Wortenia Senki (NL)

Volumen 10

Capítulo 1: Akimitsu Kuze

Parte 1

“No estoy seguro si lo encontrarás a tu gusto, pero…”

Zheng y Koichiro habían regresado al mirador del jardín. Zheng recogió un termo preparado especialmente para él y vertió un poco de té en una taza.

Mientras el vapor salía de la taza, el aroma distintivo de menta llenaba el aire. Una de las criadas cultivaba hojas de menta en el jardín de la finca y las usaba para hacer este té. Se mezcló con miel, otorgando al té una dulzura suave y natural que refrescaba el corazón.

Zheng siempre disfrutó de una taza de este té después de una sesión de entrenamiento. Dado que las hojas fueron cultivadas por una sola persona, no estaba disponible en grandes cantidades, pero era de buena calidad. Y sin embargo, quizás era un poco demasiado claro para el invitado de honor de Liu Daijin. Su calidad era respetable, pero aún así fue levantada y elaborada por las manos de un aficionado.

Koichiro, sin embargo, no parecía estar preocupado ni un poco por esto. Tomó un sorbo agradable del té y dijo: “Aprecio su preocupación, pero no me importa. Té de esta calidad es delicioso a su manera.” Koichiro tenía una afición por las mezclas inusuales. Estaba especialmente débil a las cervezas caseras como esta.

Él personalmente prefería té japonés con sus dulces japoneses y té negro o café con sus pasteles, pero este sabor desconocido fue uno que encontró bastante interesanteinteresante.

El té de hierbas era sólo la punta de las actividades inusuales de Koichiro. Le gustaba probar bebidas que los japoneses casi nunca probaban, como el té de mate sudamericano y el té de rooibos africano. Lo mismo era cierto para su gusto por el alcohol. Había probado el raro sake japonés, así como una variedad de ron, brandy y licor.

Por naturaleza, Koichiro tendía a adherirse a preferencias muy particulares, pero también sabía no limitar sus intereses y buscar lo homogéneo.

Por supuesto, la mayoría de esas bebidas que sólo había probado un sorbo y luego los puso de nuevo en su estantería, donde se reunirían polvo durante años. Pero en general, Koichiro era de mente abierta y sin restricciones.

Zheng no lo sabía, sin embargo, y como tal estaba en ascuas. Después de todo, la hospitalidad dependía de cuánto se podía preparar de antemano.

Quizás debería haberlo llevado de vuelta a la finca…?

Zheng no pudo evitar sentirse ansioso. No es que el mirador no fuera adecuado para entretener a un invitado; era la parte del jardín de Liu Daijin y se limpiaba todos los dias.

El problema no estaba en el lugar, sino en el mismo Zheng. Estaba empapado de sudor y, aunque se había limpiado con una toalla, la ropa todavía se le pegaba a la piel.

Gracias a su disposición física, Zheng sabía que su olor corporal no era demasiado fuerte, pero la autoevaluacion no fue suficiente para tranquilizarlo en este caso en particular. No estaba en condiciones de recibir a un invitado de honor. Cuando Koichiro le dijo a Zheng que tenía algo que decirle, debería haber propuesto que regresaran a la finca.

Pero Koichiro dijo que sólo quería tener una breve charla en el mirador y dadas sus posiciones, Zheng no podía rechazar una solicitud de un invitado de Liu Daijin.

Aún asi, he oído hablar de su destreza antes, pero al verlo yo mismo… Zheng miró en dirección a Koichiro mientras se llevaba una taza de té a los labios.

Hace solo unos minutos, los dos estaban enfrascados en una batalla a muerte. Zheng había dado un puñetazo con la intención de matar a su oponente.

Sin embargo, no había ni una pizca de sed de sangre o fatiga por parte del hombre que bebía tranquilamente el té frente a él. Estaba tan tranquilo como la superficie de un lago.

Tranquilo y sereno de hecho…

Incluso si su hijo les lanzará un puñetazo, ningún padre se defendería seriamente. La diferencia de fuerzas entre ellos era demasiado grande. El equilibrio de poder entre Koichiro y Zheng era muy similar.

Supongo que no soy rival para él. No basta con que me convierta en un ascendente.

Un ascendente. Ese era el nombre de aquellos que habían alcanzado el Nivel 7 en el gremio, aquellos que habían abierto el chara Sahasrara, el séptimo chakra ubicado en la parte superior de la cabeza. En yoga, aquellos que desbloquean este chakra eran considerados santos, hombres que habían despertado a la luz.

En este mundo sin embargo, los chakras estaban relacionados con el flujo del prana dentro del cuerpo. Aunque la idea puede haber sido similar, era fundamentalmente diferente a la interpretación en Rearth.

Al menos, no tenía relación con ninguna práctica religiosa. Aún asi, el hecho es que las técnicas de respiración y el yoga eran métodos efectivos para controlar el prana absorvido.

De cualquier manera, no había duda de que aquellos que obtuvieron el título de ascendente eran considerados los humanos más poderosos vivos. Como prueba, ninguna persona afiliada a los diversos países del continente había logrado ese título.

Al menos, eso era lo que sabía la organización. Y la organización podría obtener información sobre cualquier persona, ya sea un humilde campesino o un rey soberano. Zheng confiaba en esta inteligencia. Si algún rumor sobre alguien que alcanza el Nivel 7 comenzara a difundirse por las tabernas, la organización no escatimar Iá en gastos para confirmar su autenticidad.

Después de todo, la organización estaba formada por personas de Rearth, personas extremadamente eficientes para absorver prana, incluso entre ellos, solo tres de los ancianos, siendo Liu Daijin uno de ellos, se habían convertido en ascendentes.

También estaba el mayor enemigo de la organización, la iglesia de Meneos. Si bien la organización no conocía el alcance total de sus fuerzas y sólo podía estimar cuán vastas eran sus filas, lo más probable es que sólo tuvieran uno o dos ascendientes en sus filas.

Un ascendente era una presencia verdaderamente poderosa en este mundo, tan fuerte y poderosa como el más grande y amenazador de los monstruos. Todavía eran humanos, por supuesto. Sangrarian cuando estuvieran heridos y podrían morir de hemorragia si no se les trataba.

Se jactaba de una mayor fuerza física y resistencia que cualquier ser humano común, pero sí se cortara el hilo de su vida, morirían cómo cualquier otra persona.

Pero si supieran cómo protegerse, un solo ascendente podría igualar al ejército de todo un pais. La frase “ejército de un solo hombre” no hacía justicia a su poder. Quizás no podrían matar a todos los soldados en un ejército de cdiez mil, pero ciertamente podrían dispersarlo.

Con ese fin, los ascendentes tenían la clave del equilibrio militar en este continente. Zheng había asumido que Koichiro Mikoshiba también era un ascendente. Él tenía razón y estaba equivocado al mismo tiempo.

Naturalmente… Él es un ascendente y al mismo tiempo, es uno de los pocos afortunados que han ido incluso más allá de eso. Está en el nivel que sólo un puñado de los héroes más famosos del mundo ha alcanzado. Un transcendente.

Si un ascendente estaba en la cima del potencial humano, un trascendente como su nombre lo indicaba, iba más allá de la capacidad humana. Llamarlos dioses era quizás una exageración, pero sin duda eran sobrehumanos.

Justo cuando ese pensamiento cruzó por la mente de Zheng, Koichiro terminó su té y finalmente abrió los labios para hablar.

“Parece que estás malinterpretado algo, así que déjame decirte esto. El ataque que me lanzaste allá atrás fue un golpe espectacular.

Concentras te bien tu fuerza y transmitiste la fuerza sin problemas. Como artista marcial, ya eres más que un experto”.

Mientras hablaba, Koichiro miró a Zheng con el ojo derecho cerrado. No era frecuente que Koichiro elogiar a a alguien tan abiertamente. Era un evaluador severo cuando se trataba de artes marciales. Si su nieto Ryoma hubiera estado presente, probablemente se habría quedado sin habla, preguntándose si Koichiro habría tenido algún tipo de fiebre.

Zheng, sin embargo, simplemente forzó una sonrisa y negó con la cabeza. “Pero lo bloqueaste todo con demasiada facilidad…” murmuró, con su voz cargada de decepción y pesar.

Zheng se había entrenado con Liu Daijin en Bajiquan. Bajiquan era una escuela elogiada por sus poderosas técnicas de puñetazo y era conocida por su fuerza incomparable cuando se trataba de combate cuerpo a cuerpo. Zheng se veía a sí mismo como un sucesor de la misma escuela practicada por Li Shuwen, el famoso artista marcial conocido como God Spear.

Nacido en China durante los últimos años de la dinastía Qing, Li Shuwen fue un maestro de Bajiquan que había tallado su nombre en la historia y ganado una gloria particular. Dedicando sus días a entrenar, decidió concentrar sus esfuerzos. En lugar de dominar muchas técnicas, pulió una sola técnica hasta el punto de una precisión mortal.

Se contaba una historia de cómo consideraba que las técnicas de lanza de su maestro eran pretenciosas y sin sentido, lo que casi lo condujo a su excomunión.

Había sucedido hace más de un siglo, pero era similar a un niño que protesta por las palabras de sus padres. En ese momento, un maestro de artes marciales era visto como un padre. Se necesitaba mucha fe y determinación para contradecir al maestro.

Debido a su enfoque singular, muchas historias de las hazañas de Li Shuwen se concentraron en cómo mató a otros artistas marciales con un solo golpe, un golpe que no necesitó un segundo golpe. Era un ambicioso maestro de artes marciales que había dedicado su vida a desarrollar ese único golpe.

Era natural que Zheng se desanimara tanto. Había utilizado lo que era esencialmente el mismo golpe, y había sido bloqueado con demasiada facilidad. Ni siquiera un trascendente podría escapar ileso de un ataque así.

Al ver esto, sin embargo, Koichiro simplemente se rió, su voz resonando en voz alta alrededor del cenador.

“Por qué te ríes?”

Las palabras se deslizaron de los labios de Zheng, con su voz tan baja y gruesa como el acero. Sus puños se sacudieron y la ira surgió de la fosa de su estómago como magma furioso. Tenía que suprimir activamente sus emociones para que no se revelaran abiertamente.

Aunque fuera un invitado de honor, Zheng no podía dejar que este insulto se mantuviera. Si no hubiera sentido ninguna ira por el comportamiento de Koichiro aquí, podría haber renunciado a su vida como artista marcial y haberse retirado al campo.

Zheng miró con indignación a Koichiro. Koichiro simplemente se rió de nuevo.

Después de que pasaran unos segundos, Koichiro inclinó la cabeza ante Zheng. “Mis disculpas. No quería insultarte. Tu reacción fue tan similar a la de Zhong Jian, y me pareció muy divertido.”

“Similar a Liu Daijin?”

“Sí. Al igual que un padre y un hijo, un maestro y un aprendiz parecen ser muy parecidos.”

Koichiro entrecerró los ojos, como si pensara con cariño en algún viejo recuerdo. Los días de su juventud, que había pasado junto a Liu Zhong Jian, surgieron en su mente.

“Ya eres bastante fuerte, Zheng,” dijo de repente Koichiro. “Eso no es sorprendente ya que eres el alumno estrella a quien Zhong Jian confió sus enseñanzas. Puedo ver cómo sirves como el líder de los Perros de Caza de la Organización.”

Koichiro miró a Zheng, con sus ojos entrecerrados. Le dio alegría ver al estudiante de su amigo jurado madurar en un artista marcial tan hábil.

Estaba claro que la semilla que Liu había plantado había brotado y estaba madurando hasta su plena floración.

“Aún así, hay espacio para mejorar”, dijo Koichiro. Zheng le miró con curiosidad. “Mejorar dices?”

“Tu comprensión de lo básico, desde tu fuerza muscular hasta la transmisión de la fuerza en tus extremidades es sólida. Tu cuerpo se desarrolla lo suficientemente bien. Y lo más importante, tienes un talento inusual para controlar cómo tu taumaturgia marcial mejora tu cuerpo.

Nadie podría tomar ese golpe y alejarse de él.”

Koichiro tomó su copa y dirigió una mirada aguda a Zheng. No estaba mintiendo. Si nada más, si ese golpe hubiera golpeado a Koichiro directamente, definitivamente lo habría matado.

En términos de dominio absoluto de las artes marciales, el ataque de Zheng fue impecable. El problema, sin embargo, radica en su practicidad en el verdadero combate. No importaba lo poderoso que fuera un golpe, no significaba nada si no podía alcanzar el objetivo.

“Pero estabas tan obsesionado con la fuerza del golpe, que paraste en el primer nivel de Xing Yi Quan. Aquellos que lo hacen suelen confiar en un solo golpe poderoso para vencer a su oponente. Además, tienden a asumir que nadie podría bloquear o evadir sus golpes. Como prueba, en el momento en que bloqueé tu ataque, te congelaste por sorpresa. Aunque, supongo que no puedo culparte por pensar así. Casi no hay nadie en este mundo capaz de bloquear ese golpe tuyo.”

Zheng quería acurrucarse avergonzado. Esto era algo que Liu Daijin también le había dicho.

La fuerza podría describirse como la relación entre la fuente de la energía cinética del ataque -el puño en este caso- y la superficie que golpeó.

Por ejemplo, el Tai Ji Quan estilo Chen empleó una técnica conocida como devanado de seda. Se centró en el movimiento de torsión del cuerpo para producir fuerza. Xing Yi Quan, por otro lado, se centró en la pérdida de gravedad causada por el agotamiento para producir fuerza.

Esto puede sonar casi sobrenatural, pero la energía cinética producida por los músculos fue llamada “fuerza” por las artes marciales chinas.

No era una forma de energía en sí misma, sino más bien un método para regular el flujo y la liberación de energía cinética dentro del cuerpo.

En otras palabras, se basaba en la física real y las leyes de la naturaleza. El primer nivel de Xing Yi Quan se centró en manifestar esa fuerza en una forma tangible.

Aumentó la velocidad y el impacto de un golpe, proporcional a la fuerza detrás de él. El segundo nivel se centró en la reunión instantánea de las fuerzas internas en el cuerpo, como el latido del corazón y la respiración. Se centró en la aceleración basada en la distancia al objetivo.

Los dos niveles eran diferentes en esencia. El primero impulsó momentáneamente la fuerza, haciendo un golpe más agudo y más pesado, mientras que el segundo resultó en una transmisión de fuerza más aburrida pero más impredecible.

El hecho de que la velocidad de un golpe no estaba influenciada por su peso y fuerza permitió al usuario confundir a su oponente y atraparlos con la guardia baja.

Las artes marciales chinas tendían a centrarse en el primer nivel sobre el

segundo, pero ambos tenían el mismo objetivo. Mientras pudieran matar al oponente, ambas etapas eran igualmente válidas.

Zheng tiene talento y mucha experiencia de combate. Pero por eso se centra en la fuerza. Esperemos que lo de hoy lo haga tan cauteloso como lo fue una vez, cuando fue todavía un aprendiz indefenso.

El mayor defecto de Zheng era que carecía de iguales con los que lidiar. Ser incomparable era algo maravilloso en sí mismo, pero podía hacer que uno se sintiera demasiado confiado.

Una vez que tal arrogancia se apoderó de la persona, fue difícil arreglar ese comportamiento. En el peor de los casos, esta presunción podría llevar a Zheng a olvidar por completo la posibilidad de que un oponente inesperado pueda acabar con su vida en combate.

Dicho esto, la gente a menudo ignora ese tipo de advertencias. Según la personalidad de la persona en cuestión y cómo lo expresó, incluso podría provocar una reacción violenta. Uno solo entendió la importancia del conocimiento y la técnica por necesidad.

Una persona presionada por sus padres y maestros se desempeñó de manera diferente en comparación con cuando lo hizo voluntariamente para ingresar a una determinada universidad o carrera. Eso no quería decir que Zheng no entendiera lo que Liu le había enseñado. Pero estaba tan obsesionado con lograr un golpe que no necesitaba un segundo golpe que solo pensó en la fuerza.

Sin embargo, no estaba del todo equivocado. Un golpe que podría matar instantáneamente a cualquier oponente era el arma más eficiente imaginable. Pero ahora se enfrentaba a un oponente al que no podía hacer caer con ese golpe. Era un muro que tendría que superar como artista marcial.

Liu Daijin le había pedido a Koichiro que sirviera como ese muro para Zheng.

“Quizás deberías reconsiderar tu forma. Estoy seguro de que encontrarás el camino si lo haces”.

Las palabras de Koichiro desencadenaron algo en Zheng y se dio cuenta de todo.

Podría ser.? “Liu lo envió?”

Koichiro se rascó la barbilla torpemente. “Digamos simplemente que eres agraciado con un buen maestro, Zheng.”

Zheng sintió que algo se calentaba detrás de sus ojos. Al principio pensó que Koichiro estaba usando su fuerza superior para jugar con él, pero resultó que esa no era su intención. La visión de Zheng se nubló y sus hombros empezaron a temblar. Se limpió la cara con la manga, cayó de rodillas y golpeó su frente contra las losas.

Comprendió ahora las intenciones de Liu Daijin.

Al ver esto, Koichiro asintió profundamente. Debería estar bien de aquí en adelante. Ahora, es hora de avanzar en mi propio negocio aquí…

Habiendo hecho lo que Liu Daijin le pidió que hiciera, Koichiro regresó a sus propios objetivos.

“Ahora, si está bien, me gustaría volver al tema principal. Te importaría si tuviéramos una pequeña charla?”

“Una charla?” Preguntó Zheng con curiosidad, poniéndose de pie. “Mm.” Koichiro asintió. “Acepté la petición de Liu porque quería ayudar al estudiante de mi amigo jurado, pero también tenía mis propias razones para hablar contigo.”

Al ver la expresión de Koichiro tornarse sombría, Zheng sintió que sus propios rasgos se endurecían. “Bien…” murmuró, aparentemente sin palabras.

“Mis disculpas,” dijo Koichiro, notando la mirada en la cara de Zheng. “Zhong Jian ya me lo ha dicho un poco, pero había algunas cosas que no quería ampliar. Así que en aras de la objetividad, pensé en pedirle su opinión, como su futuro sucesor.”

“Ya veo,” respondió Zheng, sus ojos entrecerrando como espadas. “Ese tipo de charla. Sin embargo…”

Aparte de ser el estudiante y ayudante de Liu Daijin, Zheng Motoku llevaba otro sombrero, el de su sucesor dentro de la Organización. En otras palabras, estaba destinado a ser uno de los doce jefes de la Organización que abarcaba todo el continente. Los únicos que lo sabían en ese momento, sin embargo, eran Liu y Zheng. En la superficie,

Zheng sirvió como guardaespaldas y asistente de Liu debido a su avanzada edad.

La razón más importante por la que mantuvieron esta fachada fue porque temían el antagonismo dentro de la Organización. Como todos eran víctimas igualmente forzadas llamadas a este mundo, no querían considerar esta posibilidad. Pero había facciones dentro de la Organización, y un líder de una de esas facciones podría ser marcado para el asesinato.

“Entendido. Pídeme lo que quieras. Pero..” Zheng se detuvo. “Entiendo tu posición,” dijo Koichiro, asintiendo. “Podría haber sido parte de la Organización una vez, pero durante medio siglo fui considerado muerto. No puedes revelarme tus secretos. Si te hago una pregunta que no puedes responder, simplemente dilo y no la seguiré más.”

Koichiro fue una vez un miembro de alto rango, pero una ausencia de cincuenta años fue simplemente demasiado larga. Podían aceptarlo de nuevo en la Organización, eso era seguro, pero no lo reinstalarían inmediatamente como uno de los miembros de más alto rango.