Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 4

Capitulo 6: Preludio Del Disturbio

Parte 4

¡¿La Diosa Akane?!

“¡Vamos!” Akane gritó como un plomero de sombrero rojo y continuó por el bosque.

Mynk lo siguió desesperadamente con una horda de Anima a cuestas.

“¡¿Dónde crees que estás, humanos insignificantes?!” el Anima gritó en el camino.

El color desapareció constantemente del rostro de Mynk a medida que aumentaban su número y su ira. Incluso una aventurera de rango S como ella no tendría ninguna posibilidad contra tantos Anima.

“¡¿N-No tienes cerebro?!” Mynk protestó.

“¡Probablemente!” Habilidad de Supervivencia: ¡Lucky Star! Akane evitó meterse en una trampa en el suelo sin darse cuenta. “Uf, eso estuvo cerca… Ah, ¡¿qué es eso de ahí arriba?!” Habilidad de Supervivencia:

¡Lucky Star! Una red vino cayendo desde arriba, pero ella también la esquivó. Por accidente. Habilidad de Supervivencia: ¡Lucky Star! “¡Vaya, mira esta deliciosa manzana que cayó directamente en mi mano! Nom nom.”

Mynk no podía creer lo que veía. “¿C-Cómo hiciste…? ¡¿Q-Qué eres tú, incluso?!”

“¿Eh? ¡Te lo dije, soy la Superestrella del Castillo Sleepless!” La completa felicidad de Akane había dejado incluso a Mynk sin palabras. Aun así, con Akane liderando el camino, habían esquivado con éxito todas y cada una de las trampas y emboscadas. “¡Mi club de fans es increíble, sabes! Tienen estas barras luminosas… ¡Ow!” Habilidad de Supervivencia: ¡Lucky Star! Akane había tropezado y caído sobre la raíz de un árbol, pero encontró una hermosa concha de mar junto a su cara. “¡Magnifico! ¡Encontré algo brillante!” Para colmo, un cuervo dejó caer algo de su pico desde el cielo. Akane la levantó y vio que era una moneda de oro vieja. “¡Oooh, es dorado!

¿Crees que puedo comprar bocadillos con esto? ¿Aperitivos?”

“No… no puedo creerlo… En serio, ¿qué te pasa?” Mynk murmuró. Si bien Lucky Star era una habilidad de supervivencia que permitía al jugador evitar todos los eventos aleatorios negativos, la única explicación que tenía sentido en la mente de Mynk era que Akane estaba favorecida por una existencia superior. “No me digas… ¡¿Estás bendecida por la Diosa del Destino?!”

Cada movimiento que hacía Akane resultó en algo bueno. Incluso lo que parecía mala suerte a primera vista resultó beneficiarla al final. ¿Cómo podría alguien aceptar razonablemente tal realidad?

“¿Diosa de…? Bueno, soy más o menos una diosa. Quiero decir, mírame”.

“No puedo mantener una conversación contigo… ¿Debo desatar ‘el otro yo’…?”

“¿Otro tú? ¿Algún doble sombrío? ¡¿O tienes varias personalidades emo?!”

“¿Varias? Nunca había pensado en eso. Podría tener más de una personalidad alternativa… ”

Su conversación estaba al borde de la tontería. Parecía que tendrían que pasar mucho más tiempo juntas antes de poder comunicarse correctamente entre ellas.

Mientras tanto, los Anima que los perseguían estaban igualmente sorprendidos de que Akane hubiera esquivado cada trampa en su camino.

“¡¿Por qué no caes en ninguna de las trampas?!”

“Soy un ciervo, querido. ¿Cómo debería saberlo?”

“¡Hey, bisonte! ¡¿Cómo pudo ver a través de todas nuestras emboscadas también?!”

“Me estoy confundiendo mucho, chicos…”

Varios Anima se gritaron el uno al otro. El grupo de persecución consistió en manadas de lobos híbridos, ciervos híbridos, topos híbridos que prácticamente nadaban por el suelo e incluso algunos toros  híbridos negros, así como tritones (que rara vez llegaban a tierra) y gente lagarto. Todos parecían emerger de sus respectivos nidos, sorprendidos por la primera intrusión humana en mucho tiempo.

“¡¿Por qué esos humanos están incluso aquí…?!”

“¡Apuesto a que escaparon del mercado de esclavos en territorio Hellion!”

Akane se volvió hacia el Anima y se sintió visiblemente decepcionada. “Hay muchos de ellos allá atrás, pero no son exactamente lo que había imaginado. Me pregunto si hay uno esponjoso en alguna parte”.

“Sabes que estamos muertas si nos atrapan, ¿verdad…? Realmente estás mal”. Cansada de seguir a Akane, Mynk se detuvo en seco. Tenía un libro sagrado en la mano, que había etiquetado como “Libro de las Tinieblas”. Un círculo mágico apareció a su alrededor y la decepción de Mynk se transformó inmediatamente en emoción. Ella comenzó su encantamiento. “¡Oscuridad Abisal, ay de los necios impuros…! Holy Mist”.

Al instante, el bosque se llenó de niebla divina. Pronto, la niebla comenzó a iluminarse, cegando a los Anima con neblina y luz.

“¡Aaagghhhh!”

“¡Mis ojos! ¡Mis ojos!”

“¡Ay! ¡Ese es mi pie que pisaste! ”

“Siempre he querido una aventura en el gran blanco del más allá…”

“¡No puedo ver nada!”

—Encantamiento de la Cadena

“Brilla sobre mí, oh sol de dolor… No tienes escapatoria de la calamidad…

¡Escucha los pasos de la Muerte voraz!”

—Cadena de Ángeles

Mientras Mynk gritaba a los cielos, innumerables ángeles diminutos aparecieron desde arriba, cada uno con un juego de cadenas en sus diminutas manos. Uno tras otro, comenzaron a atar a los Anima. La escena era completamente contradictoria con el encantamiento que siguió, pero incluso el Anima más fuerte lucharía por liberarse de estas restricciones.

“¡Woah, ¿vaya estas cadenas…?!”

“¡Owwww!”

“No me puedo mover, blub blub… Oye, pequeño topo… ¡Sácame de esto!”

“¿Por qué me estás pidiendo? Intenta hacerlo tú mismo, ¿eh?”

Mientras el Anima cometía un error en la confusión, Akane comenzó a temblar y gritó de emoción. “¡No! ¡Puede ser!” No pudo contenerlo después de ver un hechizo mágico desplegarse por primera vez. “¡Eres tan genial, Chica Emo! ¡Estoy como asombrada!”

“¿Eh…? S-Sí, bueno”.

“¡Oye! ¡Oye! ¡¿No me enseñarás eso?! ¡Yo también quiero hacer magia!”

“¿Enseñarte…? Eres pariente del Señor Demonio, ¿no es así?”

“¡Vamos! …Oh bien. Verlo una vez, visto todo”.

“¡¿Ya perdiste el interés?! ¡Pero está bien, salgamos de aquí!” Mynk empezó a salir corriendo.

“¡Okie dokie hokie pokie!” Akane siguió su ejemplo, gritando algunas tonterías.

Ahora que el equipo perseguidor de Anima había sido inmovilizado, la conmoción en el bosque del sur solo creció mientras Akane corría con total facilidad y libertad.

Mynk finalmente había tomado la decisión de hacerle una pregunta importante a Akane. “Akane, ¿verdad…? ¿Puedes responderme una pregunta en serio?”

“¿Hm? ¿Qué pasa?”

“Sabes lo que estás haciendo, ¿verdad? Después del desastre que hemos causado, no saldremos vivos de Animania”.

“¿Eh? No quiero dormir aquí. Seguro que tengo mi equipo para acampar, pero… vamos a casa, entonces”.

“¿Ir…casa?”

Akane ignoró la confusión de Mynk mientras sacaba un par de Zapatos Lunares de su mochila de respaldo y se los ponía. Se aferró a Mynk sin darle la oportunidad de reaccionar.

“¡O-Oye!” Mynk protestó.

“Mmm, tan suave… Estos son unos malvaviscos traviesos. ¡Poke! ¡Poke!”

“¡Detente, eso… me hace cosquillas…! ¡¿Staaaa—?!”

Enterrando su rostro en el amplio pecho de Mynk, Akane saltó del suelo y Viajó Rápido a la ciudad de Rookie.

Mynk se quedó estupefacta ante el repentino cambio de escenario.

“¿Eh…? ¿Que…?”

“Estos son mis amigos  de confianza, Numero Dos. Con Uno, puedo deslizarme por una montaña cubierta de nieve hasta las dunas de arena. Bastante impresionante, ¿eh?” Akane guardó sus Zapatos Lunares y comenzó a caminar hacia la ciudad sin mirar a Mynk.

A pesar de haber usado un objeto mágico increíble, Akane parecía no verse afectada por él. Esto confundió aún más a Mynk, pero aceptó la realidad de que Akane no iba a explicarle nada. “Creo que tenemos suerte de salir con vida… No es que Olgan tenga ningún problema”, murmuró Mynk para sí misma, cansada. Todavía tenía que descubrir que se vería obligada a entrar y salir de Animania durante días y días, con Rookie como su campamento base. “Descansemos un poco por la noche… Estoy tan cansada de hacer preguntas”.

Justo cuando Mynk se volvió hacia una posada, una voz clara la llamó desde atrás. “Muchas gracias por su ayuda el otro día”.

Mynk se volvió para encontrar al paladín que había conocido antes, que se inclinaba ante ella en muestra de gratitud. Ahora se dio cuenta de que se estaban iniciando trabajos de restauración en la ciudad, a pesar de las primeras horas de la mañana. En uno de los sitios cercanos, vio al Trinary llevando grandes escombros con la parte superior del cuerpo expuesta.

“No hay necesidad de agradecerme”, respondió. “No es como si tuviera algo mejor que hacer… supongo que no has cambiado”, murmuró Mynk mientras miraba a Weeb.

Pasó su vida por los demás y no pidió nada a cambio. Para ser honesto, Mynk encontró su dedicación a salvar a la gente de un país extranjero al borde de la locura.

“Tu amiga no está contigo hoy”.

“Si. Olgan…” Mynk se contuvo.

Aunque Olgan usó numerosos objetos mágicos para ocultar su identidad como Investigadora, no había logrado engañar a este paladín.

(Pero no dirá nada al respecto. ¿Qué tiene en mente, señor Paladín…?)

Quizás estaba haciendo la vista gorda porque Olgan era mitad humana. Quizás encontró algún valor en Olgan. Mientras Mynk continuaba especulando, Weeb hizo una reverencia una vez más, con su manierismo habitual. “Por favor, dale las gracias también”.

“C-Claro… lo haré”.

“No tengo mucho para darles a ustedes dos, pero aquí está la mejor muestra de gratitud que puedo…”

“No necesito tu dinero. Deja de pensar en los demás por una vez. Pensando en cómo te irá en tu tierra natal…” Mynk se detuvo en seco, dándose cuenta de que su consejo caería en oídos sordos.

Había tenido la misma conversación con él varias veces antes. Weeb no iba a cambiar su forma de vida después de volver a escuchar el mismo consejo.

“Creo que me quedaré aquí por un tiempo”, dijo el paladín.

Obviamente se iba a quedar para poder ayudar con las restauraciones. Tampoco ganaría una sola moneda de bronce con eso. Su trabajo no estaría totalmente compensado.

“Ya lo imaginaba. Rezaré para que la bendición de las tinieblas esté sobre ti. Es lo menos que puedo hacer.”

“…Gracias por sus amables palabras”, dijo Weeb con una sonrisa vacilante.

Después de otra reverencia, se fue en silencio. Una “bendición de la oscuridad” sería un gran problema para un paladín, pero Weeb había decidido sabiamente ignorarla.

“Está bien, tengo que descansar un poco”, murmuró Mynk para sí misma. “Debo contener la oscuridad que ha sido magnificada…” Con ese comentario sin sentido, Mynk dejó escapar un gran bostezo y comenzó a caminar hacia la posada. Al escuchar las voces de todas las personas que trabajaban duro para restaurar la ciudad, Mynk no pudo evitar dejar que una sonrisa se formara en su rostro. “Los humanos son débiles, pero la resistencia es lo único que derrotan a los demonios…” Mynk contempló tranquilamente la ciudad que brillaba a la luz de la mañana.