Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 2

Capitulo 10: Las Maravillosas y Milagrosas Chicas Mágicas

Parte 2

Primero, hablaron de cómo era Adele durante su tiempo con la familia Ascham, basándose en las historias que Adele les había contado y en el contenido de las cartas.

Sin embargo, no pudieron ir más lejos que eso. Adele nunca hablaba mucho de cómo era su hogar, así que no pudieron hablar mucho.

“Parece que desde el comienzo, ella vivió una vida muy normal con sus padres y su abuelo materno. Luego, cuando cumplió los ocho,  su  madre y abuelo  fueron asesinados por bandidos. Hay un sinnúmero de misterios rodeando ese ataque, pero creo que una investigación ya ha sido llevada debido a las circunstancias.”

“Después de eso, Adele estaba aprisionada en la mansión de los Ascham. Ella fue abandonada y acosada por su padre y su señora, a quien trajo a vivir con ellos junto con su hijo. A la edad de diez, Adele fue desterrada a la Academia Eckland sin un cobre y le prohibieron llevar su apellido, de esta forma la hijastra de su padre podría tomar su lugar como heredera del linaje de los Ascham…

“Ella no recibió nada de la familia Ascham— sin una mesada, incluso una carta. Empobrecida, trabajó en una panadería en su día libre para así poder ganarse la vida.

“Esta es su extensa relación con su familia.”

El Rey, el primer ministro, Bergl, y el Conde Bornham ya sabían esto y lucían una expresión seria, pero los ojos de Morena, los dos príncipes, y la Condes Bornham se abrieron del shock.

La condesa contuvo las lágrimas. “N-no… su única hija… pasó por tales horribles cosas…¿Por qué no fui más atenta?”

En sus primeros tres años en la Academia Ardleigh, e incluso después de la graduación, Mable, la única hija del Vizconde Ascham, fue la amiga más cercana de la condesa.

Cuando ella escuchó la verdad acerca del fallecimiento prematuro de Mable, la condesa estaba llena de furia, pesar, y un triste sentido de inevitabilidad.

Por supuesto, le dio algo de satisfacción saber que el antiguo vizconde y su nueva esposa, quienes habían orquestado esta horripilante hazaña, fueron encarcelados. Pero pensar que la hija de Mable enfrentaba tal tragedia mientras la condesa estaba sentada por ahí…

Ella no lo sabía, pero aún no había suficientes palabras para disculparse con Mable en el cielo. Sabía que si hubieran invertido los papeles, Mable hubiera hecho todo en su poder para ayudar a los hijos de la condesa.

Cuando su esposo dijo, “Vamos a escuchar acerca de su hija,” la condesa se hundió con emociones que ella no podía retener. Sus ojos brillaron por las lágrimas de lamento y arrepentimiento.

Los príncipes y la princesa permanecieron en silencio, sus caras estaban oscuras. A lo largo, Marcela continuó su historia del día en que vieron por primera vez a Adele.

“La conocimos en el día de la ceremonia de entrada…”

Ella contó todo tipo de historias divertidas: la introducción de Adele y el cuento de como la confronto por acaparar la atención de sus compañeros. Se aseguró de omitir el detalle de las peculiaridades de Adele, con tal de darles una impresión de Adele como una buena, e interesante chica.

“…Y luego, se ofreció a hacerme un par de prendas de ropa interior como las que ella se hizo, pero eso era…”

“¡Jajajaja!”

La princesa dejó salir una carcajada, y ninguno de los adultos se molestó en regañarla. El primer príncipe, Adalbert, permaneció imperturbable, pero el segundo príncipe preguntó, “Entonces, supongo que ¿También le concedió una protección mágica divina? ¿De la misma forma en la que ella intento darte ropa interior?”

“¿Huh…?”

El Wonder Trio estaba sin palabras. La princesa y los adultos se susurraron unos a otros. “Bueno, todas de repente sabían cómo usar magia en un día, ¿No es así? ¿O estuvieron

mejorando en eso? Ustedes tres, amigas cercanas, todas al mismo tiempo. ¿Pueden creer semejante coincidencia? ¿No es raro preguntarse si fue obra de una persona en particular?

“Por supuesto, ayudaste a la señorita Adele por compasión al principio, pero muy rápidamente se hicieron más cercanas y la cubrieron de muchas formas, va más allá de mera compasión. Es más como si estuvieran regresando un favor…

“Ustedes saben el secreto de la señorita Adele, ¿No es así?”

De las historias que ella había escuchado y el reporte que había leído de antemano, la princesa llegó a una conclusión exacta.

“¡Espera!”

Justo entonces, la voz de pánico del Rey resonó a través de la habitación. “¡Todos ustedes deben salir!”

El primer ministro, los Bornhams, y los príncipes, todos alzaron la voz sorprendidos por la repentina orden del Rey.

“Pe-pero…”

“¡Fuera!”

Con un solo movimiento de su mano, silenció a todos ellos: la protesta del primer ministro, los desconcertados Bornhams, y los príncipes, molestos por ser echados justo cuando la conversación se estaba poniendo buena.

“¡¿Cómo puedes ser tan descuidada Morena?! Te dije que nunca hablaras de este tema.”

“Ah…”

La princesa se puso pálida, repentinamente se dio cuenta de que las únicas personas que estaban en la habitación eran los que ya eran conscientes.

“Lo que ya se ha dicho no se puede evitar. Afortunadamente, no tocaste el tema principal. Sin embargo, ¡Debes ser más cuidadosa en el futuro!”

“Entendido.”

Habiendo casi lanzado el reino a la ruina, la princesa miró de vuelta a las chicas, aún pálida.

“Entonces, tú lo sabías, ¿No es así? El secreto de la señorita Adele…”

¡Es-esta chica! ¡Tiene un rostro muy amable, pero tiene un puño de acero! Marcela fingió estar calmada, incluso mientras ella rompía en un frio sudor.

Monika y Aureana le confiaron toda la carga de la conversación al Marcela y se sentaron en silencio como rocas. Marcela intentó desesperadamente inventar una excusa que pudiera ocultar la verdad de las habilidades de Adele.

“Tú sabes, ¿No es así? ¿Acerca de que una Diosa reside dentro de la señorita Adele? “¿Qu…?”

Con esa espectacular pieza de auto sabotaje, la princesa continuó. “Como recompensa por esconder el hecho de que Adele es una encarnación de los Dioses, por ayudarla y cubrirla, les dio una divina bendición mágica, ¿No es correcto? Pueden decirnos la verdad. Todos ya saben acerca de la Diosa…”

¿Pero de qué demonios está hablando?

Pensó Marcela fuertemente.

Esto debe ser el resultado de una estrategia preparada de la señorita Adele después de exagerar en frente de la princesa. Marcela no tenía dudas. Pero, qué es lo que ella…

Probablemente la vieron usando algún tipo de magia impresionante. Si yo fuera ella, ¿Qué es lo que haría para intentar cubrir esto?

Si Marcela redujera el conocimiento general al nivel de Adele, y lo uniera a su escaso sentido común y su habilidad para leer a las personas, luego multiplicara su despreocupación por cinco, e intentara imaginar que es lo que Adele pudiera haber estado pensando…

Marcela se ha convertido un poco experta en descifrando las acciones de Adele gracias a este simulador de Adele, el cual le permitía emular los pensamientos de sus amigos

Marcela fue capaz de sentir algo justo en medio de la conversación. “Oh no, ella está a punto de decir algo extraño.” Y ella cubriría la boca de Adele o la agarraría del brazo, justo antes de que Adele pudiera hacer algo, de este modo prevendría a último momento una tragedia inevitable… o cómicamente. Ahora, una vez más, el “Simulador de Adele” lo estaba arruinando a gran velocidad.

Todos los rumores que he escuchado hasta el momento eran acerca… del descenso de una Diosa, o la sirvienta de una Diosa. Y ahora, están hablando ¿De una reencarnación de una Diosa? ¿Qué le pudo haber dicho Adele para que se perdieran así?

Ella estaba rodeada de personas haciendo demandas irracionales, así que para protegerse…

¿Qué hubiera decidido hacer con ese astuto cerebro suyo?

¡Eso es!

“¡¿Qué?!” exclamó Marcela. “¡¿Ustedes también sabían acerca de la Diosa?!”

“¡No nos estamos entrometiendo! Solamente quiero ser su amiga— y agradecerle apropiadamente a la chica que se puso en peligro para proteger mi reputación. ¿Qué tiene de malo eso? No tiene nade que ver con la Diosa. ¡No me digan que la Diosa le ordenó a la señorita Adele a no tener amigos!”

Había una campana de triunfo para la voz de la princesa.

¡Esta chica! Realmente no quiere hacer amigos. Solo quiere a la señorita Adele toda para ella.

Marcela miró en dirección al Rey, pero él y Bergl solamente asintieron con la cabeza indicando que coincidían con la princesa.

¡¿Acaso todos están involucrados?!

Adentro, Marcela se estaba apretando los dientes, pero ella nunca revelaría tal sentimiento en frente de la familia real. Pero si no decía nada, no sería capaz de contener su ira.

“Pero si no puedes encontrar a la señorita Adele, no hay nada que puedas hacer al respecto, ¡¿No es así?!”

“Grngh…”

“En ese caso” Él Rey lanzo una mirada severa debido a las circunstancias “¿Tienen alguna idea acerca de donde está Adele… la vizcondesa Ascham?”

“¡NO SABEMOS NADA!”

Las tres chicas respondieron al unísono. Justo como lo practicaron, varias veces antes.

Después de eso, le preguntaron varias cosas: si el nombre de algún pueblo o país apareció en alguna conversación con Adele, o si menciona algún conocido. Todas esas cosas eran algo que las chicas ciertamente no sabían, así que ellas respondieron con total franqueza.

Luego, después el tiempo había pasado, El Wonder Trio finalmente se dio cuenta.

No importa en que tan buenas magas se habían convertido, no eran nada sin Adele. Por consiguiente, tal como estaban las cosas, Marcela y las otras chicas no eran importantes para el palacio.

Ellas no habían realizado su plan de ganarle a la princesa y algún día abrir un camino útil para sus amigos, pero por lo menos se las habían arreglado para no soltar un simple detalle acerca de Adele más allá del reporte incorrecto que el palacio ya tenía.

Yo diría que lo hicimos bien hoy, pensó Marcela, mientras que ella, Monika y Aureana se pararon para irse. Justo entonces, una voz las llamo por atrás.

“Um. ¿Les molestaría volver a hablar algún día?”

“¡Po-por supuesto! Me encantaría…”

No había forma de que la tercera hija de un pobre noble pudiera negar un pedido de la princesa.

***

Varios días después, Marcela estaba en su dormitorio, hablando con Monika y Aureana, cuando de repente tocaron la puerta.

“Señorita Marcela, ¡Su padre está aquí para verla!”

“¡Oh! Entendido, ¡Ya voy!”

Marcela se levantó de su asiento y abrió la puerta para encontrarse al supervisor del dormitorio y a su padre, que parecía nervioso y sin aire.

“¿Cuál es la prisa, padr-?“

“¡M-Marcela! ¡¿Es cierto que fuiste llamada al palacio?!”

“Ah, ¡Sí! Es verdad…”

“¡¿Po-por qué te llamaron?! ¡¿Qué está pasando?!”

El pánico de su padre fue comprensible. Si su hija fue llamada al palacio y la visita fue buena, significaría una magnifica fortuna, pero si fue mal, o fue maleducada, entonces el legado de su familia estaría condenado.

Teniendo en cuenta la presencia de sus amigas, Marcela continuó. “Bueno… parece que Su Alteza la tercera princesa estaba muy interesada en hacerse mi amiga…”

“¿Qu-qué? Espera. Si eso es verdad, es una enorme bendición— pero, ¿Por qué? ¿Por qué alguien como tú, sin conexiones?”

“¿Quién sabe…?”

“¿Qu-quién sabe?…”

“Si tu realmente quieres saber, entonces deberías preguntarle a la princesa por ti mismo.”

Apuntó Marcela, y su padre siguió con el visto su dedo hasta…

“Yo soy Morena, la tercera princesa. Por favor, perdone la intromisión.”

Ahí  había  una  chica  parada  de  alrededor  de  quince  años,  inclinando  su  cabeza educadamente.