Isekai Mahou wa Okureteru (NL)

Volumen 1

Capitulo 2: El Lugar Al Que Debo Regresar Está Tan Lejos

Parte 3

En respuesta, la criada simplemente la contempló con una mirada extasiada. Tardó unos segundos en darse cuenta de que estaba mirando, y cuando lo hizo, inclinó la cabeza avergonzada.

“¡M-Mis disculpas!”

“No, eso está bien”.

Después de decirle que no se preocupara, y después de que la doncella se inclinara una vez más, Felmenia estaba a punto de despedirse cuando se dio cuenta de algo.

“Lo siento, pero ¿podría molestarte por algo?”

“¿Oh? Ah, por supuesto. ¿Te pasa algo?”

“Justo antes de que nos encontráramos, deberías haber pasado junto a un joven. ¿Viste por casualidad a dónde fue?”

“… ¿No? Me temo que hasta que me encontré contigo hace un momento, Stingray-sama, no he visto a nadie aquí… ”

“¡¿Qué?!”

Bastante fuera de lugar para ella, Felmenia levantó la voz. Simplemente no podía creer lo que acababa de decir la criada.

“U-Um, ¿hiciste algo malo…?”

“Te preguntaré una vez más: ¿realmente no viste a nadie en este salón?”

“En-verdad”.

“¿No estas mintiendo?”

“No. Lo juro por la Diosa Alshuna. Nunca te mentiría, Stingray-sama.”

La criada se encogió ante la mirada intimidante de Felmenia y juró en nombre de la única deidad a la que adoraba la Iglesia de la Salvación, Alshuna, que estaba diciendo la verdad.

Pero eso no puede ser correcto. No había forma de que los dos no se hubieran cruzado. Mientras eso daba vueltas en la cabeza de Felmenia, comenzó a interrogar a la criada nuevamente.

“Es simplemente imposible que no lo hayas visto. Justo antes de doblar esta esquina, Suimei-dono, un amigo del héroe, debería haber dado la vuelta”.

“¿Uno de los amigos del héroe? Pero yo no…”

Los ojos desconcertados de la doncella se movieron frenéticamente como si estuviera buscando la respuesta correcta. Ver su confusión genuina solo confundió más a Felmenia.

“Qué es esto…”

“U-Um, Stingray-sama, me esperan en el ala sur, así que… um…”

“A-Ah, lo siento. Mis disculpas por detenerte por un asunto tan extraño”.

“No pienses en eso. Si me disculpas… ”

La doncella se despidió después de inclinarse tímidamente ante Felmenia.

Entonces… 

Felmenia despidió a la criada, pero entrecerró los ojos mientras daba vuelta a esta extraña situación en su cabeza. ¿Qué había pasado? Parecía que justo después de que lo vio por última vez, Suimei simplemente había desaparecido.

Todavía tengo tiempo. Miremos un poco más.

Felmenia avanzó más hacia el ala norte. Pero tal como había dicho la doncella, no parecía haber nadie más alrededor. Finalmente, llegó a la última habitación del ala norte, la cámara ritual. Y se llevó una gran sorpresa.

¡¿Qué—?!

Lo que estaba viendo debería ser imposible. Tuvo que mirar dos veces para creer lo que veía, pero la puerta de la cámara ritual, que nadie podía abrir excepto en una emergencia cuando el líder de los magos de la corte lo ordenaba, estaba entreabierta.

No solo era una directiva que la puerta nunca se abriera a menos que fuera necesario, sino que debería haberse sellado con magia especial para mantenerla cerrada.

A menos que alguien supiera cómo disipar eso, nadie debería poder entrar. Pero, efectivamente, la puerta estaba abierta a pesar de que solo el rey y los magos de la corte deberían tener la capacidad de hacerlo.

Pero si ni el rey ni ningún mago de la corte estaban presentes además de Felmenia, ¿quién exactamente había hecho esto? Ella tragó saliva y reprimió su presencia mientras se acercaba. En lugar de músculos, huesos y piel, era pura tensión lo que la mantenía unida en este momento.

¿Quién podría estar dentro de la habitación? Podía aventurar una suposición basada en la serie de eventos que la habían traído aquí, pero no podía evitar que su corazón latiera con fuerza.

Cuando miró a través del pequeño espacio en la puerta, pudo ver un cuaderno blanco puro, una verdadera rareza en Astel, así como un cilindro de vidrio largo y estrecho, y Suimei Yakagi, que sostenía ambos objetos mientras fruncía el ceño sobre el círculo de invocación. .

Parecía que estaba refunfuñando para sí mismo y concentrándose con mucha atención en el cuaderno y el delgado cilindro.

Como sospechaba… 

¿Qué tipo de magia y artimañas había utilizado para abrir la puerta? Felmenia estaba sorprendida, pero no podía negar lo que estaba justo frente a ella. Ahora tenía pruebas irrefutables de que Suimei era un mago.

Pero… ¿qué hago? ¿Debería revelarme?

Felmenia se debatió entre el misterio que tenía ante sus ojos y las leyes de la tierra mientras se devanaba los sesos sobre el asunto. Esta era un área restringida. Normalmente, ella irrumpiría inmediatamente para detenerlo. Eso era lo que exigía su deber como maga de la corte. Pero este joven era amigo del héroe. No solo eso, sino que era un mago.

Ciertamente, incluso si su oponente también era un mago, Felmenia tenía plena confianza en que aún podía someterlo. Su principal preocupación era su condición de amigo del héroe.

Si hubiera otra escena que involucrara a Suimei, el héroe podría involucrarse. Y Felmenia no podía arriesgarse a hacer nada que pudiera llevar al héroe a cambiar de opinión acerca de subyugar al Señor Demonio. Esa sería una grave crisis tanto para Astel como para el mundo.

Pero este hombre… ¿Qué está haciendo? Probablemente esté analizando el círculo de invocación, pero…

Mirándolo desde la perspectiva de un mago, sus acciones fueron completamente desconcertantes. Parecía estar investigando el círculo de invocación, pero de la manera más amateur posible. Simplemente caminaba en círculos al azar con un cuaderno y un cilindro en la mano. Era difícil incluso llamarlo analizar.

Para analizar un hechizo, se tenía que dibujar un segundo círculo mágico alrededor del original. A partir de ahí, lo usarías para exponer el hechizo y leerlo.

Esa era una práctica estándar cuando se trataba de analizar la magia, pero no se parecía en nada a lo que Suimei estaba haciendo. Para Felmenia, se parecía menos a un mago y más a una persona normal que no sabía nada de magia y se aferraba arbitrariamente a la suerte mediante prueba y error.

En cualquier caso, este círculo de invocación era algo que se había transmitido sin conocimiento de las leyes detrás del hechizo en sí. Nadie había sido capaz de analizarlo y comprenderlo jamás, pero…

Al final, Felmenia no pudo hacer ningún movimiento ni llamarlo. No hizo nada más que observar las misteriosas acciones de Suimei hasta que llegó el momento de ir al encuentro del héroe.

***

Más tarde esa noche, un visitante había llegado a las habitaciones privadas de Felmenia en Castillo Real de Camelia.

“¿Qué…? ¿Es ese realmente el caso?”

Felmenia cuestionó al mago de la corte que había venido a entregarle información. Recibió una respuesta afirmativa pero poco convincente.

“Si. Es tal como dije”.

“…”

Al escuchar el tono de su colega, Felmenia entrecerró los ojos y reflexionó sobre lo que le acababan de decir. Este compañero mago de la corte había venido a ver a Felmenia en privado, diciendo que era un asunto urgente e importante.

Mientras se preguntaba qué había pasado para que él organizara tal reunión, parecía que durante los últimos días, Suimei Yakagi había sido vista entrando y saliendo de todo tipo de lugares alrededor del castillo.

Preocupado por la ansiedad de que estaba tramando algún tipo de travesura, pero incapaz de hacer nada por temor al estado de Suimei como amigo del héroe, este mago de la corte no había llegado a ninguna parte del asunto y había decidido acudir a otro mago de la corte para discutirlo. Su aparente incredulidad le hizo preocuparse de que ella pensara que le estaba mintiendo.

“¿No me crees?”

“Lo hago. La verdad es que también lo he visto paseando”.

“¿Verdaderamente? ¿Estás seguro?”

“Si. De hecho, fue solo hoy”.

“Entonces no puede haber ninguna duda. Por casualidad, si Suimei-dono está tramando algo… ”

Cuando sonó como si su colega empezara a dar a entender que Felmenia podría saber lo que Suimei estaba haciendo, negó con la cabeza.

“No, no podemos estar seguros. Es demasiado apresurado decidir que está tramando algo antes de que investiguemos, ¿no es así?”

Era seguro que las acciones de Suimei eran sospechosas, pero por lo que Felmenia había presenciado hasta la fecha, todo lo que había hecho era entrar y salir de la cámara ritual. Eso en sí mismo merecía una reprimenda, pero no una caza de brujas. El mago de la corte que visitaba Felmenia pareció recuperarse con bastante rapidez.

“Tienes razón. Tu sabiduría nunca falla, Flama Blanca”.

“Ah, no…”

Felmenia se alegraba de que él estuviera de su lado, pero estaba ligeramente consciente de sus halagos.

“Estoy totalmente de acuerdo. Comenzaré una investigación por mi parte”.

“Te lo dejo a ti”.

“Entonces me disculparé por ahora”.

Diciendo eso, el mago de la corte rápidamente hizo su salida. Felmenia cerró la puerta de sus habitaciones privadas y, asegurándose de que ya no hubiera nadie cerca, murmuró para sí misma.

“Suimei-dono, ¿qué estás haciendo…?”

Era una pregunta que quedaría sin respuesta por ahora.

***

“¿Sobre el buen amigo del héroe, dices?”

Habían pasado unos días desde que Felmenia había presenciado el misterioso comportamiento de Suimei. Actualmente, estaba en la sala de audiencias del Castillo Real de Camelia ante el rey.

La razón de su encuentro, naturalmente, fue Suimei. Después de verlo en la cámara ritual, Felmenia lo había observado detenidamente y ahora estaba informando sus hallazgos al rey. Ella estaba inclinada ante él sobre una rodilla, pero el rey parecía desconcertado.

“Si su Majestad.”

“¿Te refieres a Mizuki Anou?”

“No, señor. Lo que deseo decirte concierne al otro, Suimei Yakagi”.

Cuando Felmenia dijo su nombre, el rey frunció el ceño.

“Hmph. Hasta donde me han informado, todavía no ha salido de su habitación después de la escena que causó”.

“Me temo que no es así, Su Majestad. En verdad, se ha visto a Suimei- dono paseando por el castillo en muchas ocasiones”.

Felmenia había determinado esto a partir de sus investigaciones durante los últimos días.

Después de presenciarlo escabullirse por sí misma, había usado todo su tiempo libre para profundizar en lo que estaba haciendo en el castillo. A partir de ahí, había descubierto que secuestrarse a sí mismo era una completa farsa.

En realidad, estaba bastante activo y probablemente lo había sido todo este tiempo. Al escuchar esta noticia, el rey le dio a Felmenia una mirada inquisitiva y su tono se volvió severo.

“No he escuchado ningún informe de este tipo antes de esto”.

“Mantiene la fachada de que está encerrado en su habitación y se mueve detrás de escena”.

“¿Sin ser visto por nadie?”

“Si su Majestad. Parece que solo un puñado de personas, incluido yo mismo, saben esto”.

El rey frunció el ceño perplejo ante la explicación de Felmenia.

“Esto no tiene ningún sentido para mí. ¿Cómo puede estar dando vueltas por el castillo si tan pocas personas se han dado cuenta?”

“Que me lo encontrara caminando fue una completa coincidencia. Mi teoría es que para evitar los ojos de los demás, está usando algún tipo de magia”.

“¿Magia, dices? ¿Le enseñaste?”

“No, señor. No le he enseñado nada”.

“¿Entonces? ¿Otro mago de la corte?”

“No, señor. Creo que Suimei-dono de alguna manera fue capaz de usar magia desde el principio”.

El rey había estado indeciso y desconcertado hasta el momento, pero con esas palabras, ahora parecía completamente desconcertado. Felmenia había esperado tanto.

“Felmenia, me han dicho que la magia no existe en el mundo del que proviene el héroe. El héroe mismo dijo que tenían tecnología en su lugar, y que la magia era una mera fantasía para ellos”.

“Entiendo, Su Majestad. He hablado personalmente con el héroe sobre ese asunto, pero sin embargo, puedo decir con certeza que Suimei-dono puede usar magia”.

“¿Estás diciendo que el héroe mintió?”

“No, no hay absolutamente nada que sugiera eso, Su Majestad”.

Reiji no había mentido. Ella podría decir eso definitivamente. La aptitud de Reiji como mago era bastante alta, pero cuando se trataba del conocimiento fundamental de la magia, se podía decir que no tenía absolutamente ninguno. El rey también parecía dispuesto a confiar en la honestidad de Reiji.

“Sí, yo creo en él. Sin embargo…”

“Quieres saber por qué hay una inconsistencia entre la declaración de Reiji- dono y la habilidad de Suimei-dono, ¿correcto?”

“En efecto. O ese joven solicitó personalmente que se ocultara su poder de antemano, o el héroe ni siquiera es consciente del hecho de que la magia realmente existe en el mundo de donde proviene. Qué misterioso”.

Incluso el rey estaba desconcertado por esto. La magia era una tecnología por derecho propio. Incluso aquí en este mundo, pudo proteger a las personas y mejorar su calidad de vida.

La magia era inherente al universo y, por tanto, a toda la vida inteligente que lo habitaba. Los humanos no pudieron romper su vínculo con él más de lo que pudieron con su propia historia.

Entonces, ¿cómo fue realmente que el mundo del héroe, uno de tecnología tan avanzada, estaba sin magia? No importa cuán desarrollada y superior sea su ciencia, no es lo mismo que la magia. Era simplemente imposible que la magia se volviera completamente obsoleta. Entonces, ¿cómo había podido Reiji declarar tan honestamente que su mundo pensaba que era solo una fantasía?

“Su Majestad, estoy seguro de que el mundo del que proviene el héroe es realmente complicado. Pero por ahora, el asunto urgente en cuestión… ”

“¿El joven que está merodeando por el castillo, verdad?”

“Si su Majestad.”

“A pesar de que eran nuevos en este mundo y forasteros, no puse restricciones a sus movimientos dentro del castillo. No hay problema con que camine libremente por los terrenos, por lo que no debería tener ninguna razón para ocultarlo…”

Suimei era un invitado, al igual que el héroe. Con respecto a su estancia en el castillo, el rey había decretado que eran libres de vagar y hacer lo que quisieran, y el personal del castillo debía ayudarlos si había algo que necesitaran o quisieran. En una demostración de su hospitalidad y consideración, el rey no les impuso restricción alguna.

Y después de reflexionar sobre esta extraña situación por un momento, el rey dio su respuesta sobre los movimientos de Suimei.

“En última instancia, no creo que haya ningún problema”.

“Me temo, Su Majestad, que los lugares que Suimei-dono ha estado visitando realmente lo convierten en un problema importante”.

“¿Los lugares que ha estado visitando, dices? ¿Dónde ha estado?”

“Primero sería la biblioteca. Va todos los días a buscar varios libros y llevárselos a su habitación”.

“No me digas… pensé que había estado pasando su tiempo sin hacer nada, pero estoy bastante impresionado de que haya estado visitando la biblioteca. Dado que no puede regresar a su mundo, es probable que esté tratando de acumular conocimientos en el nuestro”.

El rey tenía una mirada de sorpresa en su rostro y un brillo en sus ojos mientras expresaba su aprobación por esta noticia. Asintió repetidamente, aparentemente conmovido por la historia del joven que fue convocado contra su voluntad, pero se negó a ser derrotado y se sumergió en el estudio. Y no se equivocó en esa parte, pero todavía había más en la historia.

“Eso puede ser, Su Majestad, pero hay evidencia de que también ha entrado en los archivos prohibidos”.

“¡¿Q-Qué dijiste?! No, eso no puede ser. No cualquiera podría entrar allí…”

Como su nombre indica, los archivos prohibidos estaban fuera del alcance de la mayoría de las personas. Dado que allí se almacenaban documentos históricos e importantes, la entrada a los archivos estaba estrictamente regulada con magia. El rey se sorprendió con razón al escuchar que Suimei había obtenido acceso de alguna manera.

“Parece que lo hizo con facilidad, Su Majestad”.

“Dios mío… Entonces, ¿es ese el único lugar que ese joven ha estado visitando?”

Cuando el rey le preguntó eso, Felmenia hizo una pausa por un momento y negó con la cabeza. Al asimilar lo grave que era la situación, dio una respuesta vacilante.

“Suimei-dono también ha estado entrando y saliendo de la cámara ritual, Su Majestad”.

“Absurdo… Los únicos que deberían conocer el hechizo para entrar somos yo, tú y los otros magos de la corte”.

“Entiendo, Su Majestad, pero creo que Suimei-dono pudo abrir la puerta a través de algún tipo de artimaña”.

Con esas palabras, un silencio opresivo cayó sobre la sala de audiencias. No es de extrañar. La cámara ritual fue diseñada y construida específicamente para evitar el acceso no autorizado a ella.

Esa puerta había sido sellada con una magia terrestre tan compleja que ni siquiera un especialista en ese atributo podría atraparla.

Hasta cierto punto, eso en sí mismo les dio una idea de las habilidades de Suimei como mago. Y en ese caso, no hace falta decir qué significado tenía eso.

“Qué estaba haciendo… es una pregunta tonta, supongo… Ese joven estaba investigando el círculo de invocación, ¿no es así?”

“No me pareció así en absoluto, pero considerando las circunstancias, creo que ese era su objetivo, Su Majestad”.

“¿Quiere volver tan desesperadamente que haría todo lo posible…?”

La expresión del rey mientras pronunciaba esas angustiadas palabras parecía melancólica de un vistazo. Como era de esperar, esto pesó mucho sobre el rey, ya que se sentía responsable de haber convocado a Suimei a este mundo. Como rey amable y considerado, su corazón estaba con el pobre niño que se sentía atrapado aquí.

Incluso durante la cumbre entre todas las naciones, Felmenia había escuchado que el rey se oponía a usar el ritual de invocación de héroes.

Pensó que era cruel llamar a personas que no tenían ninguna relación con este mundo y empujarles una tarea tan indignante. Incluso si tuvieran éxito, nunca podrían pagarles adecuadamente por su servicio. Ni siquiera pudieron devolverlos a casa después de llamarlos aquí.

Además, si la gente de este mundo dependiera demasiado de la fuerza de los demás, nunca tendrían el poder de lidiar con una crisis peligrosa por sí mismos.

Y cuanto más débiles se volvieran, más situaciones como esta se presentarían en el futuro. Eventualmente este mundo también se arruinaría de esa manera, había dicho el rey.

Y a pesar de que había declarado eso, su voz nunca sería lo suficientemente fuerte como para llegar a los líderes de cada nación acobardados por el miedo del Señor Demonio. Al final, se vio obligado a aceptar realizar la invocación de héroe por una abrumadora mayoría de votos.

Cuando Felmenia recordó la amarga sensación de impotencia que el rey debió haber experimentado cuando su noble corazón fue pisoteado, comenzó a hablar en un tono pesado.

“Y así, Felmenia… ¿Por qué has guardado silencio y has esperado hasta ahora para informarme de todo esto?”

“Juzgué que no era un buen plan establecer contacto con él por mi propia voluntad y arriesgarme a complicaciones, Su Majestad. Si termina convirtiéndose en una escena y llega a los oídos de Reiji-dono…”

“Ciertamente, no podemos ignorar la posible amenaza de discordia entre nosotros y el héroe”.

“Y la razón por la que no le entregué esta noticia a Su Majestad antes es porque aún no había reunido suficiente información para hacer un informe completo”.

Un informe incompleto, o lo que equivalía a especulaciones sobre el asunto, era una perspectiva peligrosa. Algo así estaba destinado a producir malentendidos y llevar a cometer errores. Felmenia deseaba evitar eso, razón por la cual no había hablado antes.

“Naturalmente, si algo sucediera, ¿estabas planeando actuar, supongo?”

“Sí, por supuesto, Su Majestad.”

Eso era obvio. Por eso ella lo vigilaba constantemente. “Entonces, ¿has hablado de esto con otros?”

“Aparte de mí y Su Majestad, solo algunos de mis colegas están al tanto de este asunto. Con respecto a Reiji-dono y Mizuki-dono, ellos tampoco parecen saber nada al respecto”.

“Entendido. Entonces, asegúrese de que la palabra de esto no llegue a oídos de nadie más. Yo mismo hablaré con los otros magos de la corte. Además, no puedes informar al héroe de nada de esto. ¿Entendido?”

Felmenia reconoció respetuosamente la orden del rey. Ella no entendía sus intenciones al tratar de evitar que esta información se difundiera, pero confiaba en él y tenía fe en su decisión. Ella seguiría obedientemente su ejemplo. La única pregunta en su mente ahora era cómo proceder en el futuro.

“Su Majestad, ¿qué debo hacer a partir de ahora?”

¿Qué debería hacer exactamente con respecto a Suimei? ¿Cómo debería lidiar con él? Felmenia estaba segura de que no debería dejarlo solo, incluso sabiendo que era un buen amigo del héroe. Sin embargo, el rey frunció el ceño ante esta pregunta inesperada.

“¿Hmm? No tienes nada que hacer. ¿No están las cosas bien cómo están? Si ese joven no tiene malas intenciones, entonces no hay necesidad de involucrarnos a la fuerza. Se ha estado moviendo con sigilo y claramente no quiere que nos involucremos, así que lo respetaremos por ahora”.

“Pero Su Majestad, los archivos prohibidos…”

“Si ya ha entrado en ellos, que así sea. Todo lo que se almacena allí son registros de importancia histórica y mapas. No saldrá nada si él aprende sus contenidos”.

Eso era cierto. Felmenia no confiaría tanto en que alguien de un país extranjero tuviera acceso a ellos, pero Suimei era de otro mundo y no tenía conexiones aquí. Incluso si robara un documento, no sabría qué hacer con él. Ella entendió mucho, pero incluso entonces, pensó que el rey estaba siendo ingenuo.

¿Es por eso que Su Majestad no quiere que se sepa esto?

El rey tenía la intención de seguir dejando que Suimei hiciera lo que quisiera. Pero liberar a alguien después de romper las reglas sería un mal ejemplo.

Fue un veneno insidioso para el orden público. Pero si el público no conocía el delito, no había necesidad de imponer un castigo por dar un ejemplo.

Entonces, ¿era por eso que el rey quería mantener en secreto el comportamiento de Suimei? ¿Porque sabía que iba a mirar para otro lado? Mientras las únicas personas que lo supieran estuvieran en la palma de la mano del rey, no tendría nada de qué preocuparse.

Se requería imparcialidad para ser rey. El maestro de Felmenia le había enseñado el decoro y ella siempre había vivido de acuerdo con su moral. Creía firmemente en el rey y en la forma correcta de comportarse. Y es por eso que ella se irritó por este laxo lapso en su juicio.

“Entonces… ¿Su Majestad tiene la intención de no hacer nada al respecto?”

“¿Te opones a eso?”

“Suimei-dono es un mago, Su Majestad. Creo que deberíamos tomar algunas medidas contra él. Es cierto que debemos tener cuidado con esto con respecto a Reiji-dono, pero si lo dejamos correr como loco dentro del Castillo Camellia, entonces se reflejará mal en el buen nombre de Su Majestad. Y en el improbable caso de que suceda algo…”

“… Personalmente, no me preocupa”.

El rey mostró una expresión completamente desinteresada ante la propuesta de Felmenia. Basándose en eso, podía ver su intención de poner fin de inmediato a todas las conversaciones sobre tomar medidas contra Suimei. Sin embargo, si ella bajaba aquí, ¿cómo podría llamarse maga de la corte?

“Su Majestad, un castigo leve… Sí, al menos algo así como un castigo. No haré nada que pueda dañar su cuerpo. Y si Suimei-dono le informa a Reiji- dono y algo sucede, entonces convenceré a Reiji-dono.”

“¿Oh? Es bastante seguro de su parte sugerir que podría persuadirlo de esa manera, ¿no es así?”

“Aunque no lo parezca, Su Majestad, sigo siendo su instructora. Sé que tomará en serio mis palabras”.

Felmenia estaba realmente segura de que podría persuadir a Reiji si algo sucedía. Después de todo, ella era la maga de la corte que le había enseñado magia al héroe.

Reiji incluso la llamó “sensei”. Y si su sensei le decía que su buen amigo estaba haciendo algo mal, incluso si ese amigo tenía que ser fuertemente reprendido, pensó que las cosas saldrían bien.

Incluso a partir de sus conversaciones casuales diarias sobre lecciones de magia, Felmenia podía decir que Reiji tenía un corazón justo y creía en hacer lo correcto. No debería haber ningún problema allí, lo que significa que solo quedaba una cosa por manejar.

“Todo lo que queda es que Su Majestad dé la orden. Por favor, dame tu sabia sanción”.

Mientras ella hacía esa solicitud real, el rey cerró los ojos por un momento en consideración, y en poco tiempo, habló en un tono solemne.

“… No debes”.

“¡Su Majestad! ¡Pero…!”

“Felmenia, he dicho que no debes. Suimei-dono es, al igual que el héroe, un invitado importante de mi castillo. No puedo permitir que pienses en hacerle daño”.

“¡Nunca pensaría en hacer eso…! Simplemente lo vestiría apropiadamente por tener un desprecio tan flagrante de las reglas. E-Es cierto que no creo que Suimei-dono esté planeando ninguna travesura, pero… Antes de que haga algo y se convierta en un asunto serio, deberíamos poner fin a esto. Eso es, um… creo que es mí deber, así que… ”

Al ver a Felmenia aferrarse tan obstinadamente a la idea, el rey hizo una expresión curiosa. Esto le resultaba algo extraño.

“Pareces bastante obsesionada con esto”.

“¡¿Su Majestad?! Ah, no… Eso es, um… ”

“¿Suimei-dono está tanto en tu mente?”

“¡N-No, señor! No estoy particularmente… es solo, por él… pensé que sería malo si le causaba problemas a Reiji-dono…”

Cuando le señalaron su comportamiento inusual, los pensamientos de Felmenia se dispersaron de un lado a otro mientras trataba de mantenerse en el camino.

Ciertamente, si ella dijera que no estaba obsesionada con esto, sería una mentira. Al verla así, el rey de repente se quedó en silencio. Una vez más pidió su consentimiento, pero…

“Lo que no debe ser simplemente no debe ser, Felmenia. ¿Entendido?”

“…”

“¿Entendido?”

“Si su Majestad…”

Cuando el rey la presionó para que cumpliera, Felmenia cedió. Ella no tenía elección.  Tragándose  su  disgusto,  inclinó  la  cabeza  profundamente.

¿Cuánto tiempo había pasado desde que fue derribada por completo? Desde el día en que se convirtió en maga de la corte, había sucedido una o dos veces, pero nada en la memoria reciente.

El oponente en el que estaba enfocada era un mago, y eso solo amplificaba su frustración por no ser capaz de criticarlo.

No estaba contenta con el rey por no otorgarle permiso para hacerlo, pero al final, su ira se centró en Suimei. Estaba en el punto de mira de su rabia, que ahora se quintuplicaba fácilmente.

¿Cómo se habían vuelto las cosas así? ¿Por qué lo sentía tan fuertemente? Si Suimei se hubiera mantenido callado y se hubiera mantenido obediente, ese habría sido el final. Pero escabullirse por el castillo como un vulgar ladrón era inaceptable. Era como si se estuviera burlando de ella. Burlándose de ella. Felmenia sabía que Suimei no era una mala persona, pero saber eso solo la enfurecía más por su comportamiento actual.

No aún no…

Aunque el rey no le había concedido su pedido, ella no tenía la intención de obedecer ciegamente su orden. Esta era la corte real, el jardín del rey. Incluso eliminando sus sentimientos personales del asunto, como maga de la corte, no había forma de que pudiera soportar que un mago se volviera loco en el castillo.

Y siendo ese el caso, el momento de actuar era ahora. Si bien todavía había unas pocas personas que sabían del asunto, ella podría actuar sin escrutinio. Esta sería su única oportunidad. Suimei todavía no sabía que lo estaba siguiendo. Y si nadie más estaba involucrado, probablemente sería capaz de poner fin al asunto sin que nadie lo supiera.

Así es. Soy un glorioso mago de la corte de Astel.

Felmenia se aseguró de su orgullo por su identidad. La dignidad del rey, el orden en el Castillo Camellia y su amor propio como maga de la corte debían protegerse. Y ella sería la que los protegería. Por eso exactamente se había convertido en una maga de la corte en primer lugar.

Así que no importaba lo que estuviera haciendo ese joven insolente, Felmenia iba a poner su pie en el suelo. Ella no sabía cómo eran la magia y los magos de su mundo, pero él tenía que aprender cuál era su lugar aquí.

Independientemente de sus orígenes, si probara la grandeza de la magia de este mundo, seguramente se alinearía.

¡Solo espera, Suimei Yakagi! Te mostrare. Yo, la Flama Blanca, acabaré con tu maldita estupidez.

Felmenia era una maga de la corte, la maga conocida como Flama Blanca y la instructora del héroe. Ella no tenía igual en ese sentido. Ningún otro mago ostentaba esos tres títulos de honor. Y una maga de su calibre debería poder manejar un problema tan pequeño como este con facilidad. Ella estaba más que calificada.