Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 3

Capitulo 23: Una Nueva Batalla

Parte 2

Era la primera vez que escuchaban este dicho, pero todas tenían experiencia en batalla. Podrían llenar fácilmente los espacios vacíos.

“Sabemos mucho de ti, Mavis. Y también sobre tu familia…”

“¡Ah!”

Reina y Pauline entendieron.

Solo Mavis seguía mirando inexpresivamente, obviamente sin idea.

Parecía que no se daba cuenta de cuántas veces les había contado historias de su familia durante más de medio año que habían estado juntas.

De hecho, Mile, Reina y Pauline sabían bastante sobre la familia de Mavis. Quizás más que nadie, excepto por los propios miembros de la familia.

***

“¿Qué? ¿Quieres que entrene contigo, padre? No gracias, tendré que pasar. Eso no me ayudará a mejo—”

“¿Q-qué?”

A la mañana siguiente, el Conde regresó, con el propósito de llevar a Mavis a casa con él. Sin embargo, Mavis rechazó su oferta con una mueca, dejando al Conde con los ojos abiertos.

“¿Qu-qué estás diciendo?”

“Bueno, como dije… no estás ni por cerca del nivel de mi maestra, padre.”

“¿Qu…?”

Antes de que la expresión de su padre pudiera transformarse en ira, la expresión de su rostro fue de conmoción.

Sus dos hermanos y los otros caballeros se miraban desconcertados.

El Conde Austien era un individuo consumado, reconocido en toda la tierra por su destreza marcial. No había ningún maestro de esgrima en ningún lugar del reino que pudiera superarlo.

Por lo tanto, si Mavis deseaba fortalecerse, tenía sentido que él fuera quien la entrenara. Se había ofrecido como soborno y sin embargo, esta fue su respuesta.

Una vez que se recuperó de su sorpresa, el Conde asumió que Mavis solo estaba hablando tonterías por la desesperación, se echó a reír internamente.

Ahora, sabía que tenía una manera de traer a su terca hija a casa pacíficamente. Si él pudiera mostrarle a Mavis cuán débil era su supuesta maestra y demostrar que ella realmente no se había vuelto tan fuerte, entonces los motivos por los que se oponía a su plan quedarían completamente frustrados.

No quería que Mavis se enojara o lo odiara. Si era posible, él quería que su hija aceptara regresar a casa por su propia voluntad, por lo que sintió que le había caído una oportunidad del cielo.

“¡Oho! Bueno, entonces debes tener una maestra bastante ilustre. Si es realmente tan fuerte, me gustaría enfrentarla en un combate de uno contra uno. Si esta persona es realmente más fuerte que yo y tú puedes demostrarme que has seguido sus enseñanzas con seriedad, no tendré ninguna objeción a que continúes con su entrenamiento. Sin embargo, si todo esto es fanfarronería, entonces espero que vengas en silencio…”

“¡Entendido! Si pierdes, padre— y hmm, ¡sí puedo ganar contra Primer Hermano, entonces dejaremos de hablar de mi regreso a casa y me dejarás vivir como yo elija!¡Y todos los reunidos aquí pueden servir como testigos de ese hecho!”

“¿Qu…?”

El Conde, sus dos hijos y los caballeros presentes, una vez más, parecían completamente desconcertados ante la declaración de Mavis. Una sonrisa satisfactoria se había extendido por su rostro.

El Conde, que debería haber estado satisfecho con la forma en que avanzaba la discusión sobre el regreso de Mavis a casa, tenía un mal presentimiento sobre todo esto. Tal vez era su intuición como un genio táctico…

“¡No! Si eso sucede, entonces invitaré a esta maestra a residir con nosotros…”

Incluso si parecía cobarde o hacía que sus seres queridos lo odiaran, era tarea de la familia tomar medidas de precaución para mantener a sus familiares fuera de peligro, no importa cuán pequeña sea esa posibilidad de peligro.

“No. Mi maestra no es alguien que esté atada a los caprichos de una familia. Solo dices esto porque naturalmente yo también vendría. Oh, padre, ¿podría ser que no estás seguro de que ganarás?”

“Muy bien… ¡Hazlo a tu manera! ¿Cuándo será el encuentro?”

“Mañana por la tarde, después de haber entregado al Vizconde y al comerciante. En la arena de esta ciudad.”

“¿Qué? ¿Podrá tu maestro llegar a tiempo? Bueno, eso está bien. Acepto. Mañana por la tarde. Será mejor que disfrutes de esta última noche con tus compañeras lo mejor que puedas…”

Había cedido ante la provocación de Mavis. Aunque ya no estaba completamente segura de su propia victoria, el Conde no tenía miedo. No sabía quién era esa persona a la que se enfrentaría, pero no había forma de que pudiera perder ante un maestro sin nombre que pasa su tiempo con una cazadora novata como pupila. De eso estaba seguro.

Y además de eso, no había forma de que Mavis pudiera ganar contra su hijo mayor. Incluso si los milagros existieran en este mundo, nunca sucederían dos al mismo tiempo. Eso creía él.

“Mile, ¿estás segura de que esto funcionará?”

En el momento que el Conde se marchó, el rostro de Mavis, que había rebosado de confianza, se transformó instantáneamente en una expresión de inquietud.

“Todo depende de ti, Mavis. ¡Ahora, vayámonos!”

Y así, las chicas se dirigieron a la arena de la ciudad.

Cualquier ciudad más o menos grande tenía una. Obviamente, no era nada comparado con la de la capital—solo un pedazo de tierra rodeada por los puestos de los espectadores— pero era una instalación precisa para una población que tenía muy pocos entretenimientos.

Y así, comenzó el curso intensivo de Mile.

“¡Eso está mal! Ahí, tienes que sonreír y luego decir: ‘¿Realmente crees que alguien como yo necesita un entrenamiento especial para adquirir un movimiento tan simple?’ ¡Una vez más, desde el principio!”

“……”

Las otras dos quedaron atónitas en silencio.

***

El contingente de la guardia que llegó justo después del mediodía del día siguiente solo había sido informado de que iban a transportar al comerciante, por lo que eran pocos en número, con solo un carruaje de dos caballos, un conductor y tres guardias en total. Ningún ladrón sería tan tonto como para atacar a un carro que transportaba criminales.

Normalmente, este grupo habría sido suficiente, pero ahora que había un noble para ser transportado también, no eran suficientes. Además, ahora que un noble había sido detenido, esto requeriría mucha más atención por parte de los superiores.

Aun así, una vez que el Conde explicó la situación al jefe de los soldados que lo transportarían se ofreció acompañarlos también a la capital, el grupo pareció aliviado.

Quizás también podría acompañar a Mavis a casa a través de la capital— o podría confiar ese deber a sus hijos y hacer que la llevaran directamente de regreso a la mansión. Mientras reflexionaba si podría ser un alivio para sus amigas que Mavis se fuera directamente de aquí, el tiempo marchó y pronto, el momento del duelo de prueba contra el grupo de Mavis había llegado.

El Conde llamó a sus hijos y a sus caballeros y se dirigieron a la arena en las afueras de la ciudad.

“¿Q-qué es esto…?”

Cuando el grupo del Conde llegó encontró una multitud masiva, tan grande que se preguntaron si toda la ciudad se había reunido. Los puestos de comida y los carruajes de los vendedores ambulantes se gritaban unos a otros, anunciando sus productos.

“¡Ah, Conde Austien, ¡permítame mostrarle el área de espera!” dijo Pauline, apresurándose a saludarlos.

“¿C-cuál es el significado de todo esto…?” demandó el Conde.

“Bueno, esta gente del pueblo necesita entretenimiento y pensamos que esta sería una gran oportunidad para que los comerciantes locales hagan un poco de publicidad, así que armamos esto… ¿Es un problema para usted?”

Nada de esto era una mentira. De hecho, era tal como dijo Pauline. Sin embargo, también había otras razones para esto.

En primer lugar, el orgulloso Conde no era el tipo de persona que rompía una promesa. Esa fue la conclusión a la que llegaron al analizar más de medio año de historias relacionadas con este hombre. Sin embargo, nadie sabía qué podían hacer sus hermanos mayores cuando se trataba de proteger a Mavis. Por esa razón— para asegurar que su acuerdo no se rompiera— se había reunido una gran cantidad de testigos.

Adicionalmente, habían establecido un contrato con el gremio de comerciantes locales para recaudar el veinte por ciento de las ganancias de los puestos de comida y los carruajes de mercancías. Después de todo, costaría mucho dinero reconstruir la tienda recuperada.

El Conde comprendió esto de la explicación inicial de Pauline. Para reconstruir una tienda cuyo nombre había sido arrastrado por el suelo, era crucial que todos supieran que ahora estaban bajo una nueva administración.

Ese era un hecho indiscutible. Además, era difícil difundir información muy rápidamente, por lo que no había nadie que dejara pasar una oportunidad tan prometedora como esta.

“¿Dónde está Mavis?”

“Ah, aunque esta solo sea una batalla simulada, dijo que no es bueno que los oponentes interactúen antes de la pelea. Está esperando en el lado opuesto.”

“Hm, esa es una forma muy madura de pensarlo…”

El Conde hizo una mueca peculiar, que era casi entrañable.

“El otro lado ya ha completado sus preparativos. Tan pronto como esté listo, procederemos con el encuentro entre la maestra de Mavis y usted.”

“Entendido,” respondió el Conde y comenzó sus preparativos.

“¡Gracias a todos por su paciencia! ¡Lo que les presentamos ahora es una batalla por la libertad, entre la joven cazadora que ayudó a liberar esta ciudad del malvado mercante y su padre, que desea arrastrarla a su casa en contra de su voluntad y obligarla a prepararse para un matrimonio arreglado!”

“¡¡Woooooooooooooo!!”

“¡Espera un minuto!”

Justo en ese momento, una voz se elevó desde algún lugar de la multitud. Pauline escuchó el grito de protesta, pero lo ignoró, continuando su discurso.

“¡Las condiciones para la victoria del lado de la joven cazadora son que su maestra debe ganar una pelea contra su padre y ella debe ganar contra su hermano mayor! Deben saber que su padre es un reconocido maestro de la espada y su hermano también es un experto espadachín, de la primera división de los caballeros del propio Conde. ¡Qué tonto, este será un combate unilateral!”

“¡¡¡Heeey!!!”

Pauline estaba más que consciente de que alguien se estaba quejando, pero tenía un trabajo importante que hacer, así que decidió no preocuparse por interrupciones. Continuó, cuidando de no dejar escapar ni a su familia ni a sus nombres.

“¡El primer encuentro será entre el padre de la joven cazadora contra su maestra! ¡Ahora bien, padre, por favor de un paso adelante!”

Fue una introducción bastante dura, pero tuvo que proceder. Aceptar una pérdida por defecto sería peor. El Conde Austien salió al campo de la arena con una expresión adusta.

“¡Y ahora, si su oponente, la maestra de la joven dama, de un paso al frente!” En la llamada, apareció una figura en el extremo opuesto del campo.

En el momento en que vieron a esta persona, el bullicio de la multitud cayó y un silencio cayó sobre la arena.

Era una mujer, de cabello plateado y con la estatura de una niña.

Ella era la maestra de la joven cazadora, por lo que no era peculiar que ella fuera una espadachina.

Había muchas personas que eran pequeñas incluso de adultos, si ella fuera un elfo o un enano, no sería extraño que su apariencia fuera diferente de su edad. Considerando eso desde esa perspectiva, ella no era tan extraña. De hecho, no había nada inusual en esto.

O al menos, no lo habría, si no hubiera estado usando una máscara para ocultar su apariencia.

“¡Mi nombre es Enmascarada nocturna!”

“¿Qué clase de nombre es eseeeeeeeee?!” gritó la multitud.

En primer lugar, esta mujer no llevaba puesto un vestido de noche, sino el atuendo estándar de los cazadores. Por otro lado, ese no era realmente el gran problema.

“¡Q-qué extraña… ¡¿Realmente eres la maestra de Mavis?!”

“¿Y qué si lo soy? Eres un hombre tonto que no puede reconocer las habilidades de mi aprendiz…”

“¿Q-qué exactamente debo reconocer? Soy muy consciente de que esa chica tiene una habilidad superior al promedio con la espada. ¡Sin embargo, eso no prueba nada! Estoy seguro que eres consciente de eso, entre los espadachines, la mitad de ellos tienen habilidades bajo el promedio, mientras que otra mitad por encima. Estar arriba o abajo —es cuestión de suerte. No hay nada especial en eso, ¿verdad? ¡No tengo intención de permitirle seguir un camino de peligros mortales sobre esa base! Ella debería vivir una vida de felicidad, como la hija de un hombre y como la esposa de un noble…”

Por alguna razón, la enmascarada nocturna hizo una cara bastante disgustada al escuchar la palabra ‘promedio’ tantas veces. Lo suficiente para que fuera visible aún detrás de la máscara.

“Eres un idiota…”

“¡¿Q-qué ?!”

El Conde se enfureció, cReyendo que ella menospreciaba sus sentimientos por su hija.

“Te gusta mucho el escabeche, ¿no? Y siempre trataste de obligar a Mavis a comerlo también, ¿no?”

“¿Huh? ¿C-cómo lo sabes…?”

El Conde sintió que temblaba ante esta extraña acusación.

“¡¿Sabías, que Mavis realmente lo odiaba? ¡¿Ese repollo en vinagre que tanto amas?!”

“¡¿Q-qué dijiste?! ¡E-estás mintiendo!”

“No es mentira. Debes darte cuenta de que lo que crees que hará feliz a Mavis puede ser algo que no le dará ninguna alegría a ella. Qué tonto eres.”

“¡C-cállate! ¡Estás mintiendo! Eso no puede ser…”

“En ese caso, ¿por qué Mavis desea quedarse conmigo y no volver a casa contigo?”

“Ca…ca-cállate! ¡Solo tengo que mostrarle a Mavis lo débil que eres para que abra sus ojos! ¡Así que ven!” Dijo el Conde, desenvainando su espada.

La misteriosa enmascarada nocturna sacó su arma también y corrió hacia él.

El Conde avanzó rápidamente y bajó su espada sobre la cabeza de su oponente más pequeña. Era como partir bambú. Supuso que una mujer joven como esta no podría bloquear un golpe tan fuerte desde su posición desfavorecida.

Por un lado, este era un movimiento bastante llamativo. Sin embargo, pensó, era justo para mostrar su diferencia de poder. Pero ella no intentó esquivar o desviar el golpe, sino que bloqueó el ataque de frente con su espada de práctica.

“Grrrrrngh…”

El Conde, que pensó que podría abrumar fácilmente a su pequeña oponente, se sorprendió por la fuerza de esta mujer, que debería haber tenido dificultades para bloquear con cualquier con fuerza desde una postura tan inconveniente. Entonces empujó más fuerte.

5 segundos, 10 segundos, 15 segundos…

La cara del Conde se estaba poniendo roja y se formaban gotas de sudor en su frente, pero su espada no mostraba signos de ceder.

Después de un poco más de tiempo… “¡Pah!”

Mi— la enmascarada nocturna soltó un grito y la espada del Conde fue forzada a retroceder. Aturdido, el Conde retrocedió.

“Tch … ¿Eres un enano? ¿O tal vez, un halfling…?” NdC: Un Halfling es como una especie de duende/hobbit, para los que hayan jugado D&D quizá lo conozcan. 

A juzgar por la desconexión entre su fuerza física y su apariencia, el Conde determinó que su oponente no podría ser humano.

Y sin embargo..