Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 4

Capitulo 4: Un Restaurante De Carne Giba En La Ciudad De Correos

Parte 7

Sin embargo, el joven de cabello plateado al frente del grupo se acercó lentamente.

“Dices carne de giba, es malo, es extraño. Para mí, es muy sabroso”.

“Muchas gracias. Si lo desea, me encantaría que vuelva a visitarnos alguna vez”.

“Vendremos mañana. Una vez que hayan pasado nueve días, ¿dejarás de estar en esta tienda?”

“No. Si parece que puedo continuar, me gustaría seguir haciéndolo”.

“Me haría feliz si continuaras haciéndolo. Vendremos todos los días. Estamos aquí, durante todo el mes azul”.

El mes azul… Eso debe haber significado el mes que viene, ¿verdad?

Creo que Kamyua dijo que su trabajo comenzó el 15 del próximo mes, así que pensé que el mes debía estar a punto de cambiar.

“Soy, el jefe del grupo de comerciantes ‘Silver Vase’, Shumiral Zi Sadumtino”.

“¿Huh?”

“Yo soy, Shumiral Zi Sadumtino. ¿Cuál es su nombre?”

“Ah… soy Asuta del clan Fa”.

“Asuta. Gracias. Regresaremos mañana”. Con eso, el grupo de Sym también se fue.

“Eso fue increíble. ¿Acabamos de vender 14 a la vez…?” Vina Ruu, que había estado revolviendo silenciosamente el contenido de la olla todo el tiempo, intervino repentinamente por primera vez en mucho tiempo. “Eso solo deja seis, ¿verdad…? A este ritmo, probablemente los vendamos a todos, ¿no?”

“Así es. Estoy súper feliz por eso”.

“Y sin embargo, parece que estás sintiendo muchas otras cosas además de la felicidad… ¿Por qué?”

“Ah, bueno… quiero decir, supongo que estoy frustrado porque me dijeron que la carne de giba era asquerosa después de todo. Es la primera vez que me pasa algo así desde que Donda Ruu llamó veneno a mis hamburguesas”.

“Creo que  la persona que dice eso  es la extraña en este caso, sin embargo… A mi padre no le gustaba la suavidad de las hamburguesas, pero esos hombres decían que la carne de giba en sí misma no sabía bien. Debe haber algo mal con sus lenguas… ”

“Eso no es cierto. Los gustos solo varían de persona a persona”.

A través de mi enfrentamiento con Donda Ruu, me había recordado ese hecho completamente obvio.

Y estoy seguro de que el hecho de que mi cocina obtuviera una recepción generalmente positiva por parte de la gente del borde del bosque y que la gente de Sym también estaba influenciada por lo que habían comido hasta entonces.

Sabía todo eso. Realmente lo hice, pero… Aun así, esa sensación de derrota dando vueltas en mi pecho todavía no desaparecería.

Tal vez ese ni siquiera era mi orgullo como chef, sino mi frustración infantil de que alguien hablara mal de algo que me gustaba.

En ese caso, deberían callar esos sentimientos en el fondo. Pero aun así… Se suponía que la gente del sur tenía menos prejuicios que los del oeste, pero ellos fueron los que dijeron que la carne de giba no era buena. Tengo que tener ese hecho firmemente presente mientras planeo cómo seguir adelante.

“Ah… Asuta, es ese hombre quien vende las verduras”.

“¿Huh?” Le pregunté, mirando hacia arriba para encontrar a Dora y Tara viniendo desde el sur.

Les lancé una sonrisa ligeramente aliviada, pero luego dije “¿Eh?” e incliné mi cabeza.

Había dos hombres desconocidos detrás del padre y la hija. Ambos tenían la piel marrón amarillenta y parecían tener la edad de Dora. Y tenían el mismo tipo de sonrisas muy tensas en sus rostros que el veterano cuando lo conocí por primera vez.

“Hey, Asuta. ¿Cómo van las cosas?”

“Gracias por preguntar. Hoy va bien. Quiero decir, ya hemos vendido 14”.

“¡¿Eh?! ¿Entonces saldrás pronto? ”

“Nos quedan seis. Todavía queda mucho tiempo hasta que el sol llegue a su punto máximo, así que ciertamente estoy feliz por eso”.

“Ya veo. Me alegra oír eso. Um… Me gustaría que estos dos prueben esas cosas de muestra, si eso está bien”.

Las caras de esos dos hombres ahora se retorcían delante de mí y Vina Ruu.

“Por supuesto. Yo mismo lo agradecería, pero… ¿Quiénes son estos hombres?”

“Son viejos conocidos míos. Una vende ropa y las otras ollas.”

“¡Ah! ¿Eres el tipo al que le compré esta olla?”

“E-Eso es correcto. Me sorprende que lo recuerdes”.

La mayoría de los hombres en su mejor momento aquí en Genos estaban bien formados, por lo que un tipo flaco como este realmente dejó una impresión.

“Estos tipos no me creían ni siquiera cuando les dije que la carne de giba es deliciosa, así que los arrastré hasta aquí. Entonces, ¿puedes dejar que prueben?”

“¡Naturalmente! Espera un momento. Los calentaré de nuevo por ti”.

Quedaban exactamente dos muestras en el plato, así que las empapé en la salsa picante y luego las volví a colocar en el plato.

Los hombres de las tiendas de ropa y macetas intercambiaron una mirada, forzando sonrisas pero como si estuvieran a punto de llorar.

Tara observó la carne por el rabillo del ojo mientras tiraba del brazo de su padre.

“Papá, tengo hambre…”

“Ah bien. Asuta, ¿podemos pedirte uno mientras tanto?”

“Gracias. Realmente me alegra escuchar que ustedes dos les tienen mucho cariño”.

“También me alegro de haber conocido gente como tú desde el borde del bosque”.

Mientras decía eso, miró a Vina Ruu.

Vina Ruu le devolvió la sonrisa, un poco preocupada.

“Todos somos ciudadanos del oeste, pero por alguna razón no pude pensar en la gente del borde del bosque como mis hermanos. Incluso ahora, cuando veo a alguno de esos hombres terroríficos, me congelo en el lugar, pero… Pero aun así, me alegra saber que también hay personas como tú entre ellos”.

Cuando Dora aceptó la hamburguesa de giba, le dedicó una sonrisa brillante.

“Ven a mi tienda otra vez alguna vez. Me gustaría que comas parte de la aria que he cultivado”.

“Sí, bueno, también me aseguraré de decirle a mi familia que…”

Con una sonrisa feliz en su rostro, Dora mordió la hamburguesa de giba.

“Ah… Esta cosa de hamburguesa de giba realmente es deliciosa. Estoy muy feliz de saber que las verduras que cultivé se están utilizando en una cocina tan maravillosa”.

“No, es porque los ingredientes en sí mismos son deliciosos en primer lugar que pude hacer un plato tan sabroso. Seguiré contando contigo para disfrutar de un delicioso aria y tarapa, Dora”.

“Puedo asumir con orgullo esa tarea, al menos”.

Con eso, Dora se volvió para mirar a sus dos amigos.

“Entonces, ¿cuánto tiempo planean permanecer acurrucados así? Ya dejaste tus tiendas y viniste hasta aquí, así que al menos pruébalo”.

“F-Fuimos arrastrados a la fuerza aquí, sin embargo”, se quejó el vendedor de ollas, pero aun así todavía buscó una muestra. Aunque temblaba un poco, recogió el palillo de dientes, puso los nervios de punta y se echó el trozo de carne a la boca.

“¿C-Cómo está?” preguntó el vendedor de telas, tirando del brazo de su amigo.

“…Es bueno. En serio, es un sabor tan misterioso… ”

“Ah, se hace cortando finamente la carne y luego volviendo a enrollarla. Por lo tanto, podría crear una textura un poco inusual”.

Los ojos del vendedor de marihuana comenzaron a moverse seriamente. Luego, se decidió y buscó en su ropa alrededor de su pecho usando esos delgados dedos suyos.

“¡Yo-Yo también quiero uno! No lo entenderé si no como un poco más”.

“¡Bien, gracias!”

“H-Hey, ¿hablas en serio…?”

Con eso, el vendedor de ropa también agarró un palillo de dientes.

“Whoa, esto es simplemente sabroso, ¿no?” exclamó, sus ojos se abrieron en estado de shock mientras miraba en la olla. “¿Esto es realmente carne de giba…? ¡Y hombre, esta tarapa también es muy buena!”

“Por supuesto. Hice crecer esa tarapa, después de todo “, intervino Dora, hinchando el pecho con orgullo.

“¿T-Te estás volviendo loco?” El vendedor de telas respondió con una risita débil. Luego se volvió hacia mí y dijo: “¡Está bien, yo también tomare uno! U-Um, no me hará crecer cuernos u oscurecer mi piel, ¿verdad…?”

“¿Crees en esas supersticiones? Nunca he visto a una persona del borde del bosque con cuernos, y según mi abuela, se ven igual que cuando llegaron aquí desde el bosque del sur”.

“¡L-Lo sé! ¡Muy bien, dame uno!”

“Gracias”, dije con seriedad desde lo más profundo de mi corazón.

Sí, realmente tenía mucho camino por recorrer, ya que cada pequeña cosa me sacudía, si estaba deprimido por alguien que decía que mi cocina sabía mal o me sentía feliz cuando alguien decía que era bueno.

Pero en cualquier caso, mi pelea solo estaba empezando. A partir de mañana, prepararía 40 hamburguesas de giba.

Y si parece que también se agotarán, entonces tendré que empezar a pensar en presentar un nuevo plato incluso antes de lo que había planeado.

Sí, tenía un montón de cosas para considerar.

De todos modos, Kamyua Yoshu apareció de la nada como un fantasma nuevamente y ordenó uno para él y Leito, así que una vez más, terminamos vendiéndonos por completo en menos de una hora.

***

Ahora era la tarde del día siguiente, nuestro tercer día de trabajo.

Actualmente estaba tendido en el suelo en el salón principal de la casa del Fa, cuando de repente hubo dos golpes en la puerta.

“Asuta, soy yo”, escuché la voz de Ai Fa decir.

Saqué mi cuerpo indescriptiblemente exhausto de la alfombra de piel, luego me dirigí hacia la entrada para quitar el cerrojo.

Cuando lo hice y abrí la puerta, vi a mi amado benefactor por primera vez en medio día, solo para escuchar de repente: “¿Qué pasa con esa mirada agotada en tu rostro? ¿Ni siquiera vendiste uno hoy? Incluso si ese es el caso, no hagas una expresión tan patética frente a mí. Es desagradable”.

“Ugh… ¿Qué hay de ti? El número de giba alrededor ha estado disminuyendo constantemente últimamente, ¿verdad?”

“Tomé uno abajo. Sin embargo, se dañó demasiado en el proceso, por lo que no pude ensangrentarlo bien”.

“Ya veo. Buen trabajo. Lo más importante es que no te lastimaste”.

“Como dije, ¿qué pasa con esa mirada? Si no me cuentas la esencia de las cosas, realmente me enojaré”.

“Estoy un poco cansado, así que no te preocupes por eso. Recuperaré mi energía lo suficientemente pronto solo por estar contigo, de todos modos…”

“No digas tonterías tan tontas. Es desagradable, así que prepárate de inmediato”.

La cabeza de mi clan seguramente no mostró piedad.

“¿Qué pasó en el mundo? Debe haber habido algún tipo de problema para que te veas tan increíblemente agotado, ¿verdad?”

“Seguro que era algo, sí… Hoy, los guardias terminaron siendo llamados”.

“¿Qué? ¿Qué quieres decir?” preguntó ella, de repente me agarró por el cuello. “¿Qué demonios hiciste? Se suponía que estabas trabajando en serio, ¿no?”

“¡Estaba haciendo eso! ¡Y gracias a eso, vendimos las 40 hamburguesas por hoy! Pero así fue como los guardias terminaron siendo convocados…”

“…No entiendo. Explícamelo.”

Me apartó, colgó su capa en la pared y apoyó su espada contra ella también.

Mientras la veía lucir tan galante como siempre, me acerqué a la estufa y me senté a su lado.

“Gente del sur y del este se reunió de inmediato cuando abrimos la tienda hoy, y vendimos nuestras primeras 20 hamburguesas en muy poco tiempo”.

“Correcto.”

“Y traje más hoy, así que seguí adelante y preparé los otros 20 con mucha prisa. Una vez que los terminé, la gente compró cuatro más, incluidos Tara y su padre”.

“Si.”

“Eso dejó 16… Pero entonces, ese grupo de Silver Vase y los muchachos de Jagar aparecieron todos a la vez. Y ambos grupos querían diez cada uno”.

“¿Hmm? ¿Pero no dijiste que aparecieron cuando abrió la tienda? ”

“No, la gente que apareció primero escuchó hablar de la tienda de esos grupos, y todos eran clientes nuevos. Aparentemente, las personas del sur y  del  este  tienen  sus  propias  posadas  preferidas,  por lo  que  no  se encontrarán mucho. Y parece que las hamburguesas de giba se han convertido en un gran tema de discusión en esos lugares”.

“…Correcto.”

“Y así, dado que había diez personas en ambos grupos y solo quedaban 16 hamburguesas, les dije que vendería diez al Florero de Plata ya que apenas llegaron allí primero, y las seis restantes a la gente del sur. Pero luego, gritaron: ‘¡Al menos hazlo justo y haz ocho cada uno!’”

“Ya veo.”

“Sin embargo, los muchachos del este tampoco tenían intención de ceder… Y como la conmoción no mostró signos de morir, algunos transeúntes llamaron a los guardias”.

“¿Oh? Si ese fuera el caso, solo los que causaron la conmoción serían castigados, ¿verdad?”

“Sí, pero no fue así como resultó. Llegaron a la conclusión de que yo era la causa inicial del problema, por lo que tuve toda la culpa y apenas evité que me expulsaran de la ciudad de correos.”

“¿Es esa la ley en la ciudad…?” Ai Fa cuestionó, la ira parpadeando en sus ojos.

“No sé nada de eso. Pero en cualquier caso, logré persuadirlos, así que no te preocupes por eso. Además, realmente me había equivocado al no preparar lo suficiente… Ese hecho al menos me ha estado pesando mucho”.

“Ya veo… Eso ciertamente suena duro”.

Ai Fa sacudió ligeramente la cabeza, despejando la ira que había comenzado a brotar en ella.

“Buen trabajo hoy… Y ahora tengo hambre, Asuta”.

“… Realmente no conoces la misericordia, ¿verdad?”

“Te dije buen trabajo, ¿no? Ahora entiendo la razón detrás de tu fatiga. Lo entiendo, así que date prisa y haz algo con esa expresión agotada en tu cara.”

Me masajeé los lados de la cara, preguntándome si realmente se veía tan mal.

Bueno, era cierto que en las pocas horas transcurridas desde que los guardias me liberaron, había estado corriendo todo mi cuerpo y mi mente, así que tal vez no me quedaba energía.