Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 14++: Si Pudiera Verte Otra Vez

Historia Extra 4: Justicia y Justicia

Parte 3

 

 

Se trata sobre cómo vives.

 


Mientras Ranta deambulaba por el mercado, vio a Yume y Shihoru. Podría haberlas llamado, pero después de pensarlo un poco, decidió que prefería no hacerlo.

—Bah… No sé por qué, pero parece que se están divirtiendo. Maldita esa Tetas Pequeñas y esa Secretamente Apiladas.

Hizo una mueca y se rascó la cabeza con un suspiro.

—¿Realmente pueden llevarse bien con tanta diferencia en tamaño de tetas? No entiendo a las mujeres. Con nosotros los hombres, esa gran diferencia de tamaño haría las cosas incómodas. Incluso si mantuviéramos las apariencias en la superficie, en el fondo, estarían pensando: «Pero, hombre, tienes una pequeña… ¡Pfft!». Bueno, no es que tengamos una diferencia tan dramática en el tamaño de nuestros miembros…

Mientras murmuraba para sí mismo, miró los ingredientes que cubrían los estantes de las tiendas y puestos.

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En general, los productos perecederos eran caros, mientras que las cosas que se conservaban tenían un precio más barato.

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—¿Qué voy a hacer? Hmm. Cocinar. Cocinar… Espera, ¿cómo terminé en una batalla culinaria con Moguzo…?

Se detuvo, se cruzó de brazos y pensó en ello.

—El calor del momento…

Bueno, eso había influido bastante. Había sido lo mismo cuando se convirtió en un caballero oscuro también.

Está bien, así que estamos de acuerdo en que serás el guerrero, Ranta.

Cuando Manato dijo eso, antes de que todos se unieran a sus respectivos gremios, Ranta había estado de acuerdo. Le había gustado especialmente que el guerrero fuera la pieza central de todo el grupo.


Ya sabes. Me van a necesitar. No podrán hacer nada sin mí. ¿Cierto, cierto, cierto? Entonces, voy a ser Ranta-sama para ellos. Sí, sí.

Así fue como lo pensó, y estaba bastante satisfecho.


¿Por qué no se unió al gremio de guerreros?

En ese momento, Ranta estaba en el distrito sur de Altana, en dirección al gremio de guerreros, cerca de la localidad los artesanos. Estaba en la luna al respecto.

Un guerrero, ¿eh? ¿Yo, un guerrero? Un guerrero. Guerrero. Los guerreros son geniales. Quiero decir, son guerreros. Apuesto a que seré un éxito con las damas. Aquí llega mi hora de ser popular. No hay forma de que no llegue.

Mientras pensaba eso, tarareando para sí mismo mientras caminaba, de repente, las palabras de Manato volvieron a él.

Además de los guerreros, escuché que hay dos trabajos similares, caballeros oscuros y paladines, pero creo que realmente deberíamos…

¿Caballero oscuro? ¿Paladín?

¿Oh? ¿Oh, ho, ho, ho? ¿Hmm? ¿Hum, hum, hum? Espera…

¿Tal vez ser uno de esos sería aún más increíble…?

En el momento en que ese pensamiento cruzó por su mente, la opción de ser un guerrero desapareció sin dejar rastro. ¿Caballero oscuro o paladín? ¿Cuál debería ser? Esas fueron las dos opciones que le quedaron.

¿Elijo la oscuridad?

¿O tal vez la luz?

La respuesta obvia es la oscuridad… ¿Sí?

Eso creí.

Ranta aún recordaba haberlo dicho para sí mismo.

—Caballero oscuro, Ranta. Ranta, caballero oscuro. El caballero oscuro Ranta. El caballero oscuro entre los caballeros oscuros, Ranta. Ranta estaba destinado a ser un caballero oscuro. El verdadero caballero oscuro es Ranta. Caballero Oscuro Ranta…

Se ajustaba perfectamente. ¿Quizás había nació para ser un caballero oscuro? Sí. Tenía que ser eso.

Y así, nació el Caballero Oscuro Ranta.

Sus siete días de instrucción oscura en el gremio de los caballeros oscuros fueron duros y difíciles, pero lo superó, porque, si no hacía, estaría muerto, y ahora realmente no recordaba lo que estaba involucrado, pero había superado las pruebas maravillosa y brillantemente, así que no se arrepentía.

—El calor del momento… Eso es importante.

Ranta gruñó e hizo un puño.

—Al final, la vida tiene que ver con la intuición y el calor del momento. Eso significa que esta competición de cocina con Moguzo estaba destinada a suceder. Este evento era inevitable. Sí. ¿Inevitable? ¿O es unevitable? Meh, lo que sea. Me gusta. Porque no importa cuál sea, lo que digo siempre es correcto. Aunque…

Miró inquieto alrededor del área.

—¿Qué hago…? Moguzo es un buen cocinero. Es bueno en eso. Vencerlo en la cocina será duro. Quiero decir, siendo yo, no hay forma de que no pueda ganar, pero tengo que elegir mis métodos con cuidado. Hmmm. Nggh…





Mientras reflexionaba, llegó a localidad de los artesanos en el distrito sur.

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En el área cerca de la localidad de los artesanos, había una calle llena de puestos, principalmente ocupados por artesanos. La casa de alojamiento para soldados voluntarios estaba cerca, y había muchos lugares para comer y beber aquí, por lo que Ranta y los demás con frecuencia venían a llenar sus estómagos. Conocía el lugar como la palma de su mano.

—¡Pin!

Lo tengo, pensó, y salió corriendo. Se apresuró hacia la calle de puestos. Estaba empezando a oler algo sabroso.

—¡Aquí está! ¡La pista que necesito! ¡Debe ser! ¡Tiene que ser…!

Mientras corría por calle de puestos, miró hacia aquí, hacia ahí. Miró una cosa, miró otra. Todo mientras olfatea. Al final, Ranta se detuvo repentinamente frente a un puesto.

—¡Esto es…! ¡No hay duda de eso! ¡La clave de mi victoria está enterrada aquí! ¡Eso es lo que me dice mi instinto! ¡So! ¡Ru! ¡Zo!

—¿Q-Qué…?

Dentro del puesto, el dueño del puesto de soruzo, que había estado revolviendo el contenido una olla, estaba profundamente nervioso.

Ranta se río.

—Jejejejeje… ¡Gwajajajaja…! ¡No tengas tanto miedo! ¡Incluso si no puedes evitar temer al Caballero Oscuro Ranta-sama! ¡No te voy a comer ni nada!

—…¿Estás bien, amigo?

El dueño del puesto de soruzo tenía el pelo canoso y probablemente tenía unos cincuenta años. El hombre tenía la barriga parecida a un tambor que cabría esperar de un amante del soruzo, que era exactamente como debería verse un chef de soruzo. Por cierto, no era hora de comer en este momento, por lo que no tenía clientes. El dueño estaba trabajando duro preparándose.

Ranta se aclaró la garganta y sacó el pecho.

—¡Por supuesto que estoy bien!

—B-Bien.  Eso es bueno… Entonces, has estado aquí varias veces antes.  En mi tienda.

—¡Claro que sí!  ¡Porque soy un soldado voluntario!  ¡Aunque solo soy un aprendiz!

—Actúas terriblemente importante para un aprendiz…

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—Je… ¿Eso crees, viejo?  Bueno, hay una razón para eso… ¡Probablemente sea porque realmente soy importante!  Simplemente rezuma de cada poro, ¿no?  ¡Tengo ese tipo de aura!

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—No lo sé… No me importa si eres importante o no, ¿podrías irte ya?  Estoy ocupado aquí.

—Hay una condición.

—¿Me estás dando condiciones?  ¿Solo para irte…?

—No te preocupes. Por supuesto, eres libre de aceptar o no.

—Si no fuera así, sería una amenaza, ¿no?  No, incluso con esa libertad, todavía se siente como una amenaza…

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—No es nada importante.

—Déjame adivinar, eres del tipo que no escucha nada de lo que la gente le dice…

—¡Bingo!

—¡¿Pero sí estabas escuchando eso?!

—Bueno, sí. Ahora, sobre esa condición.  Enséñame sobre soruzo. Haces eso, y no me importaría irme. Simple, ¿verdad?

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