Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 4

Capítulo 1: El Novelista Está Loco Por Las Hermanitas III

Era por la mañana cuando me despertó el canto de la hermanita pájaro en la ventana. “¡Tuit, tuit! ¡Es de mañana, hermano mayor!”

Mientras me frotaba los ojos, mi colchón hermanita me invitó a volver a la cama. “…¡Quedémonos juntos un poco más, hermano mío!” Pero me libré de su tentación al mismo tiempo que me levanté de mi cama hermanita y abrí las cortinas hermanita.

“¡Ooh, no tan fuerte!” Chillaron mientras yo disfrutaba de la luz del sol hermanita a través de la ventana hermanita.

“¡Buenos días, hermano!”

“Sí, buenos días. Radiante como siempre, ¿eh?”

Era un día tan encantador como una hermanita. Quedé maravillado de mi suerte mientras abría la puerta hermanita y salía de la habitación, dando un paso tras otro sobre la suave y flexible piel de la escalera hermanita.

En la sala de estar, mi desayuno ya había sido puesto sobre la mesa hermanita.

“¡El desayuno está listo, querido hermano!”

Huevos hermanita fritos, salchichas hermanita, una rebanada gruesa de pan tostado hermanita y un tazón pequeño de ensalada hermanita. Pero antes de hincarle el diente, me detuve en el baño, lavándome la cara con el agua fría hermanita que fluía del grifo hermanita.

“¿Estás despierto?”, preguntó mi espejo hermanita.

“Sí”, asentí.

“En ese caso”, intervino la toalla hermanita, “¡apúrate y sécate la cara conmigo! ¡Vamos, frota esos líquidos de hermano mayor sobre mi tela!”

“Claro”, dije, siguiendo sus instrucciones antes de sentarme en mi silla hermanita en el comedor.

“¡Disfruta de tus hermanas, hermano!”

“Gracias.”

Apuñalé la salchicha hermanita con mi tenedor hermanita, me la llevé a la boca y la mastiqué.

“¡Oooh! ¡Me estoy dessswarrando en la boca de mi wermano mafor!”

La sensación de los jugos de mi hermanita se abrió paso en mi boca, llenándola con alegría. La comida hermanita nunca falla en satisfacerme.

Cuando introduje mi cuchillo en los huevos hermanita, la yema amarilla hermanita que esperaba dentro se derramó rápidamente sobre el plato.

Unas cuantas rebanadas de tocino hermanita crujiente y jugoso acechaban por debajo. Puse ambas en mis labios, el sabor suave de los huevos hermanita y la salinidad del tocino hermanita fundiéndose en una armonía sublime. Casi se sentía como si dos hermanitas estuvieran bailando desnudas en la punta de mi lengua.

“¡Aww, Tocino-chan y yo nos estamos derritiendo dentro de la boca de nuestro hermano!”

“¡Esto se siente tan e-lec-tri-zan-te! ¡Ahora somos aún más deliciosas para nuestro hermano!”

Disfruté de la cita gastronómica durante varios momentos antes de untar la mermelada hermanita sobre el pan tostado hermanita, empapándola en todos esos rincones y esquinas hermanita.

“¡Agh! Dejar que alguien además de mi hermano mayor se frote en mí… ¡Es una completa humillación para mi psique!”

“¡Aw, aguanta un poco, Tostada-chan! ¡Todo esto es para que seamos más sabrosas que nunca para él!”

“¡Ngh! ¡Detén esto de una vez, Mermelada! ¡Es— Estoy goteando!”

La mermelada hermanita de sabor intenso y el pan tostado hermanita crujiente formaban el dúo perfecto. En un abrir y cerrar de ojos, las dos desaparecieron en mi estómago.

Mi desayuno cargado de hermanitas estando completo, me puse mi uniforme hermanita, levanté mi mochila mensajera hermanita y salí de mi casa hermanita. “¡¡¡Diviértete en la escuela!!!” Escuché todos los objetos infundidos por las hermanitas en mi casa retumbando al unísono mientras golpeaba el pavimento hermanita.

Así comenzaba mi vida diaria, inundada de todo lo que el imperio de las hermanitas tenía para ofrecer.

………Y así sucesivamente continuaba esta presentación sin sentido por las próximas treinta páginas.

“………Ugh…”

Después de que de alguna manera lograra atravesar todo eso, Kenjiro Toki suspiró, la fatiga visible en su cara, y lanzó el manuscrito sobre el kotatsu. Frente a él, sentado en el suelo, se encontraba el novelista Itsuki Hashima— dueño de este apartamento—ansiosamente esperando la reacción de su editor.

“¿Y bieeeeen?” Preguntó, riéndose mientras mostraba

una sonrisa aún más cínica y descarada de lo normal.

“…No estoy seguro de a lo que te refieres con ‘y bien’, pero creo que mi respuesta habitual de ‘¿Qué demonios?’ es la correcta para esta ocasión.”

“Tú… No puedes estar hablando en serio…”

“¿Por qué te sorprendes…?”

La mirada con un toque de terror de Itsuki, incluso asustó un poco a Toki.

Él acababa de terminar de leer la introducción de La vida con una hermanita, el más reciente proyecto potencial de Itsuki.

ra una historia de amor, aparentemente, ambientada en un mundo en el que todo era una hermanita, y leyendo esta muestra, el texto no parecía tener más sentido que la sinopsis que Itsuki había facilitado con anterioridad.

De hecho, era mucho más fácil encajarla en el género de terror. Itsuki no había escrito nada más que dicha sinopsis—el proyecto no había sido aprobado todavía—pero en casos como éste, donde la descripción de la propuesta no aportaba realmente el punto de la historia, las editoriales ocasionalmente le pedían al autor que escribiera unas cuantas páginas de apertura o algunas escenas clímax.

“…Así que… ¿eso es un no para esto también…?”

Toki asintió solemnemente ante el leve murmuro de Itsuki.

“…Sí. Es un no.”

Durante los últimos meses, Itsuki se había centrado en sacar nuevas propuestas como esta, solo para que al final ninguna de ellas lograra pasar la prueba.

“Ugh, otra vez no…. ¡La próxima vez! ¡La próxima vez se me ocurrirá una novela de hermanitas tan increíblemente asombrosa que te obligaré a doblegarte a mi voluntad!”

“No vas a hacer que me doblegue con nada”, señaló Toki. “Esto no es solo para tu editor; es para tus lectores. Y, quiero decir, es genial que se te ocurran nuevas ideas, pero, ¿no crees que deberías estar concentrándote en ImoSube? También tienes que ocuparte de Combate de hermanitas.”

Itsuki estaba escribiendo actualmente dos series paralelamente—Combate de hermanitas y Todo sobre mi hermanita—y el otro día, se le había informado que se había aprobado una adaptación a anime de la segunda.

Todavía no había staff establecido; pasaría un tiempo antes del anuncio público. Pero Itsuki tenía mucho que hacer antes de que el trabajo relacionado con el anime realmente comenzara a llegar.

Por supuesto, la calidad de su escritura no podía permitirse el lujo de caer, pero además debía considerar futuras tramas para mantener las cosas emocionantes, dar cuerpo a las partes del mundo que había mantenido vagas hasta ahora, y seguir adelante con su escritura (también en cuanto a Combate de hermanitas) de modo que su ritmo de publicación no se ralentizara cuando más importaba.

“¿De qué estás hablando?” contestó Itsuki. “Quiero

anunciar algo nuevo mientras tenemos este impulso por el

anime, y por supuesto que haré a Combate de hermanitas más emocionante que nunca. Quiero que el mundo conozca más que solo ImoSube. ¡Quiero que sepan que existe un sujeto llamado Itsuki Hashima, y que es él quien piensa en todo esto!”

“Sí…”

Era un buen punto. Lanzar una nueva serie justo cuando otra serie del mismo autor estaba disfrutando de hype gracias a su versión animada era una estrategia de negocios efectiva.

“…Supongo que a veces sí usas esa cabeza tuya.”

Itsuki dirigió una mueca a Toki. “¿Qué se supone que significa eso?”

Toki suspiró. “Bueno, si eso es lo que piensas, no voy a hacer que pares de pensar en nuevas ideas…pero, ¿estás seguro? Sé que ya lo sabes, pero manejar tres series diferentes mientras te encargas del trabajo de una adaptación no es fácil.”

“¡Ja! ¡Será pan comido!” gritó Itsuki con una sonrisa, seguro de sí mismo. “¡Siempre y cuando mi amor por mi hermanita siga ardiendo, no existen imposibles!”

“Pues hermanita no tienes”, Toki giró sus ojos con exasperación. “Pero no te equivocas. Siempre y cuando tengas esa loca emoción por ellas, puede que no haya nada que te detenga.”

Por mucho que la obsesión de Itsuki hiciera que su propio editor se echara para atrás, él era un novelista establecido con un séquito lo suficientemente dedicado como para finalmente ganarle una adaptación a anime, y Toki debía admitirlo: él era asombroso.

Además, Toki estaba agradecido de una cosa más.

Gracias a Dios él de verdad no tiene una hermana menor