Tantei wa mou, Shindeiru (NL)

Volumen 3

Capitulo 3: El Amigo De Ayer Es El Enemigo De Hoy

Parte 4

La Detective Siempre Está Ahí

Pasaron decenas de minutos.

“Según mis cálculos, deberíamos alcanzar el objetivo en unos seis minutos y veinte segundos”.

Dejamos el paso subterráneo y bajamos por la carretera junto al mar cuando [Siesta] murmuró sobre su espalda. No había ningún otro peatón o automóvil alrededor, excepto nosotros.

“Así que estamos persiguiendo al [Asesino] y un agente, ¿eh…?”

Por supuesto, lo sabíamos cuando montamos en la bicicleta, pero la idea de los fuertes oponentes que nos esperaban me dejó tenso.

Fuubi especialmente era una [Tuner] ─en otras palabras, ella es tan fuerte como esa Siesta y Scarlet.

“No tienes que estar nervioso”.

[Siesta] dijo mientras manejaba la bicicleta.

“Kimihiko, solo necesitas seguir luchando junto a Charlotte”.

“? ¿No voy a pelear con Charlotte?”

“Bueno, eso es cierto.”

Las palabras de [Siesta] fueron un poco ambiguas. Parecía que, como ese famoso detective, este robot simplemente no comunicaría la parte más importante con claridad.

“Hablando de eso, ¿dónde está esa cosa que siempre llevaste?”

Mientras seguía agarrando la cintura de [Siesta], descubrí que faltaba algo que debería estar en su espalda.

“Ah, ¿eso? Se lo di a un conocido el otro día.”

“Lo haces parecer fácil… ¿Cómo estás tratando las cosas de Siesta?”

“Un niño parecía quererlo de verdad, así que se lo di”.

“Parece que ese conocido es un bicho raro y quiere una pistola de mosquete”.

No sabía quién era esa persona, pero al menos, no conocía a nadie que quisiera eso.

“Pero no tienes un arma. ¿Realmente puedes vencer a esos dos?”

Le dije a [Siesta], quien todavía estaba de espaldas a mí mientras sostenía el manubrio.

“Sí, eso es imposible.”

“¿Ninguna posibilidad?”

Ella había sido tan decisiva, pensé que tenía un plan…  “Pero”.

“¿Pero?”

“Kimihiko, estás pensando en algo, ¿no?”

[Siesta] dijo mientras seguía mirando al frente.

“Bueno, supongo.”

Este plan era demasiado tosco para ser considerado uno, es como un último esfuerzo.

Por eso…

“No me lo vas a decir, ¿verdad?”

No iba a informar a [Siesta] de ese plan. Y sentí eso.

Si le dijera ahora, me detendría. Un poco más tarde.

“Kimihiko, ahí.”

Había un camino junto a un acantilado que dominaba el mar. Al final había otra moto en marcha. [Siesta] pisó el acelerador para acercarse, y vimos a una familiar pelirroja y rubia.

“Kimizuka…”

Charl, sentado en el asiento trasero, notó que nos acercábamos por detrás.

“… ¿Por qué nos persigues?”

El cabello rubio flotaba en la brisa nocturna y ella entrecerró los ojos.

“En realidad, todavía quiero verte.”

“Ha pasado un año y todavía no has obtenido tu licencia, así que, ¿puedes no decir eso?”

“[Siesta], embiste esa bicicleta frente a nosotros”.

“Yo también me pregunto por qué Kimihiko, el hombre, no conduce”.

“Estoy en contra de la discriminación de género”.

No es el momento de sonar tan casual, pero bromeé y nuestras bicicletas estaban una al lado de la otra.

“¿Qué, ese robot aún no está destrozado?”

Fuubi luego inclinó la cabeza por un momento y se burló de nosotros.

“Sí, soy bueno fingiendo estar muerta”.

Y [Siesta] también respondió con una broma del original.

“Bueno, entonces, ¿tendremos una persecución en coche?”

El acelerador sonó y Fuubi pisó el acelerador. [Siesta] también aceleró en desafío.

… Pero justo cuando estamos a punto de acercarnos al faro blanco que se encuentra junto al acantilado.

“Hazlo.”

Fuubi instruyó, y Charl, con la lectura de su arma, se dio la vuelta y nos disparó.

“¡…!”

[Siesta] inclinó el vehículo, y yo también logré evadirme junto con ella.

“Te atreviste a hacerlo.”

[Siesta] murmuró algo beligerante.

─Y entonces…

“Misiles, fuego”.

Apretó un botón cerca de la empuñadura de la bicicleta.

“…! ¡Charlotte, salta!”

“¿Eh?”

Al momento siguiente, un pequeño misil guiado fue disparado desde el vehículo en el que viajábamos, y golpeó la bicicleta frente a nosotros, que estalló en llamas. La explosión hizo que nuestras bicicletas cayeran en picada, perdimos el equilibrio y nos arrojaron a la carretera.

“¡Eso es exagerar…!”

Arrastré mi cuerpo adolorido y me levanté, usando la barandilla como apoyo.

“Buena potencia de fuego, como se esperaba de Sirius.”

“Aunque perdiste una vez, este tipo de venganza es demasiado…”  El fuego se extendió por la carretera y Fuubi se quedó allí.

¿Era así como iba a terminar? Así que pensé mientras trataba de acercarme.

“¡Kimihiko!” Un disparo.

[Siesta] me tiró a un lado, probablemente para protegerme de la bala. Más allá del humo negro, el agente atacó.

“¡…!”

Charl blandió el sable, como si cortara el viento.

“Yo me ocuparé de esto. Por favor, retírate, Kimihiko.”

[Siesta] sacó un estoque escondido debajo de su vestido de una pieza en lugar de una pistola de mosquete, y lo usó para pelear.

“Charlotte Arisaka Anderson. He oído que eres muy hábil con un arma. ¿Puedes aceptar una batalla así?”

“… Esto podría ser mejor contigo como mi oponente.”

Charl agitó su sable, como si supiera que un arma sería inútil contra [Siesta].

Debajo del faro, la brisa del mar soplaba y sus armas chocaban con el sonido de los metales, procediendo a una velocidad sobrehumana.

“… Tantas irregularidades, ese vampiro, tú.”

Charl escupió molesto en medio de la batalla.

“¿Irregularidad? Esa es una noción bastante extraña.”

“¿Qué, tienes la intención de sermonearme? ¡Actúas y te vistes como la señora…!”

“No, no tengo derecho a hacer eso… Pero la Maestra Siesta sí.”

[Siesta] vio el arma que era más grande que su propia espada…

“Estoy seguro de que ella no preguntaría a otros sobre la raíz del problema”.

Ella respondió con una lógica tan correcta.

“¡……!”

Las habilidades con la espada de [Siesta] hicieron que Charl tomara distancia.

“… Siempre has sido así.”

Charl luego se mordió el labio, soltó una voz, como si estuviera recordando a otra persona a través de [Siesta].

“La primera vez que supe de la Señora fue hace cinco años. No estaba bajo Fuubi Kase en ese momento, pero la organización me ordenó asesinarla”.

Ese era el pasado entre Charl y Siesta, que yo no conocía.

Escuché que Charl conoció a Siesta antes que yo, pero nunca le pregunté a ninguno de ellos sobre los detalles.

“Seguí mis órdenes y traté de matar a la Señora… pero no pude, fallé en mi misión. ¿Sabes lo que esto significa para un agente?” Charl no le preguntaba a nadie en particular.

Si tuviera que responder… un agente que fallara en una misión seguramente sería eliminado por la organización, y mucho menos un asesinato fallido.

“Estaba preparado para mi destino. Podría haber sido asesinado por el objetivo, e incluso si ella me dejara ir, la organización no permitiría mi error. Pensé que mi corta vida terminaría”.

Pero, Charl miró hacia abajo y reflexionó:

“Mientras estaba abatido, ella me dijo… que iba a morir, y estaba bien. Eso es lo que soy, como si me estuviera protegiendo, la que debería ser su enemiga”.

…Sí, eso sonó como algo que diría Siesta.

A veces, simplemente ignoraba su identidad como detective y ayudaba a otros, salvaba a otros. Es como si pensara en todos los demás además de ella como un solicitante.

“Señora dijo, espero que ocasionalmente me ayude en lo que voy a hacer, y me dio este colgante azul como prueba del contrato”. Charl apretó el colgante que siempre estaba frente a su cuello.

Siesta probablemente dejó que Charl la ayudara con su trabajo para que ella pudiera proteger a Charl. Mientras ella estuviera bajo la [Tuner] Siesta, ninguna organización de tercera categoría no podría tocar a Charl.

“La Señora siempre me estaba protegiendo así. Cuando perdió la vida hace un año, es como si lo supiera de antemano, y yo estaba dispuesto a trabajar bajo una nueva [Tuner] inmediatamente”.

“… ¿Así que esa es Fuubi Kase?”  Charl no negó mi murmullo.

Cuando Siesta murió, todavía protegía a Charl bajo su enorme paraguas.

“Y eso no ha cambiado ni siquiera hasta ahora. No ha cambiado un poco, incluso en ese formulario.” La voz de Charl tembló un poco.

Pero ella no sollozaba…

“¡Otra vez ella se ha estado conteniendo y tratando de no matarme!”  Ella levantó su rostro, su rostro lleno de rabia.

“¡¿Por qué?!”

Charl agarró el sable con firmeza, cargó hacia adelante y desafió a [Siesta].

“¿Por qué te estás conteniendo? ¡¿Por qué no estás peleando en serio?! ¡¿Por qué… todavía me proteges?!”

Con una cara fría, [Siesta] continuó esquivando el juego de espadas ridículamente rápido de Charl.

Pero ella no contraatacó excepto cuando fue necesario, y permaneció a la defensiva.

“No pude hacer nada hace un año. Juré entonces… que derrotaría a [SPES] en lugar de la Señora. Incluso cuando pasé por cosas irracionales debajo de ella, pensé que tenía que derrotar al enemigo de la Señora…”  Y sin embargo, pisoteó con fuerza el suelo.

“¡¿Por qué no puedo vencerte, una máquina?!”

Charl levantó la espada y la balanceó horizontalmente. Pero…

“Demasiados movimientos inútiles. No usarás ni la mitad de tu fuerza si estás emocionalmente afectada”.

La parte superior del cuerpo de [Siesta] se inclinó hacia atrás mientras evitaba la hoja, balanceaba el estoque con un movimiento mínimo y envió el arma de Charl volando hacia atrás.

“…! ¡Es por eso!”

Al momento siguiente, Charl me miró.

“Haré cualquier cosa para ganar”.

Charl sacó una pistola de su cintura y me apuntó.

“¡Kimihiko!”

[Siesta] se agachó una vez que vio esto, y se lanzó entre Charl y yo para parar la bala con el estoque. Pero…

“Ya veo, así que todavía no me matarás”.

La mano izquierda de Charl sostenía otra pistola, que apareció de repente.

“Se acabó.”

“…………”

Charl apuntó con el arma a la frente de [Siesta], mientras que este último se arrodilló. Fue la peor situación. Incluso [Siesta] no pudo superar esta situación.

─En ese caso.

“Charl, ¿de verdad puedes disparar?”

Yo, que no había hecho nada hasta este momento, debería empezar a hacer algo ahora.

“¿Qué quieres decir? ¿Crees que todavía dudaré ahora…?”

“¿Incluso si es el cuerpo de la Siesta real?”