Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 6

Capitulo 8: El Regreso Del Señor Demonio

Parte 14

Tron desapareció detrás de las puertas que se cerraban, su pequeña mano saludando al  Señor Demonio. Vio cerrarse la puerta y  descender el ascensor antes de exhalar una gran bocanada de humo y arrojar el cigarrillo en su cenicero portátil.

“No esperaba eso… Será mejor que empiece”.

Mientras se preparaba para convocar a un nuevo consejero, el Señor Demonio tenía un toque de severidad en su expresión. Esta vez, su mente estaba puesta en Yuya Kondo, quien poseía ojos con habilidades especiales.

Sus poderes ópticamente centrados incluían una visión de 360 grados, ver una vista de pájaro, breves premoniciones e incluso robar la vista de su enemigo.

Debido a sus poderes, ningún jugador podía esquivar los ataques de Kondo. Una vez que pincharon a este oso en particular, todo lo que pudieron hacer fue prepararse para el fuego de respuesta abrasador.

Naturalmente, Kondo fue ignorado en gran medida durante la mayoría de las innumerables batallas por el Castillo de los Insomnes. Nunca inició ataques y permaneció en su habitación mientras ningún jugador lo provocara. En otras palabras, pelear con Kondo tendría todos los contras y no los pros.

(Kondo…) El Señor Demonio quería quejarse de su actual lista de asesores: un genio obsesionado con una hermana pequeña, un médico que se divierte con las disecciones, una ojiva incontrolable de una mujer y ahora un ermitaño. Incluso alguien con mucha más confianza gerencial que el Señor Demonio habría estado atormentado.

(¿Por qué tuve que hacer a todos los asesores tan ridículos…?) Lamentar como él lo hizo, no pudo hacer nada al respecto. El Señor Demonio no tenía a nadie más que a sí mismo a quien culpar, ya que simplemente estaba sintiendo las repercusiones de escupir hacia el cielo.

(En cualquier caso, él será el que mantenga la aldea segura. Vamos, Kondo…) Después de inhalar y exhalar profundamente, abrió la pantalla de administración y sintió que su corazón latía más rápido. La invocación había comenzado.

“¡Kondo, ven aquí a mi presencia…!” Con esta llamada, dos bolas de luz blanca y oscura aparecieron ante él. Cuando se fusionaron en uno… se transformó en un niño.

“Espera, ¿dónde estoy…? ¡Ahhh! ¡Señor secretario!”

“Mm. Gracias por venir.”

“¿Q-Qué puedo…? ¿H-Hice algo para h-hacerte e-e-enojar…?”

(Está tartamudeando…) El Señor Demonio notó que Kondo estaba más nervioso de lo que lo había diseñado, y terriblemente asustado. Kondo solo hablaba ocasionalmente con el otro joven consejero, y rara vez mantenía una conversación con nadie más que con Kato. Su ansiedad social no era una broma. Era seguro decir que no sentía nada más que miedo por el Señor Demonio del Imperio, y peor aún, por su jefe.

“¿D-D-Dónde estoy…? ¿Por qué me trajiste aquí…?” Las piernas de Kondo temblaron como si fuera un ciervo recién nacido, lo que hizo que su cuerpo se estremeciera como si estuviera experimentando un terremoto personal. El Señor Demonio, simplemente parado frente a él, parecía Yama, el señor hindú y budista del inframundo, encargado de condenar a los condenados.

“Cálmate, Kondo. Solo estamos tú y yo aquí”.

“¡E-Esa es exactamente la razón por la que estoy en pánico! ¡Ahhhh!”

(¡¿Qué tan irrespetuoso puedes ser…?!) El Señor Demonio se estremeció ante lo aterrorizado que se había vuelto Kondo al verlo, pero logró mantener una conducta digna. Gentilmente puso su mano sobre el hombro de Kondo, mirándolo a la cara, que era casi demasiado bonita para ser masculina.

“No te llamé aquí para gritarte”, susurró el Señor Demonio. “Necesito tu ayuda. Por eso estás aquí”.

Kondo murmuró algo ininteligible, casi sollozando. “No hay nada que temer… ¿Entiendes?”

“S-Sí, señor…” Algo hizo clic dentro de Kondo que detuvo su temblor. A cambio, sus mejillas ahora estaban enrojecidas. Ya sea que se ruborizara de alivio o de vergüenza, el chico finalmente se había calmado lo suficiente como para mantener una conversación.

“Te llamé aquí, Kondo, porque…” El Señor Demonio continuó resumiendo lo que le había sucedido hasta ahora. Como era su cuarto recuento, la historia parecía más refinada. Combinado con la disposición de Kondo por el género de fantasía, parecía aceptar su nueva realidad con más facilidad que cualquiera de los asesores anteriores del Señor Demonio. Por supuesto, hizo algunas suposiciones innecesarias en el camino.

“¿Quieres decir que has sido convocado a través de estos mundos…?” dijo Kondo, “Como un tirano demoníaco, un emperador del infierno o una bestia mágica genocida…”

“E-Esa podría no ser la forma en que lo diría…”

“¡Sabía que si alguna vez lo llamaban a otro mundo, señor secretario, sería un señor de los demonios! Aniquilar un mundo o dos con un chasquido de dedos, esclavizar a toda la población femenina para crear un harem mundial, derrotar a una heroína y hacerla suplicar piedad…”

“No hay planes de ese tipo en la agenda, a partir de ahora…” El Señor Demonio estaba comenzando a sentirse mareado por las acusaciones que Kondo le estaba lanzando inocentemente. Como un geek en toda regla, Kondo casi nunca participaba en conversaciones en las que no tenía interés, pero se volvía muy hablador cuando se trataba de temas de conversación en su timonera.

“¡Creo que puede construir un mundo más siniestro que cualquier juego duro, señor secretario! Harías la guerra contra los dioses, desnudarías a las diosas y arrojárselas a los orcos y duendes, riendo maniáticamente mientras profanaste a todas las vírgenes del mundo, y sin mencionar…

“Cálmate, Kondo.”

“¡Agh!”

La profunda voz del Señor Demonio golpeó a Kondo de principio a fin. Eso fue todo lo que se necesitó para romper aparentemente los huesos de sus piernas, haciendo que el niño cayera al suelo. No tenía ningún problema en mantener una conversación cuando se trataba del ámbito de la ficción, lo que lo hacía patéticamente hablador.

“Lo-lo siento…” dijo tímidamente. “Una de las novelas ligeras que me gustó fue algo así. La mayoría de los protagonistas son atropellados por camiones antes de renacer. Si fuera usted, señor secretario, creo que volaría el camión en pedazos antes de hacer trizas al conductor y usar su cráneo como copa”.

“¿Qué tipo de persona crees que soy…?”

“Últimamente ha aumentado la tendencia de ‘apuñalado en un callejón’, pero harías más que matar al atracador, primero sacando a toda la ciudad del mapa. Si fueras convocado por una diosa, siento que te acostarías con ella en cuestión de segundos. Es más, llenarías a la Diosa con tu semilla garantizada para inseminar…”

“Cálmate, Kondo.”

“¡Agh! ¡Lo siento! ¡Por favor, no te enojes conmigo…!”

El Señor Demonio se cubrió la cara, como si la conversación repetitiva le estuviera provocando una migraña. Aparentemente, Kondo estaba casi más aterrorizado por él que por el señor literal del inframundo.

“Escucha cuidadosamente. Este es un mundo diferente al que estábamos”, advirtió el Señor Demonio. “Naturalmente,  actuaremos y nos comportaremos de manera diferente”.

“S-Sí, señor…”

“Mundo diferente, vidas diferentes. Lo entiendes, ¿no es así?”

“Yo-yo creo, yo… entiendo.”

El Señor Demonio, satisfecho por la respuesta, le tendió una mano a Kondo, quien todavía estaba sentado en el suelo. Si seguían así a este ritmo, sería de noche antes de que pudieran salir de allí.

Incluso después de ponerlo en pie, Kondo miró al Señor Demonio, mirando hacia arriba desde su rostro hacia abajo.

“¿Qué pasa?”

“N-Nada… Es solo que, realmente pareces… diferente… Todavía estoy aterrorizado, pero…”

“Hm…” El Señor Demonio se sentiría un poco abatido por tener un consejero de su propia creación que le teme. Es más, a diferencia de Tahara y Yu, Kondo solo tenía dieciséis años. “El Imperio, nuestra base y fuente de poder, no existe en este mundo. En cierto sentido, somos un barco a la deriva sin flota”.

“¿Un barco…?” Kondo se sorprendió, por decir lo menos. Solo había conocido a los miembros del Departamento de Gestión de la Felicidad Ciudadana para gobernar el mundo en silencio, pero literalmente. Que su líder, el Señor Demonio del Imperio, se refiriera a ellos como algo tan pequeño era un marcado contraste.

Después de haberle dado al chico una prueba de la realidad, el Señor Demonio encendió un cigarrillo mientras miraba hacia el horizonte. “Así es. La única fuerza con la que tenemos para cultivar nuestro futuro es nuestra unidad. Entonces, necesito que no tengas miedo. Confía en mí. Confía en mí. De la misma manera, confiaré en ti”.

“¿Confiará en mí, señor secretario…?”

“De hecho, lo haré”. El Señor Demonio sonrió significativamente.

Después de un segundo, Kondo le devolvió la sonrisa. En ese instante, Kondo se estremeció con una sacudida feroz. “¡Woah…! ¡Algo me golpeó de n-n-nuevo!”

“¿De qué estás hablando…?”

“¡D-De verdad! Algo me golpeó… ¡Agh! ¡Ahí está de nuevo!” El cuerpo de Kondo fue penetrado con júbilo, y su omnipotente creador confiaba en él. Saltó en el aire ante la  sensación que solo podría describirse como electrizante. A pesar del sentimiento casi conmovedor, Kondo estaba reaccionando como un interés amoroso en un videojuego con clasificación X que estaba controlando su vibrador de forma remota.

“En cualquier caso, te mostraré el pueblo y te presentaré a algunas personas. Trabajarás con Tahara en el futuro”.

“S-Sí, señor…”

“He construido un Complejo de Aguas Termales en este pueblo. ¿Por qué no me acompañas a un baño esta noche?”

“¡Wohoah! ¡Otro zap!”

“Cálmate, Kondo…”

“¡Eek!”

Otro consejero convocado, otro extraño bucle de conversación.

Ahora que tenía cuatro de sus ocho asesores del Imperio, el Señor Demonio finalmente reunió la mitad de su fuerza. (Necesito una gran cantidad de dinero en efectivo y mucha más actividad dentro del territorio para desbloquear más funciones…

Lo que significa que necesitaré una buena cantidad de trabajadores y comerciantes además de más residentes de la aldea. Luego, por supuesto, está SP.) Se quedó corto en todos los aspectos, por lo que no tuvo más remedio que seguir adelante como un monstruo avaricioso. Independientemente de sus intenciones, la guerra ya había comenzado

Yuya Kondo 

Raza: Humano —

Edad: 16

Arma Moonstriker

Un hermoso arco que Kondo siempre lleva consigo. Combinado con sus habilidades, puede desatar un bombardeo increíble. Tiene flechas infinitas.

Armadura Ropa De Calle

Como alguien que pasa la mayor parte de su tiempo en su habitación, no usa ninguna armadura adecuada. Su conjunto de habilidades lo protege más que suficiente. Durabilidad infinita.

Item Reino De La Ficción

Kondo lleva anime, manga, novelas ligeras y videojuegos de varias culturas y épocas. No tuvieron absolutamente ningún efecto en el juego, pero en este mundo…

Nivel: 1 —

HP: 3000/3000 —

Resistencia: 600/600 —

Ataque: 40 (+50) —

Defensa: 25 (+5) —

Destreza: 20 —

MP: 0 —

Defensa mágica: 0

Habilidades Equipadas:

Primero: Ataque Sorpresa

Segundo: Danza de Pétalos

Tercero: Golpe de Turbonada

Habilidades de Combate: Raze, Hammer Smash, Enérgico, Vigoroso, Veneno mortal, Parálisis,  Doom Fire,  Avenger,  Counter, Self- Preservation, Storm Blow

Habilidades de Supervivencia: Desactivar Trampa, Recuperar, Ojo de Halcón, Camaradería, Escapismo, Visión de Tigre, Herencia, Nota de Suicidio, Asesinato-Suicidio, Autodestrucción

Habilidades Especiales: Visión Panorámica, Eye Jack, Defensor de la Ley, ?