Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 11

Capitulo 3: Aguantando Los Días

Parte 6

Jeeda frunció el ceño cuando escuchó esa pregunta. En realidad, estaba secretamente agradecido de ver al chico hacer expresiones tan infantiles.

“Yo… yo solo quería ver tu cara, ahora que has caído en las manos del enemigo después de actuar todo alto y poderoso. Y también…” Sus ojos amarillos brillaron. “El dueño de esta mansión, ese noble de Cyclaeus… es el que decís que está detrás de todo, ¿no es así? Eso es lo que aprendí al escuchar a la gente del borde del bosque y a Mikel de Turan. Y entonces, quería comprobar qué tan seriamente se estaba protegiendo esta mansión”.

“Está vigilado por guardias y perros, ¿verdad…?”

“Sí. Pero no es nada tan impresionante. Ese hombre de Cyclaeus seguro que es relajado en ese frente, considerando todas las cosas que ha hecho”. Había una peligrosa sensación hirviendo en el aire sobre el pequeño cuerpo del niño. Había una sed de sangre salvaje y animal en él que no se sentía menos intensa que la de la gente del borde del bosque. “Bueno, aunque puedo sentir muchas más presencias dentro de la mansión. Y simplemente encontrar su ubicación en un edificio tan estúpidamente grande sería toda una empresa. Así que no sería tan sencillo quitarle la cabeza”.

“J-Jeeda, ¿de verdad estás pensando en ir tras—?”

“Él todavía está fuera, ¿verdad? Escuché a la gente del borde del bosque decir eso. No, hoy es solo una inspección preliminar…” La mirada de Jeeda luego cayó un poco, solo para que él volviera a mirarme. “Si hay una manera de sacar a la luz sus crímenes, ese sería el mejor método para vengar a mi difunto padre… Esperaré para llevar mi propia fuerza hasta después de ver si todos ustedes tienen éxito o no con su plan.”

“Ya veo. En ese caso—”

“Pero si las leyes de este país le otorgan una sentencia más leve que la muerte, entonces juro que personalmente le enviaré la cabeza volando, sin falta”.

No era como si estuviera levantando la voz o lanzando una mirada enojada, pero todavía había una clara tensión en el aire a su alrededor. Sin embargo, esa peligrosa sensación que persistía bien podría haber sido nada más que un mero fragmento de la sed de sangre que Jeeda estaba reprimiendo desesperadamente.

Me estaba enfrentando con ese pequeño paquete de rabia en la oscuridad como esta, solo nosotros dos. Era tan irreal que todavía me sentía un poco fuera de sí, pero aun así, le pregunté: “¿Entonces viniste aquí para hacer un reconocimiento y comprobar cómo estaba…?”

“Sí es cierto. Si fueras el tipo de hombre que intenta ganarse el favor de tu enemigo jurado, entonces estaba preparado para despellejarte la cara o algo, pero aun así…” respondió el chico, su mirada bestial atravesándome. “Aparentemente, solo estás lamentando tu propio descuido. Realmente eres un hombre patético. La gente del borde del bosque probablemente se exasperaría si se enterara de esto”.

“No puedo refutar eso exactamente, sí. Hey Jeeda… ¿Cómo está todo el mundo desde el borde del bosque?” Respondí, finalmente sacando la pregunta que más quería hacer.

Jeeda cerró los ojos por un momento y el resentimiento que goteaba de él se calmó un poco, luego respondió: “Son un desastre, por supuesto. Todos están corriendo como locos buscándote. Como resultado, toda la ciudad postal también está en un frenesí salvaje”.

“Yo… ya veo…”

“Al principio, parecía que incluso podrían cruzar espadas con los guardias. Ahora, sin embargo, solo están corriendo por la ciudad. Los guardias a cargo de las puertas del castillo no les prestan atención, por lo que buscan frenéticamente para identificar a los sinvergüenzas que te secuestraron”.

Seguí escuchando, sin decir una palabra.

“Una gran multitud de gente del pueblo también fue tras los guardias, pero ellos simplemente insistieron en que tenían que esperar hasta que el capitán de la milicia regresara el diez del mes blanco. Y esos guardias parecían tan fuera de lugar como la gente del pueblo, para ser honesto”.

Si el hermano menor de Cyclaeus, el jefe de la milicia, también estaba atrapado en el castillo por el momento, entonces eso parecía natural. Quiero decir, había una probabilidad muy alta de que todo esto se hiciera solo a discreción de Lefreya.

E incluso si la noticia de esa conmoción llegara al castillo, el informe sería: “Una persona del borde del bosque que hacía negocios en la ciudad postal fue capturada por rufianes”. Como no dieron las órdenes ellos mismos, Cyclaeus y su hermano simplemente se reirían. Después de todo, no sería nada malo para ellos si nosotros, la gente del borde del bosque y algunos sinvergüenzas de la ciudad, fuéramos y nos metiéramos en una pelea por nuestra cuenta.

“Entonces, um… ¿Sabes cómo se está desempeñando el jefe de mi clan, Ai Fa…?”

“Esa mujer, ¿eh?” Jeeda respondió rotundamente. “Aparentemente, ella también se dirige a la ciudad todos los días. Pero es problemática, ya que se da cuenta de mí por mucho que trate de ocultar mi presencia. Intento alejarme de ella tanto como sea posible, así que no lo sé realmente”.

“Ya veo…”

Ai Fa, las otras personas del borde del bosque y la gente del pueblo estaban buscándome desesperadamente. Solo escuchar eso fue suficiente para causar una sensación aplastante que pesaba sobre mi pecho.

“No pareces  estar especialmente herido… pero pareces bastante derrotado, aun así”, declaró Jeeda en voz baja. “Tengo una pequeña deuda con todos ustedes. Supongo que podría entregarle un solo mensaje, al menos”.

Con eso, fui a acercarme a Jeeda. Sin embargo, se retiró rápidamente para mantener la misma distancia entre nosotros.

“Jeeda, sé que no tiene ningún sentido preguntarte esto, pero… ¿podrías llevarme de regreso a la ciudad postal contigo, posiblemente?”

“Hmph. ¿Puedes eliminar tu presencia como un cazador? Si no, no darás diez pasos antes de que esos perros te maten hasta la muerte”, respondió Jeeda, rápidamente rechazando mi solicitud.

“Ya veo…” dije con una caída de mis hombros, solo para que Jeeda mirara alrededor con impaciencia.

“La gente del borde del bosque tendría pocas dificultades para esquivar a los guardias como lo hice yo. Y dado que tienen vínculos con Mikel de Turan, sin duda sería posible averiguar dónde se encuentra esta mansión. Y, sin embargo, te dejaron aquí… No deben pensar que salvarte vale la pena violar la ley”.

“Eso es—” comencé a discutir, solo para que Jeeda colocara su palma sobre mi boca.

“Te dije que no alzaras la voz”.

“Eso es natural. Antes de violar la ley o algo por el estilo, necesitarían pruebas de que Cyclaeus me secuestró. Y dado que no pueden permitirse el lujo de mostrarle ninguna debilidad al hombre, esa es una razón más por la que no pueden simplemente violar la ley sin ninguna prueba”.

“Pero…”

“Además, en realidad no fue el propio Cyclaeus quien me secuestró”.

Fue en este punto que finalmente seguí adelante y le di a Jeeda todos los detalles.

El chico parecía claramente disgustado, pero escuchó en silencio sin intervenir hasta que terminé.

“Así que no es Cyclaeus detrás de esto, sino su hija, ¿eh…? Como padre, como hija, supongo”.

“Quiero decir, no creo que ese sea siempre el caso…”

“Además, nada de esto cambia el hecho de que estás encarcelado aquí en esta mansión. Así que todavía no puedo evitar verlo como la gente del borde del bosque valorando la ley sobre tu vida”, dijo Jeeda con el ceño fruncido, luciendo seriamente molesto por ese hecho.

Esa acción infantil realmente me recordó a Ai Fa, lo que me sorprendió. Ahora que lo pensaba, sus ojos de gato salvaje también podrían haber sido un poco similares a los de ella cuando ella también estaba enojada.

“La vida de un camarada es más importante que cualquier otra cosa. ¿Es la gente del borde del bosque realmente tan patética que sacrificarían a uno de los suyos por el bien de la ley?”

“Ese no es el caso en absoluto. Pero la gente del borde del bosque cree que es correcto seguir la ley y las costumbres. Quizás incluso más que la gente del pueblo”.

“Hmph. ¿Entonces estás diciendo que a diferencia del hijo de un ladrón, sus almas no están manchadas?”

“No, no es así como veo las cosas, pero—”

“Lo que sea. Yo tengo mi propia forma de hacer las cosas, al igual que la gente del borde del bosque. Y gracias a mis métodos pude verte. Sin embargo, la gente del borde del bosque no lo estaba”, dijo Jeeda en un tono tranquilo pero de confrontación, acercándose de repente. “Con eso en mente, déjame preguntarte… ¿hay algo que quieras que les diga a tus camaradas?”

Sus palabras y expresión hicieron que pareciera como si estuviera preguntando: “¿Hay algo que pueda hacer para ayudar?”

Pero sin saber nada de lo que estaba pensando por dentro, le respondí: “Lo hay”, con un asentimiento. “Me gustaría que les dijeras a todos lo que te dije antes. Y deberías hacérselo saber a un hombre llamado Zasshuma”.

“¿Zasshuma…?”

“Un ciudadano que está prestando ayuda a la gente del borde del bosque. Él es el único que debería poder entrar en la ciudad del castillo. Así que hágale saber que debe informar a Melfried de esto lo antes posible. Ah, Melfried es un noble que también está tratando de exponer los antiguos crímenes de Cyclaeus, y es el hijo del señor de Genos”.

“Entendido. Si Cyclaeus toma la iniciativa, podrías correr peligro, ¿verdad? Les haré saber”. Mientras decía eso, sus misteriosos ojos amarillos parpadearon. “Por cierto, ¿ese oriental llamado Sanjura está aquí en esta mansión?”

“¿Eh?”

“¿No es ese hombre, que me lastimó el hombro, uno de los que te secuestraron? Eso es lo que está escrito en los carteles de se busca”.

“¿P-Pusieron carteles de se busca en la ciudad postal?”

“Sí. Sin embargo, solo obtuve la parte de la descripción personal. Pero sí, hay carteles que dicen que los que te secuestraron eran ese tipo Sanjura y un occidental no identificado”.

Entonces Nail informó a los guardias después de todo, ¿eh?

Y el contenido de lo que dijo se esparció por toda la ciudad postal como él lo dio, en lugar de ser reprimido por cualquier presión desde arriba.

En otras palabras, Cyclaeus no debe haber sido informado todavía de los detalles. Si hubiera visto el cartel de Se busca, habría sabido que hablaba de hombres debajo de él. Y esa fue otra luz de esperanza para mí.

“Ese otro occidental es probablemente el oficial asignado a proteger a la hija de Cyclaeus. Su complexión y voz eran idénticas, después de todo. Su nombre es Mussel. Deberías dejar que Zasshuma lo sepa también”.

Con eso, al menos Melfried aprendería todo una vez que pudiera actuar libremente. En cuanto a lo que vino a continuación, sería una cuestión de qué tan fuerte sería la mano que podría jugar como árbitro de la ley. Y eso era algo que no descubriría hasta que llegara el momento.

“Les haré saber con seguridad. Y esto también salda mi deuda con todos ustedes…” dijo Jeeda, dándose la vuelta.

Sin embargo, lo llamé desde atrás: “Espera. ¿Puedes hacerles saber que yo también estoy bien? Y… ¿Podrías decirle no solo a Ai Fa, sino a la mayor cantidad posible de personas del borde del bosque?”

“Tengo problemas para manejar a esa mujer, así que tenía la intención de decírselo a otra persona para empezar. Aun así, ¿por qué tomarse tantas molestias adicionales?”

“¿Eh…? Bueno, um… Si le dijeras a Ai Fa, ella podría intentar venir sola como tú lo hiciste para rescatarme…”

“¿Entonces ella violaría la ley sin siquiera decírselo a nadie más?” Jeeda cuestionó, sus ojos se estrecharon un poco mientras sus cejas se levantaban de una manera peculiar. Era una expresión realmente compleja, como si estuviera asombrado e impresionado al mismo tiempo. “No esperaba que te jactaras de tu mujer justo al final así…”

“E-Ella no es exactamente mi mujer ni nada…”

“Aun así, así es como es un verdadero camarada. Me imagino que eso es lo que realmente significa ser una familia”, dijo Jeeda, levantando su pie derecho sobre el marco de la ventana. “Bueno, entonces me voy. Es posible que nunca nos volvamos a encontrar… Pero por el bien de tus camaradas corriendo desesperadamente por todas partes, dale todo lo que tienes para al menos sobrevivir mañana”.

“Bien, y gracias. Realmente te estoy agradecido, Jeeda”.

Con eso, Jeeda desapareció más allá de la ventana, sin ofrecer respuesta a mis palabras.

Aunque me apresuré a mirar, su capa de piel desapareció en la oscuridad en un santiamén. Debe haber recogido las herramientas que usó para infiltrarse en el lugar hace mucho tiempo, ya que parecía que solo necesitaba saltar en su camino de regreso. Esa fue una destreza física realmente asombrosa.

Después de cerrar la ventana, di un suspiro.

Esta vez, parecía que definitivamente transmitiría mi mensaje a Ai Fa y a todos los demás de que lo estaba haciendo bien. Eso solo fue suficiente para despejar muchas de las nubes oscuras que se elevaban dentro de mí.

Ahora todo lo que queda es salir de aquí intacto.

En lugar de mi malestar, angustia y desesperación, me llenaba de una fuerza nueva y desconocida.

Mientras me retorcía en la oscuridad, Jeeda había venido y me había concedido la luz de la esperanza.

Ai Fa, espera un poco más.

Después de apretar el puño por última vez, regresé a mi cama.

Me preocupaba no poder dormir después de esa oleada de emociones, pero no tenía recuerdos después de ese punto y debí haberme quedado dormido rápidamente. Y esa noche, no tuve pesadillas.