Seirei Gensouki: Konna Sekai de Deaeta Kimi ni

Volumen 16

Capítulo 1: Reporte

Parte 2

Flora se había dirigido a Haruto de esta manera por un tiempo, pero Hiroaki estaba más irritado por eso ahora que nunca antes. Quería detener la forma en que lo seguían protegiendo, pero no tenía ningún material con qué discutir.

“Hmph. Bien, supongo. Si todos insistes.” Hiroaki finalmente retrocedió.

Francois, que había estado observando en silencio durante un tiempo, habló para dar su opinión. “Yo también encuentro dudoso que Lucius secuestrara a la Princesa Christina ya la Princesa Flora solo por su rencor contra Haruto. Sería más razonable suponer que los motivos del Imperio de Proxia se incluyeron en el secuestro”.

Dicho esto, si esto fuera cierto, la razón por la que se eligió a Paladia como destino de teletransporte sigue sin estar clara… Sería improductivo seguir discutiendo hipotéticas, por lo que Francois decidió no decirlo en voz alta.

“Lucius sentía un intenso resentimiento por Haruto después del encuentro en Amande. ¿Es eso correcto?” Preguntó Francois.

“Se las arregló para huir después de que nos interrumpieran, pero resultó gravemente herido en Amande. Esa fue probablemente la razón”, dijo Rio.

“En ese caso, todo tiene sentido. Tanto el mercenario como su empleador tenían motivos invertidos en esto. Es por eso que la princesa Cristina y la princesa Flora fueron utilizadas como rehenes. Debe ser eso. Lucius ya sabía que los dos tenían algún tipo de relación con Haruto”.

“Sí. Así que sin Sir Amakawa, Flora y yo no estaríamos aquí. Habríamos estado encarcelados en el castillo de Proxia ahora mismo”, dijo Christina en resumen del entendimiento de Francois.

“Sin duda.”

“Gracias a la conexión entre Lucius y Sir Hiroaki, Flora y yo nos salvamos de un desastre mayor. No puedo expresar mi gratitud hacia Sir Amakawa lo suficiente. Cuando ya le debo más de lo que podría devolver…” dijo Christina, con una pizca de expresión sombría en su rostro.

“Es curioso  cómo se las arregla para  aparecer en  el momento más conveniente cada vez. Casi me pregunto si él es el que está detrás de todo”.

Hiroaki decidió criticar la historia y arrojar sospechas sobre Rio. Su comentario extrañó por completo el estado de ánimo de la habitación, haciendo que Roanna sudara nerviosa a su lado.

“Sir Hiroaki,” dijo Christina con un suspiro. “¿Q-Qué?”

“Para protegernos, Sir Amakawa fue acorralado en una posición extremadamente desfavorable. Lo sé porque lo presencié yo misma, de cerca. Estaba pisando la línea de la vida y la muerte, pero se dedicó a salvarnos”.

“¿Y qué?”

“Así que por favor absténgase de hacer comentarios tan groseros sobre él. No puedo pasar por alto esos comentarios, incluso si provienen del héroe”, afirmó Christina con firmeza, fijando una mirada crítica en Hiroaki.

Sin ninguna base para sus palabras, incluso Hiroaki sabía que estaba siendo completamente grosero con Rio en este momento. Parecía que quería discutir con Christina, pero terminó desviando la mirada con una mirada culpable. “Bien. Mi error. No me siento bien, así que me iré primero”.

Se tragó sus protestas y se puso de pie.

“Ve con Sir Hiroaki, Roanna,” ordenó Christina inmediatamente. Hiroaki ya estaba caminando hacia la puerta.

“A-Ahora mismo”. Roanna se puso de pie a toda prisa, hizo una reverencia y luego se fue detrás de Hiroaki.

“Maldita sea todo.” No había nadie alrededor para escuchar los murmullos de Hiroaki cuando se fue solo primero. Había salido por la puerta sin siquiera mirar atrás.

Roanna lo siguió y la puerta se cerró.

“Pido disculpas por la descortesía de Sir Hiroaki, Sir Amakawa”, dijo Christina con una mirada de pesar y dolor.

“No hay razón para que te disculpes”, respondió Rio con una sonrisa de preocupación.

“Justo antes de que ustedes tres llegaran, la discusión sobre el matrimonio entre Hiroaki y Liselotte fue cancelada. Esa puede ser la razón de su mal humor”, resumió Francois con un ligero encogimiento de hombros.

“Sir Hiroaki y Lady Liselotte… lo entiendo. No es de extrañar que todos estuvieran reunidos aquí”. Christina se llevó una mano a la frente como si estuviera frenando la aparición de un dolor de cabeza.

“Lo siento”, dijo Liselotte, inclinando la cabeza torpemente.

“Tampoco es algo por lo que debas disculparte. De hecho, puedo imaginar que Sir Hiroaki fue bastante irracional al respecto. Lamento todos los problemas que hemos causado”. La expresión de fatiga en la expresión de Christina solo se intensificó.

Liselotte negó con la cabeza con humildad. “Oh no, en absoluto”.

“En cualquier caso, la princesa Christina y la princesa Flora han regresado. Gracias a eso, todos nuestros problemas inmediatos se han resuelto. Pensemos en esto de una manera positiva”, les dijo Francois a los dos.

“Okay.” Christina y Liselotte asintieron juntas.

“El Imperio de Proxia que respalda la traición de Rubia es preocupante, pero ¿hay algo más que necesite atención?”

“Esa es prácticamente toda la información que tenemos… Pero si el Imperio de Proxia tiene a alguien que pueda usar libremente la teletransportación, sería un gran problema”, dijo Christina.

“Mmm. Hechicería antigua perdida que permite la manipulación del espacio. He oído hablar de su existencia, pero nunca lo he presenciado con mis propios ojos. Me gustaría pensar que no es fácil de usar, pero…” Liselotte se apagó.

“Deberíamos estar preparados para el peor de los casos. No sé con qué libertad pueden controlar el destino del teletransporte, pero sería peligroso si lo establecieran en su castillo”.

“De hecho lo haría… Por ejemplo, el banquete en el que presentamos formalmente a Lady Satsuki al público. Nunca terminamos de deducir la ruta de infiltración que usaron los insurgentes, pero si el Imperio de Proxia estuvo involucrado en esa incursión, el incidente se puede explicar mediante el uso de la teletransportación”, dijo Francois.

“Si eso es cierto, entonces es un pensamiento aterrador”. El padre de Liselotte, Cedric Cretia, expresó sus sentimientos después de evitar activamente participar en la conversación hasta ahora.

“De hecho lo es…” el Duque Huguenot imaginó el uso de la teletransportación en un ataque a Rodania y estuvo de acuerdo con simpatía en su voz.

En ese entonces, no pude detectar ninguna alteración en la esencia mágica por el uso de la hechicería de teletransportación, recordó Rio. Cualquier artefacto de detección de esencia lo habría detectado, e incluso las personas que no pueden visualizar la esencia pueden detectar la perturbación después de que se activa el teletransporte, si tienen sentidos agudos. Pero… Con una barrera de bloqueo de esencia, podría ser posible suprimir la alteración de la oda y el maná causada por la hechicería de teletransportación.

En medio de la inquietud de todos los demás, usó su familiaridad con la hechicería de teletransportación para analizar si se había utilizado la teletransportación.

“También sería muy preocupante si pudieran teletransportarse directamente a la habitación de alguien importante. El solo pensamiento de esa posibilidad me da escalofríos”, tarareaba Francois con una mirada sombría. Los otros debieron haber imaginado a alguien teletransportándose a sus habitaciones también, ya que sus expresiones eran bastante aturdidas.

“Eso no debería ser un problema”, dijo Rio para disipar sus problemas. “¿Oh? ¿Y por qué es eso?” Preguntó Francois.

“Para teletransportarse con hechicería, las coordenadas del destino deben establecerse con anticipación, por lo que no puede teletransportarse a ningún lugar donde no haya estado antes. Lo más probable es que se haga con un par de artefactos: uno para teletransportar al objetivo y otro para establecer el destino. Si querían teletransportarse a la habitación de una figura importante, tendrían que colarse en esa habitación con anticipación para establecer las coordenadas. Teniendo en cuenta la dificultad de hacerlo, es más probable que elijan una ubicación más fácil de acceder”.

Los ojos de Francois se agrandaron. “Tienes un conocimiento extraño sobre esto…”, comentó con asombro.

“Me enteré por mi benefactora, Lady Celia de la casa del Conde Claire. Dijo que se describía así en la literatura antigua”.

Los residentes de la aldea espiritual podían usar el teletransporte, y el propio Rio poseía artefactos con hechicería de teletransportación incrustada en ellos, pero naturalmente no podía decirles eso aquí. Por eso mencionó el nombre de Celia para no responder.

Lo siento, Celia.

“¿Celia Claire, la joven hechicera de Beltrum dijo que era un genio, dices? Entonces la información debe ser confiable”. Cuando se trataba del campo de la hechicería, el nombre de Celia era extremadamente persuasiva. Francois tarareó asombrado.

“Si el Imperio de Proxia estuvo involucrado en la incursión en el banquete, y si se usó hechicería de teletransportación para ello, entonces alguien presente puede haber colaborado con ellos para establecer las coordenadas. Si hubiera alguien allí, sería fácil establecer las coordenadas dentro del castillo. Por ejemplo…”

“Alguien del Reino de Rubia, ¿crees?” Francois consideró la gran posibilidad de la participación del Imperio de Proxia e inmediatamente sospechó del Reino de Rubia, al ver que acababan de traicionarlos.

“Sí,” Rio asintió lentamente.

“De hecho, si el Reino de Rubia nos traicionó tan pronto como en ese entonces, las cosas tendrían sentido”, dijo Francois con frialdad, su ira se intensificó. Si el Imperio de Proxia poseía artefactos mágicos con hechicería de teletransportación, Lucius usar el mismo método tenía sentido.

“Si le preocupa que el artefacto utilizado para establecer las coordenadas de destino aún se encuentre dentro de los terrenos del castillo, debe realizar una investigación exhaustiva para detectar cualquier reacción de esencia sospechosa. Un artefacto que se usa para establecer coordenadas debería emitir una cierta cantidad de esencia mágica”.

Aunque pocos en número, los hechiceros que podrían usar Zona Revelare (magia de búsqueda de áreas) podrían llevar a cabo la investigación, al igual que los pocos artefactos capaces de detectar reacciones de esencias.

“Ya veo. Esta ha sido una discusión verdaderamente constructiva. Hay artefactos capaces de detectar esencias sospechosas en ciertas partes del castillo, pero solo cubren un área extremadamente limitada. Es muy probable que haya artefactos allí. Una vez que hayamos terminado aquí, haré que se lleve a cabo un registro del castillo y reevaluaré la seguridad”. Francois sonrió, complacido de saber que sus temores de una invasión repentina podrían abordarse.

“Como referencia, el artefacto mágico que nos teletransportó a Flora y a mí a Paladia tenía la forma de un cristal. Pero es posible que el que se establece en el destino tenga una forma diferente”, ofreció Christina.

“Entiendo. Gracias por esa información”, dijo Francois, asintiendo.

También debería realizar una búsqueda alrededor de Amande. Tal vez debería enviar a alguien de regreso primero para arreglar eso, pensó Liselotte para sí misma. Esta información por sí sola había valido la pena su viaje hasta aquí. De hecho, en este momento, todos en la sala se resolvieron a revisar minuciosamente sus alrededores.

“Ahora bien, creo que todo lo que queda es considerar contramedidas contra la teletransportación forzada por la que pasaron las princesas”, dijo Francois, pasando al siguiente tema.

“Es probable que solo una pequeña cantidad de personas puedan ser teletransportadas a la vez. O el hechizo de activación se canta antes de que el cristal sea arrojado al objetivo, o el lanzador se teletransporta mientras se encuentra dentro de un cierto rango de la persona a la que quiere arrastrar. Si tomamos en cuenta el tiempo entre el canto y la activación del hechizo, debería haber una manera de manejarlo si reaccionas a tiempo, pero puede ser bastante difícil…” explicó Christina, dando un análisis preciso basado en cuándo el cristal de teletransportación se utilizó en ella misma.

“Así que o te alejas del taumaturgo antes de que termine de cantar, o rechazas el cristal que les arroja. Es mejor que no saber nada en absoluto, supongo. Se lo pasaré a los guardias de seguridad”.

“Sí. Rezo para que este tipo de situación nunca vuelva a suceder… La Restauración también reexaminará nuestra seguridad”.

“En efecto. Supongo que eso es todo lo que había que abordar por ahora… Ahora que hemos intercambiado toda la información necesaria, hablemos de Haruto a continuación”, dijo Francois, mirando a Rio.

“¿Yo?” Los ojos de Rio se abrieron ante el repentino foco de luz e inclinó la cabeza con torpeza.

“Sí. Necesitamos discutir su recompensa”.

“No necesito nada en particular…” Recibir cosas solo sería un problema, por lo que Rio trató de declinar respetuosamente. Sin embargo…

“No lo permitiré. Ahórrame tus bromas” dijo Francois, disparándole sin rodeos.

“Estoy siendo serio…”

“Lo preocupante es que, en su caso, declina por la molestia más que por la falta de deseos. ¿Tiene la intención de retirarse como ermitaño a una edad tan joven?” Francois se lamentó, llevándose una mano a la frente con preocupación.

“Preferiría vivir una vida tranquila y pacífica, si es posible”, admitió Rio con una sonrisa irónica.

“Como cuando te nombré Caballero Honorario, es mi deber como rey recompensar adecuadamente tus distinguidos servicios. No habrá futuro para el reino si tales actos meritorios no reciben el debido reconocimiento. Los logros deben recompensarse en orden. De no hacerlo, solo las mejores personas se irán hacia pastos más verdes”.

“Por supuesto, soy consciente de eso…”

Fue un asunto sencillo. Al crear una costumbre en la que aquellos que lograron logros podrían esperar ser debidamente reconocidos, las personas que sirven al reino trabajarían frenéticamente para alcanzar mayores alturas. No había mucha gente que trabajara hasta los huesos por una nación que no los valoraba. Una doctrina basada en el desempeño crearía antagonismo entre quienes compiten por el reconocimiento, pero eso podría manejarse con un sistema debidamente establecido.

Una cruda verdad  para nuestro reino, que no solo falló  en valorarlo adecuadamente, sino que incluso lo acusó de una falsa acusación… Christina hizo una mueca de amargo pesar.

“Entonces, acepta tu recompensa. El regreso seguro de la princesa Christina y la princesa Flora también es de inmenso beneficio para Galarc. Es motivo más que suficiente para una recompensa. De hecho, también se le debe una recompensa por acompañar a la princesa Christina de Cleia a Rodania. No has visitado el castillo desde el banquete, por lo que el incidente aún no está resuelto”. Francois lo miró fijamente.

“Estoy muy agradecido”.

“Por eso, aprovecharé esta oportunidad para recompensarte por todo, prepárate”.

“Entendido…” Rio asintió, inclinando la cabeza.

Charlotte se unió a la conversación con una risita. “Hee hee, Sir Haruto es tan divertido. No está destinado a reaccionar a una recompensa con decepción. Pero como dijo mi padre, no visitas el castillo con la suficiente frecuencia. Eso es inaceptable”, protestó, hinchando sus mejillas hacia Rio con una mirada de mal humor.

“Mis disculpas. Viajaba de un lugar a otro”, respondió Rio, retrocediendo.

“¿Sin embargo, comiste con Lady Satsuki y Liselotte?” Charlotte señaló de inmediato, lo que provocó que Rio luchara por encontrar las palabras.

“Eso es…”

“Deja de atormentarlo, Charlotte. Estamos discutiendo el tema de las recompensas en este momento”, dijo Francois, interviniendo.

“Entiendo. Podemos dejar este tema para más adelante, cuando podamos repasarlo en detalle”. Charlotte inmediatamente retrocedió, lanzando una sonrisa sugerente y hechizante a Rio.

“…”

Rio miró a Satsuki en busca de ayuda, pero se encontró con un encogimiento de hombros de resignación.

“La Restauración también quisiera recompensarte”, dijo Christina en tono de disculpa, habiendo sentido la situación de Rio.

“Ya he recibido una finca en Rodania de la Restauración, por lo que no me sentiría cómodo aceptando nada más…”

Por supuesto, eso no era aceptable.

“He sido testigo de la realización de muchas hazañas encomiables desde mi posición, pero ninguna ha sido tan notable como la tuya, Haruto. Sus numerosos logros han salvado la Restauración una y otra vez. Si no lo recompensamos, corremos el riesgo de que se propaguen rumores negativos. Por favor, acepte también nuestra gratitud”, dijo alegremente el Duque Huguenot en nombre de Christina, que no fue tan persuasiva.

“Entiendo…” Rio asintió a regañadientes.

“Hablando de eso, ¿tienes una mansión en Rodania?”

“Sí. Recibí uno el otro día”.

“Mmm. Sería extraño que tuvieras un lugar en Rodania, pero no en Galarc. Te daré una de las mansiones de la familia real dentro de los terrenos del castillo”, declaró Francois.

“…”

Christina, Liselotte, el Duque Cretia y su esposa, y el Duque Huguenot, todos miembros experimentados de la clase noble y superiores, todos parecían claramente consternados, lo que era una expresión poco común en ellos. Sólo Charlotte se quedó sonriendo triunfalmente.

“¿Una mansión dentro de los terrenos del castillo? No creo haber visto nunca a ningún noble viviendo dentro de los terrenos…” dijo Rio, mirando a los demás.

“Por supuesto no. El castillo y sus tierras pertenecen a la familia real, después de todo. Si bien los huéspedes pueden permanecer en el castillo, no se permite la residencia a largo plazo de personas ajenas a la realeza. Ni siquiera Cedric, el Duque Cretia, el principal noble de este reino, tiene una propiedad en los terrenos del castillo. La mansión del Duque Huguenot en la capital de Beltrum también habría estado fuera de los terrenos del castillo”, dijo Francois, mirando al Duque Cretia y al Duque Huguenot.

Por cierto, muchos de los nobles influyentes que se desempeñaron como señores de los territorios prestados por el reino querían asumir posiciones importantes dentro del castillo real.

De hecho, querían hacerlo porque eran influyentes. Esto se debía a que en naciones centralizadas como Galarc o el Reino de Beltrum, la participación en el gobierno del reino solo podía hacerse desde el centro, es decir, el castillo real.

Por lo tanto, era costumbre que los nobles tuvieran hogares secundarios en el distrito noble de la capital, separados de su residencia principal en su territorio.

La distancia de la mansión al castillo y la extravagancia de la propiedad también se convirtió en un símbolo de estatus para quienes trabajaban en el castillo.

Era común que el jefe de familia dejara la gestión de su territorio a un heredero y pasara la mayor parte del año en la capital para trabajar en el castillo.

“En ese caso, creo que debería ser imposible para mí poseer una mansión dentro de los terrenos del castillo cuando ni siquiera soy un Duque…” Dijo Rio vacilante, investigando las verdaderas intenciones de Francois.

“Eso es porque este es un privilegio único en su tipo que no está disponible para los otros nobles del reino. Estoy seguro de que muchos se quedarían atónitos al escuchar esto “, dijo Francois, sonriendo.

“Eso es demasiado… ¿No sería suficiente una mansión fuera del castillo? No debería haber ninguna razón para que esté dentro de los terrenos del castillo…”

El propio rey básicamente estaba declarando su favoritismo por Río sobre otros nobles, una acción que solo atraería atención no deseada. Por lo tanto, Rio deseaba rechazar la oferta.

“Oh, pensé que sería más fácil para Lady Satsuki entrar y salir libremente si estuviera dentro de los terrenos del castillo. El procedimiento para salir del castillo puede ser bastante problemático, por lo que eliminaría esa molestia por completo. Lady Miharu también puede quedarse todo el tiempo que quiera la próxima vez que visite el castillo. ¿No es una idea maravillosa?”

“Eso ciertamente sería conveniente…” murmuró Satsuki.

Francois sonrió ante eso. “Tampoco hay necesidad de preocuparse por la reacción de los nobles. No tendrán más remedio que callarse una vez que se enteren de su lista de logros. Si lo consideramos una recompensa tanto por acompañar a la princesa Christina a Rodania como por el incidente esta vez, parece razonable. ¿No estás de acuerdo, Cedric?”

“Ciertamente, callarían… Pero también aparecerán personas envidiosas. Los nobles que trabajan en la corte real en particular pueden sentirse descontentos. Estas personas formarían camarillas para difundir chismes maliciosos. ¿No sería mejor para Haruto evitar crear enemigos en la corte real?” El Duque Cretia dio su sincera opinión pensando en Río.

“Aquellos que envidian sus logros aparecerán sin importar qué, pero es posible que podamos hacer algo para disminuir esos números. Es lo mismo que la lucha de poder habitual que se lleva a cabo en el castillo, todo se reduce a con quién te alías”.

“Estoy completamente de acuerdo…”

“Con Cedric, Lady Satsuki y yo, acorazados del lado de Haruto, la mayoría de la gente será silenciada por el miedo. Todo lo que queda es darle un empujón final. Si me muevo, será un claro acto de presión… ¿Entiendes?”