Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 3

Interludio 1: Un Paria Del Oeste II

Parte 7

La Inspección de Tahara

Desde que el grupo de esposas nobles fue llevada a las aguas termales por la señora, habían estado mareados. Se convencieron, al ver las baldosas impecables, numerosas bañeras, el vapor que llenaba el área, los baños vibrantes y las duchas que emitían agua caliente con solo presionar un botón … que estaban en un auténtico paraíso de cuento de hadas.

“¿Qué es este jabón?”

“Mi cabello… ¡Mi cabello seco está todo hidratado…!”

“Ooh… solo quiero derretirme en este baño de burbujas…”

“¿Baño de… roca…? Nunca he hecho algo así antes… ”

El grupo parecía infinitamente asombrado, confundido y eufórico. ¿Cómo pudieron haberlo ayudado? Estaban en un paraíso donde todos sus sueños se hicieron realidad.

La tierra prometida con la que soñaron todas las mujeres. Mientras la señora explicaba las comodidades a una esposa a la vez, las conejitas entraban de vez en cuando con vasos de agua y jugo, cada una enfriada con mucho hielo.

En el baño de observación de estrellas, los huéspedes también pueden solicitar vino frío y cerveza. Este paraíso los derritió por dentro y por fuera.

(No hay salida ahora, señoras…)

La señora sonrió mientras se empapaba en su baño de hierbas favorito, Green Forest. Sin embargo, su sonrisa no era maliciosa. Más como la sonrisa de un niño que había logrado con éxito una  broma.

Solo  el conocimiento de esta instalación de ensueño valía una fortuna. Para colmo, estas mujeres fueron las invitadas inaugurales. Se enorgullecían de ese hecho y alardeaban de su experiencia con todos los que los rodeaban hasta que se les cayeran las orejas.

En una sociedad noble donde se valora la novedad, el hecho de que hayan experimentado esto primero beneficiaría a estas damas en el futuro. Publicidad gratis.

“¡Nunca saldré de este baño…!”

“Y no voy a dejar este baño eléctrico… ¡Ooooh!”

“Este baño profundo es muy relajante”.

“Por favor… quiero probar ese baño también”.

“¡No! ¡Esta bañera es mía!”

Al ver al grupo pelear como colegialas, la señora no pudo evitar estallar en carcajadas. Tenía suficiente conciencia de sí misma para saber que, si no hubiera conocido a Luna, probablemente habría terminado entre estas mujeres.

(Partiéndolo por la mitad…)

La señora supuso que las tarifas de referencia para esta instalación serían mucho más caras de lo que imaginaban. ¿Por qué dividirlo por el medio? La señora recordó que le hizo esa misma pregunta a Tahara. Al mismo tiempo, recordó los ojos somnolientos de Tahara y su comportamiento aparentemente desatento.

(Isami Tahara. Es un hombre aterrador… y guapo.)

La señora sintió una sensación de terror por él. La mano derecha del Señor Demonio seguramente mataría a cualquiera que su orden le dictara sin piedad. Incluso si su objetivo era un ángel literal.

Y la luz azul que brillaba profundamente en sus ojos que aparecía de vez en cuando… Eso era algo que nunca cansaba a una mujer.

(Aunque, todavía no podía sostener una vela para el encanto del Señor Demonio…)

Para una mujer como Madame, que había visto a muchos hombres en su tiempo, tanto el Señor Demonio como Tahara eran especímenes exquisitos.

Su encanto, una combinación de masculinidad goteante y peligro mortal, era prácticamente mágico. Cuando el aroma del bosque la envolvió, la voz de Tahara se repitió en su cabeza.

Dividirlo por la mitad significa que estamos comiendo del mismo cubo. Por lo menos, no tenemos que preocuparnos tanto por ser apuñalado por la espalda. Estoy seguro de que estás familiarizado con este tipo de cosas.

Él estaba en lo correcto. Nadie era tan estúpido como para echar a su compañero de un balancín cuando querían que continuara. Acabarían perdiéndose ellos mismos.

Además, mover dinero muerto no es un mal negocio. Si las personas en la cima no hacen nada más que sentarse con su dinero, la economía se detiene y comienza a pudrirse, y las personas de abajo terminan sufriendo. Así es como funciona, no importa en qué mundo estés.

La señora vio al Señor Demonio como alguien que iba a forzar el giro de la rueda económica, convirtiendo el dinero muerto en medios y vitalidad para los plebeyos. En cierto modo, la señora no estaba malentendida.

(Ese Señor Demonio eventualmente tomará este país y todo el continente por asalto…)

La señora no tenía ninguna objeción a eso. De hecho, ella apoyó plenamente sus esfuerzos. Desde que podía recordar, la señora siempre había maldecido el cuerpo con el que había nacido y rezó al Ángel para que lo cambiara. Sus terribles oraciones nunca fueron respondidas una vez, hasta que el Señor Demonio, alguien más oscuro que el vacío, había vencido su destino. Su voz profunda se repitió en sus oídos.

(Bienvenido a mi mundo.)

Cada vez que lo hacía, la señora estaba electrificada de pies a cabeza, por miedo a lo desconocido. Aun así, su voz tenía una reverberación mística que convenció a la señora de que sería guiada hasta el final.

(Ese Señor Demonio es mi ángel…)

Según la leyenda, el Señor Demonio era una existencia extremadamente temible. Por extraño que parezca, el apodo del ángel caído Lucifer (de quien se decía que se rebeló contra la Gran Luz en los días de antaño) era “el Señor Demonio”.

La señora no pudo evitar imaginar al ángel caído cuando lo vio exclamar sin temor que hizo realidad todo lo que dijo. Estaba segura de que el Señor Demonio que conocía no tendría problemas para desafiar los cielos. De hecho, seguramente agarraría los cielos por su garganta, lo clavaría al suelo y trataría de doblarlo para someterlo.

(Un ángel y un señor demonio, todo a la vez. Podría buscar en todo el mundo y no encontrar a nadie más como él…)

La señora se hundió en su bañera mientras imaginaba esas cosas. La fragancia del bosque la alcanzó silenciosamente. Ella disfrutaba la sensación de estar acostada en una tina de agua caliente en medio del bosque.

—— Sitio de Construcción en el Pueblo de Rabbi. “Lo bueno es que estas construcciones continúan”.

“Apenas nos las arreglamos durante la temporada de guerra…”

Todavía en Stealth Stance, Tahara estaba caminando por el pueblo. Si bien la mayoría de los trabajadores eran carpinteros a tiempo completo y trabajadores de la construcción, también había algunos aventureros entre ellos.

Su fuerza física y vitalidad eran adecuadas para el trabajo manual, y su paga de la aldea era de cinco medallones de bronce. Con el mercado actual, fue un buen negocio para ellos ganar tanto sin arriesgar sus vidas.

Por supuesto, los carpinteros a tiempo completo especializados en este tipo de trabajo hicieron al menos el doble. Era natural que hubiera una brecha salarial entre los carnívoros y los profesionales que habían pasado años perfeccionando su técnica. Quizás, en cualquier mundo, la forma inteligente de vivir era mantener un trabajo diario y ganar experiencia y técnica en ese campo.

En ese sentido, la aventura era el polo opuesto de un trabajo diario típico. Como ningún aventurero se arrastraría solo por las mazmorras, el botín de cada día tenía que dividirse, lo que hacía que el trabajo fuera aún más inestable.

Recorrer mazmorras con un equipo de veinte hombres, por ejemplo, sería mucho menos peligroso que ir con una fiesta más pequeña, pero el pago esperado en ese caso nunca pondría suficiente comida en la mesa para todos.

Como resultado, la mayoría de ellos tomaron mazmorras en equipos de dos a cuatro, ya que eso proporcionó un equilibrio razonable de seguridad y una parte del botín.

Muchos novatos habían muerto cargando en una mazmorra solos, y no era raro escuchar que algunos aventureros se engreían y bajaban con un equipo demasiado pequeño, solo para nunca regresar.

“¡El baño público de aquí es increíble!”

“Tú lo dijiste. Casi quiero mudarme aquí solo por eso… ”

“No van a hacer una posada, ¿eh?”

Mientras escuchaba las conversaciones de la gente, Tahara verificó el progreso de la construcción en detalle. Había prestado especial atención al camino que sería la columna vertebral de la aldea. Lo tenía pavimentado con piedra de buena calidad y repetidamente cubierto de magia para asegurarse de que nunca se agrietaría. Esto se debía a que estaba seguro de que muchos carruajes iban y venían en él.

(Mejor aumento el número de vagones de transporte…)

Como señalaron los aventureros, el pueblo no tenía posadas. Los trabajadores fueron trasladados en carruajes desde la Ciudad Santa y Yahooo. Eran anuncios vivos también.

Para difundir el boca a boca, Tahara tuvo que hacer que los trabajadores regresaran a sus ciudades cada día.

Regresarían a sus ciudades y contarían historias del baño público, dirían que había trabajos disponibles en el pueblo de Rabbi y hablarían sobre la misteriosa construcción a gran escala que se está llevando a cabo.

Por lo general, esto se vería incompleto si no fuera por Luna a cargo de la aldea y la construcción. Solo con su autoridad, el proyecto de repente se convirtió en un desarrollo público. Al igual que la imagen confiable del tío Sam, esto proporcionó tranquilidad a los trabajadores.

(Hablando de la Santa Doncella…)

Tahara llegó al área residencial de los Bunnies para encontrar a Luna parada sobre una caja de madera, luciendo importante.

Estaban en el proceso de trasladar las granjas a esta área, pero se estaba utilizando un suelo mucho mejor. No era un suelo ordinario, sino un suelo muy nutritivo que se llamaba “Algo de color marrón rojizo”. Se mezclaron aún más con el fertilizante del Imperio. Cualquier cultivo surgiría en este suelo.

(Para ser honesto, me encantaría cultivar todo tipo de verduras)

Tahara hubiera preferido ir al mercado vendiendo cosas como coles, pepinos, berenjenas, papas, rábanos y cebollas junto con las zanahorias, pero las zanahorias eran, con mucho, la cosecha más popular en el mercado. Como solo Bunnies podía cultivarlos con éxito, tenían un monopolio completo. Como resultado, Tahara se vio obligado a llegar a la conclusión de que cultivar zanahorias era el curso de acción más rentable.

“¡Haz unas zanahorias elegantes dignas de mi nombre!”

“… ¿Cómo se supone que un cultivo es elegante?”

“¡Ahh! ¡No salgas de la nada así! ¡Usted acosador!”

“¿Por qué te acosaría, pequeña…?”

Encendiendo su cigarrillo, Tahara observó a los conejos felizmente trabajando. Había estado alternando el equipo de agricultores y el equipo de trabajadores de las instalaciones en este momento, pero planeaba asignar eventualmente a cada Bunnie de forma permanente de acuerdo con su aptitud y preferencia.

“Probablemente podamos hacer que la granja sea aún más grande… Trabajo impresionante”, murmuró Tahara mientras soplaba humo.

Los conejos eran demasiado productivos para sus números. “Tener un don para el trabajo agrícola” hubiera sido un eufemismo.

(Apuesto a que la tierra y los cultivos aman a los conejitos tanto como ellos los aman…)

Esa fue una conclusión que solo Tahara pudo alcanzar, como alguien que era amado incondicionalmente por todas las armas de fuego.

Durante el juego, apuntar con un arma a este hombre fue una idea terrible. Las armas con frecuencia se atascaban, haciendo que el ataque fallara.

En el peor de los casos, el arma podría fallar y destruirse a sí misma. Teniendo en cuenta que el arma principal del juego no se podía usar contra él, Tahara era el enemigo más problemático. Si bien de alguna manera era popular entre las jugadoras, los jugadores masculinos siempre se burlarían de él con comentarios como: “¡Amante de las hermanas!”, “¡Mira esa cara molesta!” O “¡Solo muere, ya!”

“E-Entonces… ¿Cuándo volverá?”

“¿Hm?”

“¡Ya-Ya sabes! ¡¿C-Cuándo él…?!

“Oh, ¿el señor secretario? Jeesh, tú y Yu…”

Tahara sacudió la cabeza, exasperado. Su jefe era un imán de chicas, como siempre. Incluso en el mundo original de Tahara, el Señor Demonio era una de, si no la persona más famosa del mundo entero.

Como anfitrión y maestro del juego, aparecía con frecuencia en la televisión, ocupando todas las pantallas del mundo solo. Las estrellas de cine no tenían nada sobre él, mientras que los espectadores en su mayoría sentían odio por él en lugar de adoración.

(Quiero decir, supongo que la gente también sabía nuestros nombres y rostros…)

Por el mismo acuerdo, los asesores del Castillo de Sleepless también fueron famosos. Tenían programas especiales transmitidos por televisión, por lo que todos sabían sus nombres.

Cada uno de ellos tenía una recompensa astronómica en su cabeza, suficiente para que uno pasara diez vidas en el regazo de lujo. Todo lo que Tahara realmente tenía que hacer era ver a la gente de este mundo no tener una reacción particular al verlo confiar en que realmente estaba en un mundo alternativo.

(Recuerdo que la secretaria tenía algunos fanáticos…)

Como probablemente fue el caso de muchas celebridades populares de la televisión, existía un fan club de fanáticos en apoyo de Hakuto Kunai, llamado The Nine (ya que el nombre Kunai comenzó con el kanji japonés que significaba “9”). Llevaban varios sombreros, brazaletes y accesorios decorados con variaciones del número 9.

A lo largo de la historia, sin importar cuán despreciable o criminal fuera esa persona, a menudo había grupos que trataban a esas figuras notorias como celebridades comunes. Akira Ono había escrito esa historia de fondo para agregar un poco de humor negro, que por supuesto, se convirtió en una realidad en el mundo del Imperio.

“Supongo que eres uno The Nine, niña…”

“¿Nine?”

“Olvida eso. Solo le diré que lo extrañas”.

“¡¿Q-Q-Quién está extrañando a quién exactamente?! ¡No podría importarme menos si nunca regresara!”

“Uh-huh.”

Tahara la sacudió por la cabeza mientras caminaba más hacia el área de los plebeyos.