Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 3

Interludio 1: Un Paria Del Oeste II

Parte 6

Monster Party y el Pueblo de Rabbi

——Un lugar de Generación de Monster Party en la Bastille Dungeon.

La multitud de aventureros estaba sacrificando frenéticamente los caracoles de arena. De alguna manera, innumerables caracoles de arena y cuervos gigantes corrían hacia ellos.

Los aventureros cazaban un monstruo tras otro, almacenando su botín en bolsas y cajas.

Todos los porteros también estaban ocupados corriendo de un lado a otro. Si bien el pico de un cuervo gigante tenía algún valor, el mejor premio para cazar un cuervo gigante era sus plumas. Si bien a menudo se usaban para flechas, también se usaban para decorar ropa y armaduras.

Se podían obtener alrededor de doce plumas de cada cuervo, que se vendía por un medallón de bronce como conjunto. Sin embargo, naturalmente, si alguna de las plumas se dañó, el precio disminuyó.

Todos alrededor del Señor Demonio estaban en un frenesí de desmantelamiento de caracoles y desplume de cuervos. Con más y más personas corriendo detrás de ellos, toda la mazmorra estaba llena de energía cacofónica.

No es de extrañar que la gente llamara a esto una Party. Mikan se había unido a la refriega, empuñando alegremente su daga. Si bien estos objetivos eran centavos por un dólar en comparación con su botín habitual, parecía que Monster Parties tenía una emoción irresistible para un aventurero.

“… En el pasado, las Monster Party nos mantenían a flote”.

“Algo así como una bonificación”, murmuró el Señor Demonio.

Para los aventureros, sin embargo, las cosas seguramente fueron más difíciles. Muchos de ellos no sabían si podían pagar refugio o comida por el día.

Para colmo, su carrera podría terminar en un instante si se lastimaran. Era natural que quisieran ganar y ahorrar la mayor cantidad de dinero posible mientras pudieran. Sin embargo, mientras miraba a la multitud de personas en una conmoción, el Señor Demonio recordó un momento completamente diferente…

“Esto me recuerda…”

“… ¿Señor Fox?”

“Oh, solo recordando”.

Con nostalgia, el Señor Demonio miró a lo lejos. Estaba recordando varias escenas del juego.

El momento en que estaba tan poblado que la gente apenas podía inscribirse, cuando alguien ganó en grande en el casino y causó una gran conmoción, todas las batallas de eventos especiales y la incursión de una vez en una luna azul de los Castillos Sleepless.

Todas estas escenas habían sido grabadas en su memoria en blanco y negro. Ya no tenían sus colores.

“Esta es su party. No quiero que un extraño como yo lo estrelle”.

Cuando el Señor Demonio le dio la espalda, pudo escuchar fuertes pasos acercándose desde el final de la mazmorra. A medida que los pasos se acercaban, apareció un golem gigante, oxidado y chapado en metal.

“¡Mierda! ¡Aquí viene Tin Man!”

“¡Que alguien lo detenga con magia!”

“¡¿Nadie tiene una trampa con ellos?!”

El golem de Tin Man era lento. Aun así, no se desanimó, sin importar cuántos novatos apunten sus armas contra él. De hecho, las espadas se rompieron y los martillos se doblaron. Cuando el Hombre de hojalata levantó con fuerza el brazo, tres aventureros salieron volando.

“… Señor Fox. Eso es demasiado para los novatos”.

“Hm…”

Yukikaze miró al Señor Demonio expectante. Mikan comenzó a correr hacia Tin Man con su espada larga en la mano, pero un rayo rojo la disparó antes de que tuviera la oportunidad.

Era el Fuego del Sodoma del Señor Demonio. En un instante, la cara de Tin Man explotó como si fuera un juguete. Tin Man se detuvo por unos momentos, como si no pudiera comprender lo que acababa de suceder, antes de caer al suelo con un fuerte ruido. Los aventureros que se habían reunido para la party se volvieron hacia el Señor Demonio.

“Disculpe la intrusión… Por favor, party on”.

“… Party on.”

Cuando el Señor Demonio se giró para irse, Yukikaze lo siguió con un lindo movimiento de su varita. Los aventureros se sorprendieron por un tiempo, pero la conmoción continuó creciendo nuevamente. La party no había terminado, después de todo.

“¿Q-Quién fue ese?”

“¿Qué arrojó…?”

“¡Animarse! ¡Este es nuestro boleto de comida aquí!”

“¡Espera un segundo! ¿Quién recibe las piezas de Tin Man?”

“El tipo que lo mató no está aquí. ¡Salta sobre él!”

“¡Olvídate de los caracoles de arena! ¡Despega el metal del hombre de hojalata!”

Mientras los hombres salieron de su sorpresa y pulularon por el Hombre de hojalata, las aventureras comenzaron a conversar sobre otro asunto. Muchos quedaron impresionados por la fuerza abrumadora y la apariencia distinguida del Señor Demonio.

“Qué hombre tan guapo… ¿Quién es él?”

“¿Es la chica junto a él su novia?”

“Maldición… ¡Todo se trata de la apariencia, ¿no?! ¡Una chica tiene que ser linda en este mundo! ”

En medio del clamor de los aventureros, Mikan gritó: “¡No me abandones como si hubieras venido solo!”

Habría sido más fácil para ella si hubiera dejado la mazmorra en ese momento, pero Mikan no era del tipo que hacía eso. Ella era del tipo que persigue el huracán. Con Mikan siguiendo a la pareja, los aventureros se deleitaron en su primera Monster party en mucho tiempo.

——Las Aguas Termales en el Pueblo de Rabbi. “Señora, ¿qué es esta obra maestra oriental…?”

Un grupo afortunado de treinta esposas nobles se sorprendieron colectivamente por todo lo relacionado con el resort, desde su aura fantástica y campanas de viento que sonaban hasta la brisa, hasta los pisos pulidos que mostraban sus reflejos y los hermosos conejitos con trajes reveladores… No había nada como esta instalación en cualquier otro lugar de este país, tal vez ni siquiera en todo este mundo.

“Por favor. Esta es una puerta llamada Fusuma.”

“¿P-Puerta…? ¡Si esto se toca cada vez que alguien entra en la habitación…!”

“Su belleza brilla más con el uso”.

La señora devolvió una sonrisa llena de confianza a las damas que murmuraban. Gracias a las explicaciones detalladas de Tahara, la señora ahora hablaba con fluidez la descripción de las instalaciones del complejo.

No solo era la única proveedora del boleto figurativo para la instalación, sino también la pionera del conocimiento para las damas. Su poder y conocimiento con respecto a la instalación solo aumentaron su carisma en ella.

Con el grupo parloteando, la señora continuó hacia las aguas termales. Allí, ella tenía más asombro para ellos en la tienda. Una vez que experimenten eso… nunca podrán abandonar verdaderamente las instalaciones. Nunca serían libres de eso.

(Esa Madame es un personaje).

Tahara salió de Stealth Stance para revelarse parado en una esquina del pasillo. Cada una de esas treinta esposas nobles era la líder de su casa, las que llevaban los pantalones en su matrimonio. Ser venerado como líder entre ellos no fue tarea fácil. Ella era realmente una emperatriz.

(Muy pronto, podríamos tener un gran tesoro en nuestras manos…)

Rascándose la cabeza, Tahara encendió un cigarrillo. La verdad es que pasar una noche en este resort no era tan caro, ya que el Señor Demonio declaró que “una moneda de oro serviría”.

Si bien el equivalente de $ 1000 podría parecer costoso, fue una ganga increíble teniendo en cuenta las comodidades que vienen con eso. La cuestión era que el precio de la estadía en sí no importaba. Para mejorar la reputación del Señor de los Demonios, el precio indicado se mantuvo mejor en comparación con los hoteles de alta gama en otras ciudades.

El beneficio real provendría de las referencias que tienen lugar bajo la superficie. Ya se había llegado a un acuerdo con la señora de que ella dividiría los bienes y el dinero que seguramente se enviarían a su destino.

No había necesidad de una fijación de precios irrazonable. Inicialmente, la señora había dejado en claro que no quería una sola moneda de bronce, siempre y cuando pudiera vivir en el complejo, pero el Señor Demonio insistió en que ambas partes tenían que ganar para mantener un trato.

De mala gana, la señora aceptó la insistencia del Señor Demonio. Cuando sopló un delicioso humo, Tahara recordó su reunión con el Secretario, el único hombre que estaba por encima de él.

Escucha, Tahara. Cualquier producto local que obtenga, véndalo a un comerciante llamado McBonald en la ciudad de Yahooo, mucho más bajo que el precio de mercado. Construye una buena relación con él. Es más urgente construir una asociación confiable que lanzar una red amplia. Hazle pensar que una relación le hará buen dinero.

Entonces, ¿el plan es que él compre nuestras cosas a un buen precio con ese dinero que le ayudamos a ganar?

Naturalmente. En los negocios, la confianza se construye al hacer dinero a sus socios antes y, a veces, más que a usted mismo.

Tiene sentido. ¿Y qué hacemos con el dinero que ganamos…?

Úselo todo para mejorar y expandir el pueblo de Rabbi. Es obvio que los 110 medallones de oro no lo cortarán después de un tiempo. Y no escatime en comida, vivienda, ropa y paga de los conejitos. Haremos que llueva oro en este pueblo.

… ¿Es eso parte de “ganar reputación”, señor secretario?

Eso es parte de eso, al menos…

Ahí fue donde su conversación terminó antes de que el Señor Demonio se dirigiera al norte. Si bien la última línea del Señor de los Demonios sugirió alguna implicación, en realidad no tenía ningún subtexto en mente. Simplemente pensó que su negocio no duraría si las casas o la ropa de sus empleados de Bunnie estuvieran hechas jirones. Sin embargo, Tahara dedujo otro significado de ello.

(¿Hacer llover oro en este pueblo deteriorado? Esa es una presentación de nuestro poder y destreza para quienes nos rodean. Todos los pueblos de los alrededores estarán muy celosos. Eventualmente terminarán cuestionando la competencia de sus propios señores).

Impuestos pesados sin ningún beneficio… Una vida sombría para vivir. Y por otro lado, la hierba es dorada. ¿Quién podría soportar eso?

(Esta es una invasión no violenta, con una bonita y gruesa capa de azúcar encima).

Tahara recordó cierta frase. Incluso con su cerebro, estaba luchando por discernir exactamente lo que significaba.

Planeo ir en la dirección opuesta del Imperio. “Está bien… quiero decir, no es un mal trato”.

El camino del Imperio, naturalmente, era una ocupación violenta. La invasión en la que el Señor Demonio estaba trabajando ahora, sin embargo, era de un color diferente. De hecho, este era el tipo de invasión que haría que los ocupantes suplicaran que sus pueblos fueran tomados bajo su dominio.

“¡Gra, ja, ja! El señor secretario es tan temible como siempre. Espero nunca cruzarme en su camino”.

Apagando el cigarrillo en un cenicero portátil, Tahara salió del complejo. Tenía mucho trabajo por hacer, después de todo.