Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 1

Capitulo 4: Capacitación

Parte 1

El día siguiente marcó el inicio de su entrenamiento. “¡Muy bien, todos! ¡Es hora de empezar a entrenar!”

Aparentemente, su maestro, el Sr. Burgess, también estaba a cargo de su educación física.

Todos los estudiantes usaban protectores de cuero sobre sus uniformes de gimnasia, y a diferencia de los uniformes mismos, estos no habían sido distribuidos de antemano.

En cambio, eran compartidos por las distintas clases, y el hedor del cuero y el sudor de otras personas llenaban el aire alrededor de Adele y sus compañeras de clase. Aunque los estudiantes de la prestigiosa Academia Ardleigh sin duda recibieron sus propios protectores, así como armas y armaduras, los estudiantes de Eckland no tuvieron el lujo de quejarse.

“Debería empezar con los fundamentos del entrenamiento de fuerza y la técnica, pero tengo la sensación de que eso los aburrirá a todos hasta llorar”, comenzó el Sr. Burgess. “Así que, empezaremos con una batalla de práctica para que todos ustedes puedan comprender la importancia de dominar lo básico.

“Pongamos un buen ejemplo…. Aquellos con experiencia previa, ¡den un paso al frente!”

Varios de los muchachos se adelantaron a sus órdenes. “¡Uno de ustedes, adelante y muéstrenme lo que tienen!”

Sin embargo, nadie parecía dispuesto a ofrecerse como voluntario.

Justo cuando parecía que el Sr. Burgess tendría que rendirse y elegir a alguien él mismo…

“¡Lo haré!” Kelvin, el quinto hijo del barón, dio un paso adelante.

“¡O-ho! Kelvin, ¿verdad? Muy bien, ¡vamos! Te permitiré seleccionar a tu oponente”.

En la academia, el rango se volvió irrelevante, por lo que incluso los hijos de los nobles se dirigían a ellos con sus nombres de pila.

Mientras Kelvin miraba al grupo de posibles oponentes, todos apartaron cuidadosamente sus ojos. La mitad de los niños reunidos eran nobles que ya habían sido testigos de su destreza durante la evaluación física.

Después de tomarse el tiempo para evaluar a cada estudiante, Kelvin señaló con el dedo.

“¡Tú, allí! ¡Vamos!”

Fue  Adele. Ella  lo miró  fijamente, con la boca  abierta.  “¿Eh?  ¿Por qué yo?

Realmente no tengo experiencia…”

Volteó a ver al Sr. Burgess, esperando una salida. Sin embargo…

“Adele, ¿verdad? Bueno, bueno, esto debería ser interesante. ¡Hagámoslo!”

El Sr. Burgess sonrió. Los rumores sobre Adele habían circulado entre los maestros y los estudiantes, y él estaba contento con esta oportunidad de probar sus habilidades.

“¿Eh…?”

Adele, por su parte, estaba desconcertada. ¿Por qué tan de repente Kelvin y su maestro querían que ella peleara?

Acababa de memorizar el nombre y el rostro del niño que la había elegido, el niño al que siempre parecía ver mirándola fijamente.

Al principio, ella se preguntó si él estaba enamorado de ella, pero su actitud sugirió que bien podía ser lo contrario.

De hecho, su aguda mirada parecía etiquetarla como su rival.

Pero si tuviera que elegir un rival, pensó Adele, ¿no sería mejor elegir a alguien con una habilidad excepcional, no a una chica normal y corriente como yo?

“Por favor, sé amable conmigo…” suplicó Adele, mientras levantaba su espada de madera, pero Kelvin sólo preparó su arma, en silencio.

Adele se preparó. Kelvin parecía bastante serio. Estas podrían ser solo espadas de madera, pero si la golpeaba lo suficientemente fuerte, aun así, le dolería, incluso a través de la armadura de cuero.

Su estrategia estaba decidida.

Luchar en el Modo Chica Normal, en el nivel en el que se encontraba antes de volver a despertar, significaría una pérdida instantánea. Además, tendría que seguir desempeñándose a ese nivel en futuras sesiones de práctica, lo que significa que nunca podría entrenar seriamente. Eso sería un problema.

A pesar de ser rápida y poderosa, Adele no tenía absolutamente ningún conocimiento de la técnica. Por lo tanto, para prepararse para la vida después de la graduación, necesitaría hacer un entrenamiento serio. Para ello, tenía sentido mostrar algo de fuerza y lucha —al menos de vez en cuando— con el más fuerte de los chicos, para que ella pudiera beneficiarse de la enseñanza del maestro.

Incluso si ser golpeada fuera doloroso.

¿O tal vez podría evitar que la golpearan?

Si lograba hacerlo y dejaba que su espada fuese derribada en el momento adecuado, entonces quizás la batalla podría terminar antes de que sufriese heridas graves.

Con esto en mente, Adele se preparó para la pelea. “¡Empiecen!”

Justo cuando la orden salió de la boca del Sr. Burgess, Kelvin inmediatamente corrió hacia Adele.

En este mundo, no existía el suri-ashi ni el okuri-ashi, las técnicas de escalada del kendo japonés. Más bien, el objetivo parecía ser simplemente eliminar a tantos oponentes como fuera posible en el campo de batalla.

Sintiendo la vacilación de Adele, Kelvin se movió rápidamente, bajando su espada desde arriba. Por supuesto, habría estado mal visto apuntar directamente al cráneo de una niña, así que se movió para golpear su hombro, que estaba cubierto con la armadura de cuero. En el kendo, tal movimiento habría sido una huelga kesa-gir

La victoria estaba a la vista, o eso pensaba Kelvin. Pero su espada sólo cortaba el aire, como si no hubiera nada ahí.

“¿Eh…?”

Mientras Adele evadía fácilmente su swing, la confianza de Kelvin vacilaba.

Sin embargo, no fue tan tonto como para permitir una apertura. Rápidamente volvió a levantar su espada y la giró hacia el lado derecho de Adele, que ella misma había esquivado a la izquierda.

¡Idiota!

Ella bloqueó su golpe con su espada.

Envió  un  rápido  ataque  hacia  su  lado  izquierdo,  esperando  poder  cogerla desequilibrada. Sin embargo, este golpe fue fácilmente bloqueado también.

Kelvin siguió atacando, y Adele siguió bloqueando.

Kelvin maldijo. ¿Cómo puede estar pasando esto? La chica tenía la postura y la técnica de una aficionada. ¡¿Cómo pudo moverse tan rápido?!

¡¿Cómo pudo bloquear cada uno de sus ataques?!

Kelvin estaba abrumado por la confusión, pero también lo estaba Adele.

¡Eeek! Sus ataques se hacían más fuertes. ¿Cómo podría perder la batalla con estilo sin dejarse lastimar?

Finalmente, el lado temerario de Kelvin emergió.

Si Adele ya estaba bloqueando cada movimiento con su espada, no tuvo más remedio que apuntar a su espada intencionadamente. Entonces, al menos, podría tener la oportunidad de abrumarla con su fuerza.

Miró hacia abajo, apuntando al punto justo por encima de la empuñadura de su espada.

Usando tanto su fuerza como el impulso de la espada, centró su energía en el tercio de su espada que estaba más cerca de la punta. La espada de Adele estaba inmóvil.

¡Me va a golpear!

Sin pensarlo, Adele se puso tensa.

¡Cra-ack!

Su espada hizo un terrible y estridente sonido.

¡Thwap!

La espada de madera de Kelvin golpeó la espada de madera de Adele cerca del mango. Una espada salió volando de las garras de su dueño, cayendo por el suelo.

“¿Eh…?”

El que quedó mirando fijamente sus manos ahora vacías fue Kelvin.

Demonios, pensó Adele. Pero ya era demasiado tarde.

Al igual que con su magia y como ella había visto con la manija de la puerta, estaba claro que Dios había hecho algo para multiplicar su fuerza física. Y si se debió a un error, a un malentendido o a una elección deliberada, eso no hizo nada para cambiar el resultado.

En la vida de Adele hasta ese momento, siempre había sido capaz de contenerse, casi subconscientemente, para seguir actuando como una chica normal con habilidades normales. Debido a esto, había tardado varios días después del regreso de sus recuerdos en darse cuenta de que algo había desaparecido.

Ahora, si Adele ejerciera incluso un poco de fuerza, incluso inconscientemente, su poder crecería a un nivel completamente nuevo

No era diferente a los cambios de marchas en un coche automático, el aumento de los caballos de fuerza creaba un exceso de torsión.

¿Qué pasaría si ese nivel de fuerza fuera vertido en una espada de madera?

Normalmente, cuando dos espadas intercambiaban golpes, la fuerza de una espada anulaba la de la otra. Sin embargo, si una espada se quedaba inmóvil, toda la fuerza del golpe de la segunda se reflejaba en los brazos del espadachín.

Era tan bueno como golpear un trozo de hierro, y, por lo tanto, había una probabilidad extremadamente alta de que los brazos de uno se entumecieran, causando que la espada cayera. Y esto fue exactamente lo que le sucedió a Kelvin.

“¡Fin del combate!” dijo Burgess

“N-no! ¡Mis manos se resbalaron!” Kelvin protestó cuando su maestro señaló el final del partido.

La respuesta de Burgess fue clara. “¿Es eso lo que dirías si dejaras caer tu espada en el campo de batalla? ¿Le dirías a tu oponente:’¡Oh, un momento, por favor! ¡Mi mano se resbaló! ¿Me darías un segundo para recuperar mi espada?”

“Tch…”

Esto no estaba yendo bien.

Incluso Adele, que era ignorante en lo que respecta a las sutilezas de la esgrima, podía darse cuenta de que esta no era una situación favorable. Ella, una aficionada de alto rango, había vencido a un chico que era a la vez seguro de sí mismo e increíblemente fuerte. Aunque había dicho que era la primera vez que usaba una espada…

Esto no estuvo bien. Para una “chica normal”, esto no era nada bueno. “¡U-um! Puedo continuar…” dijo Kelvin.

“¿Oh?” Burgess parecía intrigado cuando se giró para dirigirse a Kelvin, quien en silencio recuperó su espada. “¿Qué vas a hacer?”

¿Qué voy a hacer? Adele se preguntaba. Si simplemente dejara caer su espada, sería obvio que estaba fingiendo. Tendría que recibir un golpe.

Adele preparó su espada para luchar de nuevo.

La postura de Kelvin cambió, y el choque de espadas empezó de nuevo

Aunque no había tenido suficiente tiempo para recuperarse de la ronda anterior, tampoco lo había hecho su oponente. Y dado que las niñas tenían poca fuerza física, era natural que estuviera terriblemente agotada. Con esta idea en mente, Kelvin atacó una y otra vez. Sin embargo, Adele siguió bloqueando cada golpe con precisión.

Mientras la lucha continuaba, Adele no mostró signos de cansancio, y Kelvin comenzó a impacientarse una vez más. Debido a la violencia de su asalto, ya estaba llegando a su límite. Podía sentirse cansado: su agarre a la espada empezaba a debilitarse, y su aliento se hizo pedazos.

¿Por qué? Se enfureció. ¡¿Por qué no puedo dar un solo golpe?! ¿Contra esta chica, esta principiante?

No se permitía perder, no según los principios de Kelvin.

***

En cuanto a Adele, siguió bloqueando cada uno de los golpes de Kelvin casi reflexivamente, lamentando la dificultad de perder la pelea de una manera que parecería natural y que no implicaría salir herida.

Preferiría no ser golpeada en ningún lugar sin protección, o en cualquier lugar donde el cuero sea delgado o esté debilitado.

Dado que ella apenas había vacilado ante los golpes anteriores de Kelvin, sería ridículo que simplemente soltara su espada de forma casual.

Tan distraída estaba Adele por estas preocupaciones, que no se le ocurrió que este nivel de velocidad, fuerza y resistencia estaba completamente por encima de las capacidades de una niña normal de diez años.

Tampoco que Kelvin, que estaba a la cabeza de los demás estudiantes de primer año, empezara a cansarse también.

La batalla continuó hasta…

¡Ahora!

La postura de Kelvin se estaba desmoronando, y sus golpes ahora eran considerablemente más débiles que los que había recibido antes.

Viendo que cualquier oportunidad de perder la batalla pronto pasaría a su lado, Adele intencionadamente ralentizó sus propios movimientos, girando su cuerpo de tal manera que la espada de Kelvin la golpeó justo en el lugar donde el cuero de su armadura era más grueso

Todo lo que necesitaba saber era fingir que no tenía tiempo para protegerse. Tensó su cuerpo y apretó sus ojos para prepararse para el dolor del golpe.

…¿Eh?

El ataque nunca llegó, y después de varios momentos, Adele abrió los ojos.

Estaba Kelvin, rojo y temblando de rabia, y a su lado, Burgess, con una expresión que decía algo así como “Lo has logrado”.

“¡Deja de jugar conmigo!” Gritó Kelvin, luego tiró su espada al suelo y dio un pisotón

Adele se quedó de pie, con la boca abierta, sin entender.

“Sabes, niña…. Deberías ser más considerada con el orgullo de un hombre”, dijo el Sr. Burgess. Detrás de él, los otros estudiantes asintieron.

¿Qué ha pasado? ¿Qué había hecho Adele mal?

“Bueno, es como debe de ser”, continuó su maestro. “No lo culpo por enfadarse, así que supongo que no lo castigaremos por saltarse la clase…. esta vez. Ahora, el resto de ustedes hagan pareja e intenten entrenar.”

Los estudiantes se dividieron en parejas y comenzaron a practicar, pero con Kelvin fuera hubo un número impar, dejando a Adele sola.

Incluso Marcela evitó mirarla a los ojos.

¿Cómo sucedió esto? se preguntó Adele.

El mango de la espada de madera que había agarrado durante tanto tiempo estaba ahora abollado con una impresión de sus dedos, haciéndola inutilizable.

***

Era el primer día de clases de magia y Adele estaba decidida a no estropearlo como lo había hecho la última vez.

Entre la clase de treinta alumnos, unos seis de ellos mostraron una chispa de verdadera destreza mágica, mientras que tal vez nueve más serían capaces de alcanzar al menos un nivel diario de competencia.

En general, la proporción de usuarios cualificados era un poco más alta que la norma, pero esto no fue ninguna sorpresa. Era natural que aquellos que esperaban convertirse en magos profesionales hicieran todo lo posible para entrar en una escuela decente.

“Para empezar, ¿por qué no intentamos algunas de las lecciones que aprendieron en clases? Recuerden, esto va para todos ustedes, sean o no capaces de usar magia. Comprender la técnica mágica, aunque sólo sea en teoría, les será útil en el futuro”.

Bajo la dirección de su maestra, la Sra. Michella, los estudiantes comenzaron a recitar sus hechizos.

Junto a Adele, el Trío Marcela estaba haciendo un buen esfuerzo.

Las habilidades de Marcela eran de tipo cotidiano, mientras que parecía que Monika y Aureana no tenían ninguna capacidad mágica.

Típicamente, la fuerza de un usuario mágico estaba determinada por el poder que podía producir con un solo hechizo, cuánto tiempo podía mantener ese hechizo y cuánto tiempo necesitaría para recuperarse antes de repetirlo.

No importa cuán fuerte fuera el hechizo que produjeras, si sólo duraba unos segundos o si tardabas mucho tiempo en recargarlo antes de que pudieras volver a usar ese hechizo, tus habilidades no eran particularmente útiles. Por otro lado, incluso si el rendimiento era débil, los que eran capaces de lanzar continuamente y recargar rápidamente a menudo resultaban útiles.

En otras palabras, alguien que sólo podía convocar cinco litros de agua a la vez, pero que podía hacerlo tres veces en fila —o alguien que sólo podía convocar dos litros a la vez, pero que se recuperaba en una hora— tenía una demanda mucho mayor que alguien que sólo podía convocar diez litros una vez al día.

La magia en el campo de batalla era el único lugar donde, dependiendo de las circunstancias, el poder puro podía ser útil. Sin embargo, esta fue una excepción, no la regla.

¿Hmm?

Mientras observaba a sus tres amigas lanzar sus hechizos, algo extraño le ocurrió a Adele. Sin embargo, estaban en la mitad de la clase, así que ella desterró el pensamiento de su mente — ella se ocuparía de ello más tarde.

Después de practicar sus encantamientos, la Sra. Michella, que era la persona perfecta para ser maestra, permitió que todos aquellos que podían usar la magia lo hicieran, mientras que aquellos que no pudieran observaran para “familiarizarse con el fenómeno”.

Aunque Adele logró usar sólo la magia más normal, cuando terminó la clase, se sintió un poco decepcionada, como si su objetivo hubiera estado fuera de lugar.

“Um, ¿podrías darme unos minutos de tu tiempo después de clases?” Le preguntó a Marcela, que no podía negar una petición tan seria de Adele, y aceptó.