Outbreak Company: Moeru Shinryakusha (NL)

Volumen 16

Capítulo 2: Cuando Una Armadura Se Encuentra Con Una Armadura Que Atraviesa El Centeno

Parte 6

La Guarida del Dragón fue un caos absoluto. Los Enterradores, repentinamente confrontados con refuerzos de una dirección que nunca habían esperado, no sabían cómo responder.

Habían estado en un lugar extraño, convencidos por mi charla, mi engaño, de que aunque los agentes de una nación enemiga estaban dentro de las instalaciones militares más importantes de su país, no deberían hacer nada.

Que a pesar de que, si estos soldados sobrevivían, casi con certeza serían considerados responsables de no detenernos, si se inmolaran, solo estarían ayudando al enemigo. Y justo cuando finalmente habían comenzado a ceder, llegó la caballería.

Sin embargo, si lo que dijo Amatena era cierto, los Enterradores no necesariamente se llevaban bien con el resto de los militares. Incluso si no hubo una lucha abierta entre las facciones, parecía que los Enterradores eran vistos con disgusto por otros soldados. Supongo que era de esperar que ocurriera una fricción como esa. Las unidades militares de élite que están en desacuerdo con los soldados que encuentran en el suelo es prácticamente un tropo en el manga y el anime.

Así que cuando los soldados de la Segunda Unidad del Este, liderados por unos zapadores enanos (debieron haber cavado un túnel con su magia para entrar aquí), descubrieron que los Enterradores estaban vivos, en realidad no parecían tan emocionados.

De hecho, casi parecían ignorarlos y, en cambio, iban directamente hacia nosotros. Parecía dejar a los Enterradores sin un papel claro que desempeñar.

Dudaron en unirse a la Segunda Unidad del Este por alguna razón, pero obviamente no pudieron unirse a nosotros y luchar contra los otros soldados Bahairamenses. Así que, en cambio, no hicieron nada y vieron cómo la escena se convertía en locura.

Y luego el comandante de la Segunda Unidad del Este dio esa orden, “¡Mátenlos! ¡Matarlos a todos!” Eso dejó a los civiles de Bahairamanian, por no hablar de la gente de Faugron & Asociados, devastados. Los Bahairmanos en particular estaban en un aprieto: parecía que si intentaban dar un paso al frente para demostrar que no eran soldados ancianos, podrían ser abatidos por sus propios militares.

Amatena y Clara intentaban ponerse entre la Segunda Unidad del Este y la gente. “¡Paren esto! Estas personas son…” Pero los soldados no parecían estar escuchando; ellos simplemente atacaron.

Amatena y Clara sacaron cada una sus dagas y detuvieron los golpes del enemigo, pero fueron superadas en número. Sin mencionar que en realidad no querían matar a nadie de la Segunda Unidad del Este, por lo que los pusieron puramente a la defensiva.

“Ésa fue la gota que colmó el vaso: espetó Theresa. ¡Escuchen, cabrones hijos de puta! ¿Crees que puedes entrar en la casa de una persona y empezar a poner el lugar patas arriba? ¡Espero que hayas venido listo para ir a tus malditas tumbas por ello!” Luego dio un gran salto (pude oír el golpe cuando despegó del suelo) y aterrizó en medio de las fuerzas enemigas.

Sus piernas y brazos, que parecían tan delicados, azotaron de un lado a otro, atrapando a cada soldado enemigo a su alcance y enviándolos a volar.

Bam, bam, bambambam. Los golpes sonaban demasiado fuertes para ser golpes con las manos desnudas. Quizás fue, ya sabes. El sonido de una armadura derrumbándose bajo un golpe. ¡Caramba! ¿Estaba aplastando la armadura con sus propias manos?

“¡¿Qu-Quién diablos es esta?!”

“¡Maldita sea, es fuerte!”

La Segunda Unidad del Este comenzó a perder cohesión.

Por un lado, Theresa no era un humano, era un avatar. Milspec. Obviamente, había sido diseñada para el combate cuerpo a cuerpo. Y si su unidad era algo como la de Hikaru-san, probablemente era un “limo” que solo estaba temporalmente en forma humana. Cortarlo, apuñalarlo, no era probable que hiciera mucho bien.

Pero una persona sigue siendo solo una persona. Tenía que haber al menos un centenar de soldados enemigos, y Theresa no iba a detenerlos sola.

Por otra parte, si ella estuviera menos interesada en protegernos que en simplemente asesinar a todos en la Segunda Unidad del Este, podría haberlo logrado, eventualmente.

En cualquier caso, el resultado final fue que los soldados se derrumbaron en el suelo alrededor de Theresa.

“¡Shinichi-kun!”

“¡Shinichi-sama!”

Minori-san y Elvia se interpusieron entre un grupo de soldados y yo que venía hacia mí. Minori-san debió haber decidido que no podía usar su arma en el cuerpo a cuerpo, porque sostenía un cuchillo militar. Mientras tanto, Elvia iba mano a mano con los soldados.

“¡Apestas—!” Elvia dobló los dedos hacia atrás y golpeó con fuerza a un oponente con la palma de la mano (tengo que decir que se parecía un poco a un puñetazo de gato), luego pateó su pierna y barrió los pies de otro chico debajo de él. Ahora que lo pienso, no la había visto atacar muy a menudo, pero era un hombre lobo al igual que su hermana mayor, Amatena, y podía hacer algo de daño cuando quisiera.

En cuanto a Minori-san, bueno, eso es evidente. Se trataba de alguien que una vez había pateado a un dragón y estaba cara a cara con Amatena (de nuevo, un hombre lobo). Así que a pesar de toda la locura, en realidad estaba bastante a salvo.

“¡Ustedes cabezas huecas!”

“¡Camarones amantes del barro!”

No muy lejos, Myusel, Falmelle-san y la gente de Faugron estaban usando su magia de viento contra los soldados. Parecían estar en una especie de enfrentamiento mágico con los enanos que habían sido los primeros en irrumpir, pero no hubo demasiados apuñalamientos o puñetazos.

Me pregunté si era realmente la enemistad histórica entre elfos y enanos lo que había provocado que los zapadores fueran directamente hacia Myusel y los demás.

Los dos grupos estaban empezando a llevarse bien en Eldant, pero se trataba de soldados Bahairamenses, así que supongo que era comprensible cierta hostilidad abierta.

“¡Shinichi-sama—!” Myusel parecía estar tratando de vigilarme, pero había soldados de la Segunda Unidad del Este entre nosotros, y no podía llegar a mí. De hecho, podría ser más peligroso para ella tratar descuidadamente de vincularse conmigo que quedarse donde estaba.

“¡Hay demasiados malditos!” Theresa gritó, incluso mientras luchaba como un león, o tal vez debería decir un dios de la destrucción. Bueno, ella tenía razón.

Podríamos poner nuestras espaldas contra las paredes en esta gran habitación, por lo que no estábamos en peligro de ser rodeados y sofocados, pero todavía éramos unos treinta en total, y al menos un centenar de enemigos. Tres veces nuestro número, incluso según el cálculo más tosco.

Y los soldados de la Segunda Unidad del Este parecían haberse dado cuenta de lo peligrosa que era Theresa, porque mantenían su distancia de ella, disparando magia o apuñalándola con sus espadas para inmovilizarla en su lugar.

“¡Y no puedo llamar a las BOU desde afuera!” Añadió Theresa. “Oh, eh… Oh”.

Theresa había enviado a los BOU —los nekkids y dragones y esas cosas— afuera en primer lugar para patrullar en busca de problemas, pero ahora estaban comprometidos con la Segunda Unidad del Este, que tenía la ciudad rodeada por tres lados.

Era una especie de guerra de guerrillas, golpear y correr, ralentizarlos, y traer a los BOU de regreso a la Guarida significaría prácticamente invitar al resto de la Segunda Unidad del Este con ellos. En el peor de los casos, podríamos terminar atrapados en un movimiento de pinzas entre ellos y los soldados con los que ya estábamos luchando.

Ugh… ¡¿Podríamos estar en un problema aún mayor de lo que parecía?!

Apoyé a Elvia y Minori-san con Tifu Murottsu mientras trataba desesperadamente de pensar en algo.

“¡Argh, esto es solo un gran dolor en el trasero!” Theresa gritó, y luego se escuchó un ruido sordo cuando dio otro salto estupendo. Dio una voltereta en el aire, aterrizando directamente entre Minori-san y yo. Puso una de sus manos en la nuca de Minori-san y la otra en mi frente.

“¿Eh?” Yo dije. “O-Oye, ¿qué estás…?”

“No vamos a llegar a ningún lado como este”, dijo Theresa. “Y no podemos llegar a las BOU. Pero puedo otorgar temporalmente privilegios administrativos completos para esta instalación a humanos de sangre pura. ¡Aquí va!”

“No, espera, ¡¿qué significa eso?!” Lloré, pero Theresa no parecía de humor para dar explicaciones. Al instante siguiente, un suave resplandor blanco azulado emanó de sus palmas contra mi cabeza y el cuello de Minori-san. No dolió; ni siquiera estaba caliente. Pero entonces…

“¿Qué?”

Tuve este sentimiento. No puedo explicarlo del todo, pero era como si mis sentidos hubieran… cambiado, muy levemente. No sabía lo que me había hecho Theresa, pero ya había terminado de hacerlo; ella saltó de nuevo a la refriega con la Segunda Unidad del Este, dejándonos a mí y a Minori- san a nuestra suerte.

Eso no nos pareció, ya sabes, genial para nosotros. ¿Qué está pasando?

“¡Shinichi-kun!” Minori-san gritó, devolviéndome a la realidad. Vi a tres soldados de la Segunda Unidad del Este corriendo hacia nosotros. Por reflejo, entoné el hechizo de Tifu Murottsu que había estado usando, pero para mi sorpresa, antes de terminar de cantar, prácticamente en el momento en que levanté las manos, un enorme Tifu Murottsu hizo volar a los soldados hacia atrás. Incluso alcanzó a algunos de los chicos detrás de ellos.

“¡¿Eh?!”

¿Q-Qué fue todo esto? El poder era increíble, y ni siquiera había cantado todo el hechizo…”

“Aumenté tus privilegios de interfaz con las micromáquinas en dos niveles”, nos dijo Theresa, incluso mientras seguía luchando. Algunos de los soldados eran miembros de la tribu Eleamachi, y parecía que habían decidido unirse a ella. Incluso Theresa estaba luchando contra estos oponentes. No iba a hacer que se cayeran como bolos como lo hizo con esos primeros enemigos. “Sólo dentro de este edificio”, agregó. “La red de comunicaciones de la instalación se encargará de los cálculos, por lo que no es necesario que sepa lo que está haciendo. ¡Imagina una forma de acabar con algunos enemigos y luego usarla!”

¿Eh? Entonces, eh, ¿qué significa eso? Las micromáquinas que mencionó, esas eran  las que  llamaban duendes aquí en este mundo. Y ahora habíamos aumentado los “privilegios de interfaz” con ellos… ¿Significaba eso que podíamos usar las micromáquinas más fácilmente? En otras palabras, ¡¿podríamos usar más magia…?!

“Espera… Entonces…” Decidí probarlo de la manera más famosa que sabía: tiré de mi brazo derecho hacia atrás. Metí mi brazo izquierdo hacia adelante. Coloqué las palmas de las manos junto a mi cadera y grité: “Kaaaamehaaaaaameee—”

¡Acumula, acumula!

“¿Shinichi-kun? ¡¿Qué estás haciendo?!” Minori-san dijo. Supongo que todavía no se había dado cuenta.

Yo, grité: “¡—ha!”

Un rayo de luz salió de mis palmas extendidas y se estrelló contra los soldados de la Segunda Unidad del Este.

¡Sí! ¡Funcionó, realmente funcionó!

No solo eso, sino que mi cuerpo se sentía inusualmente ligero y ágil, como si las micromáquinas me estuvieran ayudando a moverme. ¿Era esto como tener un traje de asistencia eléctrica invisible?

“¡Minori-san, creo que tenemos una oportunidad!” Dije, apretando mi puño.

¡La palabra CLENCH! apareció brevemente por encima de mi puño antes de desvanecerse en el aire. Mierda, ¡incluso tenemos efectos de sonido! “Solo piensa en una técnica, grita el nombre, ¡y lo entenderás!” Dije, torciendo mis caderas todo lo que pudieron, lo suficiente como para desafiar mis articulaciones. ¡Wow! Inmediatamente me rodeé de onomatopeyas  leyendo  RM  RM  RM  RM.  ¡Era  totalmente  como  Joj*!

¡Increíble!

“¿De qué estás hablando?”

“¡Quiero decir como manga y anime y esas cosas! ¡Podemos usar esos ataques directamente!”

“Nunca había escuchado algo tan estúpido…” dijo Minori-san, pero incluso mientras hablaba tomó una postura amplia y exclamó: “¡¿Eight-Hundred- Style Ha***kyu?!” Y luego pateó el aire vacío. De repente apareció un enorme balón de fútbol o algo y salió volando como si lo hubiera pateado, produciendo ¡SHOING! y efectos de sonido BONK mientras se arrastraba en círculos detrás de él en el aire.

Naturalmente, todos los soldados en su camino fueron derribados. Hablando de poder. Me pareció que tal vez Amatena, Clara y algunas de las personas de Faugron habían sido alcanzadas por el rugiente balón de fútbol, pero… eh, todos se pusieron de pie nuevamente después de un segundo, así que supongo estuvo bien.

“¿Qué diablos fue eso?” Yo pregunté.

“Uh, es algo que uno de los personajes usa en Prince of Soccer”, dijo Minori-san, sonando un poco sorprendida por su propia actuación. “¿Quizás debería haberme detenido en Twenty-One-Style?”

“Parece que un poco es muy útil, ¿no es así?” Dije, pero Minori-san y yo entendimos lo que estaba pasando ahora. ¡Imagínese un movimiento y sucedería! ¡Con efectos de sonido y todo! ¡Fue asombroso! Estábamos literalmente en modo trampa.

Esto significaba que podíamos hacer movimientos famosos como el Hokuto Hyaku*****ken o el Futae ** Kiwami o el Kimen Fla** o el Tiro Fi**le o el Dismember*** Halo o el Galactica Mag**m o el Bo*****ken o el Hardening Pu*ch o el Bourei**goku o el Eternal Force Blizz**d o el Diamon* Eternal o el [resto omitido] ¡tantas veces como queramos!

“Heh. Heh heh heh… ¡Hoo hoo hoo hoo hoo!” Ups. ¿Me reí así en voz alta?

De todos modos, Minori-san y yo nos alineamos, haciendo poses y riendo lo suficientemente alegre como para hacer que todos los demás dieran un paso atrás. Entonces grite: “¡Estas acabado!” (fue la primera cosa genial parecida a un héroe de acción que me vino a la cabeza) y entró.

Era suficiente para hacer que un chico deseara algún equipo de maniobra vertical.

Pero de todos modos…  “¡Super Uryah Jou de Zangief!”

“¡Sonic Boom!”

“¡Hermano, sal del camino, no puedo matarla!”

“¡Catarsis **ve!”

“¡Fina* tiiime!”

“¡Tu bombardeo es débil! ¡¿Qué estás haciendo?!”

………Y así sucesivamente y así sucesivamente. Gritamos todas las técnicas y movimientos que pudimos pensar (incluso si algunos de ellos parecían un poco fuera de lugar de alguna manera), confiando en la suerte para golpear a los soldados de la Segunda Unidad del Este y enviarlos al suelo.

Me sentí como si estuviera protagonizando mi propio juego de Dy***** Warriors. Tal vez llamarlo Isekai War***** o algo así. Lo divertido fue ver qué tan alto se podía conducir el combo.

“¡¿Qué diablos son estas personas?!”

“¡Esto es ridículoarrghh!”

“¡A-Ayúdenme!”

La Segunda Unidad del Este estaba alborotada al verme a mí y a Minori- san de repente volvernos tan poderosos. Todo lo que pudieron hacer fue balbucear y gritar. Especialmente sobre mí, el tipo que parecía un perdedor camaronero que se escondía detrás de una chica y proporcionaba fuego de cobertura con su magia.

Ahora las tornas estaban cambiando. Pero entonces: “¡Ah-ahh-ahhhh!”

Quizás aterrorizado por nuestra repentina habilidad para luchar como demonios (¿o, eh, dioses o algo así?), Uno de los Enterradores dejó escapar un grito trastornado, justo cuando Myusel y Falmelle-san pasaban junto a él. Y allí a sus pies estaba uno de los bisurupeguze imarufe abandonados…

Jadeé cuando el soldado metió lo que parecía ser una tarjeta de acceso en la bomba.

¡Mierda!

Myusel, mientras tanto, se volvió y corrió hacia la bomba, con la mano extendida. Ella debe haber estado esperando rodear la explosión con magia de viento para minimizar el daño. El equipo de batalla que le había dado Petralka fortaleció sus poderes mágicos y le permitiría producir un hechizo muchas veces más fuerte de lo normal. Estoy seguro de que en eso estaba contando, pero seguía siendo un plan imposible.

“Um, uh, uhhhh”, chillé en su dirección. Entonces grite: “¡¡Barrera!!” En mi mente, imaginé un campo de fuerza rodeando y conteniendo el imarufe bisurupeguze. Ya sabes, algo que parecía una barrera. Tan pronto como lo hice, la bomba llenó el espacio de un metro de diámetro que imaginé y explotó.

¡Hubo un bagoom mudo! y la barrera brillaba intensamente. Las llamas lamieron el campo de fuerza durante varios segundos después, pero desaparecieron rápidamente, dejando solo un trozo de suelo chamuscado exactamente con la forma de mi barrera, con un gran agujero en el suelo justo en el centro. Treinta centímetros de ancho, supongo. No se sabe qué tan profundo era, pero probablemente no lo suficiente como para que una persona se esconda.

“Gracias a Dios”, dije, dejando escapar un suspiro. “Funcionó.” Quiero decir, había estado improvisando seriamente allí.

“¡Shinichi-sama!” Myusel dijo, volviéndose hacia mí, con los ojos muy abiertos. Debió haberse sorprendido de que mi “barrera” hubiera logrado suprimir por completo el imarufe bisurupeguze. Diablos, yo también.

Pero había algo más importante. “Myusel”, le dije, “no vuelvas a hacer nada tan loco”. Cuando la vi salir corriendo por la bomba, sentí literalmente que se me enfriaba la sangre. “Creo que me quitaste algunos años de la vida”.

“L-Lo siento, señor”, dijo, pero seguía sonriendo: está bien lo que acaba bien.

Excepto que no había terminado. “¿Eh…?”

Hubo un crujido audible, y luego las fisuras comenzaron a irradiar desde el agujero chamuscado en el piso. Directo hacia Myusel.

“¡Oh no!” ella lloró. El derrumbe ocurrió en un instante. Parecía estar flotando en el aire y luego desapareció en el pozo en rápida expansión.

“¡Myusel!” Grité, corriendo hasta el borde de la fisura en la que se había caído. “Myusel — ¡¿Myusel?!” Llamé una y otra vez, pero no hubo respuesta. El área alrededor del pozo estaba extrañamente cálida, tal vez por el calor radiante.

Era como tener la cara demasiado cerca de un calentador; se podría decir que podría quemarse si permanece allí demasiado tiempo. Sin embargo, apreté los dientes y miré hacia el agujero de tres metros de ancho.

Para mi sorpresa, descubrí una serie de agujeros: a través de la grieta en el suelo pude ver otro en el siguiente nivel, y luego otro, bajando al menos tres pisos. Espera…

“¿Es esto mi culpa?” Exclamé. Al contener el imarufe bisurupeguze dentro de mi barrera, ¿me había aprovechado inadvertidamente del Efecto Munroe, enfocando la energía de la explosión en un solo punto y, por lo tanto, atravesando varias capas de esta instalación?

Por cierto, el efecto Munroe (a veces llamado efecto Neumann) es lo que está detrás de las cargas explosivas de forma moderna, especialmente las que se utilizan en los cañones de los tanques y los misiles antitanques.

En una palabra, concentra el poder explosivo de la pólvora en un solo punto, creando una explosión con tremenda velocidad y calor que es capaz de perforar incluso armaduras gruesas. Funciona con un principio similar al de los espejos cóncavos y las antenas parabólicas.

Por otra parte, siempre era posible que la Guarida del Dragón simplemente se hubiera debilitado por el paso del tiempo y algunos buenos terremotos. Pero sea cual sea el caso, desafortunadamente, fui yo quien le dio el empujón final.

“¡¡Myusel!!” Entrecerré los ojos contra el calor, pero tres pisos más abajo estaba oscuro y realmente no podía ver nada. Incluyendo cualquier signo de Myusel. El pozo simplemente se tragó mi mirada y mi voz, como si me llevara directamente al infierno.

Mi rostro estaba golpeado por el viento caliente. No pensé que procediera de la bomba. Obviamente estaba explotando por lo que fuera que había ahí abajo.

¿Es ese el efecto del reactor? Se suponía que el reactor estaba en el nivel más bajo. Quizás este calor se estaba escapando del dispositivo rebelde. Y le había dado el aire caliente a un lugar al que ir. Esa fue mi suposición.

Si cae a temperaturas como esa, puede que no lo mate de inmediato… pero no sería divertido.

“¡Myuseeelllll!” Grité tan fuerte como pude, pero no hubo respuesta.