Tantei wa mou, Shindeiru (NL)

Volumen 3

Capitulo 3: El Amigo De Ayer Es El Enemigo De Hoy

Parte 5

Es Por Eso Que Esa Voluntad Nunca Moriría

“¿La real, señora…?”

Charl se detuvo en el momento en que escuchó mis palabras.

Sin embargo, su mente podría estar pensando frenéticamente, ¿porque sus ojos temblorosos miraban la cara de [Siesta]?

“¿Me descubrieron?”

Y mientras el aire parecía quedarse quieto, el primero en moverse fue.

“Kimihiko, ¿cuándo te diste cuenta?”

[Siesta] continuó arrodillándose mientras me preguntaba quién estaba detrás de ella.

Pero esa pregunta aparentemente afirmó mi hipótesis.  “¿Quién sabe? Pero sólo lo deduje de una suposición.”  Realmente no podría dar una razón clara.

Tal vez sea por el olor al que estaba acostumbrado durante esos tres años juntos, o tal vez fue por el calor de la piel cuando la toqué accidentalmente. O tal vez era esa expresión de una vez entre mil millones que de vez en cuando hacía, lo que no se parecía a lo que haría un robot. En otras palabras, tenía la sensación de que ella era Siesta, lo cual era un instinto contradictorio.

“Eso es correcto.”

[Siesta] señaló en silencio.

Como era de esperar, esta [Siesta] fue esa famosa detective con la que pasé tres años.

Pero, por supuesto, la conciencia que quedaba en su corazón estaba dormida dentro de Natsunagi. Es decir, este cuerpo, el exterior, era de Siesta.

“El cuerpo de la Maestra Siesta se conservó criogénicamente después de la batalla final con Hel hace un año”.

[Siesta] nos explicó a Charl ya mí.

“Esa era su intención antes de morir. Como se prometió de antemano, la criopreservación fue realizada por cierta persona como se prometió de antemano, y luego, utilizando el vasto conocimiento y recuerdos de la Maestra Siesta como una base de datos, se instaló una inteligencia artificial en su cerebro y médula espinal, y se implantó un corazón artificial a dar a luz a [mí]”.

“… ¿Es eso así?”

Solo pude asentir con la cabeza.

Cuando Siesta murió, trató de revivir como androide y esperó el momento para encontrarse con nosotros. Quería transmitir sus recuerdos de la tragedia que ocurrió hace un año y darnos el poder de erradicar [SPES].

“… Tenía la sensación de que ese era el caso.”  Diciendo que era Charl.

“No he estado con la Señora durante tanto tiempo como Kimizuka. Aun así, al menos recuerdo el aroma de la Señora”.

Hablando de eso, hubo ese momento en el escondite cuando Charl olió la almohada. ¿Quizás porque tenía un rastro persistente de la presencia de Siesta?

“─Pero”

Charl continuó.

“Entonces, ¿qué? Incluso si su cuerpo es de la Señora… eso no cambia mi misión. Derrotaré a [SPES] en lugar de la Señora”.

El hocico todavía apuntaba a la frente de Siesta mientras este último se arrodillaba.

Sin embargo, una lágrima fluyó de sus ojos que debería haber estado llena de ira.

“Porque, ¿no se supone que ese es el caso? Nagisa definitivamente no matará a Yui. Por eso lo haré. Una vez que derrotemos a SEED, podré cumplir con la voluntad de la Señora…”

Mientras su voz temblaba, el cañón de su arma tembló levemente. Ya veo.

Ese es el tipo de persona que eres, Charl.

Dijiste que no necesitabas un compañero, pero priorizaste los asuntos de Siesta… y antes de que te dieras cuenta, ella te inspiró para proteger a los demás también.

Querías cumplir con la voluntad de Siesta, no dejar que Natsunagi se ensuciara las manos y, sin embargo, dudas en asesinar a Saikawa. Tu misión y tus sentimientos se contradecían, e incluso me suplicaste a mí, tu némesis.

Siempre eres tan torpe. Nada cambió desde nuestro primer encuentro… esos dos años y medio, nada cambió cuando seguimos discutiendo y discutiendo sin parar.

Así que mientras suspiré ante este enemigo mío podrido, podrido y obstinado, miré hacia Charl una vez más. “¿Estás segura de que estás bien con eso?”

“¡…! ¿Qué sabes? Has disfrutado de tus días tranquilos durante tanto tiempo.”

“Supongo que sí. Es cierto que esto es culpa mía”.

Mi pérdida de memoria no debería ser una excusa. Después de la muerte de Siesta, tuve un año tranquilo, viví en esta falsa paz y realmente no estaba en condiciones de jactarme.

Pero… lo dije.

Esas fueron las últimas palabras que dejó atrás.

“El legado que dejó Siesta somos yo, Natsunagi, Saikawa y Charlotte, cuatro de nosotros. Si queremos heredar eso, Saikawa no puede morir”.

Por supuesto, no era solo Saikawa.

También estamos yo, Natsunagi y Charl. Ninguno de nosotros debería quedar fuera.

“…! Pero la señora es una 《Tuner》. Su misión es derrotar a [SPES], ¡¿verdad?!”  Ah sí.

Siesta siempre luchó contra las amenazas del mundo como una [famosa detective]. No hay duda de eso.

─Pero.

“Charl, ¿tu amada maestra seguirá su misión o protegerá a sus compañeros?”

“¡…!”

El rostro de Charl se contrajo enormemente.

“¿Es el sacrificio de Saikawa para derrotar a [SPES] realmente lo que quería Siesta?”

“¡Cállate…!”

Al momento siguiente, Charl arrancó la cadena del colgante alrededor de su cuello.

Se sentía como un ritual apartar la mirada del pasado… de Siesta. Luego arrojó fríamente el colgante al suelo… pero el amuleto se abrió para revelar una foto.

“… ¿Por qué estás sonriendo tan feliz?”

Era como si no tuvieran misión ni frustración, como si hubieran hecho un desvío después de la escuela y hubieran publicado una foto pacífica en SNS o algo así.

“¡Esta, esta cosa…!”

Pero Charl negó con la cabeza.

Si admitía esa sonrisa de Siesta, su misión se vería afectada. Estaría negando el legado de Siesta, en el que creía firmemente.

Y es por eso que Charl… pisó el colgante, como si quisiera separarse de Siesta.

“¡…!”

No, ella quería.

Pero antes de eso, Siesta, que había estado arrodillada en el camino, extendió el pie derecho y rápidamente lo puso entre el pie de Charl y el suelo.

“…Duele.”

“Ah, yo… lo siento…”

[Siesta] protestó con calma, y Charl no pudo evitar disculparse.

[Siesta] luego tomó el colgante, lo puso alrededor del cuello de Charl por detrás y lo encadenó.

“¿Por qué…?”

Charl abrió mucho los ojos en estado de shock.

Dios mío, [Siesta] luego se volvió hacia ella de nuevo, suspiró y dijo:

“¿Eres una tonta?”

Esas fueron las palabras que solo el famoso detective habría dicho. Por supuesto, ella no existía en esta [Siesta].

Su conciencia y su corazón estaban dormidos dentro de Natsunagi.

Pero entonces.

El cuerpo, el cerebro y la boca seguramente recordaron estas palabras.

[Siesta] dijo las palabras que prácticamente dijo todos los días durante esos tres años.

“Es la primera vez.”

Charl miró hacia abajo como si estuviera tratando de ocultar algo.

Pasaron varios segundos, y parecía estar reflexionando sobre algo…

“Esta es la primera vez que me dices esas palabras”.

Charl levantó la cara y su rostro lloroso se veía tan eufórico. Era como si fuera una discípula esperando que su maestro se enojara con ella.

[Siesta] mostró una sonrisa amarga mientras miraba a Charl.

Y justo cuando Charl estaba a punto de saltar a los brazos extendidos de [Siesta] ─en ese momento.

“Charlotte, te dije que eres demasiado ingenua.”

Volando hacia el pecho de [Siesta] no estaba Charl, sino una bala.

“¡……!”

“¡Señora……!”

Charl agarro a [Siesta], que se había caído.

Y de pie ante mis ojos estaba el [Asesino] ─Fuubi Kase.