Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 3

Capitulo 2: La Heroína, A Un Paso

Parte 1

Al día siguiente, había hecho los preparativos para ir a las montañas.

Nuestro suministro de hierbas finalmente se estaba agotando y, para empezar, no teníamos muchos hongos que se oxidan en nuestro inventario. Con la llegada del invierno, diferentes medicamentos se volverían más críticos. Iba a tener que abastecerme de todo.

“Está bien, volveré pronto”.

“Cuídate. Y aquí está tu almuerzo”.

Por cierto, había preparado casi todo el almuerzo. El huevo crujiente y demasiado fácil era la única porción que había hecho Rit. Me preguntaba por qué había entrado en la cocina de repente temprano en la mañana.

Ella había dicho que quería darme mi almuerzo cuando me fuera. Evidentemente, no se habría sentido bien si me lo hubiera entregado sin contribuir realmente con alguna parte de su contenido. Por lo tanto, le pedí que me cocinara unos huevos fritos.

“Mfh”. Rit pareció satisfecha cuando me dio la comida empaquetada.

Mientras me dirigía a la montaña, vi que un caballero todavía estaba parado en medio del puente, bloqueando a todos los que intentaban cruzar. Sería molesto tratar con él, así que tomé el camino más largo como la última vez.

¿Tiene mucho tiempo libre en sus manos o algo así? 

***

¡Nooo, no quiero! Prácticamente grité el pensamiento.

Frente a mí estaba la zanja de drenaje donde se tiraban las aguas residuales, y todo tipo de basura de la aldea. En el lodo, había un wyvern de madera flotando, atrapado en un poco de basura.

“¡Waaaaaaaaaaah!”

Un chico estaba llorando mientras señalaba la chuchería en la zanja. Probablemente lo había dejado caer.

Había un hedor que me revolvía el estómago y se elevaba desde el barranco, y varios objetos desconocidos se habían precipitado. Cada uno era tan desagradable que quise apartar la mirada.

Si ese chico se hubiera rendido y se hubiera ido, podría haberlo soportado. Pero no se rindió y se negó a dejar de llorar.

Quizás él conocía mi peculiaridad. Quizás su llanto fue calculado. No pensé que ese fuera el caso, pero una vez que esa semilla de la duda fue plantada en mí, se hinchó y se convirtió en un odio incurable que quemó mi corazón.

Yo soy la heroína. No puedo alejarme de alguien que lo necesite, incluso si fuera más joven que él. No importaba que estuviera en camino de ir a jugar a alguna parte.

Había hecho algo como esto antes y me había ensuciado la ropa. Mi madre me había golpeado por ello y me había dicho que nunca volviera a hacer algo así, pero eso no tenía ninguna importancia.

Mi bendición no prestó atención a mis circunstancias personales.

No lo soporto más. Iba a saltar, caminar penosamente a través de toda esa suciedad y arruinar todo este día por el bien de un juguete que ni siquiera valía una sola moneda de bronce.

Empecé a caminar sin fuerzas hacia el drenaje cuando alguien me agarró del hombro.

“Déjamelo a mí.”

No vaciló en absoluto en lanzarse a la zanja. Hizo una mueca mientras caminaba hasta la cintura en el lodo, marchó con firmeza hacia el juguete, lo recogió y regresó.

“Aquí. No lo deje caer de nuevo. Además, está sucio, así que lávalo”.

“¡Gracias, Gideon!”

El niño que acababa de llorar sonrió feliz y salió corriendo, agarrando el juguete sucio.

“Haaah…” Mi salvador miró el espectáculo en el que se había convertido y sonrió con amargura.

Empecé a acercarme, pero me detuvo frenéticamente. “Te vas a ensuciar”.

“…Hermano mayor…”

Mi protector era mi único hermano mayor. “Lo siento.”

“¿Por qué te estás disculpando? No hiciste nada malo”.

“Pero…”

“Simplemente lo hice porque quería. No te preocupes por eso”.

“Entiendo…… Hermano…”

“¿Qué?”

“Lo siento. No puedo.”

Lo abracé, aunque mi ropa se ensuciaría. Mi Hermano trató de alejarme al principio, pero cuando notó que estaba llorando, lo aceptó y me dejó abrazarlo.

“Vamos a lavar nuestra ropa”.

“Okay.”

Un verdadero héroe era alguien más parecido a mi hermano mayor. Era el tipo de persona que se arrojaría a las aguas residuales por su propia voluntad. Solo lo hice porque mi bendición me obligó a hacerlo.

Quería derrotar al señor demonio porque salvaría a la mayoría de las personas necesitadas. De esa manera, no me preocuparía el impulso de realizar pequeños actos de misericordia como este.

No podría haberme preocupado menos por algo como el destino del mundo.

***

Ruti y Tisse avanzaban por el camino hacia Zoltan.

Ruti no llevaba su armadura habitual, ni el Santo Asesino de Demonios colgando de su cintura.

Cuando Tisse señaló que esos llamarían demasiado la atención, la Heroína los puso obedientemente en su caja de artículos y luego desapareció en algún lugar durante unos diez minutos.

Mientras Tisse esperaba, preguntándose adónde había ido, Ruti regresó con una espada. Y por alguna razón, había tres goblins siguiéndola. Llevaban cestas tejidas con ramas de árboles que tenían pescado de río seco en su interior.

“Uh, um, ¿pasó algo?”

“Me di cuenta de que había algunos goblins cerca, así que pedí prestada un arma”.

La espada que tenía en la mano era un arma de dos manos con tres agujeros en la hoja: una hoja de duende. A Tisse le preocupaba que pudiera partirse por la mitad mientras Ruti lo balanceaba casualmente.

“Bueno, si está en una funda, nadie lo sabrá… ¿Y qué hay de esos goblins detrás de ti?”

“El jefe de su asentamiento se había derrumbado debido a una enfermedad, así que usé mis Manos Sanadoras. Como agradecimiento, obtuve esta arma y algo de comida”.

“¿Eh? Ah, ¿no me digas? … ¿Está realmente bien ayudar a los goblins?”

“Está bien. Su aldea no estuvo involucrada en ningún saqueo. Alrededor del cuarenta por ciento de todos los goblins sobreviven de la caza y la agricultura simple. No todos salen a asaltar. Sin embargo, estos tipos tienden a vivir lejos de los humanos, por lo que no los ves a menudo”.

La fuerza de la Héroe no solo radicaba en derrotar a la villanía, sino también en reconocer lo que era malvado. Tisse se llenó de una reverencia recién descubierta por Ruti.

“Entendido. Esa espada podría ser buena para parecer un simple aventurero. Guardemos la comida en nuestras cajas de artículos”.

“Okay.”

La heroína sonrió feliz después de que Tisse aprobó sus acciones, pero la sonrisa fue tan débil que Tisse no se dio cuenta.

Con los goblins dándoles las gracias, las dos se dieron la vuelta y abandonaron la aeronave.

***

Las praderas de Zoltan se agitaban con el viento.

El bosque del norte donde Ruti y Tisse habían aterrizado la aeronave ya mostraba signos de invierno, pero Zoltan todavía parecía estar en otoño. Las llanuras estaban cambiando de color de verde a marrón, dando al paisaje una sensación casi desolada.

“Todavía hace bastante frío a pesar de estar más al sur”.

“Lo es,” respondió rotundamente Ruti.

Debido a la resistencia ambiental de Ruti, el frío no era más que una información trivial. Desde las heladas árticas extremas hasta el calor abrasador del desierto, ninguna temperatura era capaz de obstaculizar al Héroe. Después de caminar un poco, los dos vieron una multitud.

“¿De qué trata esto? Voy a ir a comprobarlo muy rápido”.

Tisse usó su pequeño cuerpo para deslizarse a través de la masa reunida. Regresó rápidamente a Ruti.

“Al parecer, algún caballero está bloqueando el puente. Un aventurero supuestamente capaz lo desafió pero fue derrotado. Sería un pequeño desvío, pero hay otra forma de evitarlo. ¿Vamos por ese camino?”

“No, cruzaremos aquí”. Ruti se dirigió directamente hacia la multitud. “Fuera del camino”, ordenó.

“Oye, pequeña, ten cuidado. Hay un extraño caballero que impide el paso…” Un hombre empezó a decir algo, pero a la mitad se dio cuenta de que le temblaban las piernas. “Oh… Whoaaaaa…”

Instintivamente cedió el camino. Al ver eso, las otras personas naturalmente formaron una ruta para Ruti. No fue hasta que la chica de cabello azul se fue que finalmente se dieron cuenta de que le tenían miedo.

En el puente había un caballero con armadura y empuñando una lanza con un paño envuelto alrededor de la punta para evitar matar a sus oponentes.

Era un hombre corpulento, de más de seis pies y medio de altura.

“Esto es un peaje. Si quieres pasar, necesitarás cien payril”, declaró el caballero.

“¿Por qué?” Preguntó Ruti, inclinando la cabeza.

“¿Por qué? Porque quiero.”

“Ya veo. Entonces no necesito pagar”. Ruti avanzó directamente hacia el hombre, pero ni siquiera se movió para desenvainar su espada.

“¿Qué…? ¿Quién diablos eres tú…?” Aunque su oponente era una chica desarmada, el caballero no se atrevía a atacar. Por alguna razón, solo podía imaginarse a sí mismo siendo asesinado.

Tisse predijo que el caballero arrojaría su arma y se rendiría en poco tiempo. Sin embargo…

“¡¡¡Uooooooooooh!!!” El hombre grande rugió y dio un gran paso hacia adelante, soltando una estocada poderosa. “… ¿Eh?” El caballero, que se suponía que era el que estaba atacando, hizo un sonido absurdo, sin entender lo que estaba sucediendo.

Ruti había atrapado casualmente el ataque de lanza de alta velocidad con su mano derecha. Parecía que lo sostenía con cautela con una sola mano. Eso fue todo lo que necesitó para evitar que la estocada de su oponente la golpeara.

“Estás en mi camino”, murmuró Ruti en voz baja. Levantó el cuerpo del caballero por la lanza. El hombre de constitución poderosa flotó en el aire y luego salió volando.

“¡¿Whoooooa?!”

Ruti lo dejó a un lado y se sumergió en el río. “Vamos, Tisse.”

“C-Claro”.

Tisse siguió a la Heroína, y en su ingenio se preguntó por qué Ruti había ido y lo había derrotado de una manera tan espectacular cuando se suponía que la pareja iba de incógnito como viajeros habituales.

***

Mientras caminaba, escuché una especie de gemido. Pensando que era un poco sospechoso, me dirigí hacia la fuente de la voz.

“Ugh… tan frío.”

Lo que encontré fue un hombre corpulento temblando junto a un fuego. Solo tenía puesta la ropa interior. Su ropa estaba colgada a secar en un árbol cercano.

“Casi me ahogo y tuve que quitarme la armadura en medio del río. Esa armadura de placa completa era cara…”

El hombre estaba murmurando para sí mismo, con los ojos llorosos, mientras rompía un palo y lo arrojaba al fuego.

De acuerdo, solo fingiré que no vi nada. Dándome la vuelta, comencé a irme, pero…

“¡Espera! ¡Tú allí! ¡Espera!”

Gh, se fijó en mí.

El hombre pisoteó hacia mí.

Sintiendo que se convertiría en algo molesto, quise huir, pero el hombre helado y casi desnudo ni siquiera había dicho nada todavía. Dejarlo habría sido demasiado duro.

“Ah, ¿necesitas algo?” Le pregunté con una sonrisa educada, ejerciendo mi mejor aura no verbal. “Sin embargo, esto es realmente una molestia”, una especie de aura.

“Mi nombre es Otto. Soy un Drake Rider y comandante de los gloriosos asaltantes de los Caballeros de Fafnir”.

“¿Eso es así?”

Drake Rider fue una bendición de primer nivel en el árbol de los Caballeros. Como su nombre lo indica, se especializaron en formar un vínculo con un dragón e hicieron que la criatura los llevara al combate.

Incluso cuando ambos estaban montados, una persona con Drake Rider tendía a ser más fuerte que alguien con la bendición más común de Wyvern Rider.

Había varias razones para eso, pero la principal era que aquellos con la bendición de Drake Rider tenían la habilidad Dragon-Rider Link, que les permitía compartir sus habilidades con su montura.

Los drakes tenían sus propias bendiciones, por supuesto, por lo que cuando ganaba fuerza con una adicional, podía dominar a un enemigo que de otro modo habría estado en un nivel similar.

Sin embargo, eso no significaba necesariamente que Drake Rider fuera una bendición increíble.

Tenía una debilidad crítica: solo se podía formar un vínculo con un solo dragón. Todas las poderosas habilidades a las que tenían acceso se habrían ido, para nunca volver, si esa bestia moría. Si eso sucediera, las habilidades restantes otorgadas por la bendición no serían más que a las que tenía acceso la bendición Cavalier de nivel más bajo.

Todos los puntos gastados en habilidades para su compañero los dejarían repentinamente incluso más débiles que un Cavalier de nivel similar.

Por lo tanto…

“… Y entonces mi compañero fue asesinado por el horrible gigante Grendel mientras yo metía la pata”.

Se usó para muchos cuentos de tipo “Yo solía ser muy fuerte”.

“¿Mmm? ¿Qué? ¿Los Caballeros de Fafnir?”

Mogrim, el herrero, mencionó antes a una criatura llamada Fafnir, ¿no es así? Tal vez la palabra fuera una nueva tendencia.

“¡Sí, los Caballeros de Fafnir! Puede que no seamos muy conocidos por las personas que viven en la frontera, pero no hay un alma en la capital que no conozca a los gloriosos Caballeros de Fafnir, ¡superados solo por los renombrados Caballeros de Bahamut y los despiadados Caballeros de Tiamat! Yo era un Drake Rider para esa resplandeciente facción”.

“Nunca había oído hablar de ellos”.

“Bueno, usted vive en Zoltan, por lo que no es sorprendente que no esté al tanto de las noticias actuales en Central. No hay nada de qué avergonzarse”, dijo Otto mientras palmeaba mi hombro para consolarme.

Miré fríamente al hombre.

Érase una vez, yo era el segundo al mando de esos Caballeros de Bahamut que mencionaste tan cruelmente.

“Entonces, ¿qué necesita de mí el noble caballero? Tengo un poco de prisa”.

“¡Cierto! Quería pedirte un favor”.

“¿Un favor?”

“Verá, la razón por la que he venido a Zoltan es para matar al gigante de la colina Dundach y reclamar su castillo para convertirme en un aristócrata terrateniente”.

Ahora eso era algo con lo que estaba familiarizado.

Hace tres años, cinco gigantes de las colinas habían aparecido, atacando el castillo de un señor que residía al noroeste de Zoltan y lo reclamaron para sí mismos. Zoltan había enviado una fuerza para exterminarlos, pero fueron derrotados.

Los gigantes ya habían matado al noble, por lo que todos en Zoltan se habían contentado con dejarlo así desde entonces.

Los aventureros temerarios que soñaban con ser dueños de un castillo intentaban ocasionalmente recuperar la fortaleza, para no volver nunca, pero aparte de eso, los gigantes nunca causaron muchos problemas.

“Hmmm, ya veo. Bueno, buena suerte con eso.”

“¡Espera, espera, espera! Déjame terminar.”

Había empezado a irme, pero Otto me llamó frenéticamente.

“Por eso, para encontrar a alguien capaz de luchar contra los gigantes a mi lado, he estado desafiando a la gente que cruza el puente”.

“Oh, ¿entonces eres ese caballero problemático?”

“Y entonces, hoy, finalmente pude conocer a una mujer que era mi igual en fuerza. ¡Esto debe ser el destino! ¡Voy a encontrar a esa guerrera, y derrotaremos a los malvados gigantes de las colinas y reclamaremos el castillo!” Habiendo hecho su valiente declaración, Otto se sonrojó un poco, como si estuviera un poco avergonzado. “Y luego le propondré matrimonio y viviremos juntos en el castillo.”

“Oh ya veo. Espero que les funcione a ustedes dos”.

“¡Espera, espera, espera! Casi termino. Voy al grano”.

Otto me devolvió la llamada frenéticamente cuando comencé a irme de nuevo.

Sólo sigue adelante, por favor.

“Entonces, ¿qué es lo que quieres que haga?”

“Realmente no es nada tan grande, pero…” Se movía nerviosamente. Ver a un hombre de seis pies y medio de altura actuar así no era nada entrañable.

“Cuando me arrojaron al río, mis armas, armaduras, pertenencias y todo el dinero que tenía conmigo fueron arrastrados… ¿Podrías prestarme alguna moneda? Te lo pagaré una vez que tenga mi castillo”.

“No estoy interesado”, le respondí de inmediato. “¿Incluso si me pongo de rodillas?”

“Sí.”

“¡No me dejas otra alternativa, señor! ¡Usaré la fuerza si debo hacerlo! ¡Pon todo tu dinero en el suelo!”

Ante eso, Otto levantó las manos y me atacó en ropa interior. “Si no quieres que te lastimen, entonces ¡¿Arrgggggghhhh?!”

Lo siguiente que supimos ninguno de los dos fue que le había dado un puñetazo en la cara.

Agh, eso no es bueno. Le di un puñetazo por reflejo. Por lo general, me esforcé por no responder cuando alguien estaba buscando una pelea para no destacar,  pero, honestamente, algo sobre él me llegó  a un  nivel instintivo.

Otto voló hacia atrás, cayendo de nuevo al río con un gran chapoteo. Su cuerpo flotó hasta la superficie y flotó río abajo.

Él era solo un asaltante de caminos, así que supongo que eso está bien. Será mejor que siga moviéndome.