Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 3

Capítulo 5: Edad Veintiuno

Parte 1

La tarde del 29 de abril, Miyako se dirigía al apartamento de Itsuki, habiendo sido invitada hace cinco días para una sesión de juegos con Haruto y la pandilla.

Hoy era su cumpleaños número veintiuno. El hecho de que Itsuki haya especificado un día para esta reunión sugería que podrían celebrar su cumpleaños… o eso esperaba, un poquito. Pero, ¿Itsuki realmente haría algo tan considerado? Ella ni siquiera le había dicho su fecha de cumpleaños. Miyako sacó esos pensamientos de su cabeza.

Sin embargo, sus compañeros de universidad habían celebrado su cumpleaños ayer. Hoy comenzaba la Golden Week, el conjunto de días nacionales feriados que inician la primera semana de mayo en Japón, por lo que esos compañeros estaban demasiado ocupados con trabajo, citas, o visitando familiares como para poder reunirse el día exacto.

Llegando al Apartamento de Itsuki, Miyako tocó el timbre. La puerta se abrió, e Itsuki asomó la cabeza.

“Oh, ¿Ya estás acá? Ven, entra.”

“Um, claro” dijo ella, notando un aroma dulce al poner un pie dentro. Al momento que ella pasó por la cocina hacia la sala, se escuchó el pow-pow-pow de los pequeños tronadores para fiesta.

“““““¡¡SORPRESA!!”””””

Itsuki y el trío dentro del cuarto—Nayuta Kani, Haruto Fuwa, y Chihiro Hashima—gritaron todos juntos.

“¡¿Eh…?!”

Ella había estado esperando esto, aunque solo un poquito, pero sucedió tan de repente que hizo que Miyako abriera sus ojos de par en par.

“Feliz  Cumpleaños,  Myaa…   ¿Te  sorprendimos?”    se aventuró a decir Nayuta, mirando tímidamente.

“Um, s-sí… Claro que sí…”

La chica dio una radiante sonrisa a Miyako. “Jee-jee- jee… ¡Lo logramos, chicos!”

“Fue Kanikou la que sugirió esto”, dijo Itsuki, sonriendo un poco.

“Ohh… Bueno, gracias, Nayu.”

Ella acarició la cabeza de Nayuta con aprecio. “Jee-jee- jee” fue el placentero sonido en respuesta. Esto hizo sonreír a Miyako de oreja a oreja. ¡Esta Chica es muuuuy linda!

Los dos hombres en el cuarto, viendo esta exhibición increíblemente fraternal, se sonrojaron—los ojos de Itsuki en Nayuta, los de Haruto en Miyako.

“¿Hmm? ¿Qué?” preguntó Miyako, notando la mirada de Haruto.

“¡Oh, no, nada! Feliz cumpleaños, Miyako. Ya es hora de que te sientes en tu asiento de honor, ¿bien?”

“Um, ¡bien!”

Siendo guiada, Miyako se sentó en el lado del kotatsu

para seis personas que daba a la ventana, donde Haruto normalmente tomaba el rol de gamemaster para sus noches de RPG. Itsuki tomó el lugar a un lado de Nayuta, y Chihiro se sentó frente a Miyako.

Sobre la mesa había una gran cena que hacía parecer que la cena a la cual los amigos de Miyako la habían llevado ayer, fueran no más que migajas en la calle. Incluso hizo que ella se pusiera un poco sentimental. Había papas gratinadas, tarta de espinaca, pies de carne, pasta marina, estofado de crema, y un gran tazón de ensalada César…

“Um, ¿tú hiciste todo esto, Chihiro?”

“La mayoría… Puede que haya hecho demasiado”, dijo Chihiro mientras asentía, un poco avergonzado.

“Esto es  asombroso… E-Eres mucho  mejor que  yo haciendo cosas de chicas…”

“¡¡N-No,  soy  pésimo haciendo cosas de chicas!!” 

“Oh, um… ¿Lo siento?” dijo Miyako, confundida sobre esta extraña reacción exagerada.

“Acá tienen”, intervino Haruto, tomando el vaso de Miyako y vertiendo de una botella con una cereza dibujada en ella. El líquido era de color rojo oscuro, imbuido de unas pequeñas burbujas rosas.

Esto era una Lindemans Kriek, una cerveza hecha con levadura encontrada solo en cierta parte de Bélgica, añejado durante uno o dos años, luego infundida con jugo de cereza y dejada fermentar por más tiempo.

Había tomado mucho tiempo y esfuerzo para crear esta cerveza, y aunque no era intensamente alcohólica, tenía un buen cuerpo.

Una vez que todos los vasos estaban llenos:

“Muy bien, Myaa… ¡Feliz cumpleaños!”

Itsuki y Haruto se unieron al brindis de Nayuta. “Gracias”, contestó Miyako sonrojada mientras tomaba un sorbo. La dulzura de las cerezas esparciéndose en su boca, junto con la leve acidez de la cerveza pura. Era tan fácil de beber que terminó acabándose la mitad del vaso a la primera.

“¡Ooh, está buena!”

“Me alegra que te guste”, dijo un Haruto claramente aliviado.

En medio de beber cerveza y disfrutar de todo lo que Chihiro hizo para ellos, Haruto sacó una segunda botella para el vaso de Miyako. Al igual que el Lindemans de antes, esta también tenía una cereza en la etiqueta.

“¿Otra cerveza de cereza?”

“Esta se llama Boon Kriek. Pruébala”, respondió Haruto con una sonrisa un poco burlona.

Miyako obedeció, bebiéndose el vaso. Esta también tenía un bonito matiz rojo, y el diseño de la botella era el mismo, así que ella pensó que sería otra cerveza dulce. Se equivocaba.

“¡Nnh! ¡¿Es agria?! …Oh, pero me gusta también.”

Las Lindemans siempre tenían una dulzura frutal, pero con las Boon Kriek, la agrura era lo principal, y luego llegaba solo el suficiente sabor frutal. Esto desconcertó a Miyako en un principio, pero sin embargo ella terminó dando un suspiro satisfecho.

“Bueno, genial. Traje unas cuantas cervezas de cereza diferentes para esta noche, así que pruébalas todas”, dijo un Haruto semi preocupado.

Mientras tanto, Itsuki le susurro gentilmente.

“¿Cervezas de cereza? …Así que le estás dando tu cereza, ¿no?”

“……………”

Sea cual sea el profundo significado que Itsuki estaba dando a entender, Haruto simplemente desvió su mirada y pretendió no haberlo escuchado.

***

Después de disfrutar el  banquete de la mesa, era momento para los regalos. Cada invitado había traído su regalo, e Itsuki no tenía idea de lo que los demás le habían traído a Miyako.

“¡Bien, siéntete libre de aceptar mi regalo primero!” él comenzó, viéndose increíblemente confiado.

“¡Ooh!   ¿Qué  me   trajiste?”    Miyako  intentó   actuar tranquila, a pesar de los fuertes latidos de su corazón.

“Mi regalo es… ¡este!” 

Él sacó algo de la bolsa de papel que tenía en la mano. Era un gran cuadro de papel blanco, aparentemente su autógrafo, y tenía la fecha de hoy y ‘Para Miyako Shirakawa’ escrito en letra pequeña en una esquina.

“Ehh…”

“¿Un autógrafo…? ¿De quién es?” Miyako aceptó la hoja, un poco desconcertada.

“¡Mío, por supuesto!”

“¿Tuyo…?”

Incluso después de decirlo, las líneas hechas con marcador estaban tan en cursiva que era difícil de ver el ‘Itsuki Hashima’ que estaba escrito ahí.

“¿…Tú pensaste en esto?”

“¡Ja! Por supuesto. ¡Este es un autógrafo con un gran significado detrás! Lo perfeccioné incluso antes de escribir mi primera novela para el concurso”, Itsuki dijo. “Eso es muy pronto”, Haruto se rio.

“Hmm…” Miyako parecía menos que convencida. “…Entonces, ¿qué es esto?”

“Es mi regalo de cumpleaños, obviamente”, respondió Itsuki, sacando pecho. “¡Un autógrafo de Itsuki Hashima, tu autor favorito! ¡No existe mejor regalo!”

“………….”

“¿…Qué? ¿Estás tan conmovida que no puedes hablar?”

“No, es solo que, eh…”

“¿Hmm?”

“¿Quién regala su propio autógrafo a alguien como regalo de cumpleaños…?”

Miyako se veía como si realmente esta fuera la gota que derramó el vaso. Esta definitivamente no era timidez y menos una respuesta abrumadoramente emocional. Ella realmente había alcanzado su límite e Itsuki pudo sentirlo fuerte y claro.

“¿Um…eh…?”

“…Ugh…”

“¿…Estoy  siendo,  um,  demasiado  descarado…?”  el sudoroso Itsuki se atrevió a susurrar.

“Sí” dijo Haruto.

“Más que demasiado, diría yo”, agregó Nayuta.

Chihiro simplemente apuntó sus ojos al techo.

“Aw, en serio… No puede ser…”

“Cielos… Bueno, igual me lo quedaré, no me malentiendas…pero, ¿qué debería hacer con esto?”

Con un suspiro, Miyako colocó el cuadro dentro de su bolsa.

“Hmph.” Itsuki hizo un puchero. “Si de verdad no lo quieres, puedes subastarlo en internet.”

“Oh, no llegaría a eso. Quiero decir, al fin y al cabo, escogiste este regalo solo para mí…”

Ella le dio una pequeña sonrisa.

“Um, acá está el mío. Disculpa que no sea nada tan especial”. Con cautela, Chihiro le entregó a Miyako un pequeño paquete envuelto con un lindo lazo.

“Gracias, Chihiro, ¿puedo abrirlo?”

“Claro”, él asintió y Miyako lo abrió cuidadosamente.

Dentro había un pañuelo. Era colorido, pero no muy llamativo—un diseño muy delicado—perfecto para los gustos de Miyako.

“Uh, pensé en que siempre es bueno tener un pañuelo extra y no sería problema si alguien más te regalara lo mismo, así que…”

“¡Muchísimas gracias! ¡Me encanta! ¡Lo cuidaré muy

bien!” Miyako sonrió honestamente. “Conoces muy bien el corazón de una dama, ¿no es así, Chihiro? Tu hermano podría aprender una o dos cosas de ti.”

“¡Oh, para nada! ¡No entiendo lo que piensan las mujeres en lo absoluto!”

Chihiro se puso rojo al mismo tiempo que contestaba, mientras Itsuki estaba claramente molesto.

“Bueno, um… Te traje esto…”

El regalo que nerviosamente ofreció Haruto era una pequeña botella con corcho. Había líquido dentro, haciendo a Miyako preguntarse si era un perfume o algún tipo de cosa para aromaterapia. Pero, además, la botella también contenía algo largo y delgado, como una raíz de árbol, y había sedimento en el fondo.

Parecía un pequeño acuario, y en el interior, Miyako vio tres pequeñas criaturas enérgicamente nadando.

“Wow, ¿Qué son? ¿Plancton?”

Dando una mirada más de cerca, se veían más como pequeñísimos camarones, cada uno de no más de un centímetro de largo.

“O… ¿Camarones?”

“Sep, eso son.”

“¡Ohh! ¡Son tan pequeños y lindos!” Miyako sonrió. La vista de los camarones moviéndose de un lado a otro era extrañamente relajante para ella. Los otros tres en la sala se inclinaron para ver más de cerca.

“¡Vaya!”

“¡Oye, tienes razón, son lindos!”

“Hohh… Ya veo, camarones. Que buen regalo.”

“Se llaman ‘camarones hada’” explicó Haruto. “Pertenecen a la familia de los camarones. Comen algas marinas, junto con su propia piel que mudan, así que no hay necesidad real de alimentarlos. Un escritor llamado Yuu Shimizu le regaló unos de estos a un amigo escritor que estaba en el hospital, y fue tanto el éxito que doctores y pacientes pasaban por su habitación solo para ver a estos pequeñines nadando.”

Miyako estaba muy ocupada sonriendo y exclamando lo lindas que eran estas criaturitas como para escuchar.

Bueno, esto está bien, pensó Haruto, comenzando a sonreír. Él estaba un poco preocupado sobre regalar un animal vivo, a pesar de conocer a ese otro autor, pero claramente el regalo fue un éxito. La vista hizo que él realmente se sintiera aliviado.

…Pero no era Miyako la más emocionada por esto. “¡Ooh, míralos! Esos camarones son tan lindos… ¡No solo tienen buen sabor, también son lindas mascotas! Es difícil ganarle a un regalo así…”

Ese fue Itsuki, inclinándose por sobre la mesa para ver la botella, sus ojos brillando como estrellas.

“Qué lindos… Debería comprarme unos también…”

“¿…Por qué eres tú el más emocionado?”

Mientras Haruto sonreía, Nayuta de repente se puso seria.

“¡Príncipe Mujeriego Crónico! ¿Hay una ‘versión cangrejo’ de esta mascota? ¿Un cangrejo muy pequeño que no tengas que cuidar y que viva bastante tiempo?”

“Sí, tenían uno que era de alrededor de una pulgada de largo, pero no sé si sea igual de fácil de cuidar…”

“Aww… Quería que Itsuki se emocionara por ‘mi cangrejo’, también…”

“…Si eso es lo que quieres, ¿Por qué no cambias tu pseudónimo a Chica Camarón o algo por el estilo?”

Cuando la conmoción se tranquilizó, llegó el momento para el regalo de Nayuta.