Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 4

Capitulo 3: Crepúsculo, Danza

Parte 8

Estaba cansado de escuchar esto, pero no podía reírse del hecho de que la sonrisa de Reiji también funcionaba en los hombres. Reiji, que estaba completamente ajeno a todo esto, seguía siendo Reiji.

“En cualquier caso, Austin-san, gracias.”

“Por favor. En mi situación actual, no soy de los que hablan. Además, no me importa si me llamas Elliot”.

Elliot se encogió de hombros casualmente como si estuviera tratando de ser amigable con Reiji. Mirándolos a los dos desde el margen, Suimei respiró con admiración.

“De alguna manera… ustedes dos realmente parecen llevarse bien, ¿eh?”

“Mucho más que contigo”.

“Cállate.”

Cuando Suimei respondió sin rodeos a la mirada cínica de Elliot, Elliot parecía haberse dado cuenta de algo y ahora estaba mirando los rostros de Suimei y Reiji.

“Ahora que lo pienso, ¿se conocen ustedes dos? Sin embargo, no puedo imaginar la conexión”.

“Bueno, tengo un vínculo con este tipo”.

“¿Un vínculo, dices…? Pero eso no importa. ¿No es de mala educación referirse a un héroe como ‘este tipo’?”

“… ¿Lo es? ¿Estás diciendo que quieres que te hable con respeto, de forma indirecta?”

“¿Podrías detener eso? Si empiezas a hablarme respetuosamente, se me pondrá la piel de gallina por el resto de mi vida”.

“Entendido. Entonces, aunque pueda ser presuntuoso de mi parte… Vaya, vaya, si no es el valiente héroe Elliot-sama. ¿Sería tan amable de darse prisa y disfrutar de su piel de gallina?”

“Urgh…”

Elliot lo agarró dramáticamente por los hombros mientras Suimei le hablaba cortésmente, aunque con sarcasmo. Inesperadamente, parecía tener un sentido del humor decente y podía adaptarse al estado de ánimo.

“… Entonces, también tengo algo que quiero preguntar, pero ¿por qué estás aquí?”

“No es nada. Solo vine porque escuché que estabas en la zona. Vine para ver en qué tipo de lugar vivías”.

“Seguro que eres un tipo caprichoso,” dijo Suimei con voz exasperada. Entonces recordó algo. “Pero hiciste todo lo posible la última vez, ¿no?”

“¿Estas siendo sarcástico?”

“No, no particularmente.”

Cuando los dos empezaron a hablar de cosas que solo conocían entre ellos, Reiji se estaba quedando atrás. Decidió pedirle más detalles a Elliot.

“¿Paso algo?”

“Me enfrenté al culpable de los incidentes de coma que han causado revuelo en la capital imperial. Sin embargo, desafortunadamente, una vez más se escaparon”.

“¿Oh? ¿En realidad no luchaste contra ellos?”

“No, no hubo discusión. Como la última vez, se escapó como si estuviera jugando con nosotros”.

Elliot dejó escapar un suspiro de disgusto. Durante sus investigaciones de hoy, Suimei escuchó que Elliot logró arrinconar a la alta sombra. Los ciudadanos de la capital imperial lo alababan. Pero parecía que todo estaba un poco fuera de lugar.

“Sin embargo, esta vez, Su Alteza Imperial también estuvo presente. No terminó tan fácilmente como antes”.

“Ya veo. En otras palabras, son todo un maestro, ¿eh? ”

“…”

Suimei luego notó que Elliot había cambiado su atención hacia él. Se sentía como si lo estuvieran escaneando.

“¿Qué pasa?”

“…No es nada. ¿Crees que podrías derrotarlos?”

“No sé por qué me preguntas ese tipo de cosas, pero… Mientras no sepa las capacidades reales de ese tipo, no puedo decir nada”.

Como Suimei no toleraría ese tipo de conjeturas, actuó de forma antinatural como si se hubiera rendido. Si tanto Graziella como Elliot no habían logrado atrapar a la alta sombra, no podía descuidarlo. Mientras estaban en medio de esta conversación, Suimei sintió la presencia de otra persona.

Mientras entrecerraba los ojos y miraba en la dirección en que lo sentía, la presencia que se dio cuenta de que habían sido descubiertos lo miró. Se acercaron, sus presencias disminuyeron. Después de confirmar a las tres personas ante ellos, salieron silenciosamente de las sombras.

“Vaya, pensar que habría dos héroes reunidos”.

“¿Coronel Rogue?”

Tal como había dicho Elliot, el hombre que emergió de las sombras era el hombre de cabello negro recogido hacia atrás con un poco de gris mezclado en él: el soldado imperial Rogue Zandyke.

Como de costumbre, se puso un uniforme militar oscuro y una espada colgaba ostentosamente de su cintura. Su mirada severa debería haber impresionado a Suimei de que era peligroso, pero por alguna razón, lo que se destacó para Suimei fue la sombra que se extendía detrás de él.

La razón por la que Rogue parecía tan pequeño era quizás por lo grande que parecía ser su sombra proyectada por el sol poniente. Era como si Suimei no pudiera decir si realmente estaba pegado a sus pies.

Rogue dio un paso adelante con un paso extraño. Sus ojos de color marrón rojizo eran delgados y afilados mientras los entrecerraba hasta el límite, haciendo que su rostro severo pareciera aún más severo. Reiji rápidamente se acercó a Suimei para hablar con él en secreto.

“Suimei, no es Rogue…”

“Si…”

Suimei había compartido lo que sabía sobre este hombre con Reiji y los demás. Cuando Reiji se tensó, Rogue se enfrentó a Elliot y le hizo una ligera reverencia.

“Elliot-dono, Su Alteza Imperial Graziella te está llamando. Date prisa y ven a la plaza, dice”.

¿Vino hasta aquí solo para transmitir ese mensaje? Al escuchar el nombre de Graziella, Elliot dejó escapar un gran suspiro.

“Dios mío, esa princesa imperial realmente trata a sus subordinados con rudeza, ¿eh?”

“Puedo simpatizar con eso”.

“Si simpatizas con él, me gustaría que intercambiaras lugares conmigo”.

“¡Shoo, shoo! Vete.”

Suimei hizo un gesto con la mano para alejarlo, pero a Elliot no parecía importarle en absoluto. Mientras se peinaba hacia atrás su cabello rubio que brillaba bajo el sol de la tarde, Suimei le pareció algo coqueto. Se volvió para irse, pero Reiji lo llamó mientras lo hacía.

“Bueno, Elliot, te veré de nuevo si el destino lo permite”.

“Igualmente. Entonces estaré a tu cuidado, héroe de Astel”.

Después de que Elliot respondió de la misma manera a las refrescantes palabras de despedida de Reiji, abandonó el área. Después de despedirlo, Rogue volvió sus delgados ojos hacia Suimei.

“Suimei Yakagi, ¿verdad?”

“Ha sido un tiempo.”

“Antes de que comenzara la búsqueda de Liliana, parecía que te habías encontrado con ella, ¿verdad?”

“…Así es.”

Suimei todavía estaba mirando a Elliot irse y no se encontró con la mirada de Rogue. Rogue luego se volvió y miró a Suimei correctamente.

“Tengo una pregunta bastante obvia para ti, pero ¿sabes dónde está Liliana ahora mismo?”

“No tengo ni idea”.

“¿Es eso cierto?”

“Si.”

Suimei se volvió hacia Rogue y asintió. “¿Está bien que pida algo a cambio?”

“¿Qué es?”

“Parece que estás buscando a esa chica, pero si la encuentras, ¿qué planeas hacer?”

Rogue miró a Suimei, con los ojos llenos de voluntad implacable. Después de mirarlo un rato, Rogue respondió mientras mantenía su expresión rígida.

“No creo que haya ninguna razón para que yo te diga eso”.

“Como una de las personas que busca al culpable de los incidentes del coma, me gustaría escuchar su respuesta”.

“… Debería ser obvio. Haré que se responsabilice de sus acciones. Eso es todo.”

“¿Incluso si su razón para hacerlo fue para protegerte?”

“Por supuesto.”

Rogue se volvió silenciosamente. Sus palabras eran exactamente como su temperamento, simplemente rígidas. Seguramente estaba de la misma manera cuando arrinconó a esa niña. Y si ese fuera el caso, puede que no haya nada que Suimei pudiera hacer para derrocar su voluntad. Pero aun así, Suimei tenía que decirlo o sabía que no estaría satisfecho.

“Puede que no sea asunto mío, pero…”

“¿Suimei?”

Tanto Reiji como Rogue se volvieron hacia Suimei.

“Eres el padre de esa chica, ¿no? Incluso si no estás conectado por sangre, siempre que decidas ser su padre, debes actuar como tal. Al menos, hasta el amargo final”.

“…”

“¿No es así? Si eres su familia, entonces deberías ser tú quien crea en ella, ¿verdad?”

Suimei le dijo a Rogue exactamente lo que tenía en mente. Pero como era de esperar, la expresión rígida de Rogue nunca se quebró. Pero una vez que Suimei sacó eso de su pecho, se enfrió un poco y su voz ahora era más tranquila que antes.

“Las responsabilidades de los padres… Escuchar tales cosas de alguien que no es un padre ciertamente puede parecer impertinente. Pero si hablamos de responsabilidad…”

“No. Trazo la línea al llamarla mi pariente. Esta es mi responsabilidad como su oficial superior”.

Mientras Rogue le dejaba esas palabras, siguió su camino sin siquiera mirar atrás.

Era como si su figura estuviera transmitiendo su determinación a Suimei. Pero incluso si estaba en sus caminos, Suimei todavía quería contarle las cosas que esa chica tenía en su corazón.

Sin embargo, al final, todo lo que pudo hacer fue mirar mientras se alejaba. Reiji tenía una expresión inusualmente seria mientras se alejaba de la figura desaparecida de Rogue y acercaba su rostro a Suimei.

“Suimei… Por lo que he oído, creo que ese hombre es terriblemente sospechoso”.

“Si se trata del culpable, no hay forma de que ese tipo sea el cerebro”.

“¿Es eso así?”

“Si. No hay duda de eso. En cuanto al verdadero delincuente, tengo una pista de quién podría ser”.

Mientras Suimei y Reiji tenían este intercambio, de repente se dieron cuenta del sonido de pasos que se acercaban rápidamente.

Después de darse cuenta tardíamente de que quienquiera que fuera se dirigía directamente hacia ellos, escucharon que alguien los llamaba también.

“¡Suimei-dono! ¡Reiji-dono! ¡Es terrible!”

Cuando se dieron la vuelta, Felmenia corría hacia ellos mientras jadeaba por respirar entre sus gritos.

***

Dentro de una sola habitación dentro de la base de Suimei había un círculo mágico que instaló dejando escapar una luz mística. Encima estaba Lefille, que estaba arrodillado en oración.

Su figura inmóvil se veía como una devota seguidora que reza fervientemente a un dios mientras espera una bendición.

O más bien, viendo cómo ella era de hecho una seguidora de las enseñanzas de la Diosa Alshuna y creía en la existencia de la Diosa, no era solo que la escena lo parecía.

Eso es precisamente lo que era. El rayo de luz azul puro iluminó todos los muebles de la lúgubre habitación de una manera maravillosa. La belleza de la luz era tan prístina que hubiera sido fácil creer que nadie podría invadirla.

Un golpe resonó en la habitación. Cuando Lefille abrió sus delgados ojos y se volvió hacia la puerta, escuchó la voz de Suimei desde el otro lado.

“Lefi, ¿cómo está?”

“Oh, considerablemente bien. Gracias al círculo que hiciste, siento que estoy recuperando mi ritmo bastante bien”.

“Eso es bueno.”

Al escuchar su voz alegre, Suimei tomó un pequeño suspiro de alivio. “¿Te pasa algo?”

“Sí, parece que pasó algo. Vamos a hablar de ello todos juntos, así que vine a buscarte”.

“… ¿Qué podría ser? Tengo un mal presentimiento.”

“Yo también.”

Al escuchar su acuerdo, prácticamente pudo verlo encogerse de hombros a través de la puerta. Lefille luego se puso de pie y se dirigió a la sala de estar con Suimei. Cuando llegaron, el grupo de Felmenia y Reiji, incluidos sus escoltas de caballeros, ya se habían reunido. Todos se apiñaron alrededor de la mesa y tomaron asiento. Felmenia luego fue al grano.

“Estaba afuera reuniendo información en las calles hace un momento, pero escuché algo que me preocupó”.

Felmenia tenía una expresión sombría como si su sangre se estuviera cuajando cuando dijo esto, y Suimei la interrumpió para animarla.

“¿Qué pasa?”

“Estaba escuchando a los soldados que estaban hablando en la plaza y decían que habían averiguado la ubicación de Liliana”.

“Sensei, entonces…”

“Así que descubrieron este lugar…”

Suimei inhaló bruscamente. Por fin había llegado la hora. Sabía que era solo cuestión de tiempo, pero esperaba que no fuera tan pronto.

“Llama Blanca-dono, ¿eso es seguro?”

“Si su Alteza. Usando magia… Usando magia, obtuve la información de las profundidades del cuartel general en la plaza sur. No creo que haya ningún error”. Después de responder a la pregunta de Titania, Felmenia continuó con su informe. “Pero eso no es todo. Escuché algunas veces que con el propósito de reunir a todos los involucrados con Liliana, iban a tomar medidas esta noche”.

“En otras palabras, el Imperio… la Princesa Graziella tiene la intención de capturarnos a todos”.

Lefille dejó escapar un gruñido de mal humor. Ciertamente, si hubieran determinado su ubicación, era de esperar perfectamente que también quisieran detener a las personas que la habían estado protegiendo. Sin embargo…

“Así que la razón por la que ese héroe merodeaba por la zona era por esto…”

“¿Elliot?”

“Eso es probablemente.”

Suimei asintió a Reiji. La aparición de Elliot y ahora esto… El momento fue demasiada coincidencia. No importa cómo lo mirara, Elliot no tenía absolutamente ninguna razón para estar en el vecindario de Suimei.

Era impensable que su curiosidad se hubiera apoderado de él. Sin embargo, si la estrategia se iba a llevar a cabo esta noche, tenía mucho sentido que viniera a hacer una exploración preliminar.

En cuanto a dónde lograron obtener la información sobre la ubicación de Liliana… Suimei tenía una suposición.

A continuación, Lefille se volvió hacia Felmenia. “Lady Felmenia, ¿vendrá la princesa Graziella?”

“¿Perdón? Eso creo. Probablemente vendría ella misma, ¿verdad?”

“Huh… Sí, por supuesto…”

Suimei pensó que era apropiado. Teniendo en cuenta su temperamento, no había forma de que no viniera. Sin embargo, Lefille estuvo bastante obsesionado con este punto durante bastante tiempo. En su forma más pequeña, sus expresiones eran bastante lindas, pero por un instante, Suimei vio algo imprudente y peligroso en su rostro.

“Suimei-kun, ¿qué hacemos?”

Antes de que Suimei pudiera responder a Mizuki, la voz temblorosa de Liliana habló.

“Como pensé… debería rendirme”.

“No voy a dejar que hagas esa mierda. Además, es demasiado tarde incluso si te vas ahora”.

“¡Pero…! A este paso, causaré… problemas a todos”.

“No te preocupes por eso. Si me detuviera a pensar en todo lo que me preocupaba, no podría vivir en este maldito mundo, ¿sabes?”

Al decir eso, Suimei le mostró a Liliana una sonrisa intrépida mientras bajaba la cabeza en agradecimiento. Lefille se volvió hacia Suimei, pareciendo compartir el sentimiento.

“Estoy completamente de acuerdo con Liliana, Suimei-kun. Entonces, ¿qué haremos desde aquí?”

“Vamos a atrapar al culpable”.