Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 2

Interludio: El Camino Del Cazador

Parte 1

El padre de Ai Fa, Gil Fa, vivió su vida como cazador y se encontró con su fin en el bosque.

Sucedió el mes después de que Ai Fa finalmente cumpliera 15 años.

Gil Fa había sido un hombre muy fuerte, y realizó su trabajo como cazador de manera más espléndida que nadie.

Había sido el mayor orgullo de Ai Fa, y ahora ella lo había perdido.

Obviamente, era natural que un cazador muriera en el bosque. Casi ningún hombre del borde del bosque murió de vejez en lugar de encontrarse con ese destino. Y así, Ai Fa creía sinceramente que Gil Fa había vivido una vida buena y adecuada, después de haber cazado más giba que nadie antes de que uno finalmente lo derribara.

Pero aun así, el corazón de Ai Fa estaba lleno de dolor. Había perdido a la única familia que le quedaba.

La madre de Ai Fa, Mei, falleció hace mucho tiempo, y el clan Fa no tenía ninguna familia o seguidores de la rama. A lo largo de las décadas, la línea de sangre del Fa se había ido marchitando y, a partir de hoy, Ai Fa finalmente se había encontrado como la única que quedaba.

¿Cómo debería vivir mi vida de ahora en adelante…?

Ai Fa se apoyó desganadamente contra la pared en la habitación iluminada por la luna, la capa del cazador que su padre dejó atrás la envolvió mientras ella abrazaba sus rodillas fuertemente.

Su padre solía decir con una sonrisa que parecía una niña pequeña cuando se sentaba así. Sin embargo, ya no estaba para sonreír.

Ai Fa trajo de vuelta solo su capa de piel de giba; sus dos cuchillas gastadas, una grande y otra pequeña; y el collar de colmillos y cuernos que eran su orgullo como cazador. Luego, enterró su cadáver en el bosque, para que su alma pudiera regresar allí.

De ahora en adelante, Gil Fa seguramente vigilará a Ai Fa junto con las almas de sus antepasados.

Realmente había experimentado una vida adecuada y una muerte adecuada como cazador del borde del bosque, por lo que no se le permitía llorar y llorar más de lo necesario. Pero Ai Fa era demasiado joven, por lo que ni siquiera sabía si este dolor que la llenaba por dentro era apropiado para una persona al borde del bosque.

Desearía que mi padre me hubiera enseñado un poco más sobre ser un cazador… Pero incluso si tuviera tales pensamientos, ¿realmente me permitirían vivir como uno?

Extendió la mano y tocó el collar y la espada en su funda de cuero en el suelo.

Ai Fa no sabía si estaba calificada para tomar estas pertenencias que su padre había dejado atrás.

Un collar con tres colmillos y cuernos de su padre colgaba del cuello de Ai Fa.

La única herramienta de caza que le habían dado antes era un solo cuchillo pequeño.

Cuando Ai Fa cumplió 13 años, se le permitió entrar profundamente en el bosque y comenzó a ayudar a su padre en sus cacerías. Ella ya había aprendido los conceptos básicos de vivir como cazadora. Cómo poner una trampa, encontrar un nido de giba, enmascarar tu presencia y manejar las frutas peligrosas que te atrajeron…

Sin embargo, Gil Fa todavía no la había reconocido como una cazadora de pleno derecho. Él había dicho que, dado que ella era una mujer, Ai Fa todavía necesitaba entrenamiento antes de poder vivir esa vida, y ella sinceramente pensó lo mismo.

Pero Gil Fa también había dicho que algún día ganaría esa fuerza y traería de vuelta una giba que había cazado con sus propias manos, y que las mujeres vecinas le hicieran una capa de cazadora.

Ella solo estaba un paso corta. Solo un poco más, y seguramente se habría apoderado del poder y las técnicas que necesitaba para convertirse en una cazadora de la que su padre podría estar orgulloso.

Ai Fa abrazó sus rodillas aún más fuerte.

Ella no tenía familia ni seguidores, entonces, ¿podría realmente vivir sola como cazadora de aquí en adelante? ¿Y sería apropiado hacerlo, como una persona al borde del bosque?

Ella no tenía una respuesta.

Mi madre quería que viviera como mujer. Mi padre estaba feliz cuando lo ayudé en su trabajo como cazador… ¿Qué camino debería tomar?

Le vino a la mente la amable cara de su anciana amiga Jiba Ruu. Cuando Ai Fa se abrió y mencionó que quería convertirse en cazadora, la respuesta de su amiga fue que debía seguir el camino que creía que era correcto.

Pero todo estaba confuso en este momento, y ella no sabía lo que era correcto, ni siquiera lo que quería.

¿Qué tengo que hacer…?

Ai Fa enterró su rostro en las rodillas, sintiendo que estaba vagando sin rumbo por un laberinto sin salida.

Fue entonces cuando escuchó un extraño sonido de la oscuridad. Fue un crujido, crujido proveniente de algún lugar cercano.

¿Qué es eso?

Normalmente, ella se habría puesto de pie de inmediato y buscado la fuente del sonido. Pero esta noche, ni siquiera pudo reunir la fuerza de voluntad para tanto.

Sus brazos y piernas estaban completamente desprovistos de fuerza. Ella era un completo desastre por dentro, también. Habiendo perdido a su padre solo unas horas antes, el corazón de Ai Fa todavía se hundía en un profundo pantano de tristeza.

¿Una giba bajó al asentamiento? ¿El bosque está tratando de ayudarse no solo al alma de mi padre, sino también a la mía?

Naturalmente, incluso si una giba bajara al asentamiento, no solo iría metiendo sus colmillos en las paredes resistentes de una casa, sino que los pensamientos de Ai Fa estaban tan desordenados que ni siquiera podía darse cuenta de eso.

Y luego, ocurrió algo tan increíble como un ataque de giba.

Una puerta al otro lado del pasillo se abrió de repente con violencia. La habitación del otro lado se usaba para almacenamiento y no tenía puertas al exterior. Y además de eso, ella ya había verificado que todo era normal en todas las habitaciones al regresar a casa, luego cerró la puerta con llave.

Pero a pesar de todo eso, la puerta se había abierto desde el interior.

Pronto, un hombre grande que sostenía un candelabro apareció desde adentro… Llevaba un atuendo de cazador, que lo marcaba como un joven del borde del bosque.

“Hola. Perdón por venir tan repentinamente, Ai Fa del clan Fa…” dijo con una voz extrañamente lenta que lastimó sus oídos.

Ella no reconoció al hombre.

Además de la capa de su cazador, llevaba un collar de cuernos y colmillos, así como una impresionante espada en las caderas. Parecía ser un poco mayor que Ai Fa, pero todavía era bastante joven.

“¿Q-Quién eres? ¿Qué haces en esta casa?”

“Soy el hijo mayor del clan Suun, Diga Suun. Soy el mayor de la familia principal, ¿sabes?”

El clan Suun condujo a la gente del borde del bosque. Si él era el hijo mayor de la familia principal, eso significaba que eventualmente estaría a cargo de su gente.

“Tengo algunos negocios contigo, ¿ves? Entonces, aunque no es del todo apropiado para mí, seguí adelante y entré por tu ventana”.

Había una celosía de madera en cada una de las ventanas. Eso debe haber significado que el sonido de antes vino de él rompiendo uno.

Ai Fa estaba francamente más atónita que enojada.

“Eso es ridículo… No solo rompes una parte de la casa de una persona para entrar. Incluso si pisa un pie adentro sin permiso, viola uno de los tabúes más fuertes del borde del bosque. ¿En qué estabas pensando?”

“Lo único en lo que estaba pensando era en ti”.

La vela iluminó la parte inferior de la cara inexpresiva de Diga Suun, revelando una sonrisa increíblemente repulsiva.

Con eso, Ai Fa finalmente se dio cuenta del peligro en el que estaba, pero ya era demasiado tarde. Agarró la hoja que estaba en el suelo, pero Diga Suun la levantó más rápido de lo que podía alcanzarla, riéndose todo el tiempo.

Esa acción violenta hizo que la llama se apagara, convirtiendo el gran cuerpo de Diga Suun en nada más que una silueta negra. Esa figura sombría tiró la vela apagada, luego sostuvo el cuerpo de Ai Fa con ambos brazos.

“Escuché que tu viejo, tu única familia se fue, fue y pateó el cubo, Ai Fa. Entonces, ¿cómo exactamente planeas vivir de aquí en adelante…?”

“¡Eso no tiene nada que ver contigo!”

Ai Fa luchó, pero Diga Suun tenía ambas muñecas firmemente en el agarre de sus dedos gruesos. La sostenía sobre la alfombra de piel, sentada sobre su cintura. No importa cuánto luchó, su cuerpo pesado no se movió en lo más mínimo.

Ai Fa era alta para una niña de 15 años, y todo su cuerpo había sido perfeccionado por el duro trabajo de un cazador, pero todavía había una diferencia demasiado grande en su físico.

Mientras se sentaba a horcajadas sobre Ai Fa, Diga Suun susurró: “Oh, tiene mucho que ver conmigo. Ya vez, Ai Fa, estaba planeando darte la bienvenida al clan Suun como retenedor.”

“¿Recibiéndome en tu clan…?”

“Sí es cierto. Soy el próximo jefe del clan, después de todo. Quiero decir, no podría ir y hacer una mujer de un clan insignificante como el Fa, mi esposa, pero si solo eres un retenedor, entonces nadie debería poder quejarse. Los clanes que han perdido la capacidad de seguir viviendo solos no tienen más remedio que confiar en las familias más grandes, ¿verdad?”

Ai Fa no dijo nada.

“Deja a un lado el clan Fa y conviértete en un Suun. Entonces, te cuidaré de por vida”.

Mientras la pálida luz de la luna iluminaba su rostro, se lamió los labios con una mirada repulsiva de alegría.

Ai Fa lo miró a la cara, una furia violenta latía en su pecho.

“… Hay rumores de que el clan Suun simplemente ha estado viviendo una vida de lujo con las monedas que les dio la ciudad de piedra, sin molestarse en llevar a cabo su trabajo como cazadores. ¿Es eso cierto?”

Al escuchar sus palabras, Diga Suun estalló en una sonrisa.

“Si quieres saber la verdad, solo únete a nuestro clan. Si te conviertes en parte del clan que dirige a nuestra gente, también podrás vivir como quieras”.

“… ¡¿Y te llamas a ti mismo un hombre del borde del bosque?!” Gritó Ai Fa, y estrelló su rodilla derecha contra la espalda de Diga Suun.

Él todavía estaba en la parte superior de su cintura, por lo que ella no podía poner ningún poder adecuado detrás de ella. Pero aun así, la conmoción del ataque le hizo mover mucho la parte superior del cuerpo hacia adelante. Ai Fa aprovechó esa apertura y lo golpeó con la cabeza tan fuerte como pudo.

Diga Suun gritó “¡Ugh!” Cuando la sangre brotó. Lo más probable es que le hubiera roto la nariz.

El hombre grande se derrumbó y se cayó de Ai Fa, retorciéndose de dolor mientras sostenía ambas manos contra su rostro.

“¡No llevas a cabo tu trabajo como cazador a pesar de haber nacido hombre, romper tabúes e incluso atacar a mujeres…! ¡No te has ganado el derecho de llamarte una de nuestras personas!”

“¡Eek!” Diga Suun gritó cuando comenzó a huir hacia la puerta. Sacó el cerrojo, abrió la puerta y luego cayó al exterior.

Ai Fa, mientras tanto, agarró la espada que su padre había dejado atrás, gritó “¡Alto!” Y lo persiguió.

Ai Fa podía sentir una ira de un tipo que nunca había conocido antes de llenarla por dentro. Era como si toda la tristeza que sentía por perder a su padre se hubiera convertido en pura ira.

¡¿Por qué…?!

¿Por qué un espléndido cazador como su padre tuvo que morir mientras esta escoria vivía descaradamente?

¿Por qué el bosque arrojó un destino tan irracional a su gente?

Diga Suun corrió como un animal herido bajo la luna pálida y helada, y mientras Ai Fa lo perseguía, gritó enojada sin pensar: “¡Deja de correr, cobarde! ¡Acepta tu castigo por tus pecados!”

“¡Waaaaaa!”

Gracias al peso de la espada, Ai Fa no pudo ganar con Diga Suun. Sin embargo, cuando llegó al punto donde el terreno plano hacía la transición al terreno rocoso alrededor del río Lanto, tropezó y cayó.

Mientras jadeaba sin aliento en el suelo, se volvió y miró a Ai Fa. Su expresión era de puro terror, y su rostro estaba empapado de sangre y lágrimas.

“¡E-Espera! ¡Estaba equivocado! ¡Te lo ruego, por favor, perdóname! ”

“¿Eres realmente un miembro del clan que lidera a nuestra gente…? No, ¿eres realmente una de nuestras personas en primer lugar?”

Ai Fa levantó la espada con ambas manos, casi sin aliento. Esa cuchilla de acero increíblemente pesada…

Cuando vio a Ai Fa agarrar la funda de cuero, Diga Suun gritó aún más en pánico, “¡¿E-Estás apuntando una espada a un miembro de la familia que dirige a nuestra gente?! ¿De verdad crees que algo así serás perdonada?

¡Si me matas, el clan Suun te aplastará en polvo, Ai Fa!”

“¡No seas tonto! ¡No importa de qué familia formes parte, solo es obvio que enfrentas el castigo por violar la ley!”.

“¡¿S-Solo que estás diciendo que hice?! ¡Todavía no he hecho nada! Matar a una persona inocente es un tabú mayor que cualquier otro, ¿verdad?”

“…Ya veo. Es cierto que todavía no me has hecho nada realmente. Tal vez no sería apropiado exigir tu vida por empujarme al suelo “, dijo fríamente Ai Fa mientras se acercaba lentamente a Diga Suun. “Pero pisaste la casa de otro sin permiso. Creo que la ley establece que deberías ofrecerte un dedo por eso.”

“¡Eeep!” Diga Suun gritó chillonamente como una niña pequeña, sobre sus manos y rodillas sobre las rocas. “¡Por favor! ¡Te lo ruego! ¡Solo quería invitarte a la familia Suun! ¡No quería dejar sola a una mujer hermosa como tú! ”

“Eres un tonto…” dijo Ai Fa, su voz temblando de ira, pero pronto pudo sentir que su propio corazón se enfriaba.

Esta espada estaba destinada a cazar giba. Era una herencia preciosa, dejada para ella por su padre Gil Fa. Se sentía increíblemente tonto dejar que la sangre de esta escoria lo mancillara.

“… Realmente eres el tipo de hombre que ni siquiera vale la pena cortar, Diga Suun del clan Suun”.

Diga Suun levantó la vista lentamente. Su rostro, ensangrentado por su nariz rota, se volvió hacia ella y se torció en una sonrisa cobarde, como si sintiera su vacilación.

“Bien, cortarme no traerá de vuelta a tu padre, ¿verdad? No voy a decir nada, así que ven a vivir conmigo…”

Ai Fa balanceó la hoja en su vaina de cuero a un lado de la cabeza de Diga Suun tan fuerte como pudo. Con eso, el cuerpo masivo de Diga Suun chapoteó en el río Lanto, dejando atrás un grito patético.

“¡¿Q-Qué crees que estás haciendo?! ¡Mujer obstinada y violenta! ¡No pienses que te irás a la ligera después de desafiar al clan Suun…! ”

Ai Fa le dio la espalda al sonido de Diga Suun gritando mientras lo arrastraban río abajo, y comenzó a regresar a casa.

Cuando sintió las rocas de la costa sobre sus pies descalzos, abrazó con fuerza la hoja. Sin embargo, esa espada pesada que su padre había dejado atrás no tenía nada que decirle a Ai Fa.

***

Unas horas antes, el salón de banquetes de la casa principal de Ruu se llenó con el sonido de un niño llorando.

La familia estaba reunida allí, y estaban en medio de la cena. Normalmente habría una risa interminable mientras todos se sentaban juntos, pero ese día no se escuchó nada más que ese desgarrador sonido.

La que lloraba era la hija menor, Rimee Ruu. La niña de seis años había estado al borde de las lágrimas desde que comenzó la comida, todo el tiempo mientras recogía el estofado blanco con trozos finamente cortados de carne de pierna de giba.

Como no podía descuidar su participación diaria en esta preciosa fuerza vital, siguió obligándose a comer mientras sollozaba.

“Oye, ¿no lo dejaras ya, Rimee?”, Dijo su padre con una voz que retumbó como un terremoto, haciendo que se detuviera por un momento. Pero pronto, comenzó a sollozar de nuevo y no pudo contener las lágrimas, el sonido del llanto volvió a llenar el pasillo junto a ella masticando su comida.

“¡Oye! ¡¿No me escuchaste decir que lo dejaras?!”, finalmente explotó el jefe del clan Ruu.

Rimee Ruu hizo una mueca y se volvió lentamente para mirar a su padre, pero esas lágrimas que corrían por sus suaves mejillas no mostraban signos de detenerse.

“Pero… Pero Gil Fa murió… Todavía era muy joven y fuerte, pero…”

“No importa cuán joven o fuerte pueda ser alguien, mientras vivan como cazadores, deben esperar morir en el bosque en cualquier momento. No está mal lamentarse por esa pérdida, pero si vas demasiado lejos, podrías terminar mancillando el orgullo de ese cazador”. El que dijo todo eso no era el jefe del clan, sino el hijo mayor, Jiza Ruu. Mientras miraba a Rimee Ruu con sus delgados ojos, inclinó un poco su grueso cuello. ¿Quién era esa persona de Gil Fa para empezar? No he oído hablar de ninguna familia con ese nombre”.

“Era el padre de Ai Fa, con quien Rimee y la abuela Jiba formaron un vínculo… No es que yo sepa más que su nombre”, dijo el hijo más joven, Ludo Ruu, mientras masticaba su carne. Luego se volvió hacia el segundo hijo, que estaba sentado a su lado, y dijo: “Darmu, dijiste que lo habías visto antes, ¿no? Cuando acompañaste a papá a esa reunión de jefes de clan el año pasado.”

“Si. Era un hombre realmente extraño “, respondió Darmu Ruu mientras bebía vino de frutas, sonando bastante desinteresado en el tema. “A pesar de que no tenía ninguna familia que llevar con él, todavía se presentó a la reunión con un collar de colmillos y colmillos. No parecía demasiado extraño en términos de apariencias, pero algo en él se sentía sospechoso”.

“¡No era sospechoso! ¡Gil Fa era tan fuerte como un cazador!” Rimee Ruu gritó en voz alta, las lágrimas corrían por su rostro. “Pero aun así, un giba lo mató… Ahora Ai Fa está sola…”

“¿Ese clan del Fa solo estaba formado por el padre y la hija? En ese caso, sin embargo, las únicas opciones de la niña son casarse con otra familia relacionada, o convertirse en un retenedor”, dijo Jiza Ruu con voz severamente tranquila, solo para que Rimee Ruu sacudiera su cabecita de un lado a otro, causándole su cabello castaño rojizo balanceándose.

“Al clan Fa no le queda familia… ¿Qué pasará con Ai Fa…?”

“¿Sin familia? En ese caso, ¿cómo era ese hombre de Gil Fa cazando giba? No importa cuán fuerte pueda ser un cazador, simplemente no sería posible cazar lo suficiente solo, ¿verdad? ”

Nadie tenía una respuesta a esa pregunta.

Después de un poco de silencio, el segundo hijo Darmu Ruu murmuró con una mirada de disgusto: “Por eso dije que era sospechoso…”

“¡Ya dije que él no lo es! ¡Ai Fa lo ha estado ayudando con su caza desde que cumplió 13 años! ¡Durante los últimos dos años, han sido los dos, no solo él solo! ”

“¿Qué? ¿Por qué una mujer ayudaba a un cazador con su trabajo?

“Eso es…” murmuró Rimee Ruu, dudando un poco. “… Eso es porque Ai Fa quería convertirse en cazadora, por lo que terminó ayudando a Gil Fa…”

“¿Una mujer cazadora?”

Las mujeres presentes acababan de vigilar cortésmente los procedimientos hasta ahora, pero ni siquiera ellas podían ocultar su sorpresa.

Los únicos que realmente conocían a Ai Fa eran Rimee Ruu y el anciano, Jiba Ruu. Y Jiba Ruu había estado enferma en la cama desde el mes pasado, además de que era demasiado difícil para ella llegar al comedor, así que en este momento Tito Min Ruu la estaba ayudando en su habitación.

“Qué historia más ridícula. Normalmente en esas circunstancias, no habría tenido más remedio que convertirse en un retenedor de otra familia junto con su hija. De esa manera, incluso si el nombre del Fa se perdiera, aún tendrían sus vidas”.

“Si. Y para que él haga que su hija lo ayude en su trabajo como cazador.

¡Vamos! Realmente no sé lo que estaba pensando”.

“Como dije, ¡Ai Fa fue quien dijo que quería ayudar! ¡No digas cosas malas sobre Ai Fa y Gil Fa, estúpido Ludo! ”

“Oh, cállate. No te enojes conmigo, pequeña Rimee”.

“¡Tú también eres pequeño, Ludo! ¡Pequeño Ludo! ¡Pequeño idiota Ludo!”

Las mejillas de Ludo Ruu se hincharon y se veía listo para decir algo, pero cuando vio la cara manchada de lágrimas de su pequeña hermana, también comenzó a mirar un poco hacia abajo.

“… Bueno, de todos modos, ahora que su padre está muerto, esa niña de Ai Fa realmente no tiene más remedio que confiar en otra familia. Si se casa en una casa cercana y vive como una mujer normal, entonces puede vivir lo suficiente para ella y su padre, ¿verdad?”

“Cierto. Esa es la manera correcta de ser una mujer del borde del bosque”, dijo Jiza Ruu, señalando el final de la conversación.

Rimee Ruu reanudó abatida su cena después, y Donda Ruu finalmente no tuvo nada más que decir después de su arrebato anterior.

Nadie presente se dio cuenta de esos ojos azules que brillaban más intensamente y más intensamente que los demás.