Spy Kyoushitsu (NL)

Volumen 3

Capitulo 4: Ruptura

Parte 2

La residencia en la que Matilda se alojaba no era realmente nada que alabar. Después de investigarlo, era un lugar que ni siquiera comprobaba los pasaportes de la gente del extranjero, y no cuestionaba su razón para quedarse. Los gastos del hotel se habían pagado por adelantado, para que no se preocuparan más tarde.

Era un establecimiento que a menudo habitaba gente de la estación de tren, así que sólo sería cuestión de tiempo que el ejército la encontrara.

Llamando al hotel, Tia invitó a Matilda a la playa para la mañana del día siguiente. Había un hermoso paseo marítimo recubierto de piedra. Ignorando a los deportistas que corrían, apenas había circulación. Tia y Annett salieron antes de lo que se suponía, y observaron el puerto con binoculares.

“La gran Annett puede ver hombres del ejército en todas partes”.

Annett declaró, con su habitual sonrisa pura.

Una noche de sueño aparentemente ayudó a darle algo de energía.

“Al parecer, el puerto también está bloqueado…”

Ellos iban extrañamente lejos sólo para capturar a un espía. ¿Tal vez Matilda era un individuo muy peligroso? ¿O el ejército estaba extrañamente motivado? Mientras Tia seguía pensando, la persona en cuestión llegó.

“Ah, Tia-san, buenos días”.

“…… ¿Hm?”

Matilda hizo una profunda reverencia, por lo cual Annett mostró una expresión confusa. Pero, justo cuando Tia empezaba a sospechar, Annett puso una mano sobre su estómago.

“Tengo hambre. ¿Podemos ir a comprar un poco de pan más tarde?” De eso se trataba. Y, Tia no vio ninguna razón para negar ese deseo.

Annett caminó un poco más hacia adelante a lo largo de la playa, con Tia y Matilda un poco más atrás.

“Hoy es el día en que regresas a tus clases, ¿verdad, Tia-san?” Matilda le preguntó. “Dejaré a mi hija contigo. Una vez que termine mi trabajo, intentaré ir a visitarla”. Con una actitud amable, bajó la cabeza.

Ahora, ¿qué quiso decir con terminar su trabajo? Tia tenía un poco de miedo, pero huir no era una opción. Hizo un puño y avanzó.

“Déjeme ser sincera con usted. No, dejemos el lenguaje cortés. Quiero hablar cara a cara contigo”. Tia observó a Matilda. “Mis amigas encontraron tu pasaporte. El nombre de Matilda es sólo un seudónimo, ¿cierto?”

“—¿Eh?”

“Dime. ¿Eres espía de otro país?”

El rostro de Matilda se puso pálido. Tia debía estar en lo cierto. Y entonces, ella miró frenéticamente de izquierda a derecha.

“No te preocupes. No te reportamos”. Dijo Tia, esforzándose mucho en tragarse la palabra ‘aún’ al final. “Sólo quiero escuchar tus sinceros sentimientos”.

Los soldados se reunían en masa en la estación de tren, o a lo largo de la playa, por lo que este paseo en la orilla era el lugar perfecto para tener una conversación tranquila, razón por la cual Tia había elegido este lugar.

“Dime, Matilda-san, ¿quién eres?”

“P-Pregunto lo mismo respecto a ti, Tia-san…”

“No intentes evitar el tema. Primero, contesta mi pregunta”.

“…………Es justo como dijiste”. Suspiró en señal de resignación. “Soy una espía del Imperio Galgado. No podía usar mi nombre falso delante de mi hija, así que le di mi nombre real, Matilda. El hecho de que nos hayamos separado hace cuatro años también es cierto”.

Según ella, había sido ingeniera del Imperio. Sin embargo, después de la muerte de su marido y de la pérdida de su hija, comenzó a trabajar como espía como un trabajo secundario. Terminó en una posición en la que fue empleada por los fabricantes de maquinaria de otras empresas, y proporcionó a los espías que actualmente se infiltran en el país, fondos y capital.

“En lugar de moverme sola, tener a mi hija conmigo hubiera sido menos sospechoso. Sin embargo, no esperaba que nos viéramos envueltos en un accidente como ese…”

“Por eso siempre tenías a Annett contigo en el trabajo”.

“Sí. Después de eso, asumí que mi hija había fallecido, y seguía viviendo sin un verdadero propósito aparente. Seguí trabajando como espía porque no tenía nada más que hacer”. Matilda rió como para ridiculizarse.

“Cuando me robaron las herramientas de trabajo, perdí la calma y me rodeó el ejército”.

Era una historia desafortunada a pesar de que estaban como enemigas.

“Pero, Tia-san, no me malinterpretes”.

“Eh, ¿sobre qué?”

“Yo mentí, pero cuando volví a encontrar a mi hija, lo consideré un milagro. Mis sentimientos de querer llevarla conmigo no podrían ser más genuinos”.

“… ¿En serio? ¿No son, la hija que amas y la Annett que está aquí con nosotros, personas diferentes?” Preguntó Tia, claramente instigando una reacción. “Ella perdió sus recuerdos. Han sido cuatro largos años”.

“No, eso no importa”. Matilda sonrió. “Esa chica no ha cambiado. Su personalidad puede ser un poco diferente, pero incluso sin sus recuerdos, sigue siendo mi hija”. Matilda dirigió una suave mirada hacia Annett.

Puede que ella haya escuchado las palabras de Matilda, ya que su cabeza se estremeció. A eso, Matilda mostró una risita.

“Lo prometo. Una vez que regrese a mi país, me retiraré de ser una espía. Viviré con mi hija—así nunca más estaremos separadas”.

Tia trató de organizar sus pensamientos. Era algo para estar feliz, algo para celebrar. La madre de Annett estaba intentando recuperar a su hija que había perdido, incluso sin tener en cuenta el hecho de que había perdido sus recuerdos. Pero, algo oprimió el pecho de Tia. ¿Es porque Matilda era una espía enemiga? Había una cosa que necesitaba confirmar primero.

“¿Realmente puedes volver a tu propio país? Me refiero a… en una situación como esta”.

“Eso es…” Matilda dejó escapar un largo suspiro, claramente confundida sobre qué hacer. “¿Qué debo hacer al respecto?”

“Eres una espía, ¿no es así?”

“Sólo soy una mensajera, y una espía inexperta que no ha matado a nadie… He intentado pedir ayuda a mi país, pero nada ocurrió… supongo que simplemente fui descartada”. Murmuró, angustiada. “En realidad, no puedo dedicarle mi tiempo a esto. Mañana, tendré que intentar correr a toda prisa a casa. A este ritmo, el ejército me encontrará de cualquier manera”. Matilda formó un puño con su mano. “Pero, si puedo lograr un futuro en el que pueda vivir con esa niña una vez más, entonces haré todo lo posible”.

“……Con que es así”. Tia dio una respuesta indiferente.

***

Diciendo que no tenía apetito, Tia no entró en la panadería. Se sentó afuera en un banco, suspirando. Todo lo que hizo fue ver a un padre y a su hijo llevar felizmente el pan. Al mismo tiempo, Tia se dio cuenta de que le temblaban las rodillas. Tenía miedo del error que podría cometer.

Si tan solo Matilda-san hubiera sido una espía malvada… Pero, pensar eso es simplemente horrible, ¿no?…

Ella estaba acorralada. A este ritmo, Matilda sería torturada y asesinada. Entonces, ¿qué pasaría si intentara ayudar a Matilda?

Entonces yo sería asesinada por Monika… y considerada como una traidora.

—Un equipo con miembros constantemente en desacuerdo es la clave.

Eso es lo que Klaus le había dicho. ¿O eso fue lo que había aprendido de [Kouro]?

Eso no es verdad… Con diferentes valores o puntos de vista, el equipo se derrumbará.

¿En qué estaba pensando esa espía de cabello carmesí cuando dijo eso?

¿Qué se supone que debo hacer ahora, Kouro-san…?

Una vez más pensó en esa mujer que admiraba, quien era la jefa de Klaus, y [Homura] en conjunto—

***

Esa chica era la hija del presidente de una compañía de periódicos. La compañía había existido desde la Revolución Industrial, hace más de cien años, y era uno de los negocios más grandes. En la República de Deen era el segundo negocio más antiguo, y se hizo famoso por su pensamiento conservador e inteligente.

Después de la guerra, se necesitaba una reforma severa, adoptando una postura de izquierda. Esa es la razón por la que había sido secuestrada, cuando sólo tenía once años.

El periódico y la radio, juntos fueron una combinación insuperable en términos de medios de comunicación. Al cambiar de opinión, el padre de la niña se había ganado la confianza del país, pero dio a los espías de afuera razones suficientes para secuestrar a su hija.

Y entonces, ella experimentó la desesperación.

Durante más de dos semanas, había sido capturada, encerrada y sujeta al pago de un rescate. Fue tratada como una simple mascota.

Despojada de todo lo que tenía, yacía en el frío suelo, sin llevar nada más que un fino par de ropa interior. La habitación estaba llena de un mal olor. Principalmente por todos los excrementos depositados en las cubetas en la esquina de la habitación.

Al principio, estaban esos hombres lujuriosos que miraban a la chica con sonrisas indecentes, pero últimamente, ni siquiera se molestaban en mirarla, sólo le tiraban pan y agua una vez al día. Su cuerpo, que no había visto un baño en más de dos semanas, debía ser algo bastante desagradable a la vista.

—Quiero morir.

En cuanto a la niña que había sido criada entre flores y mariposas, estaba en una agonía casi insoportable. Fuera de la habitación, escuchó palabras habladas en un idioma extranjero, lo que significaba que probablemente había sido llevada a otro país. Ni la policía o el ejército vendrían a salvarla. Ella estaba perdida en un lugar donde nadie se preocupaba por ella.

—Estoy acabada.

Para cuando incluso sus lágrimas se habían secado, sintió la mirada de alguien fuera de la habitación, intercambiando palabras. Sonaba como un joven muchacho y una mujer, pero era difícil de decir.

De cualquier manera, la chica sabía que estaba considerada como muerta, así que por qué iba a molestarse. Inmediatamente después, sonó un estruendo ensordecedor.  El  volumen  fue  lo  suficientemente  alto  como  para sobrepasar las raíces del mundo.

La chica estaba desconcertada. Después de un breve silencio, la puerta se abrió, y una mujer de cabello carmesí estaba de pie allí. Su cabello largo se agitaba suavemente, destacándose incluso en el cuarto oscuro en el que estaba la chica. Aunque no sabía la edad de la mujer, era una belleza por encima de las bellezas.

“………”

La niña dejó de mirar a la mujer, y en su lugar miró detrás de ella. Avistando los cadáveres de unos diez hombres, todos sufrieron una muerte espantosa. Los rostros de los hombres que la habían secuestrado estaban destrozados, hasta el punto de que sus caras eran casi irreconocibles. La cabeza del líder, o lo que la chica asumió que era el hombre en cuestión, tenía una barra que sobresalía de su cabeza.

‘Tú eres… ¿Hm?’ La chica de cabello carmesí habló con ella.

Permaneciendo de pie en medio de esta espantosa escena, no había ni una sola mancha de sangre en ella. Tampoco mostró ningún signo de miedo. La joven asintió con la cabeza.

‘Ya veo. Mis aliados están irrumpiendo en los escondites del enemigo.

Pronto encontrarán a la mente maestra detrás de tu secuestro’.

Silencio.

‘¿No puedes hablar?’

Asentir.

‘Ya veo. Debe ser por la conmoción, sí’. Asentir.

‘Cualquier cosa está bien. Sólo piensa en algo que quieras decir dentro

de tu cabeza’.

—¿De qué está hablando esta persona?

‘¿De qué está hablando esta persona? —Esa es la cara que estás

poniendo, ¿verdad?’

—¿Eh?

‘Por suerte, ya pasé por algo parecido antes. Un aliado recogió hace años a un chico de la calle, que no sabía leer ni escribir. Cuando lo conocí, tuvimos que comunicarnos mediante expresiones’.

—Con que es así.

‘Bueno, como lo estaba malcriando de esa manera, ahora es pésimo para hablar.

Ella era una mujer misteriosa. En esta situación tan surrealista, no mostró signos de estar nerviosa.

‘………’

La chica de cabello carmesí le dio una mirada confusa. ‘Todos tenemos un talento especial que nos ayuda en nuestro trabajo, pero ¿tienes algo así?’

—Así que te diste cuenta.

—Si cruzo miradas con alguien más, puedo leer su corazón.

‘Uf, nada mal’.

—Pero, no quiero utilizarlo. Se siente raro.

‘Entonces, ¿por qué no intentas leer mi corazón?’

—¿Estás segura?

‘¿No estás interesada? En saber cómo es el interior de mi corazón’.

La mujer de cabello carmesí se agachó delante de la chica, y se encontró con su mirada. El cuerpo de la chica debía estar sucio y asqueroso, pero la mujer no mostró signos de que le molestara. Después de mirar a los ojos de la mujer, la chica fue la que se sorprendió.

—Qué hermoso corazón.

‘¿En serio? Gracias’.

La chica vio una ambición pura y bondadosa.

—¿Quién eres tú? ¿Por qué has venido aquí? La chica de cabello carmesí sonrió.

‘Soy una espía. Y para protegerte, haré lo que sea necesario’.

Ese fue el primer encuentro que Tia tuvo con la mujer que luego se nombró a sí misma como [Kouro].

***

Después de eso, la chica fue trasladada a un lugar seguro, pasando unos diez días con la mujer. Aparentemente tenía varios aliados con ella, pero ninguno de ellos se mostró frente a la chica. La chica sólo oyó peleas verbales fuera de la habitación, lo que le hizo suponer que varias personas vivían aquí, pero ninguna apareció. La única persona con la que habló fue con Kouro.

Cuando la chica se sentía aburrida, la mujer pasaba por aquí y le hablaba sobre los espías. Incluso habló abiertamente sobre las agencias secretas. Sobre la [Guerra en las Sombras], la organización llamada [Homura], las misiones que habían desafiado, y cuánto había crecido el niño en estos tres años desde que fue recogido por el grupo.

Asimismo, ella respondió muchas preguntas que vinieron de la propia Tia. Incluso sin que Tia tuviera necesidad de hablar, podía captar perfectamente lo que Tia quería oír.

—¿Por qué trabajas como espía?

La chica de cabello carmesí se puso una mano en la boca y lo pensó durante un momento.

‘Para llevar la guerra al siguiente nivel, ¿supongo?’

—No lo entiendo.

—¿No ha terminado ya la guerra?

‘No, no terminó. La lucha y la guerra nunca han desaparecido de la historia de la humanidad. El conflicto es la esencia del ser humano. Pero, los humanos pueden cambiar la forma en que luchan en la guerra’.

—¿Pueden hacerlo?

‘Las reglas pueden cambiarse. Una guerra tiene algo así como un sistema basado en el juego para ellos. Los humanos continúan reescribiendo esas reglas a medida que el tiempo avanza. La idea general del territorio surgió, con las fronteras del país. Nacieron naciones soberanas, se introdujeron tratados y se crearon leyes internacionales. Dentro de este marco, los humanos siguen luchando’.

—Suena como un deporte.

‘Resumirlo así de simple es descortés con las víctimas de la guerra. Pero, es exactamente así. Agotados por la guerra, los humanos deciden nuevas reglas. La Guerra Mundial terminó, y comenzó una guerra peleada por espías. Un día, esta guerra volverá a cambiar de aspecto. Al final del continuo combate y sufrimiento, por supuesto’.

La mujer de cabello carmesí se lamió los labios.

‘Al mismo tiempo, una vez que la guerra de espías termine, volveremos a las matanzas y atrocidades sin sentido’.

—¿Entonces comenzará otra Guerra Mundial?

‘Es mi deber detener eso, sí’.

—Increíble. Así que salvarás este mundo.

‘Sip. En realidad, quería ser un héroe, y no una espía’.

—¿Un héroe?

‘Los espías sólo pueden salvar a los ciudadanos de su propio país, pero un héroe puede ir más allá, ¿verdad?’

Al oír esas palabras, la joven comenzó a susurrar sin darse cuenta.

‘Quiero… convertirme en alguien como tú…’

‘Oh cielos, veo que tu voz ha regresado’. La mujer de cabello carmesí entrecerró los ojos.

‘¿Intentabas copiar mi forma de hablar?’

—Traté de recuperar mi voz usando la tuya.

—¿Puedo ser más cercana a ti ahora…?

‘…………’

La chica se preocupó por un momento por si había hecho enojar a la mujer. Pero, ella solo asintió con la cabeza y frotó suavemente la cabeza de la chica.

‘Si eres tú, estoy segura de que serás capaz de superarme’. Su boca ensambló palabras. ‘¿Por qué no te enseño un poco, entonces?’

Sintiendo el calor de la mano de la mujer, la chica ya estaba en trance.