Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 6

Capitulo 8: El Regreso Del Señor Demonio

Parte 17

El Pueblo De Oro

El Señor Demonio decidió inspeccionar la aldea con Tahara a cuestas, ambos ocultos en Stealth Stance, ya que su sola presencia causaría una conmoción.

Oye, esa chica está hoy. Mmm.

Tahara estaba mirando el Hospital de Campaña, lleno de pacientes esperanzados. Entre ellos, Cake estaba repartiendo agua y hablando con los ancianos con un comportamiento obviamente abnegado.

“Hola, señor”, le dijo a un anciano. “Hace bastante calor hoy, ¿te gustaría sentarte en la carpa de allí?”

“Vaya, vaya… Qué cariñosa eres, pequeña Cake”.

“¡Suelta su mano, vejestorio!” Otro anciano gritó. “Mama Cake… Mama… ¡Wahhhhhh!”

“¡Mooooommmmmmyyyy!”

“¡Cállense, viejos pedos con el cerebro podrido! ¡Cake es mi nieta!”

Los ancianos, después de haber sido completamente engañados por la encantadora sonrisa y el comportamiento de Cake, habían estallado en su habitual ataque de caos. Muchos de ellos constantemente solicitaron adoptar o, por alguna razón, ser adoptados por Cake. Se había establecido como una figura angelical en el hospital.

El Señor Demonio luchó por encontrar el humor en el hecho de que la gente veneraba a Yu como a una diosa y adoraba a Cake como un ángel perfectamente inocente.

No es gracioso que los fatales estén concentrados en el hospital, comunicó Tahara. Intenta jugar un juego de terror ambientado en ese lugar. Ni siquiera la armadura de la trama te sacaría de allí con vida.

Esto casi había provocado una carcajada del Señor Demonio. Fácilmente podía imaginar a Cake como el NPC que asustaba y a Yu como la aterradora doctora loca que nunca dejaba de perseguir al jugador.

Ella… Debería llevarse bien con Yu, respondió el Señor Demonio.

Secundo eso… puedo lidiar mucho mejor cuando tienen algo que ocultar. La posición ideal de Tahara era tener relaciones mutuamente beneficiosas como las que tenía con Madam y Cake. Podía manejar la búsqueda de soluciones beneficiosas para todos.

Por otro lado, no sabía cómo manejar a personas como Aku o Weeb que eran genuinamente desinteresadas, encontrando extremadamente difícil descubrir qué podía ofrecerles a cambio de lo que querían de él.

Cuando se trata de esa princesa, Jefe… Ah, no importa. Ni siquiera tengo que preguntar.

(¡Oh, ahora no me dices qué debo hacer!) El Señor Demonio todavía no estaba seguro de cómo manejar a Cake y la delicada situación de la que le había hablado. Todavía tenía que tener una idea concreta de toda esta charla sobre Xenobia y su nación caída.

¿Cuál es el mejor curso de acción, en tu opinión? preguntó el Señor Demonio.

Para su consternación, la respuesta de Tahara fue más humilde de lo que esperaba. No hay necesidad de entretenerme, Jefe. Tienes tantas respuestas ahí arriba que no tienes espacio para la mía a medias.

(Está lleno, está bien. ¡Lleno de aire caliente!) A pesar de la confusión del Señor Demonio, Tahara no tenía intención de expresar su opinión a su jefe, quien siempre había leído mil pasos por delante y había construido las situaciones exactas cuándo y cómo las necesitaba.

Tahara había tomado la pregunta como una prueba de su inteligencia y sintió que lo  estaban poniendo  en un aprieto.  (Dame un respiro, de verdad…) pensó Tahara. (Mi primer movimiento no fue en un curso perfectamente trazado hacia la dominación mundial. Hombre, si pudiera echar un vistazo a lo que está pasando dentro de su cabeza…)

(¡¿Y ahora no estás diciendo nada?!) El Señor Demonio enfureció silenciosamente, (¡Sería mucho más fácil si me dijeras la respuesta!)

Continuaron, en silencio, sus pensamientos sin el conocimiento del otro. El siguiente fenómeno que encontraron fue la pandilla de Mole cavando un pozo, aparentemente supervisado por Luna.

“¿No puedes cavar más rápido?” chilló. “¡Estaremos aquí todo el día!”

“No sabes nada sobre pozos, ¡así que mantente al margen! ¡No puedes simplemente cavar hacia abajo como un idiota!”

“¿Eh? Solo necesitas un agujero en el suelo, ¿no? Prepararé un hechizo y—”

“¡N-No te atrevas, idiota! ¡Vas a sacar el marco!”

Mientras Luna y el líder Mole discutían, Eagle observaba desde una distancia corta. Parecía casi espectral, o como si una barrera invisible la separara del resto del mundo.

La chica siempre es así, ¿no es así?

¿Siempre? repitió el Señor Demonio.

Ella se mantiene al margen de la conversación. Poniéndose a sí misma a distancia.

Una mezcla de emoción se apoderó del Señor Demonio. La maldición de Eagle se había levantado, pero sus cicatrices estaban lejos de curarse. (Dijo que ella era la causa de muchos conflictos y muchas muertes…) No parecía haber una solución fácil para su situación. Dicho esto, el Señor Demonio no estaba particularmente preocupado por Eagle. (Ella siempre tiene una amiga a su lado, después de todo…) Al ver a Luna chirriar como de costumbre, el Señor Demonio dejó la escena en silencio.

Él y Tahara continuaron dando vueltas por la aldea y finalmente se revelaron detrás del Hospital de Campaña.

“¿Hm? ¿Qué tipo de asuntos tenemos aquí?” preguntó Tahara.

“Le hice una promesa a Aku. Configuraremos una piscina aquí con la Modificación de Área”.

“Una piscina, ¿eh…?” La nostalgia de Tahara por la idea de una piscina fue ahogada por su asombro de que el Señor Demonio llegara tan lejos como para realizar la Modificación de Área para esa chica. Había oído hablar de esta promesa de Aku de pasada, pero se preguntaba si su jefe realmente la estaba cumpliendo. Había muchas instalaciones que la aldea de Rabbi podía utilizar en este momento. ¿Era una piscina realmente uno de ellos?

“Empecemos… ¡Modificación de Área!” El Señor Demonio seleccionó la Piscina de la pantalla de administración, y una piscina se materializó en el suelo con un destello de luz brillante.

Este habría sido un espectáculo extraordinario si estos dos no lo hubieran presenciado tantas veces. De vuelta en el juego, las áreas se cambiaban regularmente, a menudo semanalmente, para mantener el interés de los jugadores.

“Mantengamos este lugar abierto solo para nuestra pequeña familia, por ahora”.

“¡Lo tienes, jefe…!” Tahara estaba considerablemente conmocionado por la elección de vocabulario del Señor Demonio. Si bien siempre había tenido ocho asesores, que eran las personas más cercanas a él, nunca los había llamado de otra manera que solo eso: asesores. (Familia, ¿eh…?)

Considerando sus palabras, el Señor Demonio agregó casualmente: “Por supuesto, tendrás acceso libre a él. De hecho, prefiero que lo revises de vez en cuando. Luna incluso podría ahogarse por divertirse demasiado”.

Tahara soltó una risita. “Lo creería, Jefe”.

“Ahora, tengo una cita con Madam. Disculpa.” El Señor Demonio se alejó rápidamente.

Tahara se quedó sintiendo un pulso sordo zumbando a través de su cuerpo. (¿Estás diciendo… yo también soy parte de tu familia…?) Todo tipo de planes y planes que Tahara había estado tramando en su mente se habían desvanecido sin dejar rastro, por el momento. Se quedó allí, como si quisiera mantener los pies en el suelo desafiando una corriente invisible. Después de un tiempo, Tahara negó con la cabeza y se alejó.

***

——Dentro del Casino.

La estructura se llamaba actualmente “el Templo Dorado”. Sus paredes brillaban doradas cuando las luces de neón se refractaban, convirtiendo al templo en un faro holográfico que brillaba día tras día. Una vez que esta instalación abriera sus puertas, seguramente generaría  montañas de dinero casi literalmente.

En el piso 13, Kondo trabajaba inusualmente duro. Los monitores llenaron la habitación, cada uno de ellos mostrando una transmisión de video diferente de las cámaras de seguridad que había instalado en todo el pueblo con el único propósito de minimizar su necesidad de salir.

El resto de la sala estaba ocupado por consolas de juegos, estanterías llenas de cómics y novelas ligeras y vitrinas llenas de figura tras figura. Esta era la habitación de un aislacionista independiente profesional.

“¡Será mejor que pongas un póster de Santory-chan en la habitación también!”

… Spasiba, llamó una niña, habiendo aparecido en una pantalla traslúcida que se materializó alrededor de Kondo. A pesar de la estética de ciencia ficción del monitor, solo mostraba un personaje de un simulador de citas.

“¡Y una figura de Shigrey-chan en mi escritorio…!”

De repente apareció otra pantalla, mostrando a una hermosa niña mirando a Kondo.

Comandante Kondo, ¿esa soy yo…?

“¡B-Bueno…! Sí, lo es… ¡pero me lo quedo con fines estrictamente académicos!”

Sin embargo, la felicidad de Kondo fue interrumpida por un golpe en la puerta. Kyon llamó desde el pasillo, después de haberle traído un desayuno tardío. “¿Señor Kondo? Hora del desayuno, alegría”.

“N-No, gracias…” balbuceó Kondo. “Me voy de expedición y necesito avanzar en la Guerra del Grial Holey”.

Kyon se burló indignado. “Entonces lo dejaré justo aquí afuera de tu puerta… Hoppity”. Luego se fue por el pasillo, sus orejas  de conejo rebotando.

Si bien ahora actuaba como madre de un joven con problemas, tenía la misma edad que Kondo. Había un asombroso contraste de carácter entre un chico de dieciséis años que hacía todo tipo de trabajos, desde cuidar el campo hasta atender a los clientes, y un chico de dieciséis años que nunca salía de su habitación.

Momo, habiendo visto la interacción desde el  final del pasillo, siguió mirando fijamente la puerta cerrada. “¿Ese tipo todavía no sale?”

“No… es como si nunca quisiera salir de su habitación”.

“Señor Shadow nunca trae a nadie normal”.

“E-Estoy segura de que Kondo también tiene algunos poderes especiales…” murmuró Kyon en defensa del Señor Demonio.

A Momo, sin embargo, le preocupaba otro pensamiento. Ahora había presenciado bastantes de las inexplicables construcciones místicas del Señor Demonio, pero este reluciente Templo Dorado fue el golpe de gracia; algo mucho más allá de su comprensión. “Tal vez Señor Shadow realmente es el ángel caído”.

“Quizás…”

“¿Quién más podría haber construido estas cosas?”

El mítico rebelde, como imaginaban Kyon y Momo, debió ser algún ser superior cuyos poderes sobrepasaban incluso a los de los tres ángeles adorados en Holylight.

Sin embargo, incluso si el Señor Demonio era técnicamente la encarnación del mal, los dos Bunnies lo veían como una deidad de fortuna y prosperidad. Nadie podría discutir o explicar la explosiva evolución de Rabbi.

“Y el Señor Shadow dijo que expandiéramos las granjas”, dijo Momo, agregando a la corriente de buenas noticias.

“¡De ninguna manera!”

“El Señor Shadow tiene una cara intimidante, pero nunca miente. Todo lo que dice se convierte en realidad”. Momo había murmurado exactamente el mismo sentimiento que Madam. Dejando la moral a un lado, todo lo que salió de su boca fue más que sobrehumano. Casi divino.

“El Señor Shadow debe estar disfrazado… apuesto a que se transforma y esas cosas”.

“¡¿Qué?! ¿Transforma cómo? ¡¿En qué?! ¿Tiene una zanahoria de verdad?”

“Sin duda.”

“¿Es nutritivo? ¿Cómo es de grande?”

Los Bunnies continuaron su entusiasta conversación al salir del casino. Madam se cruzó con ellos en su camino hacia el vestíbulo de la planta baja, y aunque esta no era su primera visita al casino, se sintió abrumada de todos modos. Ni siquiera ella había entrado en un edificio que se acercara al brillo y el glamour de este templo. Se imaginó que, si alguna construcción se le acercaba, debía haber existido en los días del mito.

“El poder de los que están sobre las nubes…” Madam se imaginó claramente cómo se imaginaba que era el ángel caído Lucifer. Esto era natural, después de que el Señor Demonio había materializado tal opulencia de la nada. “Ascensor, lo llamó… Me pregunto cómo funciona este Objeto Mágico”. Madam siempre había tenido problemas para subir escalones debido a su gran estatura.

Ahora, todo lo que tenía que hacer era entrar en la caja misteriosa y llevaría sus historias hacia arriba a una velocidad asombrosa. (Quizás estas cosas eran un lugar común en la antigüedad…) Como mujer con gusto por el glamour, el Casino había cumplido todos sus requisitos. Ella había discernido astutamente el tema del lugar (“Un sueño fugaz”) y había encontrado belleza en su impermanencia.

Autorización de ático concedida. Subiendo al decimocuarto piso.

Con un zumbido mecánico, la caja comenzó a subir gradualmente. La imaginación de Madam creció al imaginarse el ático que aún tenía que visitar.

(El piso superior del templo… Me pregunto cómo es la vista.) Cuando la caja se detuvo, su puerta se abrió con una lentitud exasperante, revelando una pared de ventanas del piso al techo, presentando una vista impresionante del pueblo.

“Ha pasado demasiado tiempo, señora.” El Señor Demonio se volvió de donde estaba parado junto a la pared de ventanas, aturdiéndola. Estaba tan perfectamente adaptado a la grandiosidad que encarnaba el ático. Por supuesto, el Señor Demonio siempre había parecido llevar consigo seriedad y elegancia, siempre y cuando mantuviera la boca cerrada. Ahora, combinado con la abrumadora sofisticación de la habitación, exudaba un encanto indescriptible. “Eres incluso más hermosa que la última vez que te vi…”

El júbilo electrizante se disparó desde la cabeza de Madam hasta los dedos de los pies. Se sintió más cálida. A pesar de sus mejores esfuerzos, su respiración se aceleró. “Tú alabanza me trae una alegría insuperable, Señor Demonio”.

El Señor Demonio tenía una sonrisa caballerosa. “Muchos némesis se interponen en el camino de la Belleza… Pero, evidentemente, han corrido por las colinas frente a tu arduo trabajo y superación personal”.

Con gracia condujo a Madam hasta el lujoso sofá. Debajo de la fachada de su gesto confiado y refinado, el Señor Demonio estaba sudando balas. (¡¿Quién eres?! ¡Ni siquiera hay parecido!) Madam había perdido mucho peso, e incluso sus huesos parecían adelgazarse.

Sin que el Señor Demonio lo supiera, la maldición de un Diablo Antiguo que había plagado a la familia de Madam durante generaciones se había reducido al borde de la ruptura. Fue un hechizo enormemente vengativo, pero al final no tenía ninguna posibilidad ante el mundo de Akira Ono. El comentario del Señor Demonio fue simplemente una declaración de hecho en lugar de un halago.

“He oído hablar de tus logros en el norte…”

“Simplemente me deshice de un pesado montón de metal”. El Señor Demonio sonrió cortésmente como para enmascarar su sorpresa por su apariencia, pero Madam estaba casi tan sorprendida como él. Un ángel falso convocado por el Tzardom era el tipo de amenaza que podía cambiar el rumbo de una batalla completa, lejos de ser un mero montón de metal.

Madam guio con tacto la conversación lejos de sus experiencias en su aventura, diciendo: “Yu me dio algo llamado ‘tónico’ el otro día. Funcionó tan maravillosamente que al principio estábamos peleando por una botella… Qué vergüenza”.

El Señor Demonio soltó otra risita cortés. “Me aseguraré de preparar una mayor variedad de cosméticos en el futuro. Hidratantes, lociones, protectores solares, limpiadores, bases, pintalabios, esmaltes de uñas, perfumes… Oh, las máscaras UV también pueden convertirse en una oferta popular. Deseo ver a mujeres como usted, señora, permanecer siempre fuertes y brillantemente hermosas”.

Cada vez que el Señor Demonio hablaba, el corazón de Madam latía más rápido.

No comprendía exactamente cuáles eran los elementos que el Señor Demonio acababa de enumerar, pero sabía por experiencia que, sin duda, eran todas las cosas que podían tener efectos inimaginables. “Q- Qué… emocionante”, dijo, muy consciente del hecho de que el Señor Demonio nunca exageró, convirtiendo todo lo que dijo, sin importar lo increíble que fuera, en realidad. Sabiendo que ella se volvería más fuerte y más hermosa con la ayuda de sus creaciones, Madam parecía realmente encantada. “Por cierto, mi  hermana ganó el Resort Voucher en una subasta, tal como lo había planeado”.

“¿Oh…?” El Señor Demonio se preguntó por un momento de qué demonios estaba hablando, luego se las arregló para recordar un recuerdo lejano de él entregándole uno a McBonald, como una especie de bonificación.

“Ella puede ser bastante terca, así que ninguna cantidad de persuasión de mi parte la convenció de venir. Mi tonta hermanita, sin idea de que está jugando directamente en tus manos”.

El Señor Demonio soltó una risita y volvió su mirada hacia abajo, sorbiendo su té. Madam vio a un hombre con infinita sabiduría y confianza, envuelto en solemnidad. Incluso sin tener en cuenta sus poderes sobrenaturales, el Señor de los Demonios era muy atractivo para Madam y para muchas de las otras mujeres que visitaban el complejo.

De hecho, un buen número de ellos anhelaba en secreto pasar su única noche en el resort en la cama del Señor Demonio, creando una especie de revuelo que de otra manera solo se podría encontrar durante los viajes escolares durante la noche.