Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 12

Capitulo 1: La Ciudad Postal Muy Perdida

Parte 1

Era el décimo del mes blanco, el día después de Ai Fa y todos habían logrado liberarme de la mansión Turan en la ciudad del castillo.

Después de haber pasado la noche en el asentamiento de Ruu, Ai Fa y yo obtuvimos el permiso del líder del clan, Donda Ruu, y nos dirigimos a la ciudad postal. Para los guardaespaldas nos acompañó un grupo de cinco cazadores, incluidos los rostros muy familiares de Ludo y Shin Ruu.

Naturalmente, todavía no habíamos obtenido el permiso para reanudar el negocio, pero en su lugar teníamos que comprobar el estado de la ciudad postal para prepararnos para hacerlo, así como informarnos con nuestros diversos conocidos de la ciudad.

Dado que Reina Ruu y el resto se habían mantenido al día con los puestos y posadas, sería bastante fácil para mí volver a unirme. Sin embargo, Donda Ruu había determinado que sería mejor no actuar descuidadamente hasta que vieran cómo Cyclaeus se explicaría a los líderes de los clanes líderes hoy en día, una vez que el sol alcanza su punto máximo.

Cyclaeus había actuado con modestia ayer, pero era difícil decir exactamente cómo se comportaría ahora que había amanecido un nuevo día. ¿Realmente no estaba al tanto de todo el incidente? ¿Lefreya y sus subordinados serían debidamente juzgados? Con solo cinco días para la reunión que determinaría cómo se trataría al clan Suun, la relación entre Cyclaeus y la gente del borde del bosque se había vuelto más tensa que nunca.

“Ahora que lo pienso, Gulaf Zaza debe estar terriblemente enojado por todo este problema que provoqué, ¿eh?” Pregunté mientras caminábamos por el sendero.

Con una mirada bastante intensa en mi dirección, Ai Fa respondió, “De hecho”, con un asentimiento. “Realmente vino detrás de Donda Ruu y de mí, diciendo que invitamos a esto yendo y haciendo negocios en la ciudad postal de todas las cosas. Pero más que eso, parecía furioso de que esos demonios te hubieran secuestrado”.

“¿Eh? No querrás decir que estaba preocupado por mí, ¿verdad…?”

“Sí. Aunque naciste en otra nación por completo, el hecho de que te recibieran como uno de nuestros camaradas significa que debes ser tratado como una persona del borde del bosque. Y cualquiera que apunte con una espada a uno de los nuestros nunca podrá ser perdonado… La sangre se encuentra con sangre y las espadas con espadas”.

“Ya veo…”

“Donda Ruu también se enfureció a su manera y se negó a ceder ante su firme afirmación de que Cyclaeus estaba detrás de este incidente. Si no fuera porque Gazraan Rutim y Dari Sauti insistieron en que no debemos tomar las armas sin ninguna prueba, todos los cazadores del borde del bosque podrían haber terminado asaltando las puertas del castillo”.

Había aproximadamente quinientas personas en el borde del bosque en total. Suponiendo que la mitad de ellos fueran hombres, y restando a los niños menores de trece años… todavía tenía que haber alrededor de doscientos cazadores en total.

No sabía cuántos soldados había en Genos, pero a pesar de todo, no podía imaginarlos logrando mantener la calma cuando se enfrentaban a tantos cazadores.

Si las cosas iban mal, incluso podría terminar como una batalla literal  por la supervivencia entre Genos  y el borde del bosque. Solo imaginarme eso fue suficiente para enviar un escalofrío por mi columna vertebral.

“En serio, esta vez también tuvimos que desarrollar una determinación real. Además, todo fue causado porque no te protegimos en primer lugar… ”Ludo Ruu intervino, el mismo tipo de mirada en sus ojos que Ai Fa tenía. “El clan Ruu tenía cuatro cazadores completos presentes, pero solo dos matones nos vencieron. Fue tan vergonzoso que estábamos a punto de rompernos la cabeza por eso”.

“Lo siento en serio. Tampoco fui lo suficientemente cauteloso”.

“Eso no es cierto en absoluto. Nuestro trabajo era protegerte, Asuta. Caray, mi viejo me gritó, y Ai Fa estaba llorando, y—”

“Ludo Ruu…” gruñó Ai Fa, interrumpiendo al joven.

“Ah, no, no quise decir eso. No me refiero a unos sollozos infantiles, ya sabes. Tenía una mirada aterradora en sus ojos como mi viejo, y las lágrimas simplemente—”

“¡Ludo Ruu!”

“Está bien, lo entiendo. De todos modos, no volveremos a meter la pata otra vez. Trabajaremos como locos y nos aseguraremos de llevar a cabo nuestra tarea”.

Estaba a punto de ahogarme en la culpa mientras escuchaba a Ludo Ruu. Desde anoche hasta ahora, nadie desde el borde del bosque me había dirigido ni una sola palabra de culpa.

Aparentemente, eso fue porque todos sabían que un chef patético como yo nunca podría protegerse a sí mismo. Así que a pesar de toda la auto- condenación en la que Ludo y Shin Ruu estaban inundados, estaba obteniendo un pase completo. Y encontré eso increíblemente doloroso de soportar.

“Oh, finalmente lo logramos”, gritó Ludo Ruu.

Miré hacia arriba y descubrí que ya estábamos en las sombras de los edificios de la ciudad.

El carro fue prestado al grupo de Reina Ruu, y no usaríamos Gilulu para un grupo de este tamaño, por lo que simplemente estábamos caminando por el sendero.

En este punto, el sol ya casi había alcanzado su punto máximo. En otras palabras, Cyclaeus y los principales jefes de clan comenzarían su reunión en cualquier momento. Ese fue el tiempo que nos llevó pasar por la casa del Fa y encargarnos de las tareas mínimas que teníamos que hacer después de pasar la noche en el asentamiento de Ruu.

“Siento que hayas tenido que tomarte varios días seguidos sin cazar, Ai Fa…” susurré.

“No digas eso”, respondió Ai Fa con una mirada amarga. “Lo hice todo por mi propia voluntad. No debes sentirte responsable del asunto”.

“Oh, es cierto. Dado que solo están ustedes dos en su casa, cazar solo una giba en cinco días sería suficiente trabajo para que sigan adelante. Y dado que Ai Fa ha estado yendo y atrapando más que eso de izquierda a derecha por un tiempo, nadie podría culparla por tomarse un pequeño descanso”, comentó Ludo Ruu.

Con una mirada sombría, Ai Fa respondió, “Bien…” con un asentimiento. Aun así, pensé que el orgullo de Ai Fa no aceptaría poner su trabajo como cazadora en segundo lugar, incluso si el clan Ruu estuviera pidiendo un guardaespaldas habilidoso.

Por cierto, en el último medio mes Ai Fa había seguido cazando giba a un ritmo de uno cada dos días en lugar de cinco. Incluyendo el dinero que había estado ganando, el clan del Fa estaba acumulando más y más fortuna con la que no sabíamos qué hacer.

“Más importante aún, es hora de cruzar finalmente a la ciudad postal. No puedo imaginar que nadie aquí sea tan tonto como para hacer esto hoy de todos los días, pero no bajes la guardia, ¿de acuerdo? ”

Todos los jóvenes cazadores de las casas sucursales que me rodeaban asintieron con una mirada penetrante en sus ojos.

En cuanto a mí, bueno, mentiría si dijera que no estaba nervioso. Gracias a toda la conmoción que me rodeaba, era posible que se hubiera producido una fractura crucial en la relación entre la gente del borde del bosque y la gente del pueblo, y estaba a punto de descubrirlo de primera mano.

Por supuesto, Reina Ruu y todos habían seguido haciendo negocios y, por lo que me dijeron, las ventas se mantuvieron estables, por lo que quizás no había de qué preocuparse. Y, sin embargo, no podía sentirme tan optimista sobre los asuntos.

“Muy bien, vamos”, ordenó Ludo Ruu, y pasamos los edificios y pusimos un pie en la carretera de piedra.

El sol ya estaba alto en el cielo, por lo que la calle estaba llena de gente.

Mientras caminábamos más adelante, un sureño que corría por el otro lado dijo: “¿Eh?” y se volvió hacia nosotros. “¡Oye, si no es el niño vendedor de giba!”

De alguna manera reconocí al hombre, por lo que debió haber pasado por los puestos en numerosas ocasiones. Sin embargo, dado que los sureños generalmente tenían la misma estatura y siempre tenían esos desaliñados bigotes de color marrón oscuro, muchos de ellos tendían a mezclarse en mi mente.

“¡Realmente regresaste! Había escuchado rumores, ¡pero aun así! ¿Así que fuiste secuestrado por una chica noble y atrapado en la ciudad del castillo?”

“¿Eh? ¿La gente ya ha difundido eso por la ciudad postal?”

Mientras estaba allí sorprendida, Ai Fa me miró con el rabillo del ojo.

“Ya te dije que todos los que estaban vinculados contigo estaban informados de los acontecimientos de anoche con anticipación, ¿no es así? Solo les pedimos que se callaran hasta el atardecer, y que realmente difundieran la información después de ese punto… Al hacerlo, incluso si también fui capturado después de poner un pie en la ciudad del castillo, sería posible hacer más movimientos. O al menos, así fue como salió el plan de Gazraan Rutim”.

Entonces, en ese caso, ¿el hecho de que la hija de Cyclaeus, Lefreya, hizo que sus subordinados Mussel y Sanjura me secuestraran, ya era ampliamente conocido en toda la ciudad postal?

“Por supuesto, si resultaba que el chico Jeeda estaba mintiendo, significaría que habíamos manchado el nombre de Cyclaeus sin pruebas, pero no teníamos tiempo para preocuparnos por esas sutilezas. Después de todo, ya habían pasado cinco días desde que fuiste secuestrado en ese momento… ”

El sureño nos lanzó una mirada sospechosa mientras susurrábamos, luego ajustó la carga sobre sus hombros y se dio la vuelta.

“Bueno, en cualquier caso, me alegro de que las cosas hayan terminado bien. Esperaré con ansias el día en que vuelva a abrir sus puertas, ¿de acuerdo?”

“¡Ah, sí, gracias!”

Con eso, el hombre desapareció entre la multitud.

Incluso después de eso, sin embargo, mucha gente nos llamó mientras caminábamos por la calle.

A pesar de que había seis cazadores en nuestro grupo, incluido Ai Fa, alrededor de la mitad de los transeúntes no parecían preocupados por ese hecho en  lo más mínimo. ¿Significaba  eso que  la gente del pueblo realmente se había resistido a ver a los cazadores después de que sesenta de ellos llegaran a la ciudad durante varios días?

Los orientales que pasamos tenían sus rostros escondidos bajo sus capuchas y solo asintieron con la cabeza, mientras que los sureños alegres gritaban cosas como, “Me alegro de ver que recuperaste a tu amigo”, a Ludo y Shin Ruu, lo que me sorprendió.

Por otro lado, era cierto que algún porcentaje de la multitud lucía aún más cauteloso y trataba de distanciarse de nosotros. Esa tendencia fue sorprendentemente más común entre los occidentales en particular.

Pero la gente del borde del bosque había estado atrayendo cada vez más atención desde la conmoción con Tei Suun de todos modos. Y mientras nos miraban con tanta atención, tratando de averiguar qué tipo de personas éramos, sucedió un incidente como este.

Quizás algunos de ellos vieron a personas verdaderamente honorables que hicieron lo que fuera por el bien de uno de sus camaradas.

Por otro lado, algunos probablemente vieron un grupo aterrador que mostraría sus colmillos y buscaría venganza en números contra cualquiera que hiciera daño a uno de ellos.

Honestamente, probablemente ninguno de los dos estaba equivocado.

Además de eso, algunos deben haber visto a la gente del borde del bosque como peligrosa ahora que había quedado claro que teníamos una relación tensa con el poderoso Cyclaeus noble.

En este punto, las cosas todavía estaban demasiado en el aire para decir realmente si todo este episodio resultaría ser para mejor o para peor al final.

En términos de cómo se siente, parece que la gente amigable se ha vuelto aún más amigable, mientras que los que ya sentían lo contrario se han vuelto aún más distantes.

Primero habíamos decidido comprobar cómo iban las cosas con los puestos, y cuando ese pensamiento pasó por mi cabeza, encontramos a Dora en su lugar habitual.

“Hey. Así que realmente pasaste por aquí, ¿eh, Asuta?” gritó con una sonrisa.

Naturalmente, Tara estaba a su lado, sonriendo.

“Gracias de nuevo por venir ayer tan tarde. Y um,  lamento  haberte preocupado tanto…”

“¡No dejes que eso te moleste! Después de todo, llegaste a casa sano y salvo al final”, respondió Dora con una sonrisa brillante, sus ojos fáciles de leer se llenaron de lágrimas de nuevo. “Estás revisando los puestos, ¿verdad? El negocio ya está floreciendo de esa manera. Parece que esas chicas no son menos hábiles que tú”.

“Cierto. Yo también lo creo”.

“¡Tch, estás demasiado tranquilo ahí! Quería burlarte de ti diciendo que se apoderarían completamente de tu negocio en poco tiempo a este ritmo “, dijo, una vez más sonriendo y mostrando el blanco de los dientes.

Después de darle las gracias una vez más, me dirigí hacia el norte por la carretera.

Dado que la hora más ocupada del día ya se acercaba rápidamente, había una gran multitud reunida alrededor de los puestos.

“¡Ah, Asuta!” Reina Ruu me saludó con una brillante sonrisa mientras preparaba hamburguesas giba en el puesto.

Fui a sonreírle de vuelta, solo para notar a alguien completamente inesperado allí a su lado y congelarme en su lugar. La niña tenía un cuerpo pequeño pero una cabeza grande, cabello castaño oscuro recogido de una manera que la hacía parecer una cebolla, y ojos grandes y abiertos. Era la ex hija menor de la casa principal de Suun, Tsuvai.

“Ah, Asuta del clan Fa. Así que de verdad has vuelto, ¿eh? Sin embargo, no es que te hayas ido fue un problema real”.

“Ts-Tsuvai… Cuánto tiempo sin verte. ¿Así que has estado ayudando con los puestos estos últimos días?”

Tsuvai actualmente pertenece al clan Rutim junto con su madre, Oura. Y entonces, realmente no fue tan extraño para ella que le asignaran una tarea así… excepto que ella era una de las personas que Cyclaeus exigía que le entregáramos. Incluso si Cyclaeus no la reconociera, todavía parecía un poco audaz enviarla aquí.

“¡Hmph! Nadie más que yo puede realizar cálculos en serio con monedas, por lo que no había otra opción. ¡Así que no veo ninguna razón para que te quejes de mí!” Ella espetó, sus grandes ojos mirándome de una manera que hizo que sus blancos resaltaran. “¿Y qué quieres decir con ‘ayudar’? Este es un trabajo adecuado, resultado de un contrato entre el clan Ruu y ese hombre de la ciudad. ¡No se equivoque, no tengo ninguna intención de entregar mi sueldo a personas como usted!”

“Ahora Tsuvai, antes de quejarte, ¿no crees que deberías pulir tus habilidades primero? Aún eres mejor con la boca que con las manos, después de todo”, reprendió Reina Ruu con una risita.

“¡Cállate!” Tsuvai respondió bruscamente.

Por cierto, dado que Tsuvai era tan baja, estaba parada sobre un pequeño soporte de troncos mientras trabajaba.

“¡Oye Asuta, seguro que te tomaste tu tiempo para llegar aquí! ¡Sheera Ruu, soy Asuta!”

“Ah, Asuta… sé que te vi anoche, pero todavía me alegro de encontrarte bien una vez más”.

Lala y Sheera Ruu estaban en el puesto vecino, trabajando duro.

Como estaban limitando el menú a solo hamburguesas giba, pensé con certeza que solo se ocuparían de un puesto, pero parecía que estaba equivocado.

“Verá, cuando las hamburguesas giba se agotan, se necesita tiempo para hacer un nuevo lote, ¿verdad? Entonces, cuando cualquiera de los puestos se está agotando, consolidamos todo en un bote y recuperamos un poco más mientras se están vendiendo”, explicó Reina Ruu con una sonrisa.