho. ¿Me pregunto si debería enviarle una pequeña contra? pensó Mile.

“¡Fireball!”

Mile disparó una bola de fuego normal en cinco rondas débiles. Como eran productos de su magia, pudieron atravesar su barrera sin efectos desafortunados.

Muy bien, ¿cómo reaccionará el demonio?

¿Pararía su ataque y cambiaría a un hechizo defensivo? ¿Esquivaría con cuidado las explosiones? ¿O cambiaría la dirección de su ataque para interceptar el—Blam, blam, blam?

“¿Qué…?”

Un murmullo de confusión emitido tanto por Mile como por los espectadores. Ni siquiera reaccionó.

El líder había tomado tres de las bolas de fuego de Mile de frente sin siquiera dudar. Totalmente imperturbable, continuó vertiéndose en su ataque.

Sin embargo, sus bolas de fuego no habían estado sin efecto.

Un chorro de sangre bajaba de su boca sobre su ropa chamuscada. Sus ojos eran negros…

“¡Todos, escúdense con todo lo que tienen! ¡Usa toda tu magia! ¡Mile! ¡Tiene mucha magia— ¡y está a punto de explotar! ¡Coooorrreeeeeeeeeee!” gritó Reina con toda la fuerza de sus pulmones.

Un subidón mágico, ¿eh?

De hecho, cuando se usa la magia excesivamente poderosa sin cuidado, era posible que la conciencia pudiera terminar encerrada en un lugar de concentración completa, causando un estado mental alterado.

El resultado de esto era que la magia en sí misma crecería demasiado fuerte, lo que llevaría a una explosión.

El mago, con su energía finalmente agotada, caería inconsciente, sus circuitos mágicos (es decir, las partes de su cerebro y cuerpo dedicados a lanzar magia) estarían tan fritos que ya no podrían usar magia. Era el preámbulo de una calamidad.

Sería una cosa si la extensión del daño fuera una pérdida temporal de conciencia. Sin embargo, dependiendo de las circunstancias, el portador mágico o los que están a su alrededor podrían sufrir heridas graves. Si las cosas realmente salieran mal, incluso podrían terminar discapacitados por las lesiones en su cerebro. Incluso a Mile le habían enseñado sobre tales sucesos en la Academia Eckland.

Se puso de pie de nuevo, pero aún no estaba mentalmente, ¿eh? Y luego trató de usar un hechizo ridículo e imprudentemente masivo…

Ella tenía que detenerlo.

En este punto, incluso herirlo críticamente no haría nada; aparentemente estaba tan perdido que ni siquiera podía registrar el dolor de un ataque. ¡En ese caso, no había más remedio que drenar su poder!

“¡Todas las nanomáquinas que se me asignaron, distraigan a las nanomáquinas que ayudan a mi enemigo con su magia!”

“¡¿QUÉEEEEEEEEEEEE?!”

Las nanomáquinas fueron lanzadas en un bucle por esta orden sin precedentes. “¡Rápido!”

A instancias de Mile, las nanomáquinas corrieron hacia el  demonio.  Mile corrió tras ellos.

No importa cuán poderosa haya sido su producción mágica, cuanto más lejos estuviera, más débiles serían sus hechizos. Por lo tanto, cuanto más se acerque a su oponente, cuanto más aumentara el número de sus propias nanomáquinas inductoras de magia, más disminuirían las del demonio. De esta manera, ella podría contener cualquier explosión. Ahora todo lo que tenía que hacer era lograr que el hombre perdiera el conocimiento antes de que pudiera autodestruirse…

YO, ¡¿QUÉ ESTÁN HACIENDO?!

¡SÁQUENSE DE AQUÍ, INTERFIEREN CON NUESTRA TAREA! NECESITAMOS QUE SE RELAJEN. TODOS ACÁ SOMOS NANOS…

¡¿QUÉ ESTÁS BALBUCEANDO?! ¡¿CUÁL ES TU LOTE DE PRODUCCIÓN?!

¡ESO NO IMPORTA CUANDO SE TRATA DEL TRABAJO!

Las nanomáquinas parecían estar peleándose. Sin embargo, como era Mile quien dio la orden, no tuvieron más remedio que obedecer.

Justo cuando Mile se acercó al líder demonio, empujando el remolino  de llamas con su barrera…

Ka-fwump.

El líder cayó de bruces. La sangre corría por sus oídos.

“¡¡¡Quéeeeeeeeeeeeeeeee!!!”

Asustada, Mile inicio un hechizo de curación, el más poderoso que tenía.

¡¿Cómo se encuentra, Nanos?!

UNA PARTE DE SU CEREBRO HA EXPERIMENTADO DAÑOS GRAVES CON SANGRADO INTERNO. HAY DAÑO A SUS SECTORES RESONANTES DE PENSAMIENTO CON DAÑOS SECUNDARIOS A SUS SECTORES DE IMAGEN…

¡¡Gyaaaaaaaaah!! ¿P-podemos arreglarlo? ¿Podemos curarlo, ¿verdad?

SIEMPRE QUE LO ORDENE ESPECÍFICAMENTE, MILE-SAMA, DEBERÍA PODERSE. AFORTUNADAMENTE, NO HAY PROBLEMAS CON SU MEMORIA O RAZONAMIENTO…

¡Entonces cúrenlo! ¡¡Arreglen todo yaaa!!

Varios minutos después, bajo la mirada preocupada y vigilante de los espectadores, que habían dejado su barrera y magia protectora para correr, el demonio líder, que estaba tendido en el suelo, finalmente comenzó a moverse.

“¿Dónde… d-dónde estoy…?”

Cualquiera que se autodestruyera en un nivel mágico que haya alcanzado el punto de sangrar por sus oídos sería afortunado si lograra escapar sin poder usar magia. Si el destino fuera cruel, podría terminar discapacitado o incluso en estado vegetativo. Al ver que al menos se había evitado el peor de los casos, los demonios dieron un profundo suspiro de alivio.

“Líder, ¿qué hay de tu magia?”

“¿Hm? ¿Qué hay de mi magia?” respondió el líder, perplejo. Aparentemente, aún no estaba al tanto de las circunstancias.

“¿P-puedes usar tu m-magia?” Uno de los demonios finalmente logró preguntar, con una clara angustia en su rostro.

Mile y Reina también miraban con preocupación.

“¿De qué rayos están hablando? ¡Light! Mira, mira, ahí lo tienes, tan chula como siempre.”

Los ojos de los demonios se abrieron con incredulidad. “W…” comenzó una voz tranquila.

“Wa…” intervino otro. “¡¡Waaaaaaaaah!!”

El líder parecía completamente perdido cuando sus subordinados se echaron a llorar de repente.

“¡¿Q-qué diablos?! Qué rayos les pasa.”

Y luego, Mile orgullosamente decretó, “¡Parece que es una victoria redonda para Pacto Carmesí!”

“¡¡¡Sí!!!”