Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 6

Capitulo 8: El Regreso Del Señor Demonio

Parte 18

Algunas de las damas declararon su preferencia por Tahara, y el joven consejero que se había unido más recientemente a la lista del Señor Demonio ya estaba ganando algunos admiradores.

“Quizás traiga algunas chicas más jóvenes alguna vez. Creo que estarán absolutamente enamorados de usted y sus asesores, Señor Demonio”.

“Me halaga, señora”.

“¿Y qué pensará mi hermana del complejo, sin mencionar este edificio…?” Desvió la mirada, como para mirar hacia su pasado. Habían pasado muchos años desde que ella y su hermana se separaron de una manera poco amistosa. Si bien siempre se mantuvieron atentos a los rumores entre ellos, rara vez se habían visto cara a cara desde entonces. “Su facción puede ser baja en número, pero la compensan en influencia… Me atrevo a decir que su grupo es el grupo más temido y respetado de todo Holylight”.

“Los conocedores, creo que se llaman”.

“Los nobles son vanidosos por naturaleza. No es que tenga espacio para hablar”.

“¿Te has reconciliado con los nobles militaristas?”

“Lo hice. No puedo permitir que nuestras diferencias se interpongan en su camino, Señor Demonio”. Ésta era la razón por la que Madam había dejado a un lado su orgullo y se había disculpado en público, incluso enviando refuerzos a un gran costo para ella. Al final del día, esto fue un testimonio de su delicadeza política. De alguna manera, a pesar de la no participación del Señor Demonio, él hizo historia ese día.

“Ninguno de sus asuntos, Madam, se interpondrá jamás en mi camino. Simplemente pensé que los únicos que se beneficiarían de las luchas internas serían nuestros enemigos extranjeros”, explicó el Señor Demonio, recordando sus días en Japón. El Parlamento se llenó de burlas y políticas estancadas en el limbo. El Señor Demonio tenía un nuevo respeto por la tenacidad de Madam.

“Envié suministros, pero eso está lejos de ser una solución real. El clima es bastante inestable donde viven los nobles militares, lo que les impide cultivar en cantidades sustanciales”. Había límites incluso para los recursos de Madam. Mientras su territorio permaneciera estéril, siempre estarían atrapados en la pobreza, dependiendo de la ayuda externa. Este predicamento podría compararse con la crisis de pobreza basada en los recursos en el África moderna. La única solución permanente era estimular la economía local desde cero mediante la afluencia de industria.

Mientras Madam reflexionaba sobre su acertijo, el Señor Demonio simplemente dijo: “Simple, de verdad… Simplemente necesitaban que se les pagara como los militares de tiempo completo que son”. El Señor Demonio encendió un cigarrillo.

Según su lógica, era más fácil contratarlos como soldados profesionales que intentar hacer algo con su gélido páramo. (¿Quiénes son, los tondenhei?) El Señor Demonio pensó en las tropas encargadas de defender y ser pioneras en la prefectura más septentrional de Hokkaido a finales del siglo XIX en Japón.

El concepto de empujar a los militares a una parcela de tierra pobre y obligarlos a vivir de ella y defender el país encima era completamente arcaico. (Los militares tienen un trabajo. Diezmar al enemigo. No deberían gastar su energía en nada más…)

¿Cómo podía alguien esperar todo y el fregadero de la cocina de esos soldados? Por lo menos, el Señor Demonio veía a los militares como una organización que merecía una paga monetaria, no como un páramo para sobrevivir. Incluso en el Japón feudal, Oda Nobunaga había contratado soldados con monedas, usándolos para agotar a sus enemigos atacando incansablemente incluso durante la temporada agrícola.

De la misma manera, las temporadas actuales de combate intermitente en las Naciones del Norte cambiarían drásticamente con la introducción de un ejército de tiempo completo.

“Señor Demonio, ¿vas a… contratarlos a todos tú mismo?”

“Para abreviar una larga historia, sí”.

“Necesitarías una cantidad exorbitante de monedas para contratar a toda la facción militar. Es posible que pueda permitírselo por un tiempo, pero…”

“No durará. No con los ingresos del pueblo de Rabbi tal como está. Pero si tuviéramos que controlar algunas minas lucrativas, sería una historia diferente. Aparentemente, cierto noble se sintió lo suficientemente valiente como para enviar a un pequeño ladrón de gatos a la aldea”.

Los ojos de Madam se agrandaron cuando asumió correctamente de quién estaba hablando el Señor Demonio. Mientras tanto, el Señor Demonio pensó en el mapa que Tahara le había mostrado, con un gran círculo rojo alrededor de un territorio al oeste. (Quieren meterse con nosotros, así que tomaré algunas de sus minas a cambio), decidió el Señor Demonio, listo para aprovechar el hecho de que estaban comenzando una pelea con él. Por supuesto, este iba a ser un conflicto civil a gran escala.

“Ya veo…” dijo Madam. “Ese hombre vil finalmente obtendrá lo que se merece”.

“Con valentía, parecen estar preparándose para la guerra. No tengo más remedio que defender a mis aldeanos,” declaró el Señor Demonio, como si fuera una cuestión de hecho. Por supuesto, siempre había logrado todo lo que se proponía. Después de comprar la aldea al este de Rabbi, parecía no tener ninguna duda en su mente cuando se trataba de expandir su territorio. Con la suposición de que Tahara se encargaría del duro trabajo, el Señor Demonio estaba radiante de confianza. “Si puedo pedirle un favor, Madam. Uno simple, de verdad. Quiero que difunda el rumor entre la alta sociedad de que estoy absolutamente indignado por quienquiera que se haya atrevido a enviar a ese ladrón”.

“¡E-Entonces Dona levantará la guardia!” protestó Madam, sin darse cuenta utilizando el nombre del noble.

El Señor Demonio mantuvo su sonrisa. “Exactamente. Quiero que ponga la mayor guardia que pueda reunir. Cuantos más amigos pueda convocar, mejor. Me ahorra algo de tiempo”.

“Si tú lo dices…” Madam se dio cuenta de que el Señor Demonio tenía como objetivo acabar con todo de una vez en un solo golpe. Esperaba que muchos territorios se volvieran sin señor ese día. “Pero me pregunto si pasará a la ofensiva una vez que escuche el rumor”.

“Por alguna razón, los hombres menores siempre se obsesionan con fortalecer sus defensas cuando se enteran de un ataque inminente. ¿De qué sirve defenderse si ni siquiera intentan derribar al atacante?” Dona atacarlo sería el mejor escenario para el Señor Demonio. Yu y Tahara tenían habilidades especializadas para enfrentarse a grupos más grandes, y nadie podía infiltrarse en la aldea sin ser detectado por los ojos de Kondo. Basta de charlas tan desagradables. ¿Puedo ofrecerle un vaso de esto? Un regalo de un conocido mío”. El Señor Demonio produjo, por supuesto, la botella de Fire Spirit.

Esta no era una bebida en la que ni siquiera Madam pudiera tener fácilmente en sus manos. “Eso es… ¿Fire Spirit? ¡¿Dónde hiciste…?!”

El Señor Demonio se rio entre dientes. “Tuve la oportunidad de conocer a un enano y algo de Anima”.

“Realmente eres… algo…” Ella sonrió y le quitó el vaso.

Hicieron un brindis, ambos con agradables sonrisas, y comenzaron a charlar sobre esto y aquello: contemplando el pueblo del este, el encuentro entre Madam y White, los chismes actuales entre los nobles, algunas piezas de arte, la reputación del rabino. .. Cada tema contenía información valiosa en oro.

Habiendo terminado su copa de Fire Spirit, el Señor Demonio concluyó: “Planeo volver al norte pronto. Si extraño a tu hermana, por favor dale mis mejores deseos”.

“Por supuesto…  Sería bueno tener algo de rivalidad entre hermanos después de todo este tiempo”. La idea de eso aparentemente hizo sonreír a Madam.

El Señor Demonio alzó su copa ante eso.

Después de un trabajo bien hecho, estaba disfrutando de un cigarrillo en el Bosque de la Restauración. Como estaba diseñado para curar todas y cada una de las dolencias, comenzó a sentirse tranquilo con solo estar allí.

(Será mejor que me ocupe de mi recado en el norte más temprano que tarde…) En busca de una defensa más potente contra la magia, tendría que enfrentarse a una mazmorra más desafiante que la anterior.

Cuando pensó en irse, Aku apareció en su mente, mirándolo como un cachorro abatido. El Señor Demonio frunció el ceño. (¿Qué me pasa…? ¿Por qué estoy actuando como si fuera su padre?) Ninguna duración de contemplación le dio una respuesta.

“Realmente eres un solitario, ¿no es así? ¿Qué estás haciendo aquí solo?” Luna llamó detrás de él.

“¿Qué es eso? No pude escucharte sobre tu casa de cristal rompiéndose”. El Señor de los Demonios exhaló una bocanada de humo exasperado, recostándose contra un árbol. Los obreros debieron de estar ocupados en la bebida y la alegría cerca, ya que se podía escuchar una risa y música.

“Bonita noche…” Luna se reclinó en el mismo baúl que él, mirando al cielo. “Este bosque no está tan mal”. El cuadro del Señor Demonio y una Doncella Sagrada de pie espalda con espalda con un árbol entre ellos eran ciertamente peculiar.

“Pronto habrá más instalaciones en el pueblo”.

“Me alegra escuchar eso… Pero es mejor que no construyas nada promiscuo”.

“Promiscuo, ¿eh? Para ser claros, una vibrante vida nocturna incluye clubes, cabarets, teatros burlescos, clubes anfitriones y burdeles, tanto para hombres como para mujeres”.

“¡¿Burdeles…?! ¡¿Por qué los necesitaríamos?!”

“Ciertos deseos no pueden ser controlados por la ley. La gente siempre encontrará un camino. Las restricciones a los deseos básicos solo crearán una sociedad clandestina y llenarán los bolsillos de los criminales dispuestos a aprovecharla. Con eso en mente, el gobierno debe respaldar a la industria, garantizando que las empresas estén seguras y respeten a sus trabajadores”.

Otro factor disuasorio para restringir estos negocios fue el aumento esperado de los delitos sexuales. El Señor de los Demonios estaba ejerciendo un poco de previsión para preparar a Luna para la realidad del rabino gobernante, que no tendría lugar para un sentido de moralidad demasiado simplificado.

“En realidad suenas como si supieras de lo que estás hablando, a veces… Por lo general, solo estás bebiendo”.

“El alcohol siempre ha evolucionado con la humanidad. Como recuerdo, hacia el 4000 a. De la E.C. —”

“¡Puaj! ¡Basta de conferencias en la academia! En caso de que no lo hayas notado, estamos solos. ¿No se te ocurre un tema de conversación más romántico?”

“¿Dónde está el romance en un bosque oscuro…?” el Señor Demonio refunfuñó, echando humo. Además, aunque Luna no se había dado cuenta, no eran los únicos en el bosque.

“Solo pensé que… gracias”.

“¿Porque?”

“Por lo que hiciste en el norte y por el pueblo…”

“No tienes que agradecerme. Lo estoy haciendo por mi propia cuenta. De hecho, debería agradecerte”.

Luna se dio la vuelta sorprendida para enfrentarse a la oscura silueta del Señor Demonio.

“Sin ti, o sin esta aldea, no habría podido construir una base tan sólida”, expresó genuinamente el Señor Demonio. No fue difícil para él imaginar que, como alguien con un trasfondo tan inexplicable, podría haber terminado siendo un hombre buscado. Podría no haber terminado en esta posición si no fuera por el título de Luna que lo respalda en todo momento.

“¿D-De verdad…? ¿Eso es lo que has estado pensando?”

“Los adultos maduros piensan en estas cosas. Lo entenderás algún día”.

“‘Maduro’… Ahora no me hagas reír,” Luna se burló alegremente, golpeando la espalda del Señor Demonio con su dedo… Como para recrear un viejo recuerdo. “Tengo que decir… que estuviste bastante bien allí”.

“Todo lo que hice fue sacar un trozo de metal”, respondió el Señor Demonio con total naturalidad.

En cualquier otro momento, Luna podría haberle respondido con una réplica cortante. Pero no esta vez. “Sabes, creo que estoy enamorado de ti…”

“¿Qué?” Esto sacudió al Señor Demonio lo suficiente como para hacer que se diera la vuelta, pero Luna se alejaba rápidamente entre los árboles.

“Has atravesado el corazón de la princesa más elegante del mundo”, gritó, “¡así que es mejor que no me decepciones!”

“Oye, espera un minuto…” murmuró el Señor Demonio, mientras Luna abandonaba el bosque. Luego, pareciendo bastante incómodo, llamó a uno que todavía estaba de pie en el bosque: “¿Cuándo vas a mostrarte?”

“Lo-lo siento… No era mi intención, no esperaba que las cosas…” Eagle emergió de detrás de un árbol, murmurando disculpándose. El Señor Demonio suspiró. Claramente, no esperaba que su conversación fuera de esta manera. Sus mejillas estaban tan rojas como si ella misma acabara de hacer una declaración de amor. “Q-Qué vas a… ¿Cómo vas a responder?”

“¿Es eso lo que querías preguntarme? Seguramente hubo alguna otra razón por la que viniste a verme”.

“Um, sí… Pero la conmoción de, eh, lo que acaba de pasar, debe haberme dejado inconsciente…”

“Eso es  un gran problema…” El  Señor Demonio encendió un nuevo cigarrillo. Ciertamente no esperaba participar en una escena sacada directamente de una película de romance para adolescentes, pero tenía una buena idea de por qué Eagle quería verlo. “Déjame adivinar. Querías preguntar si podrías seguir quedándote en el pueblo”.

“E-Eso es correcto…”

“Déjame decírtelo directamente. No hay ningún problema para que estés aquí”.

“¿Cómo puedes estar tan seguro…?” Eagle dijo, mirando hacia abajo a sus pies. Podría haberse arrepentido de no haber buscado el consejo de otra persona.

“Si alguna vez te vas, Luna te traerá de regreso aquí por la fuerza. Carece de sentido.”

“P-Pero…”

“Depende de usted sentirse agradecida o molesta por tener una amiga como ella. Habiendo dicho eso…”

“¿Sí…?”

“No es fácil encontrar un verdadero amigo. Tampoco es fácil perder uno”. Los amigos iban y venían con la edad y los cambios de entorno, pero había amistades que se mantuvieron a pesar de todo. El Señor Demonio parecía pensar que Eagle y Luna eran uno de ellos. “No la has visto en mucho tiempo, ¿verdad? Intenta sonreír para variar. Es realmente molesto ver tu cara haciendo pucheros las 24 horas del día, los 7 días de la semana”. El Señor Demonio agarró las mejillas de Eagle y las pellizcó en una sonrisa forzada. Su reacción podría haber tenido algo que ver con el hecho de que Eagle fue testigo de la vergonzosa interacción entre él y Luna.

“N-No puedes simplemente obligarme a sonreír…” dijo Eagle a través de su rostro contraído.

“A nadie realmente le gusta una damisela en apuros. Además, ¿no eres un halcón? ¿Por qué pasas por Eagle?”

Eagle se alejó del agarre del Señor Demonio y contuvo el aliento con la mano en el pecho. “Cuenta la leyenda, los híbridos de halcón una vez volaron por los cielos con el Ángel de las Ascuas…”

“Leyenda, ¿eh? ¿Y?”

“Eso provocó la ira de los demonios… hasta que fueron cazados hasta la extinción”.

“Ya veo, entonces elegiste ir por una especie diferente”.

“Escuché que los híbridos de águila también fueron empujados al borde de la extinción, ya que eran similares. La otra Anima los consideraba una raza maldita que atraía demonios…”

El Señor Demonio dejó escapar un largo suspiro, ahora que Eagle había confirmado su trágica historia de fondo que la convertía perfectamente en la damisela en apuros. “Bueno, ahora lo entiendo… no te obligaré a sonreír, pero si te quedas en este pueblo, eventualmente recordarás cómo sonreír de nuevo”. El Señor Demonio se rio entre dientes cuando sus propias palabras le recordaron a Zero. Este pensamiento hizo que su mirada fuera más amable, de alguna manera. “Ya sea que tu raza esté maldita o no, tienes una buena amiga. Seguiré el ejemplo de Luna y no aceptaré un no como respuesta. Incluso del dios que puede gobernar este mundo”. Con eso, el Señor Demonio se alejó.

Eagle se quedó mirándolo, sin habla. Una vez más, el Señor Demonio parecía lleno de fuerza y confianza, listo para obligar a todas las leyes e injusticias del mundo a ceder a su voluntad.

(Te enamoraste de un hombre increíble, Luna… Tienes mucho trabajo para ti…) Eagle casi se siente mareada poniéndose en los zapatos de Luna, que había escalado en las filas de la sociedad de huérfana a Doncella Sagrada. , y ahora había profesado su amor por una entidad sacada directamente de la mitología.

Si quería estar al lado de Luna en pie de igualdad, pensó Eagle, tendría que aprender a ser intrépida, incluso frente a un dios. Por el momento, simplemente miró hacia el cielo nocturno, intimidada por toda la perspectiva.