86 [Eighty Six]

Volumen 8: Humo de Pistola en el Agua

Capítulo 4: La Torre (Vertical)

Parte 6

No era una voz humana. Era como si varios cerebros hubiesen sido cortados y cosidos al azar, formando una amalgama espantosa que hubiese sido vertida al azar en el cráneo.

Como un coro mixto formado por la conciencia, la personalidad y el ego de varias personas muertas machacadas.

“¡¿Qué es esto…?!”

La tecnología del Para-RAID ya era bastante desconocida para Ishmael. Ahora estaba expuesto a una locura espeluznante que hizo que incluso los Ochenta y Seis, que estaban acostumbrados a esto, se tambalearan de agonía. Por reflejo, se quitó el Dispositivo RAID y miró la pantalla óptica del puente integrado mientras su presión sanguínea volvía a subir y el vértigo pasaba.

“¡Un acorazado…! No…”

No. Esto no era algo tan simple como un acorazado. Dos cañones de riel de 800mm se alzaban imponentes en el centro de su cubierta, apuntando en diagonal al cielo. A eso hay que añadir los veintidós cañones de riel de 155mm de tiro rápido y los cincuenta y tantos cañones automáticos electromagnéticos antiaéreos.

Todos sus cañones y armamento estaban equipados con un raíl en forma de lanza. Tanto su potencia de fuego como su alcance eran mayores que los de la artillería ordinaria.

Incluso un solo cañón de riel podría llevar a un pequeño país al borde de la ruina. Uno solo tenía la potencia de fuego necesaria para poner de rodillas a los Países de la Flota.

Y lo peor de todo es que vieron la parte inferior de su gigantesco casco cuando salió a la superficie. Esta cosa tenía patas. No sólo nadaba. Podía caminar por el fondo del mar o por tierra. En otras palabras, probablemente era anfibio.

Puede que le cueste operar adecuadamente en tierra, pero si pudiera invadir hasta las costas…

Eso ya era suficientemente peligroso.

“Stella Maris a todas las unidades. Por la presente designo a esta nueva amenaza el tipo Cañonera Electromagnética: Noctiluca.”

Este océano era el territorio de los clanes del Mar Abierto. Aunque esta operación le quitara el orgullo a la Flota Huérfana y a los clanes, estas seguían siendo sus aguas. Estos inútiles trozos de chatarra no tenían derecho a nadar por ellas como si fueran los dueños del lugar.

“Debe ser tratado como un ser sensible. ¡Lo hundiremos aquí y ahora!”

De repente, se añadió un objetivo más a su Resonancia.

“—¡Su Alteza!” 

Uno de los ojos de Vika se movió. Zashya. Su teniente, a la que había dejado atrás para encargarse del combate terrestre. A diferencia de su habitual comportamiento torpe, cuando estaba en el campo de batalla, demostraba tener bastante talento… Y había decidido ponerse en contacto con él en un momento así.

“Se han desplegado, ¿verdad?”

“Sí. Las unidades terrestres de la Legión están comenzando su ofensiva, y hemos confirmado que el enemigo ha conseguido refuerzos.”

Luego hizo una pausa por un segundo, con la voz cargada de horror. “El Phönix… Han producido al Phönix en masa…”

***

Una lluvia de fuego envolvió el pantanoso campo de batalla de los Países de la Flota. Los Juggernauts del equipo de artillería que se quedaron atrás para reforzar la línea defensiva con la defensa móvil lanzaron bombas incendiarias de 88mm sobre el campo de batalla.

Esta no era una munición ordinaria, ya sea para la torreta de un tanque o para un cañón. El fuego de napalm se consideraba en gran medida ineficaz contra las armas blindadas. Esto también se aplicaba a los drones como la Legión. A pesar de ello, las bombas incendiarias seguían cayendo como una lluvia, extendiendo el fuego por el campo de batalla.

Las frágiles alas del Eintagsfliege eran débiles a las llamas. Se encendían con facilidad y perdían su capacidad de desviar los rayos de luz, dejando al descubierto las unidades que ocultaban.

Y así se mostraron, sacudiendo los copos plateados, como de nieve, de ellos. Miembros ágiles que invocaban la imagen de un felino. Armaduras plateadas que se cruzaban como las alas de un pájaro. Un par de cuchillas de alta frecuencia que se extendían desde sus espaldas, como las púas de un lagarto.

Se revelaron, uno tras otro, cada uno de ellos asumiendo esa forma detestable.

“Es como dijo Lena.” Admitió Michihi.

“Sí. ‘Puede que introduzcan un tipo de Alta Movilidad de producción masiva’… No pensé que fuera a ser verdad.” Respondió Rito.

Ambos se encontraban en la misma línea defensiva, pero cada uno se cubría en distintos fortines y se comunicaba a través del Para-RAID.

El fuselaje del modelo fabricado en serie era un poco más grande que el que habían visto antes. Conservaba el blindaje líquido que tenía en el Reino Unido, pero seguía sin tener armas de fuego.

Su único armamento fijo eran los brazos multi articulados y muy flexibles junto con las cuchillas de alta frecuencia en sus puntas. Al parecer, se había omitido la cuchilla de cadena, ya que su control era aparentemente demasiado complicado…

Parece que la Legión decidió que cualquier característica demasiado complicada era innecesaria para los modelos producidos en masa. O tal vez había otra razón.

La cuchilla de cadena estaba pensada para destruir rápidamente a los oponentes durante los ataques por sorpresa. Pero, al igual que las armas de fuego, se consideró que eso era incompatible con el propósito de los modelos producidos en masa.

“Y Lena tenía razón en algo más. Por lo que parece, su objetivo realmente es la caza de cabezas… Aunque no sé cómo pudo darse cuenta de eso sin verlo.”

Rito no pudo evitar gemir. La caza de cabezas. Al tomar las estructuras cerebrales de los muertos en la guerra, la Legión rompía las cadenas de su vida programada y mejoraba sus características.

La caza de cabezas consistía en que la Legión cazaba humanos para obtener procesadores centrales más eficientes.

Era algo habitual en la Federación, el Reino Unido y, sobre todo, en el Sector Ochenta y Seis. Un acto de brutalidad por parte de los fantasmas mecánicos.

Detrás de las filas de los Phönix había filas del tipo Transporte de Recuperación, el Tausendfüßler. Este tipo de Legión rara vez aparecía en el frente. Pero como los Phönix carecían de un manipulador, los Tausendfüßler estaban probablemente presentes para recoger las cabezas que dejaban a su paso o arrastrar a cualquiera que capturaran con vida.

El tejido cerebral era excepcionalmente fácil de dañar y, dependiendo de la temperatura, podía descomponerse hasta el punto de ser inutilizable en tan sólo medio día. Por ello, la Legión necesitaba recuperar los cuerpos rápidamente.

Rito frunció el ceño con desagrado.

“… Creo que no le dimos suficiente crédito.”

Las bombas incendiarias eran un arma poco convencional, tanto para los obuses como para los Feldreß. Sus llamas arrancaban rápidamente el camuflaje óptico de los Phönix.

El hecho de que pudieran hacer llover un arma tan poco convencional sobre la Legión era porque estaban preparados para ello.

Su reina había sospechado la posibilidad de que se introdujera un Phönix de producción masiva y había preparado el campo de batalla con medidas para hacerle frente. Rito no se imaginaba que fueran a quemar las mariposas que los ocultaban tan fácilmente.

“… Muy bien, es momento de actuar.”

“Ya vienen.” 

Los Phönix doblaron sus cuerpos, como una bandada de animales extraños, y se lanzaron hacia adelante en el momento siguiente. Como para responder a su desafío, los Reginleifs que ambos dirigían descendieron sobre el campo de batalla en llamas.

***

En la distancia, se desarrolló una escena familiar. Cuando el brillo de los sensores ópticos iluminó el enorme cañón de la nave nodriza, varias unidades cargaron hacia la fortaleza flotante.

***

Shin se dio cuenta enseguida. No aparecía en el radar e incluso engañaba al sensor óptico. Pero su habilidad siempre había escuchado los incesantes lamentos de los fantasmas, advirtiéndole de su aparición y posición.

“¡Todas las unidades, estén en guardia! ¡Se acercan hostiles con camuflaje óptico! ¡Seguramente son unidades Phönix!”

Con el suave batir de las alas de una mariposa y la refracción de la luz, algo trepó por las paredes exteriores de la Torre Espejismo. Como un ave de rapiña que se abalanza para alcanzar su objetivo, subió verticalmente por los andamios. Los paneles exteriores se rompieron y cayeron, como si marcaran su trayectoria. Eran cuatro en número.

Los Juggernauts a lo largo de su supuesta trayectoria se dieron la vuelta, abriendo fuego tan pronto como se aproximaban. Sus torretas de 88mm atravesaron los paneles, seguidas de ráfagas de ametralladoras y cañones de perdigones.

Theo no ayudó a interceptarlas. Cuando escuchó el aviso, las sombras ya habían llegado hasta el Nivel Carla. Los Juggernauts utilizaron previamente sus anclajes de cable para evacuar hasta el Nivel Bertha, y ahora esa opción jugaba en su contra. Por muy impresionante que fuera la movilidad del enemigo, seguían corriendo en vertical desafiando la gravedad. Intentar evadir en un momento así sería difícil.

Las andanadas abatieron con éxito a tres Phönix, pero uno se había escapado. El que escapó dejó atrás a los Juggernauts, corriendo más arriba. Su objetivo era…

“¿Otra vez Shin? Hay que ver, ¡esas cosas en verdad están enamoradas de ti!”

Comentó Raiden.

“¡No creo que sea un buen partido para alguien tan pegajoso!” Shin respondió con una broma.

Incluso mientras bromeaban, Undertaker y Wehrwolf estaban en guardia. Du ubicación era Carla Tres, que era actualmente el piso más alto de la Torre Espejismo, preparándose para bombardear al enemigo en cuanto pasara.

El enemigo seguía siendo invisible, pero los lamentos le indicaron a Shin dónde estaba. Se apartó de un salto para esquivar. Ni siquiera un Reginleif podía volver a saltar inmediatamente, y mientras Undertaker intentaba enrollarse más hacia el techo, se acercó a él…

Sin embargo.

“… ¿Realmente pensaste que no lo predeciríamos?”

Algunos proyectiles de 88mm se elevaron por encima de él, estallando y desatando una lluvia de perdigones sobre la fortaleza. En cuanto oyó a Shin anunciar la llegada de los Phönix y recibió el informe de Vika, Lena hizo que la unidad de artillería disparara una andanada.

Sí, desde el principio, Lena había incluido la unidad de artillería específicamente como contramedida para el Phönix. El bombardeo del leviatán y del Morpho había volado la mayor parte del techo sobre ellos, lo que permitió que la lluvia de metal descendiera sobre la sala sin obstáculos y desgarrara el camuflaje del Eintagsfliege.

Los fragmentos de plata se desmoronaron, revelando la ondulante armadura plateada que había debajo. En el momento en que se hizo visible, Wehrwolf lo bombardeó desde el flanco, desgarrándolo a él y al Eintagsfliege con proyectiles de cañón automático de 40mm.

La sombra plateada se deshizo, revelando la ágil forma de un animal. Una armadura líquida como el plumaje de un pájaro, y un par de cuchillas de alta frecuencia como las púas de un lagarto o las alas de un murciélago. En este momento, estaba siendo acribillado impotentemente por el fuego del cañón automático, pero…

… Realmente es un Phönix. 

Sin embargo, otra bestia plateada estaba agazapada detrás de él, soltando un aullido artificial diferente a todo lo que Shin había oído antes. Se puso en pie, con su sensor óptico brillando como una llama azul.

“¡¿Qué…?!”

Mientras un ininteligible aullido mecánico salía a la luz, otra unidad apareció detrás de él. Shin no podía detectar a las unidades de la Legión que estaban en estado de estasis hasta que se reactivaban.

Las cuchillas traseras del Phönix chirriaron al surcar el aire con un calor incandescente. Utilizando la primera unidad para protegerse de los proyectiles del cañón automático, la segunda unidad se lanzó hacia delante, utilizando a su consorte caído para hacer pie.

Esperando el fuego de cobertura de Raiden, Undertaker se movió en pos del objetivo, pero no pudo evitar la colisión. El marfil parecido al hueso y la plata líquida y fluida chocaron.

Dos armas blindadas se encontraron en una colisión frontal. Mientras se producía este letal intercambio, Theo levantó la vista del Nivel Bertha.

En el momento en que se cruzaron, Shin retorció el cuerpo de Undertaker, protegiendo el bloque de su cabina de la hoja del Phönix mientras clavaba su propia hoja de alta frecuencia en él.

Sin embargo, esto no disminuyó su inercia. La fuerza de la colisión hizo volar a Undertaker. El Phönix forcejeó con Undertaker, que aún tenía la hoja clavada en él. Antes de que Undertaker pudiera purgar la hoja, la armadura líquida se autodestruyó a corta distancia, enviando a Undertaker en picado fuera de la fortaleza.

Fue como un acto de venganza, una cruel inversión de la forma en que Undertaker mató al Phönix original derribándolo en un charco de lava en la base de la Montaña del Colmillo del Dragón.

La hoja de alta frecuencia de Undertaker dejó escapar un zumbido estridente mientras volaba por el aire.

“¡…!” 

Aun así, Undertaker consiguió a duras penas apartar el Phönix —o más bien sus restos— y disparó sus dos anclas hacia la izquierda y la derecha, enrollándolas a través de los paneles exteriores rotos y alrededor del andamio.

Pero entonces, justo debajo de ellos, el cañón de riel de proa del Noctiluca disparó. Un proyectil de 800mm apenas rozó uno de los pilares del Nivel Carla antes de salir volando en la distancia. Pero ese único roce del proyectil sacudió el andamiaje como un terremoto. El cable falló, dejando que Undertaker cayera impotente hacia abajo, como un eco de la forma en que el Phönix se desplomó en aquel pozo de lava.

El temblor le hizo errar el tiro, y cayó, siguiendo una lluvia de vigas de acero y paneles destrozados…

“Shin…”

La marca personal del esqueleto sin cabeza que lleva una pala se hundió demasiado rápido en las profundidades.

El Para-RAID se cortó. Al igual que ocurría cuando los que estaban conectados a la Resonancia quedaban inconscientes… o morían. Los incesantes gritos de la Legión, que siempre se mezclaban con la Resonancia cada vez que Shin estaba conectado, también cesaron, dejando un cruel y atronador silencio en su ausencia.