Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 3

Interludio 1: Un Paria Del Oeste II

Parte 8

Los Asesores

(Muy bien, estos plebeyos lo hicieron bien).

Tahara asintió con satisfacción mientras miraba a su alrededor los numerosos bares y puestos de comida. Esta área albergaba el baño público en su rincón más alejado, y estos negocios emergentes se alineaban estrechamente en la carretera que conduce a la casa de baños. Por la noche, el área se iluminó tan brillante como un festival de verano japonés.

La mayoría de los restaurantes y tiendas en estas partes eran estructuras simples con mercancías simples. También vale la pena señalar que no hubo alquiler para ningún establecimiento construido en esta área: cualquier ingreso se destinó directamente a los bolsillos del vendedor.

A cambio, Tahara les había advertido, cualquier establecimiento impopular sería eliminado sin piedad. Solo mantener negocios populares conduciría a mejorar la calidad general del distrito. Sin embargo, no esperaba ningún ingreso monetario de esta área; Sólo más gente y energía en el pueblo.

“Tron, ¡han ensartado pollos furiosos por allí!”

“¡Quiero comerlos!”

Se dio cuenta de que Aku y Tron felizmente recorrían los puestos de comida, y no pudo evitar preguntarse… ¿Cuál era el trato de Aku?

(Tron, entiendo)

Tenía una fuerza física increíble y el misterioso poder de ver a las personas en colores. Tahara pudo ver cómo esos talentos podían ser atractivos para el Secretario y dignos de una invitación. Tahara vio como la naturaleza y el deber del Secretario atesorar a cualquiera con el talento adecuado, sin importar cuán endurecidos puedan ser los criminales. Pero, hasta donde Tahara podía ver… Aku no tenía tal talento.

(Ella es solo una niña… ¿O hay algo en ella que no estoy viendo?)

Tahara no entendió. De hecho, Hakuto Kunai nunca le habría dado a Aku una segunda mirada. Es por eso que esto fue tan confuso para Tahara, que no tenía idea de que Akira Ono estaba habitando el cuerpo de Kunai. Cualquier persona menos omnisciente no habría llegado a la conclusión de que Hakuto Kunai mantuvo a Aku cerca porque el Akira Ono dentro de él le tenía cariño.

(De cualquier manera, ella es nuestra preciosa carga).

Si Tahara tuviera que elegir a una persona para proteger en esta aldea, habría elegido a Aku sin dudarlo… incluso a costa de la vida de cualquier otra persona.

(Ella tampoco es como Ren o Akane…)

Hakuto Kunai era aficionado a los superdotados, incluso si aún eran niños. Invitó a cualquiera cuyos talentos admirara al Castillo Sleepless y les otorgó el estatus apropiado. Tahara no pudo evitar pensar que debe haber algo extraordinario en Aku.

(Quiero decir, ella no es una niña mala. Supongo que la consideraré como “la favorita del Secretario” por ahora).

Tahara se dirigió al hospital de campaña. En la guarida de la bruja, ya había una gran línea de pacientes, la mayoría de ellos sufriendo en la pobreza. Después de que Tahara había llevado carruajes a pueblos y aldeas vecinas que anunciaban atención médica barata, el lugar estaba abarrotado.

“No he tenido dolor de cabeza desde que tomé ese medicamento…”

“¡Mi moretón ya no duele desde que le puse ese Salonpass…!”

“Doctor Yu… es demasiado hermosa…”

“Ella solo tiene que tocarme para…”

Si bien todavía eran pocos, había algunos nobles allí a través de su conexión con la señora. Todos los que habían sido tratados habían estado difundiendo rumores de que Yu era una diosa de la curación. Seguramente, su nombre pronto se difundiría a través de Holylight.

“¡Su belleza me recuerda a la luna!”

“El reflejo de la luna en aguas tranquilas, tal vez”.

“Pero ese edificio fue increíble… Muestra la riqueza y el poder del Señor Demonio del que hablaba la Señora”.

“¿A quién le importa el edificio? ¡A mi vejez, me he enamorado de nuevo…!”

En su mayor parte, el hospital fue bien recibido.

Si bien los tratamientos razonables e impecables jugaron un papel importante, la belleza de Yu parecía apoderarse de los corazones de las personas más que nada. Para Tahara, que sabía cómo estaba por dentro, no era divertido.

Pero para los pacientes, ella parecía ser una diosa de la salvación. De hecho, Yu había usado sus diversas medicinas para curar fielmente a estas personas.

Bueno, los estaba tratando… pero para ella, cada día estaba lleno de experimentación, nuevos descubrimientos y alegría. Además de recetar medicamentos, Yu también realizó cirugías.

El lado positivo fue que los pacientes no podían ver la cara de Yu cuando los pusieron bajo anestesia.

(Apuesto a que todos los días han sido como un sueño para Yu…)

Los conejillos de Indias formaron colas por la puerta para venir a verla todos los días. Ella debe haber estado extasiada. Por supuesto, ella curó adecuadamente a todos, por lo que nadie estaba perdiendo aquí.

(No me importa si me da gripe, nunca pisaré aquí…)

Solo imaginarlo envió escalofríos por la columna vertebral de Tahara. Casi parecía que ella jugaría con su cerebro, no solo con su cuerpo… De hecho, podía.

(Supongo que es hora de ocuparse de lo otro ahora…)

—— Fuera del Pueblo de Rabbi.

Esa noche, Milligan se escondía en un arbusto a poca distancia, observando atentamente el pueblo de Rabbi. El pueblo no se parecía en nada al desolado pueblo que recordaba; se sentía como si estuviera soñando despierto. El lugar deteriorado se estaba transformando en algo.

De qué se trataba, no lo sabía. Milligan era un mercenario experto y una fuerza formidable en el campo de batalla, pero nada más. Desde el exterior, era solo un perro rabioso que golpeaba sus tendencias violentas contra los más débiles que él.

(No sé lo que está pasando, pero aún puedo arrebatar un par de conejitos).

Él deseaba a las chicas jóvenes. Los únicos momentos en los que realmente se sintió vivo fue cuando golpeaba y rompía a esas chicas, tratándolas como si fueran juguetes mientras rogaban por sus padres.

Vivía únicamente para este pasatiempo ahora. Sin embargo, incluso para él, una niña Bunnie sería la primera. Debido a que quedaban muchas leyendas que los conejos eran adorados por el Ángel Sabio, eran respetados pero mantenidos a distancia. Pero finalmente, Dona, su jefe, le dio luz verde.

Cuando Milligan dio un paso adelante con emoción extática, una voz arrastrada lo interrumpió. Una voz extrañamente indiferente que casi hizo que el oyente se sintiera relajado también.

“Oye hermano. ¿A dónde te diriges? ”

“… ¿Hm?”

Milligan se volvió hacia la voz para encontrar a un hombre acostado en una tabla sobre la cerca del pueblo. A juzgar por la extraña varilla de metal en su mano, Milligan lo consideró un guardia. Casi se echó a reír: se había encontrado con muchos guardias en su vida, pero nunca había conocido a alguien que parecía tan desmotivado. ¿Un guardia acostado en el trabajo? Sería más útil poner un espantapájaros.

“Quiero decir, ya sé la respuesta. Pero como, formalidades, ¿sabes?”

“Lamento molestarte tan tarde”.

Milligan pensó que era mejor manipular a este idiota para llevarlo a la aldea en lugar de matarlo directamente. Lo que no sabía era que este “idiota” en particular apuntaba con su rifle de francotirador al intruso, listo para matar… tampoco sabía que nadie podía escapar de esa bala ahora.

“Me perdí en la oscuridad. Odio molestar, pero…”

“Seguro.”

Pop. Milligan escuchó un sonido que nunca antes había escuchado. En ese instante, le arrancaron la pierna derecha, derribándolo de costado. Milligan perdió el conocimiento por el shock, pero pronto lo recuperó del dolor. Intentó gritar, pero no pudo encontrar su voz. Yu, parado detrás de él, había inyectado algo en su cuerpo.

“¡Hola, Tahara! ¡No dañes mi muestra! ”

“Simplemente lo desgarrarás y volverás a armar… No hay diferencia”.

“No se puede simplemente sea como sea… ¡No tienes ni idea del tratamiento adecuado de los conejillos de indias!”

“¿Por qué querría saber eso?”

Al escuchar esta conversación, Milligan movió desesperadamente sus manos y logró hacer sonar la alarma usando un objeto mágico precioso que envió un rayo de luz a un lugar distante. Pero no había señales del respaldo que Milligan había pensado que había traído.

“Oh lo siento. Tus amiguitos están aquí.”

Yu abrió su mochila de respaldo con una sonrisa y le mostró el contenido a Milligan. Al presenciar lo que contenía el espacio blanco deformado dentro de la bolsa, Milligan gritó en silencio. Todos sus hombres estaban allí, enredados entre sí en formas poco convencionales.

No solo estaban sangrando de innumerables lugares, sus manos y cuellos doblados de una manera que no se suponía que debían hacerlo, y había plantas con colmillos y agujas  ominosas que crecían a su alrededor, como para chuparles la sangre.

“N-No, por favor… Es cierto, me perdí…”

Con lágrimas en el rostro, Milligan suplicó desesperadamente su inocencia. Al darse cuenta de que su pierna perdida ya no le dolía solo amplificaba su terror.

Sin embargo, la expresión de Yu permaneció sin cambios. En todo caso, su sonrisa solo se ensanchó. Milligan se volvió hacia Tahara con una expresión grave, buscando una mano salvadora. Solo se encontró con una expresión ordinaria, como si simplemente estuviera discutiendo qué cenar.

“Has estado mirando nuestra aldea desde el día”.

“N-No… estaba perdido…”

“¿Oh si? Tron, ¿cuál es tu veredicto?”

“Él está mintiendo. Culpable.”

“¿Cierto? Mi instinto me dice que él es un pedazo de mierda que incluso las moscas no comerán”.

Tron había aparecido de la nada, uniéndose a la diversión. Incluso si Tahara hubiera creído (imposiblemente) a Milligan, Yu nunca lo habría hecho. Estaba tan bueno como muerto.

“Ahora, comencemos… Serás parte de nuestra tierra muy importante”.

“D-Déjame ir, por favor… ¡Ayuda…!”

Yu agarró a Milligan por el cabello y lo arrastró. Era como un gusano patético siendo arrebatado por un monstruo.

“Yu, juega con todo lo que quieras, pero obtén toda la información que necesitamos primero”.

“No te preocupes. Sabes que soy buena tanto para torturar como para jugar al doctor”.

“Yeesh. ¿Escuchaste eso, Tron? No me importa lo enfermo que estés, no te acerques a ese lugar. Yu, no estoy seguro de querer saber la respuesta, pero… ¿Qué quieres decir con ‘tierra’?”

“Estoy cultivando una nueva planta. Con los cuerpos humanos como alimento, ella crece de su sangre y nutrientes. Ella va a florecer una hermosa… flor”.

“M-Muy bien…”

“Quiero regalarle al Secretario esa flor cuando regrese del norte”.

Al escuchar esto, Milligan trató desesperadamente de liberarse, pero su cuerpo permaneció inmóvil. Alguien que hablaba de algo tan horrible tenía la expresión de un adolescente escribiendo una carta de amor.

“Tahara. ¿No crees que le gustará al Secretario?”

“S-Sí…”

“¡Lo sabía! Cuando lo probé con sus amigos antes, creo que la flor se volvió más vibrante cuando les induje ciertos niveles de dolor. Este tiene mucho trabajo por hacer”.

“C-Claro…”

Dejando la expresión congelada de Tahara y Tron inocentemente diciendo adiós, Yu se llevó el nuevo fertilizante con una actitud jubilosa. Al ser arrastrado por la bruja, Milligan exprimió:

“No, no sé, nada… ¡solo me dijeron que podía venir a jugar!”

“No te preocupes… me aseguraré de que me lo cuentes todo. Por ejemplo, tengo una habilidad llamada Censura, que me permite manipular información. Los humanos, en cierto sentido, son solo una recopilación de información”.

“¿Q-Qué estás…?”

“Toma tu edad. Esa es una pieza de información. Si manipulo eso para hacerte ocho, volverás a ser un niño, emocionado de contarme todo. Ooh, yo también puedo manipular tu sexo. También podría ser divertido manipular quiénes son tus padres. Una vez que sea tu madre, te abrirás a mí”. Yu explicó su habilidad como una maestra que da una lección. Con cada nuevo ejemplo, se drenaba más sangre de la cara de Milligan hasta que parecía tan blanco como un fantasma. Originalmente, la habilidad de

Censura se creó para restablecer el recuento de muertes para defenderse de ataques poderosos que causaron más daño cuanto mayor era el recuento de muertes de su enemigo, como el Justo Héroe Zero y Hacer o Morir.

Pero, dado que cada pequeña historia de fondo cobró vida en este mundo, su habilidad tenía muchos más usos ahora. La capacidad de manipular cualquier información podría usarse para un bien increíble o un mal horrendo.

“Quiero enorgullecer al Secretario, así que cuento contigo. ¡También voy a sacar todas tus paradas! ”

“A-Ayuga…”

“¡Ja, ja, ja, ja! ¡Idiota!”

Yu finalmente se echó a reír ante el patético grito de Milligan. Su lado de bruja finalmente salió.

“Nadie te va a ayudar. ¿Alguna vez dejaste ir a alguien porque lloraba pidiendo ayuda? No lo creo. Así que tampoco te voy a ayudar. ¿Por qué lo haría? Vas a morir, y no como humano, sino como planta. Olvidarás todas tus palabras pronto”.

“N-No… ¡Noooooo!”

“Oh, ese es un buen llanto. He estado pensando últimamente. Incluso una hormiga no debe faltarle el respeto al Secretario ensuciando la suela de su zapato. Las hormigas deberían despejar el camino para él. ¿No estás de acuerdo?”

Mientras continuaba alegremente, guardó a Milligan y su pierna desgarrada en su mochila de respaldo. La mañana siguiente en el pueblo de Rabbi fue pacífica, como si nada hubiera pasado. De hecho… nada había sucedido en absoluto.