Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 2

Capitulo 10: Las Maravillosas y Milagrosas Chicas Mágicas

Parte 1

Previamente

Cuando Adele Von Ascham, la hija mayor de Vizconde Ascham, tenía diez años, ella fue afectada por un terrible dolor de cabeza y justamente por eso, recordó todo.

Recordó cómo, en su vida anterior, era una estudiante japonesa de dieciocho años llamada Kurihara Misato quien murió mientras intentaba salvar a una joven chica, y conoció a Dios…

Misato tenía unas habilidades excepcionales, y las expectativas de las personas en ella eran altas. Como resultado, ella nunca pudo vivir su vida de la forma en la que ella quería. Fue entonces cuando ella se encontró con Dios, y le hizo una petición apasionada:

“En mi siguiente vida, ¡por favor has que mis habilidades sean promedio!” Aun así, de alguna manera, todo salió mal.

En su siguiente vida, ella podía hablar con las nanomáquinas y, aunque su poder mágico técnicamente era promedio, esta promediado entre el poder mágico de un humano y el de un dragón antiguo… ¡6,800 veces más que las de un hechicero!

En la primera academia que asistió, hizo amigos y rescato a un niño como si fuera una princesa. Se registró en la Hunter´s Prep School bajo el nombre de Mile, y al final del examen de graduación estuvo cabeza a cabeza contra un cazador de rango A.

Un montón de cosas sucedieron, pero ahora Mile vivirá una vida normal como una cazadora novata con sus aliados al lado.

Porque ella es perfectamente normal, ¡Una chica promedio!

***

“¿No pudiste encontrarla?”

“No, realmente lo siento…”

Bergl, el capitán de los guardias, se paró frente a la oficina del Rey y le dio un lamentable reporte a un Rey con una mirada sombría y a la tercera princesa, Morena.

Ha pasado cerca de un mes desde que la joven hija de Vizconde Ascham— no, en realidad, la verdadera cabeza de la familia de los Ascham, Adele— ha desaparecido.

“Ella es solo una joven niña. Pensamos que si buscábamos durante medio día, podríamos encontrarla fácilmente. Pero nuestro grupo de búsqueda pasó por los caminos, cada pueblo y aldea, y no encontraron nada…

“Incluso enviamos varias personas a lugares donde ninguna jovencita se atrevería a ir caminando, o incluso con carruaje. Pero aun así no encontramos nada. Tal vez ella ha decidido irse al bosque y las montañas que están lejos de los caminos y las ciudades — o, Dios no lo permita, una joven niña completamente sola — ella ya debió haber sido atacada por bandidos…”

“Eso es imposible. Si ella fuera a ser víctima de un atraco, seguramente esa cosa hubiera intervenido.”

“Bueno.”

El Rey fue un poco atrevido, refiriéndose a una deidad como ‘cosa’.

“Además, por supuesto, hay un mensaje que ella escribió a sus amigos: `voy a irme a vivir una vida feliz en algún lugar del país, así que no se preocupen´. Pero nosotros pasamos por todas las ciudades y villas a lo largo del país y aun así no pudimos encontrarla.

“Debe de estar viviendo sola en algún lugar del bosque o las montañas, o tal vez se las arregló para cruzar las fronteras…”

Si ella hubiera dejado el país, sería difícil para los soldados continuar la búsqueda o incluso correr la voz en otra tierra. Incluso si ellos la encontraran, traerla de vuelta por la fuerza sería una pesadilla por las relaciones internacionales.

Secuestrarla silenciosamente también está fuera de cuestión. Si ellos enfurecen a la Diosa otra vez, seguramente enviaría al país a la ruina.

“La chica escapó porque no tenía idea que el problema con su familia ya había sido arreglado, ¿No es así?” preguntó la princesa. “Si le hacemos saber los hechos, ella podría cambiar de idea. Podemos emitir un anuncio. Contándole que la gente mala ha sido apresada, y que es seguro para ella volver.”

El Rey y Bergl hicieron una mueca.

“Es imposible”, dijo el Rey. “El incidente avergonzaría a nuestro país. No podríamos parar esos rumores, pero no podemos hacer nada para admitir el problema tampoco. “

Bergl continuó su reporte, “Ya le hemos preguntado a algunas de sus compañeras de la academia con la esperanza de que podamos descubrir en donde se oculta. Sin embargo, los resultados fueron…”

“¿Fueron qué?”

“Bueno… aquí está la transcripción de lo que nos dijeron.”

La princesa tomó el reporte que Bergl sacó del bolsillo de su pecho y lo leyó.

“¡Esa chica podría estar en donde sea!”

“¿Su habilidad especial? Romper los corazones de los chicos, ¿A eso te refieres?”

“¿Algún lugar donde ella podría vivir? Podría ser un huésped del cielo, o una servidora del infierno…”

“¡Quiero saberlo!”

“¡Pero se suponía que ella me iba cuidar!”

“Ella finalmente encontró la libertad. ¿Esperas que un pájaro regrese a su jaula por su propia voluntad?”

“Ella se ha ido hace tiempo— nunca la van a atrapar”

“Ella podía mezclarse perfectamente con los plebeyos. Me pregunto si ella realmente era una noble…”

“¿Qué es esto?”

“¿Pero qué tipo de chica era ella?”

El Rey y su hija estaban sorprendidos.

“¡Quiero conocer a sus amigos más cercanos!” exclamó la princesa. “Quiero preguntarles que tipo de persona era. ¡Quiero preguntarles todo tipo de cosas!”

“Hmm…” el Rey dijo después de pensarlo por un tiempo. “Tal vez sea una buena idea.

Podría ayudarnos a encontrarla, y tal vez Morena obtenga algo de experiencia también.” Bergl asentó silenciosamente

***

Tres días después, once figuras fueron colocadas alrededor de la mesa en una habitación pequeña del palacio.

En realidad, la habitación era pequeña en comparación con las otras habitaciones del palacio. Aparte de eso, era una habitación maravillosamente amueblada, con unas esplendidas sillas y decoración, y la mesa llena de caramelos, frutas y tazas de té.

Entre la fiesta de asamblea se encontraban cuatro miembros de la familia real: el Rey; el primer príncipe, Adalbert, dieciséis años; la tercera princesa, Morena, quince años; y el hermano menor de Morena el segundo príncipe, Vince, trece años. Junto con ellos estaba el primer ministro, el capitán de los guardias, Bergl; y el Conde Bornham y su esposa, quien había sido una invitada especial.

La presencia de los Bornhams se mostró precavida por parte del Rey. El Conde Bornham había jugado un papel muy grande en la fatídica audiencia del Rey con la familia de Adele.

Y la esposa del Conde, una antigua compañera de clases de la madre de Adele, sabían mucho acerca de la familia Ascham.

Ambos querían saber acerca de Adele, la huérfana niña de sus queridos amigos.

Los últimos tres invitados eran personas que sabían mucho acerca de Adele: las chicas conocidas como el Maravilloso y Milagroso Trío Mágico (Wonder Trio).

“U-um, gra-gracias por su gran amabilidad…”

“No te preocupes,” dijo el Rey. “Esto es solo una informal fiesta de té. Por favor no se molesten en ser tan formales. Solo piensen en mí como un padre quien está participando en la primera reunión de su hija con algunos amigos.”

“Es- está bien…” tartamudeo Marcela, intentándole dar una apropiada bienvenida en favor de las tres. Aunque estaba en un bajo rango, ella seguía siendo una noble.

Monika y Aureana, quienes eran plebeyas, no podían decir una sola palabra. Sin embargo, sus nervios no eran la única razón por la que no podían hablar.

Tres días antes, después de que el mensajero saliera del palacio les entregó la invitación a la fiesta de té de la princesa. Marcela había sido la primera en hablar.

“Ellos deber estar buscando información. ¡No podemos revelar el secreto de Adele!”

Monika y Aureana asintieron.

“Adele podría estar bendecida con mucho talento, pero aun así sigue siendo una chica normal. No usa magia rara, y no cuenta absurdas historias. Ella es completamente normal. Justo como ella siempre decía… por supuesto, una verdadera chica normal no se escaparía por su propia cuenta para señalar eso todos los días, pero hagamos de lado eso por ahora.”

Las chicas asintieron de nuevo.

“Necesitamos que nuestra historia sea creíble. Decidamos que podemos y que no podemos decir, las más contradictorias se mencionaran, y no podemos equivocarnos y mencionar algo que no deberíamos. ¿No se les ocurre algún plan?”

Monika y Aureana asintieron enfáticamente. Y entonces el día de la fiesta llegó.

Ella les dejó las preguntas a Marcela, mientras que Monika y Aureana solamente les daba una expresión de gratitud y breves, y cuidadosamente preparadas oraciones.

Alrededor de la mesa, el Rey y los otros adultos se sentaron a muy cerca de las chicas, dándoles el pretexto de que podían hablar entre ellas. Marcela y las otras chicas, la princesa y el príncipe, todos enfrentados unos con otros.

Aparentemente, el príncipe estaba presente porque sería difícil para la princesa hablarles a las chicas por su cuenta, pero naturalmente los adultos tenían un motivo oculto.

Ellos esperaban que los dos príncipes descubrieran más acerca de Adele indirectamente, en caso de que pudiera ser encontrada.

El hecho es que la asistencia de ambos príncipes hizo que el plan fuera bastante obvio. “Um, yo soy Morena, la tercera princesa…”

“Yo soy Adalbert, el primer príncipe. “Y yo soy Vince, el segundo príncipe.”

Marcela y las otras chicas se presentaron después de la raleza. “Yo soy Marcela, voy a segundo año en la Academia Eckland.”

Aunque ella era un miembro de la nobleza, había hecho la decisión de presentarse como una estudiante de la academia y darle solamente su primer nombre.

“Yo soy Monika, y soy del mismo año.”

“Y yo soy Aureana.”

Un silencio recayó sobre el grupo. Como los adultos solamente estaban observando, no pudieron presentarse ni intervenir. Por lo menos, no más de lo necesario.

“Um, la razón por las que las invite el día de hoy fue para preguntarles algunas cosas acerca de la señorita Adele…”

¡Aquí esta!

Por supuesto las tres chicas ya lo sabían, así que no estaban realmente sorprendidas. Ellas no podían pensar en otra razón por la que serían invitadas al palacio, y obviamente alguien había llevado a cabo una implacable investigación acerca de su compañera desaparecida.

Primero había rumores de que el palacio estaba buscando a alguien, y luego por supuesto, el rumor de un escandaloso aprisionamiento de cierto vizconde…

Aunque la Academia Eckland era considerada la menor de las dos escuelas de la ciudad, aún había miembros de algunos nobles ahí.

Si algo sucedía, el rumor seguro haría su trabajo de pasar por la escuela. Más que eso, las chicas tenían sus sospechas de Bergl cuando le regresó la carta de Adele, y la condición de haberle prestado la carta era una explicación.

Hasta ahí, ellas habían escuchado solamente acerca de la confusión del aprisionamiento de la familia Ascham, con el detalle de que la posesión de Adele por una Diosa cuidadosamente salió.

Pero, teniendo en cuenta que coincidía bastante bien con lo que le dijo ella, las chicas comprendían bastante bien la situación. Además de eso, Marcela sabía de otros rumores— absurdas historias acerca de cómo Su Alteza, la tercera princesa, conoció a un sirviente de los dioses.

Para este punto, Marcela lo había escuchado de diferentes fuentes. Aparentemente, esto sucedió en el día de descanso, cerca de la hora en la que Adele estaba regresando a casa de trabajar en la panadería, y en algunos caminos que ella tomaría para regresar a casa.

Entonces habían mencionado a una joven chica con un pelo plateado, era una mensajera divina.

Si, esto es definitivamente era algo que Adele haría. Marcela se dio cuenta de esto en el momento que escucho la historia. Sabía que solo era cuestión de tiempo antes de que este día llegara.

Honestamente, ¿Cuál es el punto de decirles a los otros que se queden quietos si vas por ahí haciendo este tipo de cosas?

Justo desde el comienzo, Morena no pudo contenerse en preguntar “¿Podrían decirme que tipo de persona es la señorita Adele? ¿De qué cosas solía hablar?”

Como princesa, Morena tenía una educación diferente, por eso mientras ella aparentaba estar relativamente franca a primera vista, de ninguna manera era estúpida.

Aunque hablaba con chicas quienes eran tres o cuatro años menor que ella mantuvo el nivel de cortesía que ofrecería de igual a igual, teniendo cuidado de no menospreciarlas.

Tal vez esto era porque no pensaba en ellas como estudiante de la academia, sino como “las queridas amigas de esa chica”. Aun así, esto hizo una diferencia.

Viendo la seria expresión de Morena y sus brillantes ojos, Marcela pensó, ¡Debemos proteger el secreto de la señorita Adele! Haré todo lo que esté en mi poder para darle a la tercera princesa una buena impresión de Adele.

Marcela  cesó  la  sutil  tembladera  de  su  cuerpo,  y  su  usual  confianza  regresó.

Está bien, tercera princesa Morena, pensó ella, ¡Que comience la batalla!

Morena fue directo al grano.

Era natural. No había nada más en lo que ella estaba interesada en preguntar a las otras chicas y ellas no compartían ningún tema de conversación.

Marcela, también, estaba completamente consiente de esto. Ya había decidido darle una historia preparada.