Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 5

Capítulo 11: El Pasatiempo de Chihiro Hashima

En una noche a principios de Septiembre, Itsuki y Chihiro estaban cenando en el apartamento  de  Itsuki. En el kotatsu había un gran tazón de fideos soba acompañados de tempura hecho de camarones, pescado Sillago, calamares, berenjenas, pimientos shishito, jengibre,hojas de shiso, y más.Los fideos fríos—perfectos para el verano—eran un excelente complemento para el crujiente tempura frito, y avanzaban rápidamente a través del tazón.

Itsuki se detuvo sólo lo suficiente para hablar a mitad de su travesía por destruir los fideos.

“Oh, oye, Chihiro…”.

“¿Sí?”.

“¿Qué quieres para tu cumpleaños?”.

Chihiro arqueó sus cejas. Su decimoséptimo cumpleaños era el 6 de septiembre, faltaban pocos días. “Oh, ¿estás seguro?”.

“Claro. Me diste un regalo en mi cumpleaños”.

La playera de búho que Chihiro le había dado a Itsuki era ahora una prenda regular en sus atuendos. Chihiro se tomó un momento para pensar.

“Hmm, no sé…”.

“Que no te importe el precio. Soy un escritor consumado y con adaptación a anime, ¡ja-ja-ja!”.

“¿…En serio? …Bueno, um……… tal vez un cuchillo de trinchar o algo como eso”.

“¿Eh?”.

No era lo que Itsuki imaginaba. Le dirigió una mirada.

“Un cuchillo de trinchar. El que tienes aquí es como si hubieras comprado el más barato que pudiéramos encontrar sólo para que tuvieras uno, ¿verdad? De hecho, no corta muy bien. Trato de afilarlo, pero no hay mucha calidad que pueda sacar de él”.

“…Oh”. Itsuki no tenía idea. Él nunca cocinaba nada. “Espera. Si lo pones de esa manera, casi todos los utensilios en la cocina fueron sacados de un juego barato de utensilios de cocina, ¿no es así?”.

“Sí… La mayoría están bastante gastados. Los he estado usando por más de dos años…”, Chihiro casi se sentía culpable por ello.

“¡Bien, perfecto! ¿Qué tal si reemplazamos todos los utensilios de cocina por unos de los buenos? ¡No sabría qué comprar, así que puedes elegir por mí!”.

“¡¿En serio?!”, los ojos de Chihiro se iluminaron. “Oh, vaya… ¿Estás seguro de que está bien darme algo así?”.

“No. ¿De qué estás hablando?”.

“¿Eh?”.

“Sólo soy yo reemplazando mis cosas de la cocina. Tu regalo tiene que ser otra cosa”.

“Oh, ¿en serio? Es que como regalo eso está bien”.

“No. Escoge algo para ti”.

“Hmm… ¿Qué tal unos camarones de lujo, o algo de

carne?”.

“¿Para que tú la cocines?”.

“Sí. Y también comeré un poco, así que será para mí”.

Técnicamente estaba en lo correcto, pensó Itsuki, pero no le pareció adecuado.

“…No, ¿qué tal algo que sea cien por ciento para ti? Como alguna consola o reproductor de música o algo por el estilo”.

“Hmm… Pues puedo venir y usar cualquier cosa que tengas aquí”.

“Bueno, qué tal un CD o un juego o un box set Blu-ray de algún anime, o… ¡Oh! ¡¿Qué tal unos juegos porno?!”.

Itsuki lo hizo parecer una idea brillante. Chihiro simplemente lo miraba con reproche.

“¿Qué clase de persona le da a su hermano menor un montón de juegos porno?”.

“…Un montón de gente, ¿no crees? Recuerdo que, en la secundaria o en la prepa, la gente a veces llevaba revistas porno o DVDs que encontraban en los escondites de sus hermanos mayores…”.

“¡Bueno, está bien, tal vez tengas razón!”, Chihiro se sonrojó. “Pero yo, um—no es que ver mujeres desnudas me haga feliz ni nada de eso…”.

Itsuki tenía la impresión de que Chihiro decía abiertamente lo que pensaba, y no sólo se negaba por cortesía. Él sentía que Chihiro tenía muchas amigas. Quizás estaba tan acostumbrado a ver chicas desnudas en persona que el porno ya no le interesaba.

“Um… ¿Estás pensando en algo?”.

Itsuki agitó sus manos al interrogativo Chihiro. “¡Oh, um, no! Bueno, eh, ¿tienes algún pasatiempo, entonces? ¿Qué haces cuando tienes tiempo libre en casa?”.

“Oh, leo, juego… y, um… construyo GunPla…”.

“¡Wow, tal vez puedas enfrentarte a la pila de los que no he construido!”.

GunPla era la marca de los modelos armables vendidos en Japón que representaban robots y vehículos de la franquicia Mobile Suit Gundam.

Chihiro parecía un poco avergonzado de admitir ser un fan. La habitación de Itsuki en la casa familiar12 tenía una gran pila de GunPla que compró y nunca llegó a construir.

Esto era común entre los aficionados—comprar un modelo porque el arte de la caja se veía bien, pero tener dedos de mantequilla y no poder armarlo. Itsuki pensó que le había dicho a Chihiro que se los quedara, pero…

“Sí, ya empecé. ¿Creo que he armado unos treinta?”.

“Vaya, esos son… casi todos, ¿no? ¿Están desnudos [o sea, simplemente unidos siguiendo las instrucciones, sin aplicar pintura u otros extras]?”.

“No. Al principio, sólo les puse el revestimiento [usar un bolígrafo u otra herramienta para pintar en los huecos de las partes del modelo, añadiendo realismo] y apliqué un acabado mate, pero últimamente he comenzado con todo ese asunto de la pintura y el desgaste controlado. No he agregado extras aparte de cosas para mejorar la durabilidad, pero…”.

“¿De verdad?”.

Comparado con Itsuki—que normalmente sólo los pegaba, rellenaba las líneas, y los daba por terminados— el nivel de habilidad de Chihiro era astronómicamente más alto.

“…Sabes, creo que hay más GunPla sin construir aquí en mi armario. ¿Los quieres?”.

“¿En serio?”, preguntó Chihiro, los ojos le brillaban de nuevo.

“Sip. Puedo manejar hasta HG [Modelos estándar 144:1 High Grade], más o menos. Los RGs [Real Grade, una línea de modelos lanzada hace varios años que utilizaba la misma escala que los HG pero con una gran diferencia de realismo y partes móviles; la cúspide de la tecnología GunPla de Bandai] tienen tantas partes que sólo abrí la caja y dije ‘ni en sueños’”.

“¿Ohhhh? ¡Aw, eres tan amable, hermano! ”.

Chihiro inmediatamente dio una mirada de emoción dentro del armario. Itsuki no pudo evitar sonreír. Si Chihiro estaba tan fascinado con los GunPla, definitivamente era un hombre. 

(Por cierto, el regalo de cumpleaños de Chihiro terminó siendo un [realmente enorme] Neo Zeong).