Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 4

Capítulo 2: Junio 6

Parte 1

Hoy, Junio 6, marcaba el vigésimo primer cumpleaños de Itsuki Hashima.

El mes pasado, su pequeño círculo de amigos hizo una fiesta de cumpleaños sorpresa para Miyako Shirakawa. Sin embargo, dado que Itsuki y sus amigos casi siempre se reunían en su apartamento, no había oportunidad de preparar una sorpresa para él, así que decidieron hacer lo que siempre hacían.

El kotatsu estaba lleno de las cosas favoritas de Itsuki—camarones, chili, algunos Rollos Primavera del Norte y Sur patentados por Chihiro. arroz frito con mariscos—y la habitación entera llena de deliciosos aromas.

Pero hoy, estaban celebrando algo más que otro año de vida de Itsuki.

“¡Feliz cumpleaños y felicidades por el anime, Itsuki!”

“““¡¡Felicidades!!”””

Nayuta fue la primera en brindar por su buena fortuna, seguida por Haruto, Miyako y Chihiro al unísono.

“¡Bah-ja-ja! ¡Gracias, chicos! ¡Celebremos por mi primer paso dentro de una nueva era de mi vida!”

Él se tragó su cerveza, con el ánimo por los cielos.

Era una Gouden Carolus Cuvée van de Keizer Red, una cerveza especial para una ocasión especial, y una que había probado por última vez cuando estaban todos aquí para ver el episodio 1 de Caballeros del mundo absoluto de Haruto Fuwa.

Esa noche, lamentablemente, resultó principalmente en arrepentimiento, pero esta noche era diferente. Simplemente brindaban por la noticia; no había nada qué calificar aún.

“Pfaahhh… Maldición, esta Keizer Red está buena…”

Haruto sonrió y tragó su propio vaso, como si tratara de diluir sus amargos recuerdos.

En adición a las cinco personas alrededor del kotatsu, había otros dos más: la contadora de impuestos Ashley Ono y el editor Kenjiro Toki. Tener a siete personas en un apartamento bastante pequeño hacía que el lugar se sintiera a reventar, lo cual obligó a Ashley a sentarse tranquilamente en la cama y a Toki a apoyarse en el marco de la puerta entre la sala y la cocina.

Ashley mostró una sonrisa misteriosa. “¡Tee-jee-jee! Ahora tendrás más ingresos que nunca, Itsuki. Es hora de que tu contadora te muestre de qué está hecha realmente.”

“Sí, no puedo creer que algo que ha hecho mi propio hermano va a estar en la televisión… Eso es genial.”

“Es bastante genial, en serio”, intervino Miyako. “Supongo que incluso un loco obsesionado con las hermanitas como él puede considerarse asombroso ahora que llegó a lograr eso.”

“¡Jee-jee!”, rio Nayuta a un lado, tomando su cerveza de raíz y actuando un poco eufórica. “¡No puedo esperar para probar el nuevo y mejorado pene de veintiún años de Itsuki!”

A pesar de no beber alcohol, Nayuta siempre tenía la costumbre de actuar un poco inestable, como si hubiera bebido demasiado. Desde que Itsuki había terminado el manuscrito del Volumen 4 de Todo sobre mi hermanita, esa tendencia se había vuelto aún más pronunciada.

“Um”, Miyako se aventuró en un intento de cambiar de  tema, “¿Cómo se siente saber que tendrás un anime?”

La cara de Itsuki se puso seria. “Hmm. Bueno, es simple, ya sabes, me cayó del cielo, así que no puedo emocionarme demasiado por eso.” Él curvó sus labios a Miyako que lo veía con admiración. “Jee… A lo que me refiero es que… No fue más que una serie de coincidencias. Solo una de esas cosas… Fui elegido por esta era, podrías decir que fue eso…”

“¿Eh?”

“Je-je-je… Un elegido, designado para asumir un vasto destino por pura casualidad… ¡Debo mantenerme fuerte y modesto! ¡No puedo dejarme llevar! ¡¡Debo cumplir el destino que se me ha otorgado, je-je-je…eh-je…Fah-jaja- ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-jaaaaaaaaaa!!”

“¡Cielos, cállate! Perdón por haberte hecho un cumplido.”

“Itsuki…”

Miyako y Chihiro se miraron entre ellos, exasperados, mientras Itsuki se perdía en su nefasta risa.

“¡Sí! ¡Ese es el espíritu, Itsuki! ¡Eres el portador de la antorcha de una nueva generación! ¡Un salvador del mundo del entretenimiento! ¡La historia literaria se dividirá en las eras ‘pre-Hashima’ y ‘post-Hashima’ a partir de ahora!”

“Jee-jee-jee. Muy cierto Nayuta, él es el Golden Boy de nuestra generación. ¡Por fin hemos hallado a alguien que ponga a Shakespeare a donde pertenece—el pasado!”

“¡Ja-ja-ja-ja! ¡Cierto, muy cierto! ¡Alábenme más! Pero por favor no me pongan ese apodo, siento como si fueran a arrestarme por él, ¿bien? ¡Tengo una reputación que mantener!”

La risa de Itsuki se hizo más fuerte debido a las incitaciones de Ashley y Nayuta.

“……”

Pero mientras todos en la habitación reían a carcajadas y se dejaban llevar, Toki parecía extrañamente deprimido por algo. “Sabes”, rezongó a Itsuki, “Este se suponía que sería un secreteo entre tú, yo y los editores hasta el anuncio oficial. ¿A cuántas malditas personas les contaste?”

Itsuki alegremente le devolvió una sonrisa. “¡Aw, no te preocupes tanto! ¡No he dicho nada en el blog o Twitter ni nada!”

“Podrías al menos pretender que sientes lo que hiciste…”

Haruto sonrió a Toki al mismo tiempo que aparecieron arrugas entre las cejas del editor. “Sí, yo también estaba tan emocionado cuando mi anime fue confirmado que le conté a Itsuki, así que…”

“¿Tú también, Fuwa? Ughhh… Bueno, no es que eso sea inusual, supongo. Lo entiendo, pero…” Toki suspiró. “…Supongo que la mayoría de los escritores se lo dicen a alguien, como mínimo, en el momento en que escuchan sobre el anime. Entiendo el por qué, pero…”

No es raro ver en Twitter que alguien anuncie la versión anime de su propia serie de novelas y que otros autores retuiteen con abandono y envíen respuestas de felicitación, pero—la mayoría de las veces—esos autores ya estaban al tanto de las noticias con mucho tiempo de anticipación.

Para decirlo de otra manera, si esos otros autores no lo supieran hasta el anuncio oficial, los celos y la envidia resultantes harían imposible enviar cualquier tipo de buenos deseos.

Recibir noticias anticipadas les otorgaba tiempo para despejar sus mentes, recuperarse y ofrecer felicitaciones descaradamente falsas en las redes sociales. (Esto refleja la opinión personal del autor y no representa la posición oficial de la editorial. –Editor)

“¡Wa-ja-ja! ¡Exacto! ¡Sabes que ningún novelista va a guardar el secreto! ¡Así que no te preocupes!” gritó Itsuki con una sonrisa.

“¿Ves? ¡Esa forma en que me contestas sin ningún rastro de arrepentimiento! ¡Eso es lo que me molesta!” Toki se lamentó antes de beber el resto de su bebida de un solo trago.

“Je-je-je…” Itsuki captó la indirecta y tomó el vaso de Toki para rellenarlo. “¡Bueno, KenKen, espero que seas mi editor para todos los volúmenes que están por venir!”

“Pfft. Ya quisieras poder deshacerte de mí.” Toki agarró el vaso de Itsuki en su lugar. “Solo recuerda, de ahora en adelante estarás más ocupado que nunca. Será mejor que estés preparado.”

“Saben”, dijo Miyako mientras observaba todo esto, “Discuten constantemente, pero Itsuki y Toki-san tienen una muy buena relación, ¿no? Me pregunto si cada dupla autor-editor es así.”

“Mmm”, respondió Haruto primero, “Nunca he sido realmente tan amigo de mi editor. Somos bastante formales el uno con el otro.”

“Sí, lo mismo con la mía”, agregó Nayuta. “O sea, apenas nos reunimos.”

“Que este lugar esté justo al lado de la oficina editorial ayuda, pero diría que es bastante raro que un editor como Toki-san aparezca en la fiesta de cumpleaños de uno de sus autores.”

“Vaya, ¿en serio?” Preguntó Miyako.

“¿Te interesa convertirte en editora, Miyako?” preguntó Haruto.

“Mmm, puede que un poco…”

“¡Oh, espero que sí!” dijo Nayuta con ojos resplandecientes. “¡Si tú pudieras ser mi editora, sería asombroso!”

Miyako sonrió. “Si, pero el mercado de los trabajos en editoriales es, digamos, súper competitivo, ¿no es así? No sé si tenga oportunidad…”

“Ooh, cierto”, dijo Haruto, moviendo su mirada a Toki. “Algunos de mis compañeros de clase de la universidad solicitaron trabajo en editoriales, pero creo que todos fueron rechazados. De todos modos, por lo que escuché, solo contratan lo mejor de lo mejor de las mejores universidades… supuestamente…”

Lo ‘mejor de lo mejor’ en la sala estaba ahora mismo discutiendo en voz alta con Itsuki, dejándose llevar por el alcohol.

“¡Te lo dije! Las ideas que me estás dando últimamente son simplemente… ¡Quiero decir, tienes eso de las hermanitas a tu favor, pero tus cosas se están desviando por completo!”

“Ah, ¿entonces quieres decir que mis ideas están trascendiendo todos los límites del género? ¡Ja-ja-ja! ¡Me alegra ver que estamos de acuerdo!”

“¡Eso no fue un cumplido! ¡Las hermanitas que estás representando en tus trabajos últimamente ya no son ‘hermanitas’ como lo define la sabiduría convencional! ¡Son algo… siniestro! ¡Repulsivas!”

“¡¿Qué?! ¡Cómo te atreves a llamar a mis hermanitas  repulsivas! ¡Tú eres el que pagó por los servicios de aquella mujer que parecía salida de las profundidades del Palacio del Rey Dragón en aquella tienda sexual!”

“¡Idiota, no, no, no me lo recuerdes! Pagué tanto dinero por esa bruja de las profundidades del mar que no se parecía en nada a la de la foto y me dijeron que no podía cambiar por otra mujer, así que simplemente me senté en la alfombra mirando al espacio y esperando que pasara el tiempo— ¡¿Tienes idea de cómo se siente eso?!”

“¡No, para nada, idiota! ¡Es tu culpa por ir a lugares como ese!”

“¡No los rechaces sin más solo porque nunca has estado en uno, novelista hiper-virgen! ¡Bien, déjame llevarte a uno como regalo de tu vigésimo primer cumpleaños!”

“¡Diablos, ni loco! ¡Absolutamente no!”

“¡Oh, no seas marica! ¡Son amables! ¡…Um, asumiendo que vas a un lugar decente! ¡Como el de Shibuya, donde soy miembro y—!”

“¡Ya cállate, no quiero escuchar eso!”

“Bueno, si estás demasiado avergonzado como para ir directo a un soapland, podrías visitar primero un sentai.”

“¿Un qué?”

“Un sentai. Ya sabes, la palabra usa los caracteres para

‘lavar’ y ‘cuerpo’. Básicamente, vas ahí y la chica te lava.”

“Básicamente   sigue   siendo   una   tienda    sexual, ¡¿verdad?!”

“¡No! No vas ahí para desahogarte; vas ahí para que te limpien y te sientas bien mientras tú—”

“Sabes, probablemente podría demandarte ahora mismo por acoso sexual, ¿no crees, editor que le encanta comerse a otros?”

“¡No elegí comérmela! ¡Simplemente no quería que el dinero se desperdiciara, así que traté de gastar la mayor cantidad de tiempo posible!”

Miyako, Nayuta y Haruto observaban con ojos fríos y serenos cómo se desarrollaba este ejercicio exagerado sobre vulgaridad.

“Repugnante… chicos, saben, acá tenemos menores de edad…”

“¿Ese tipo es lo ‘mejor de lo mejor’? ¿Un sobresaliente graduado universitario que defendió su puesto de toda la competencia? Espero que el pene de KenKen se caiga.”

“Oye, sabes, ser editor es un trabajo duro… e Itsuki no es el único problema con el que tiene que lidiar Toki-san, así que… ya sabes, creo que deberíamos permitirle desahogarse un poco cuando está borracho. Además, hay muchos imbéciles con gran desempeño en sus trabajos. Tu historial académico no define tu personalidad, así que…”

“También estás siendo un poco duro, ¿no crees, Fuwa?”

Y entonces guardaron silencio, viendo a Toki sermonear apasionadamente a Itsuki sobre todo tipo de cosas desagradables, como si ellos tres estuvieran en una excursión al vertedero local de basura.

***

Después de disfrutar toda la comida y bebida, los invitados entregaron a Itsuki sus regalos de cumpleaños.

El de Haruto era una funda de almohada con un personaje  de anime de una hermanita, en el frente la representaba sonriendo con un traje de maid y en la parte posterior la mostraba con el mismo vestido, excepto que exponía el 80 por ciento de su cuerpo.

No tenía dibujados pezones, la cual puede haber sido la razón por la que el personaje parecía un poco avergonzado, pero vagamente feliz si se miraba desde cierto ángulo.

“…Dime, ¿acaso esto venía como un bono de pre-orden de un juego porno o algo así?”

Haruto mostró una sonrisa un poco angustiada. “Sí,

¿por? Este no es un personaje que me guste, así que no lo necesito, pero no me atrevo a tirarlo. De esta manera me deshago de él y tienes otra pieza coleccionable de hermanitas. Ambos ganamos, ¿verdad?”

“Pues no sé ni que decir”, dijo Itsuki mientras miraba dudosamente al personaje semi desnudo, guardando el título del juego en su mente para una posible compra.

El regalo de Miyako era una taza para café con el carácter chino de ‘hermanita’ escrito en ella. “La encontré en una tienda de artículos para el hogar,” explicó, “así que pensé que te gustaría. Fue un poco embarazoso llevarla a la caja registradora, espero que te guste.”

“S-Sí”, dijo Itsuki mientras miraba la taza. “Sé que puedo amar a casi cualquier personaje si está escrito para ser la hermanita de alguien…pero no sé si puedo sentir lo mismo acerca de la palabra en sí… Siento que estoy siendo probado para ver si puedo llegar a reinos más novedosos e inexplorados…”

Chihiro, mientras tanto, le dio una camiseta con una ilustración de arte pop de un búho.

“¡Asombroso! ¡¡Esto es genial!!

“Me alegra que te guste”, respondió Chihiro tímidamente.

“…Este material es bastante bueno. ¿Te costó mucho?”

“Um… bueno, papá quería comprarte un regalo, así que me dio algo de dinero para gastar…”

La confesión hizo que Itsuki se estremeciera por un momento. “…Oh”, murmuró, sus labios convirtiéndose en una V al revés. “…Por cierto, ¿por qué una camiseta? ¿Mencioné querer una?”

Chihiro lo miró, sintiéndose un poco incómodo por cuán obviamente Itsuki deseaba cambiar de tema.

“…Um, no te enojes, ¿bien?”

“¿…? ¿Qué quieres decir con eso?”

Chihiro dudó un momento.

“……Quería algo que pudieras usar en público y que no hiciera que me avergonzara al estar contigo…”

“¿…Así que cuando fuimos al acuario estuviste pensando todo el tiempo ‘Dios mío, no puedo creer que tenga que pasar el rato con este tipo y su asquerosa camiseta’?”

“¡S-Solo un poco! ¡Pero estuvo bien!” Si lo que Chihiro trataba de hacer era aliviar la conmoción de la noticia, estaba  fallando.  “¡No  fue  como  si  fuera  insoportable! ¡Quiero decir, una vez que te acostumbras, no hay problema en lo absoluto!”

“¿……Insoportable?   ¿…Acostumbrarse?”

“Um… ¡Re-Realmente, no fue problema! Yo—¡Yo también uso este chándal todo el tiempo, así que no es como si yo fuera quien para hablar!”

“Sí… bueno… a diferencia de ti, no tengo un físico tan bueno como para hacer que un chándal se me vea bien. Supongo que me aseguraré de no caminar a tu lado de ahora en adelante…”

“Itsuki…”

La tristeza nubló los ojos de Chihiro mientras asimilaba la irritada reacción de Itsuki. Pero Itsuki simplemente se echó a reír.

“…Era broma. ¿Qué tal si vamos a comprar ropa juntos alguna vez?”

“Uh… Oh, um… ¡Sí, claro! ¡Definitivamente!”

Itsuki sonrió mientras la cara de su hermano se iluminaba nuevamente.

“¡Bien! Como te prometí, te conseguí un S—tone… o eso iba a darte, pero encontré esto en su lugar.”

Dentro de la bolsa que Nayuta le dio, atada con una cinta festiva, había una sola tarjeta SD. Esto hizo que los ojos de Itsuki se abrieran de par en par.

“¡Oh, no puede ser, ¿esto es…?!”

Nayuta escribió una novela completa para el cumpleaños de Miyako el mes pasado. Entonces, ¿había repetido este truco otra vez—para Itsuki…?

“Contiene una variedad de selfies con clasificación X. No todas están muy enfocadas, pero encontrarás algunos nudes allí. ^/// ^”

Las mejillas de Nayuta se enrojecieron mientras se retorcía en su asiento. Itsuki recibió esa acción con una expresión completamente en blanco, luego un suspiro  sonó como si surgiera de las profundidades de su alma.

“¡¿Q-Qué fue esa reacción?!”

“N-Nada… um muchas gracias Kanikou lo apreciaré por

siempre y para siempre.”

“Eh”, dijo Nayuta mientras Itsuki le agradecía como si fuera un robot. “En ese caso, devuélveme eso y te daré un Slen—tone después.” Entonces, en un solo movimiento, ella arrebató la tarjeta SD de manos de Itsuki.

“Oh…”

Y Nayuta, por supuesto, notó agudamente esa leve mirada de pesar que cruzó el rostro de Itsuki por un instante.

“¿Quéeee sucede? ¿Te arrepientes, Itsuki?”

“N-No.”

Ella sonrió de oreja a oreja ante el ahora ruborizado Itsuki. “Si quieres ver pornografía mía, todo lo que tienes que hacer es pedirla, ya sabes. Mira, ¿no quieres esto? ¡Deberías  ver  las  cosas  desvergonzadas  que  estoy haciendo en algunas de estas fotos!”

“¡Yo—no, no lo necesito! ¡Quisiera un Slender—, como

cien veces más!”

“¿Estás seguroooo? No es saludable reprimir tus deseos,

¿sabes? Vamos, esto está lleno de toda la obscenidad de una chica de dieciocho años que tanto anhelas. Son cosas bastante útiles, ¿no te parece?” Ella colgaba la tarjeta frente a su cara, tentándolo con ella.

Entonces, Itsuki de repente se puso serio.

“¿…En serio? Bueno, si vas a llegar tan lejos, con mucho gusto lo aceptaré.”

“¿Eh?” Nayuta hizo una pausa, con los ojos  muy abiertos.

“¿Qué pasa, Kanikou? Dije que tomaré la tarjeta SD. Entrégala.”

“Uh-hmm… ¿Hablas en serio?” Ahora ella estaba vacilando, la suprema confianza de hace un momento desapareció.

Itsuki asintió.  “Por supuesto que hablo en serio.”

Esto solo hizo que el rostro de Nayuta se pusiera aún más rojo. “Esto, esto es algo muy hardcore, ¿bien? Quiero decir… estoy haciendo cosas en ellas que, um, no estoy segura de poder contarlas frente a otras personas…”

“¿Oh, en serio? Bueno, después de todo ese esfuerzo que debes haber puesto, estoy seguro de que tengo que usarlas, ¿no?”

“¿Usarlas… um, usar mi porno…?”

Ella levantó su mirada en súplica, el sudor goteando de su frente, mientras Itsuki asentía, su rostro estaba de un rojo brillante pero completamente serio.

“Así que entrégala, Kanikou. ¡Dame tu pervertida tarjeta SD llena de tus fotos porno más desvergonzadas! ¡Ya!”

“Uh, umm, yo…”

“¿Cuál es el problema? ¿No me lo ibas a dar?”

“P-Pero yo, um, estoy empezando a pensar que tal vez esto me creará muchos problemas…”

“¿Problemas?”

“¡D-Digo, has escuchado todas esas historias de revenge porn últimamente! ¡Realmente…apestaría si me hicieras esas cosas!”

“¿…Y realmente crees que soy el tipo de persona que haría eso?”

“No estoy d-diciendo eso, pero…oooh…”

Nayuta parecía perdida por un minuto, intentando con cada fibra de su ser, regalar con cautela la tarjeta SD a Itsuki—

“¡No—No puedo hacer esto! ¡Aún no!”

—Luego, con un grito a medias, ella rompió la tarjeta en dos con ambas manos. Y un momento después, se sentó de nuevo en el kotatsu, usando el edredón para ocultar la mitad de su rostro en vergüenza.