Kumo Desu Ga Nani Ka?

Volumen 12

Merazophis

Parte 2

“Todavía tengo mucho camino por recorrer.”

Tras nuestra retirada, me amonesto a mí mismo en el campamento.

Fracasé.

Mis heridas ya se han cerrado. En principio, eran leves.

Si hubiera seguido luchando, probablemente podría haber ganado.

Pero yo fui quien decidió retirarse.

Renuncié a la victoria y elegí el fracaso por voluntad propia.

Porque había salido el sol, la debilidad de los vampiros como yo.

Porque había varias reencarnaciones entre los oponentes.

Porque los otros aventureros eran más fuertes de lo esperado, y mi ejército estaba siendo repelido.

Sí, puedo pensar en muchas excusas.

Pero eso no cambia el hecho de que fracasé.

Estaba luchando contra las reencarnaciones que eran los supervivientes del clan que destruí con mis propias manos hace mucho tiempo.

Ese joven y esa chica se han vuelto bastante fuertes.

No tanto como otras reencarnaciones como mi joven ama e Ira, pero es probable que esos dos estén muy por encima de la media. Creo que la pareja contra la que luché hoy era bastante formidable.

No pude derrotarlos por completo.

Como son reencarnaciones, sabía que se suponía que debía contenerme, así que no los maté—pero la verdad es, que no me estaba conteniendo.

Luché lo mejor que pude, pero aun así no pude derrotarlos.

Mis estadísticas y habilidades por igual eran incuestionablemente superiores, pero de algún modo, siguieron manteniéndose firmes en mi contra.

El manejo de la espada del chico era hábil y su juego de pies agudo y preciso.

Incluso su parpadeo y su respiración eran metódicos.

Usaba los poderes de su espada mágica justo en los momentos correctos, sin dejar nunca una oportunidad para que yo la aprovechara.

La joven también estaba en perfecta sincronización con el chico.

Se las arregló para presionarme constantemente con una lluvia de ataques mágicos son siquiera interponerse en el camino del chico.

La forma en la que tejía sus hechizos era suave e impecable, y eran bastante poderosos.

En verdad, no puedo evitar envidiar su talento natural.

Yo no tengo tal cosa.

Cada movimiento de mi espada es inestable, y mi dominio de la magia es ridículo.

Para cubrir mis carencias entreno sin descanso.

Practico los movimientos de mi espada una y otra vez en un intento desesperado de estabilizar mis manos.

Lanzo un hechizo tras otro, esperando que el siguiente se cree más fluidamente.

Repetición, repetición, repetición.

Y si finalmente lo logro a la perfección, es simplemente producto de la práctica tenaz, no de talento.

Pero si no puedo hacerlo tan bien en el combate en vivo como en la práctica, es en vano.

No puedo quedarme quieto en la batalla, como hago cuando practico mis movimientos.

Si paro en mitad de una lucha para construir un hechizo, tan solo me convierto en un objetivo tentador.

Tropiezo. Titubeo.

No hay otra cosa que hacer que corregir estos fallos.

Para dar otro paso adelante, para empezar otra vez.

Incluso si a veces doy un paso atrás y debo empezar de nuevo.

Aquellos con talento natural pueden encontrar fácil el manejar estas cosas, pero no es tan simple para mí.

Mi única opción es seguir practicando hasta que estas cosas sean una segunda naturaleza y se graben en el recuerdo de cada acción de mi cuerpo.

Pero incluso eso es difícil para mí.

En ocasiones, logro un movimiento de espada con el que estoy satisfecho.

Pero otras veces, no puedo recrearlo, no importa cuántas veces lo intente.

A veces, puedo hacer algo perfectamente un día, pero no el siguiente.

Mientras pruebo las cosas, incluso hay ocasiones en las que no puedo lanzar un hechizo correctamente.

Toda esta experiencia no se suma necesariamente al progreso.

Estoy seguro de que los verdaderamente fuertes, como Lady Blanca o la joven señorita, no se pueden relacionar con tales luchas.

Como ellas están avanzando constantemente, no saben lo que es para una persona común tropezar, parar o incluso dar un paso atrás.

“¿Por qué no puedes hacer esto?”

No tienen ni idea de lo crueles que pueden ser esas palabras.

Finalmente he llegado al punto en el que puedo blandir mi espada y mi magia al mismo tiempo, pero no hasta el punto en el que puedo cambiar sin problemas de un movimiento al siguiente.

Si algo inesperado pasa, mi reacción se retrasa inevitablemente.

Estoy seguro de que personas como mi ama o Lady Blanca jamás dejarían de tomar una decisión rápida en tales situaciones.

Simplemente otra cosa que ilustra la diferencia entre los que tienen talento y los que no lo tienen.

Solo logré mantener la ventaja en esta última batalla porque mis estadísticas y habilidades simplemente eran altas.

Debido a que yo mismo carezco de talento, es fácil para í identificarlo: El chico y la chica reencarnados han sido ambos bendecidos con una habilidad mucho más natural que yo.

Su capacidad para defenderse en una lucha contra mí, aunque teóricamente yo era más fuerte es prueba suficiente de eso.

Bastante preocupante.

La batalla de hoy terminó con solo heridas leves, pero ¿quién sabe cómo podría resultar el mismo enfrentamiento dentro de unos años?

La diferencia en nuestras aptitudes naturales se traducirá en diferentes tasas de crecimiento.

Si la gente hace la misma cantidad de esfuerzo durante el mismo tiempo, los que tienen más talento crecerán más.

Por lo tanto, mi única opción es trabajar aún más duro para estrechar ese cerco, pero el tiempo se mueve al mismo ritmo para todos y no espera a nadie.

La cantidad de tiempo que uno puede dedicar a la formación también es limitada, lo que es uno de los pocos casos en los que el campo de juego es igualado, independientemente del talento natural de uno.

Incluso así, la vida sigue siendo injusta.

Comparado con aquellos de nosotros sin talento, que debemos esforzarnos más, a los que tienen talento se les da la misma cantidad de tiempo para hacer todo el esfuerzo que elijan.

Sé que no sirve de nada que me lamente por las cosas de las que carezco.

Y, sin embargo, no puedo evitar pensar que Si tan solo tuviera algo de talento…

El pensamiento nunca deja de hundirme.

Quizás eso solo demuestre lo importante que fue para mí esta última derrota.

Para calmarme, examino mis estadísticas con Apreciación.

Y en mi columna de habilidades, veo la palabra Perseverancia.

Perseverancia… una habilidad que una vez tuvo Lady Blanca.

Es una de las pocas habilidades especiales conocidas como habilidades de gobernante.

No sé por qué a alguien tan humilde como yo se le daría tal habilidad.

Pero lo admito, parece apropiado.

Todo lo que sé hacer es perseverar.

Para alguien como yo, sin talento natural, no hay otro camino.

Aguantar, perseverar y seguir adelante.

Esa es la única manera en que puedo seguir avanzando.

Al contemplar esa habilidad, empiezo a sentir que, después de todo, tal vez pueda perseverar y seguir adelante.

Incluso si sé que no puedo alcanzar a mi joven ama y a los demás mientras avanzan rápidamente.

Incluso si los otros jóvenes talentosos que están corriendo para alcanzarme ahora algún día me superaran.

Apretaré los dientes y también seguiré corriendo.