Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 1

Capitulo 4: Capacitación

Parte 3

Era hora de practicar el combate.

Como siempre, la clase comenzó con el combate de Adele y Kelvin, y como siempre, la victoria fue para Adele.

En cuanto a la técnica, Kelvin estaba a un paso de ella, pero eso no significaba nada frente a la abrumadora diferencia entre ellos en cuanto a potencia y velocidad.

Por supuesto, la fuerza que mostró no era verdaderamente sobrehumana, pero ahora que Adele había abandonado su “modo normal” —en otras palabras, la cantidad de poder que se podría esperar de una niña de su edad- no había manera de que un niño preadolescente pudiera superarla, sin importar cuán talentoso fuera. No, a menos que perdiera a propósito.

Sin embargo, no sólo Burgess le había prohibido hacer eso, sino que Adele ya se había dado cuenta de su propia falta de habilidad para la actuación.

La expresión de Kelvin era desagradable, y ese día, al ver que la miraba fijamente como siempre lo hacía, Adele comenzó a agitarse. ¿Por qué tuvo que mirarla así?

Nunca había hecho nada para merecerlo. Habían pasado por esta rutina al menos diez veces, y cada vez, él había puesto esa cara y le había dado esa mirada. Esta vez, de alguna manera, la enfureció, como si la rabia se hubiera estado acumulando dentro de ella y ahora escapara de golpe.

“No voy a pelear contigo otra vez”, dijo ella. “¡Hemos terminado!”

“¿Eh…?”

Por un momento, Kelvin la miró inexpresivamente, como si no pudiese comprender sus palabras. Luego, se puso furioso.

“¿De qué estás hablando? Hasta que te gane, yo…

“¿No ves lo egoísta que es eso? ¿Qué tiene que ver eso conmigo?

Kelvin abrió la boca para responder, pero Adele le cortó el paso antes de que pudiera hacerlo. “Después de todas estas veces, ¿realmente vas a estar satisfecho y pensar: ‘Oh sí, soy el más fuerte’, ¿después de ganar sólo una vez? Si tienes de una victoria a doce derrotas, ¿realmente vas a parar? ¡¿Eres estúpido?!”

“Qué…”

“¿Qué es exactamente lo que ganarías si me golpearas? ¿De golpear a alguien que ni siquiera quiere ser caballero? ¿Qué les dirías? Sí, así es, mis tres años en la academia los ocupé intentando derrotar a una niña que trabaja en una panadería. Y ahora, esa chica se está preparando para ser una prometida”. ¡¿Es eso realmente lo que quieres decir?!”

“Pfft!”

Algunos de sus compañeros de clase estallaron de risa. Incluso el Sr. Burgess tuvo que contener su risa. Un maestro concienzudo no debe ser visto riéndose de algo así.

Por supuesto que no.

“Eres consciente de que soy una maga, ¿no? No soy buena con las espadas. ¿Vas a decirles eso también? Sólo di con orgullo: “Oh, sí, tuve catorce batallas de espadas con una maga que apesta con las espadas, y en el decimoquinto intento, finalmente conseguí la victoria”.

“¡Gaha! Bwah ha ha ha ha ha ha!” El concienzudo Burgess finalmente cedió. “¿Qué estás…?”

“Eso es lo que estás haciendo, ¿no? Nunca has luchado conmigo en magia, que es mi especialidad; sólo vienes a mí cuando estamos practicando algo en lo que eres bueno. ¿Qué tiene de bueno golpear a una maga en una pelea de espadas?”

“Uh….”

“Uh?”

“Uh-Yo, yo……. Waaaaaaaaaaahhhh!” Kelvin se fue corriendo.

“Adele, mi niña…” Burgess parecía preocupado. “¿Podemos hablar un minuto? Hay algunas cosas en este mundo que no deberías decirle a alguien, no importa cuán justificado esté…”

El resto de la clase se convirtió en otra de las lecciones de Burgess para Adele sobre “ser considerada con los egos de los chicos”, con los otros estudiantes de vez en cuando.

“Entonces, ¿me equivoqué?”, preguntó.

“No me voy a molestar en castigar a Kelvin por irse. Ciertamente no habría podido soportar esa reprimenda”.

Todos en la clase asintieron de acuerdo con la decisión. Excepto por Adele. “Después de eso, hmm…” Burgess se dirigió a Marcela y compañía. “Wonder Trio,

sígueme”.

“W-wonder Trio? ¿Te refieres a nosotras? ¿Qué es eso…?” Las chicas parecen perplejas ante su nuevo título.

“Aah, lo siento. Ese es el apodo que los maestros tenemos para todas ustedes. Una plebeya, la hija de un comerciante y una noble, a pesar de tener tres orígenes muy diferentes, las tres se llevan maravillosamente bien. Más increíblemente, las tres han visto florecer sus habilidades mágicas. Es como si hubieras llamado la atención de los espíritus que controlan la magia, o como si la diosa le sonriera a tu amistad. Así que sí, Wonder Trio, Miracle Trio, Magic Trio…. Tenemos muchos nombres diferentes para ustedes tres”.

“¿Eh?” Las tres quedaron aturdidas y comenzaron a sonrojarse.

“Pero ese no es el punto. Hay un chico delicado que necesita consuelo, y me gustaría conseguir la ayuda de las Tres Bellezas Populares de Clase A, Más Una.”

“¿Qué se supone que significa eso?”

Las tres se sorprendieron, pero viendo el estado en que se encontraba Kelvin, no podían negarse.

“Supongo que debemos, si hay algo que podamos hacer para ayudar…”

Sin embargo, como era de esperar, estas tres niñas seguían esperando algo a cambio, aunque sus acciones fueran por el bien de una compañera de clase.

“Oh, está bien”, admitió Burgess. “La próxima vez que surja algo, me encargaré de ello por ustedes.

“Entonces es una promesa. Y por cierto…”

“¿Hmm? ¿Qué pasa?”

“¿Qué quisiste decir con “más uno”?”

“Oh, eso.” Señaló a Adele. “Aunque supongo que, por ahora, será mejor que mantengamos a la culpable fuera de esto.”

***

Y así, como si las tres chicas hubieran hecho algún tipo de milagro, Kelvin se presentó a las clases de la tarde.

Cuando terminó la última clase y la maestra abandonó el aula, se acercó al asiento de Adele.

Al ver esto, Adele frunció el ceño, sabiendo que los problemas se estaban gestando.

¡Ojalá me dejara en paz!

“¡No voy a perder! Soy el quinto hijo del barón Bellium, y en mi nombre, yo…” “¿Oh?” La voz baja de Adele resonó en el silencioso salón de clases. Su ira había

comenzado a acumularse de nuevo tan pronto como Kelvin empezó a hablar.

Fue entonces cuando sus compañeros de clase lo supieron: la larga charla de la mañana sobre ser considerada con los sentimientos de Kelvin no se había hecho realidad.

“¿Quién eres tú?”

Una serie de gritos ahogados resonaron por toda la clase, mientras que todos los demás quedaron conmocionados junto a Kelvin

“¿Qué… qué…? ¿Estás…?” Kelvin estaba nervioso, pero trató de disimularlo. Adele ignoró su balbuceo.

“Con el que he estado peleando es con un chico llamado Kelvin, un compañero de clase que, no importa cuántas veces pierda, sigue forzándome a un desafío tras otro.

A quien aguanto una y otra vez, a pesar de sus misteriosos rencores y miradas espeluznantes.”

“¿Y ahora? ¿No eres tú el que se llama Kelvin, mi oponente y compañero de clase, el que sigue luchando y quiere ser caballero, eres una criatura llamada “el quinto hijo del barón”? ¿Qué negocio tengo con alguien así?”

“¿Eh…?”

“¿Qué es el quinto hijo de un barón? ¿Es eso impresionante? ¿Se supone que eso significa algo? Todo lo que significa ser un noble es que hace mucho, mucho tiempo, tus antepasados hicieron algo que le gustaba al rey. Hasta entonces eran campesinos normales como todos los demás.

“Claro, tal vez esa persona era increíble, pero el sólo hecho de ser su descendiente no te hace especial. ¿O tu sangre tiene un color diferente a la de un plebeyo?”

Hubo un respiro mientras los compañeros de clase de Adele y Kelvin se tambaleaban ante esta crítica mordaz.

“En realidad, ser noble no significa que hayas nacido noble”, dijo Kelvin. “Significa que naciste para convertirte en un noble. Eres criado con el ejemplo de tus padres, y educado como un noble, y tu corazón está lleno del espíritu de un noble, la nobleza obliga, las obligaciones de un noble”.

¡Las cosas estaban cambiando! La clase respiró aliviada, pero Adele continuó. “¿Qué eres ahora mismo? Estás estudiando entre plebeyos, no has sido entrenado como noble, no has contribuido nada a este país ni a su gente. No has hecho nada más que vivir de nuestros impuestos. ¿Qué derecho tiene a declararse a sí mismo?

“¿Crees que mereces llamarte noble, cuando tu único título es ese apellido especial?¿En serio? ¿Y estás dispuesto a correr el riesgo de manchar ese nombre?”

“Uh…”

Esto no estaba yendo bien. Al ver a Kelvin acorralado, los estudiantes comenzaron a entrar en pánico. Empezaba a parecer una repetición de aquella mañana.

“… ¿Te duele el corazón?”

“¿Eh…?” Kelvin miró fijamente, inseguro de lo que quería decir.

“¿Toda la pasión que has puesto en la práctica del combate nació de tus propios deseos? ¿O era algo que tenías el deber de hacer para proteger tu orgullo como quinto hijo de un noble?

“¿Disfrutaste tu entrenamiento? ¿Te alegraste de hacerte más fuerte? ¿O fue difícil y doloroso? ¿Tenías que abrirte paso a la fuerza?

“Y cuando lo hiciste, ¿tu corazón se volvió oscuro y frío? ¿O creías en un futuro en el que tu propia fuerza brillaría, sin importar el nombre de tu familia?”.

Kelvin se quedó en silencio, su cara de nuevo de color rojo brillante.

“Para mí, no eres sólo un noble o el quinto hijo de un barón. Eres un niño que cree en su propio poder, que sigue entrenando por su propia voluntad y que sigue luchando para mejorar, independientemente de su educación. Eso es lo que yo creía, y es por eso que siempre respondí a sus desafíos.

“¿Sabías que hay un lugar donde se usa la palabra ‘Kelvin’ para medir la temperatura? No es una escala pequeña y agradable, donde el agua se congela a cero grados, y hierve a 100.

“En Kelvin, hay 273 grados bajo cero. Esa es la temperatura a la que se congela toda la materia, incluso el movimiento del tiempo. Es una escala aterradora que fija ese punto como cero grados, o como ellos lo llaman, ‘cero absoluto’.

“¡En cuanto a las altas temperaturas, te darán un mundo en llamas donde incluso la roca y el hierro se funden y evaporan!”

Con un chasquido, Adele señaló con el dedo a Kelvin.

“¿Eres un niño sin sentido sin mérito fuera de tu posición como el quinto hijo del barón? ¿O eres un hombre que vive más allá de ese apellido, que tiene un corazón que arde con fiereza y un alma que brilla con luz brillante: ‘Kelvin, el Infierno’?”

“Uh-Yo… yo…”

Al ver que los ojos de Kelvin comenzaban a tornarse llorosos, Adele recuperó la cordura. Ella miró a su alrededor para ver a sus compañeros mirando con asombro, como si acabaran de presenciar algo increíble.

Oh querida. ¿Había exagerado?

Conmocionada, Adele miró a Marcela, pero Marcela simplemente se encogió de hombros y señaló en silencio hacia la puerta.

Siguiendo ese consejo admirablemente sucinto, Adele salió corriendo de la habitación.

***

Al día siguiente, Adele entró tímidamente en el aula para encontrar una atmósfera de calma inesperada. Los otros estudiantes saludaron a Adele normalmente, como siempre lo hacían.

Se sintió aliviada.

Sin embargo, la parte extraña vino después. No es que fuera algo malo.

Era sólo que todo el mundo parecía estar poniendo una cantidad excepcional de esfuerzo.

Durante sus estudios en el aula, durante la educación física, durante la práctica de la magia….

Trabajaron con entusiasmo e hicieron preguntas productivas. Los esfuerzos de los nobles estudiantes fueron particularmente notables.

Esto fue algo bueno, seguramente. Sin embargo, sus actitudes eran completamente diferentes a las del día anterior. Adele estaba muy confundida.

Incluso Kelvin tenía un comportamiento extrañamente tranquilo y parecía perfectamente normal cuando se sentaban para las clases. No había ni un solo fragmento de la irritación o agitación que había mostrado todos los días durante el último año.

El Sr. Burgess estaba convencido de que esto se debía a los esfuerzos de las tres niñas,  y  se  difundió  la  noticia  entre  los  profesores  de que estas tres eran particularmente sobresalientes. Más y más maestros comenzaron a hacerles varias peticiones hasta que empezó a ser un poco molesto.

Adele no pudo evitar comentar los cambios.

“Sabes, Marcela…. Te las arreglaste para distraer la atención de todos los chicos antes, pero últimamente parece que ha empezado a volverse hacia mí, ¿no?”

Marcela se encogió de hombros y respondió: “Señorita Adele, ¿has oído alguna vez la expresión: ‘Cosechas lo que siembras’…?”