Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 3

Extra 1: Felmenia, Adicta Al Baño

Después de poner su laboratorio en orden, Suimei salió de la habitación y pudo escuchar una melodía con un ritmo ligero proveniente de algún lugar cercano.

“¡Hmm, hmmmh, hmhm!”

Atraída hacia la fuente del sonido, Suimei descubrió a Felmenia tarareando con una amplia sonrisa en su rostro mientras salía de su habitación.

“Menia, te ves tremendamente feliz. ¿Qué pasa?”

“De hecho, estaba pensando en darme un baño”.

Felmenia abrazó una toalla contra su pecho mientras declaraba sus intenciones. Al verla de tan buen humor, Suimei no pudo evitar la risa engreída que escapó de sus labios.

“¿Oh si? Así que realmente te gusto, ¿eh?”

“Si. Nunca pensé que un baño sería algo tan agradable”.

Ella no lo negó. Hasta que se mudó con Suimei, nunca se había metido en nada como un baño. El que había tomado hace dos días fue el primero. Antes de entrar, se negó obstinadamente, pero una vez que estuvo en el agua, pareció que había cambiado de opinión. Reflexionando sobre eso, Suimei le hizo una pregunta a Felmenia.

“Si recuerdo bien, no es típico tomar baños en Astel, ¿verdad?”

“Es tal como dices. Heehee, la gente de Astel se ha estado perdiendo un tercio de sus vidas”.

“Es algo que me estaba preguntando, pero ¿por qué?”

Suimei tenía dudas de por qué la gente de este mundo no se había bañado.

Un baño no solo limpiaba la mente y el espíritu, sino que ciertamente era más efectivo que los baños de esponja que preferían.

El baño tenía un gran significado para los japoneses y, aunque hubo un período en Occidente en el que cayó en desgracia, muchas culturas lo consideraban un pasatiempo. En general, cualquier lugar donde floreciera la civilización tenía costumbres de baño. Pero los únicos lugares en este mundo que habían desarrollado la cultura del baño eran Noshias y el Imperio.

“Con respecto a eso, está relacionado con una guerra enorme que tuvo lugar hace varios cientos de años”.

“¿Una guerra de hace varios cientos de años…? Creo que Lefi dijo algo sobre eso una vez”.

“¿Es eso así?”

“Sí, algo sobre una guerra que llevó al Imperio a perder su poder”.

“Sí, la Guerra Pagana. Fue causado por el país donde se encuentra actualmente el estado autónomo de la Alianza Saadias… Ah, Reiji-dono también parecía haber entendido mal esto, pero debo mencionar que el estado autónomo es independiente de los países de la Alianza. . Después de esa guerra, la Alianza Saadias restauró la tierra en ruinas como un estado independiente, que es como llegó a ser lo que es hoy… Oh, parece que me he salido un poco del tema. Estoy divagando, pero esa fue la Guerra Pagana”.

Frente a Felmenia mientras ella educadamente le enseñaba todo esto, Suimei levantó la mano como un estudiante.

“¡Disculpe, sensei! ¿Cómo se relaciona esa guerra con el baño?”

“Según la literatura y la tradición oral, el tirano que provocó esa guerra lanzó una maldición sobre el agua, o eso parece”.

“¿Una maldición?”

“Fue hace varios cientos de años, así que no estoy muy familiarizado con los detalles, pero parece que los pozos e incluso los arroyos que van a las naciones enemigas estaban todos malditos. Solo tocarlos era suficiente para enfermarte”.

“Y entonces la gente le tuvo miedo. Pero una maldición sobre el agua, ¿eh?”

“No sé si se ajusta a los hechizos de su mundo, pero para causar ese efecto en el agua en países lejanos, sospecho que tendría que ser una infección o una magia de resonancia sensorial”.

“Entonces, ¿por qué la cultura del baño permaneció en el Imperio? Si no me equivoco, el Imperio también sufrió pérdidas bastante grandes en esa guerra…”

“La cultura del baño estaba fuertemente arraigada en el Imperio de antemano. Parece que, concentrando sus esfuerzos en las instalaciones para el suministro de agua, pudieron salvaguardar sus tradiciones incluso durante la crisis. En Astel, sin embargo, la gente tenía una fuerte aversión al agua en primer lugar. Entonces, dado que había alternativas como el baño con esponja, naturalmente tomaron esa opción”.

“Así es como las costumbres terminaron siendo diferentes…”

El agua literalmente maldita probablemente infligió un pavor increíble a la gente en ese entonces. Incluso ignorando el baño, beber agua podría ser una cuestión de vida o muerte.

Y esos miedos no se pueden vencer fácilmente. La gente habría necesitado una fuerte afinidad por el baño en primer lugar para superar algo así. Dado que los baños eran tan agradables, Suimei pensó que mucho debería ser un hecho. Al menos, eso es lo que pensaba como hombre de Japón.

“He escuchado el dicho ‘un arroyo purificado por la iglesia es limpio, pero toda el agua estancada está corrompida’ muchas veces antes”.

“Eso es bastante interesante”.

Con eso, Suimei dejó escapar un suspiro de admiración. Lo que Felmenia acababa de decir era similar a la forma de pensar del feng shui. Mientras reflexionaba sobre todo esto, pudo escuchar el sonido de pasos rápidamente tambaleándose acercándose.

“¡Suimei-kuuun!” Fue Lefille.

“Oh, Lefi. ¿Qué pasa?”

“¡Sálvameeeeeee!”

Gritando por él de una manera no demasiado apremiante, apareció cubierta de gatos. Tenía algunos colgando de sus brazos y hombros, e incluso algunos pegados a sus piernas. Para cierto tipo de persona, no habría mayor felicidad que esta.

“No sé qué hacer. Los gatos que trajiste están demasiado apegados a la gente. Gracias a eso, estoy toda peluda de nuevo”.

“B-Bueno, sí. ¿Debo pedir perdón o…? ¿Cómo lo digo…?”

Todos los gatos que Suimei trajo de regreso vinieron con él después de llegar a un entendimiento mutuo con él. No eran tímidos y, como decía Lefille, estaban apegados a la gente. Entonces, cuando Felmenia o Lefille eran amables con ellos, terminaban con algo como esto.

Felmenia ayudó  a quitarle  los gatos a Lefille. Y usando magia  para convocar un cepillo, Suimei comenzó a quitarle el pelo de gato a Lefille. Ella tembló suavemente como si le hiciera cosquillas.

“Uf. Gracias a los dos.”

“No lo menciones. Ahora, ya es hora de que yo… ”

“¿Vas a algún lado, Lady Felmenia?”

“Estaba a punto de darme un baño”.

Lefille luego inclinó la cabeza hacia un lado. “¿No tomó uno esta mañana, Lady Felmenia?”

“Sí, creo que lo hice”.

“¿Eh…?”

Al escuchar a Felmenia admitirlo, la boca de Suimei se abrió. Al ver esto, Felmenia lo interrogó con un tono curioso.

“¿Te pasa algo?”

“No es gran cosa, pero…”

Al ver su rostro arrugarse, Lefille habló como si quisiera responder en su nombre.

“También estoy muy feliz de que hayas terminado amando los baños, pero si vas de día y de noche con tanta frecuencia, tu cuerpo se hinchará, ¿sabes?”

“¿Pero no se siente bien?”

“Eso es ciertamente cierto, pero hay un límite, ¿verdad?”

Al ser amonestada por Lefille, Felmenia continuó explicando que no creía que fuera un problema.

“Hay personas en el Imperio que se bañan tres veces al día, así que en comparación con eso, creo que lo que estoy haciendo está dentro de los límites permitidos. Además, sumergirse en un baño es saludable y pone de buen humor”.

“Bueno, es bueno para la circulación”, agregó Suimei. “También facilita su metabolismo, por lo que es bueno para su salud. También escuché que es bueno para tu piel y…”

“¡¿De verdad?!”

“¡¿Es eso cierto?!”

“¿Eh? Quiero decir, bueno, es solo algo que dice la gente”.

Con las dos mordiendo ese bocado de información tan vorazmente, Suimei vaciló. Era cierto que era algo que decía la gente, pero cuando se trataba de los beneficios del baño, había diferentes opiniones al respecto. A menudo se decía que solo sumergirse hasta las caderas era bueno para ti, pero más recientemente, Suimei había escuchado a la gente preguntarse si los baños largos podían darte un resfriado. Sin embargo, no había pruebas médicas de eso, por lo que la gente estaba llegando a ignorarlo. Pero aun así, no era como si supieran todo lo que había que saber al respecto.

“Lady Felmenia, si no le importa, me gustaría ir antes que usted…”

“No, no me rendiré. Iré primero.”

Pero lo siguiente que Suimei supo fue que estaban discutiendo quién tomaría el primer baño.