Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 14++: Si Pudiera Verte Otra Vez

Historia Extra 4: Justicia y Justicia

Parte 4

¿Qué estoy buscando?

Mientras caminaba por el mercado, algo cargó contra él desde atrás.

—¡Ungh!

—Wah…

Aunque no se lanzó bien hacia adelante, se dio la vuelta sorprendido, y Yume estaba ahí. Yume lo había abordado.

—… ¿Yu-Yume-san? ¡Oh…! Shihoru-san también.

—¡Miau! ¡Yume está aquí!

Mientras Yume agitaba enérgicamente sus brazos y saltaba de un lado a otro, Shihoru estaba detrás de ella, agitando su mano un poco más reservadamente.

—… H-Hola.

—U-Umm… —Moguzo puso una mano sobre su pecho. Lo habían sorprendido bastante, por lo que su corazón estaba acelerado.

—¿Q-Qué hacen por aquí? ¿Tal vez están de compras…?

—Mmm, bueno, Yume y Shihoru estaban mirando alrededor. ¿Verdad, Shihoru?

—… S-Sí, es cierto. Estábamos mirando cosas…

—¿Y tú, Moguzo? ¿Qué haces?

—¿Oh, y-yo…? Um, supongo que estoy haciendo lo mismo. Mirando al rededor.

—¿Comida, tal vez?

—S-Sí.

—Después de todo, eres una comida.

—¿Eh…?

—¡Uy!  Yume quiere decir que eres un conocedor de comida. Eres muy bueno cocinando. Escucha, Yume, ella también es una gran fanática de la comida. Pero haciéndola, tal vez no tanto. Entonces, tal vez debería apegarse a solo comerla.

—S-Seguro. Bueno, um…

Había momentos en que no podía entender de inmediato lo que Yume estaba tratando de decir. Cuando eso sucedía, siempre tenía que hacer una pausa y darle vueltas en la cabeza un poco.

—… Creo que me gustan las dos cosas, ¿tal vez? No sé qué es. Cuando obtengo el sabor que estaba buscando, me hace muy feliz.

—Ohhh… —Los ojos de Shihoru se abrieron un poco, y una mirada de comprensión apareció en su rostro.

—¿Muh? —Yume hinchó una mejilla y le tocó la mandíbula con el dedo índice—. ¿Es como esa cosa? Ya sabes, ¿dónde cierras los ojos y tratas de caminar derecho, pero cuando abres los ojos, nyoo, estás todo torcido? ¿Es así como se siente?

—U-Um… n-no lo sé. Es un poco diferente… ¿tal vez?

—Es diferente, eh.

—Sí. Lo siento. Un poco.

—Yume también lo siente.

—No, yo lo siento más…

La forma en que los dos inclinaban la cabeza el uno al otro hizo que Shihoru se riera. Cuando Yume se dio cuenta, esbozó una sonrisa y Moguzo se rió de lo tonto que era todo. Los tres se reían juntos cuando, de repente, Yume saltó hacia Shihoru.

—¡Gloooomp!

—¡Kyaaa!

—Unyaa. ¡Glomp!

—Oye, Yume, para…

—¡Está bien! ¡Yume, ella va a parar!

¿Qué estaban haciendo las dos? ¿Qué tipo de comunicación era esa? Moguzo no tenía idea, pero en realidad no parecía que a Shihoru le disgustara, y parecía que se estaban divirtiendo.

Se sentía bien verlas llevarse bien. Realmente no estoy hecho para ser un guerrero, pensó Moguzo. Aun así, por el bien de los camaradas que lo habían dejado entrar a su grupo, tenía que ser el mejor guerrero que pudiera ser. Tenía la intención de hacerlo, pero una vez que se hiciera tan viejo que ya no pudiera pelear, pensaba que sería bueno abrir un restaurante con sus camaradas.

—U-Um, entonces, algo pasó…

—Mm-hm, mm-hm. ¿Qué pasa, Moguzo?

—… Por alguna razón, voy a tener una batalla culinaria con Ranta-kun.

—Ranta-kun está siendo extraño otra vez… —La expresión de desagrado en el rostro de Shihoru hizo que Moguzo sonriera con ironía.

—Más o menos, sí… P-Pero sea cual sea el motivo, estaré feliz si puedo hacer algo delicioso para compartir con todos.

—Ohhhh. ¡Esa es la forma de ser!

—Si es posible, quiero que sea algo que no haría si no fuera por un evento como este…

—… Lo esperaré con ansias.

Shihoru se cubrió la boca con las manos y sus ojos brillaron. Desde donde Moguzo estaba parado, parecía que a Shihoru podría gustarle comer aún más que a Yume. Yume se puso de puntillas para acercar su rostro al de él.

—¿Y, y?

—… S-Sí. ¿Y qué? Todavía no he pensado en nada… Por eso estaba buscando ingredientes.

—¡El favor audaza la fortuna, ya sabes!

—¿Sí…?

Moguzo y Shihoru se miraron el uno al otro. La expresión de su rostro le decía que ni siquiera ella podía discernir lo que Yume estaba tratando de decir. Tendría que fingir que tenía sentido.

—S-Sí… ¿es correcto?

—Lo es, ¿eh? ¿Verdad, Shihoru?

—… ¿Eh? S-Seguro… ¿supongo?

—¡Oh!  ¡En ese caso, Yume piensa que Yume, Shihoru y Moguzo deberían buscar juntos!

—¿Seguro que quieren? Se los agradecería.

—Por supuesto que Yume quiere hacerlo. Y Shihoru también, ¿verdad?

—… Por supuesto. Si no te importa, Moguzo-kun.

Así fue como terminaron buscando ingredientes juntos en el mercado. No tenía la oportunidad de hacer esto a menudo, por lo que Moguzo intentó hacerle algunas preguntas a Yume y Shihoru.

—Um, ¿qué tipo de cosas les gustan a ustedes dos?

—¿Hmm? Cosas que nos gustan, ¿eh? Veamos… ¡Yume, a ella le gustan los perros lobo!

—… Yume, se refiere a la comida.

—¿Oh? ¿En serio? Comida, ¿eh? Nnngh. Munnngh. Nunuhhh…

—L-Lo siento, Yume-san. Por hacerte pensar tanto…

—¡¿Nuwah?!

—¡¿Eh…?!

—Moguchin, acabas de llamar a Yume Yume-san, ¿verdad?

—… ¿M-Moguchin?

—¿Moguzo?

—B-Bueno, estoy bien con cualquiera, pero, eh… Sí. No sé. Se siente extraño dirigirte a ti sin un honorífico…

—¿Eso crees?

—Se siente demasiado familiar, supongo.

—¿Crees que es realmente demacrado familial?

—No sé nada de eso.

—Yume está bien con solo Yume, ¿sabes? Sin embargo, Yumerin también estaría bien. ¿O Yummy?

—… Yume. Yummy sería raro, ¿de acuerdo…?

—Unghhh. Bueno. Después de todo, Shihoru es Shihoru. Solo Yume está bien, ¿eh? Quizás Moguzo también debería ser Moguzo. Moguzo es lindo.

—… ¿E-Eso crees?

La cara de Moguzo se sentía caliente. No hacía calor afuera, pero sentía que iba a sudar.

—Sí, sí. Yume cree que es lindo. Shihoru también es lindo.

—… No, no lo creo…

—Es lindo, ¿de acuerdo? Moguzo, estás de acuerdo, ¿verdad?

—¿Eh? Uh, claro… si. Creo que es li-lin…

Moguzo se cubrió el rostro con ambas manos. Se sintió intensamente avergonzado, pero si no terminaba lo que había comenzado a decir, ella podría tomalo de mala manera. No querría eso.

—… Creo que es lindo. De verdad.

—Oh… —Shihoru se inclinó cortésmente ante él por alguna razón—. G-Gra… ci… as…

—¿D-De nada…?

—¿Nyooh? ¿Qué están haciendo ustedes dos?

No quiero escuchar eso de la persona que nos metió en esto. Eso es lo que Ranta podría haber respondido, pero obviamente Moguzo no podría decir tal cosa.

—¡Oh!  Entonces, sobre la comida que le gusta a Yume.

Ah, y ahora de repente volvemos a eso, era algo que tampoco podía decir.

—Yume, ella comerá cualquier cosa que sepa bien, ¿sabes?

Después de todo eso, estás bien con cualquier cosa, fue, una vez más, algo que no pudo decir.

—I-Igual yo…

Qué buena persona es Shihoru, tratando de suavizar las cosas.

—Personalmente… um, me gustaría algo que no engorde si como mucho…

¡¿Comida dietetica?!

¿Eso es lo que quiere?

¿Eso?

Bueno, es una chica. Tal vez así es como es. 

Sus opiniones fueron incluso menos útiles de lo que imaginaba.

Debe haber sido evidente para Shihoru que Moguzo estaba pensando esto mientras apretaba sus molares, porque ella agachó la cabeza.

—… Lo siento. Eso no es de mucha ayuda, ¿eh? Es porque estoy gorda…

No creo que tenga nada que ver con eso. Quiero decir, no eres particularmente gorda para empezar.

Realmente deseaba poder decir eso. Pero no podía.

Moguzo miró hacia el cielo.

Quería la iluminación.

En el momento en que lo deseó, su estómago se quejó. Moguzo apresuradamente miró a Yume y Shihoru. Parecía que ninguno de las dos había escuchado. Qué alivio. Entonces sucedió.

—¡Ah…!

Justo ahora, en el rincón de su visión, ¡había visto algo!

—¿Moguzo? ¿Ves algo?

—S-Sí…

Con una respuesta superficial a la pregunta de Yume, Moguzo comenzó a buscar lo que había visto. Ahí estaba. Ese era el lugar. Había barriles delante del puesto, y podía ver el interior. Moguzo señaló y habló con el dueño.

—¿E-Eso podría ser… arroz?

El dueño del puesto lo miró dudoso y asintió con la cabeza.

—Es arroz cultivado en el continente. ¿Por qué preguntas?