Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 1

Capitulo 3: Problemas En La Ciudad Santa

Parte 14

—La mano de Dios: Coser juntos

Si bien aún no tenía idea de lo que estaba sucediendo, los brazos de Carmiya se volvieron a unir. El sudor frío brotaba de cada poro de su cuerpo.

“Oh… lo siento, creo que los mezclé”.

“¡E-Espera! ¡Eso no es divertido!”

Carmiya gritó, sacando una carcajada de la multitud. No tenían idea de que los brazos de Carmiya se habían desprendido. Todo era parte del espectáculo para ellos. De hecho, la mayoría de ellos estaban impresionados por la destreza de Carmiya.

“Ese payaso es bastante impresionante… Tal vez deberíamos invitarlo a nuestra mansión en la próxima ocasión”.

“¡Papi, quiero que venga a nuestra casa!”

“Hm. No es una mala idea invitar a la familia del vizconde a una fiesta”.

“¿Para quién trabaja ese payaso? Él podría ser el entretenimiento para nuestro próximo baile”.

Sin que él lo supiera, la reputación de Carmiya se descontroló. Aun así, era trágico imaginar lo que estaba pasando por su mente en este momento. Su brazo izquierdo estaba donde debería estar su brazo derecho, y viceversa. ‘Vaya’ no lo cortó exactamente. Sin embargo, el hecho de que su apariencia se hubiera vuelto tan absurda ayudó a convencer al resto del restaurante de que todo fue un acto.

“Muy bien… los pondré de nuevo de la manera correcta, esta vez. ¿No está contento, señor payaso?”

“¡Hrph…! ¡Ellos están ahí! ¡Mis brazos han vuelto!”

Con sus manos regresadas a su lugar correcto en su anatomía, Carmiya no pudo evitar levantar las manos en el aire en alivio. Un aplauso atronador fue otorgado al payaso por realizar un truco tan impresionante. Aku y Luna se unieron a los aplausos con sonrisas en sus rostros, e incluso la señora estaba sonriendo.

Ellos, por otro lado, pensaron que el truco fue planeado por el Señor Demonio. Para reforzar esa idea, Yu estaba susurrando algo al oído del payaso.

“Asegúrese de no volver a perderlos, Sr. Payaso. Ah, ¿y el veneno en tu bolsillo…? Un hedor tan horrible. Tendrás que comprar las cosas buenas si quieres matar. ¿No te parece? ”

“S-Sí…”

“Si alguna vez te vuelvo a ver, te convertiré en un plato de sashimi, vivo. Mejor ten cuidado.”

Carmiya asintió con una velocidad vertiginosa, como una cabeza rota. Es cierto que ella cumpliría su amenaza sin dudarlo, riéndose en el camino. Solo a través de su breve interacción, Carmiya estaba segura de eso.

Después de eso, Carmiya salió del restaurante mientras reunía la montaña de puntas que le arrojaban, y saludó torpemente a los clientes.

(Tengo que irme. Tengo que correr… ¡Tan rápido como pueda!)

Carmiya corrió locamente hacia el norte en su caballo, viajando hasta los estados de la ciudad. Debe haber sido uno de los hombres más afortunados de la historia en haberse encontrado con la Bruja y haber sobrevivido.

Si bien el incidente en Artemis llegó a una conclusión, se produjo el evento principal. También ocurrían cosas extrañas en los otros dos puntos de ataque.

***

El Castillo Sagrado

— Distrito Noble, Ciudad Santa

El Distrito Noble también fue atacado por los satanistas, lo que resultó en muchas bajas. Quizás porque la mayoría de los señoríos de los nobles estaban aquí, el ataque fue furioso.

Como la mayoría de los satanistas estaban lejos de ser privilegiados, su odio hacia los nobles estaba profundamente arraigado.

Pusieron fuego a todo lo que pudieron y mataron a cualquiera que pudieran, incluso mujeres y niños. Debido a que la Orden de los Caballeros Sagrados tenía su sede en este distrito, los satanistas habían dedicado la mayoría de sus fuerzas aquí. Entre los humanos, había gente como Death’s Mists, Hellhounds y Skeleton Warriors que atacaban la ciudad. Todos estos eran familiares Hellion del rango más bajo, pero muchos se volvieron problemáticos.

En medio de las llamas rugientes, una mujer con aspecto de pandilla callejera y un hombre gigante corrían alrededor: Killer Queen, la Santa Doncella y el Monte Fuji.

“A este ritmo, mi reina…”

“Hijo de puta… ¿De qué sirve tu boca si sigues babeando?”

Queen gritó mientras pateaba la cabeza de un Hellhound maldito para limpiarlo de su cuerpo. Luego, ella golpeó su palo de metal contra el torso de un satanista para romperlo en dos pedazos voladores de carne. Mientras tanto, Fuji llevaba tres cabezas satanistas recién decapitadas en su cinturón.

No podrían haber culpado a nadie por calificarlos de demonios.

Pero entonces, dos demonios reales aparecieron frente a la pareja. Dos Hunnitraps, demonios de bajo rango. Estos eran demonios que parecían mujeres, que se deleitaban manipulando a los hombres humanos y enfrentándolos entre sí hasta que terminan matándose unos a otros.

“Hola, chico grande. Por qué no entras y juegas… ”

“Apestas como el infierno, perra… Asura”.

Cuando las palabras salieron de la boca de Queen, seis bombas fueron arrojadas de sus manos. Primero, la cara atractiva de uno de los Hunnitraps se voló en pedazos, antes de que otros cinco cráteres estuvieran en su cuerpo. Sin siquiera un momento para gritar, el Hunnitrap cayó al suelo.

“Puta con aspecto de ácido estomacal… Ve a la mierda un poste oxidado”.

Queen empujó su dedo medio hacia el cadáver. Un gesto magnífico, aunque sus métodos de ataque y las palabras que salieron de su boca y todo lo demás sobre ella eran el polo opuesto de cómo se esperaba que actuara una Doncella Santa.

“C-Cómo te atreves… ¡Mi hermana!”

La otra Hunnitrap atacó a Queen, solo para que Fuji agarrara su rostro y la aplastara como una manzana. Incluso cuando la cabeza de Hunnitrap se volvió pálida, la expresión de Fuji no cambió.

“¿Cómo están los otros distritos, idiota?”

“Lady White protege el Castillo Sagrado, y la Iglesia es…”

Fue interrumpido por un infierno en erupción sobre el Distrito Comercial, muy lejos en la distancia.

“¿Qué demonios… es esa Luna?”

Queen gritó, pero se dio cuenta de que estaba fuera de lugar. La magia de Luna era extremadamente poderosa, pero por lo que Queen sabía, no incursionó en la magia de Fuego. Si Luna fue capaz de manejar tal hechizo, Queen estaba segura de que se habría jactado de ello.

“No sentí magia… Pero si eso no es un hechizo, entonces…”

Fuji también miró el infierno que se extendía por el cielo, sin saber qué hacer con él. Su color, su poder… Todo esto hizo que pareciera una calamidad lloviendo sobre la humanidad. Incluso los satanistas se detuvieron a mitad de los disturbios para mirar al cielo, estupefactos.

A veces, el impulso de la batalla puede cambiar desde lo más pequeño. Después de la explosión, los satanistas claramente habían comenzado a ceder.

Los caballeros comenzaron a capturar a los satanistas uno tras otro, e incluso los nobles comenzaron a trabajar juntos para apagar el fuego, en lugar de solo mirar desde sus altos caballos. Si no lo hicieran, el fuego pronto también habría consumido sus casas.

“Bueno, parece que este distrito lo hará…”

“Si. Lord Harts también lidera un equipo para contener a la oposición”.

“Esa viejo de mierda… ¿Se olvidó de lo antiguo que es?”, Escupió Queen, pero esto puso una sonrisa en la cara de Fuji. Si bien era difícil para uno ganarse el respeto de la Reina, Fuji sabía que el viejo noble había obtenido una cantidad considerable de su reina.

Finalmente, los Satanistas restantes comenzaron a retirarse, corriendo en una dirección particular. En esa dirección… estaba el Castillo Sagrado.

***

—La Santa Iglesia en el Distrito Común

Olgan estaba tendido en la parte superior del techo, observando la batalla debajo, sin distracción. No le interesaba en absoluto el conflicto entre humanos. Ella solo estaba allí porque Mynk, su compañero, se estaba abriendo camino. Incluso ahora, Mynk cubrió la mitad de su rostro con su mano derecha, conjurando un hechizo mientras miraba a sus enemigos con su ojo izquierdo. Por alguna razón, esta era la postura preferida de Mynk en la batalla. Según ella, fue bendecida por la oscuridad.

“¡La profunda oscuridad dentro de mí… llueve sobre mis enemigos…! Lluvia Santa.”

Una fuerte lluvia, llena del elemento sagrado, llovió sobre el grupo de satanistas. Para aquellos que adoraban a los demonios, debe haberse sentido como lluvia ácida literal. Aunque, su línea no coincidía con la naturaleza de su hechizo.

Su encantamiento continuó. Para un aventurero de rango S como ella, los encantamientos en cadena eran una hazaña fácil.

“Je je je… humanos. Tan frágiles… Bubble Heal”.

Una espuma curativa cubrió a los miembros gravemente heridos de la Santa Iglesia. Sus heridas se cerraron inmediatamente y el color volvió a sus rostros. Este fue uno de los mejores hechizos de curación, que usó el elemento Sagrado… a pesar de sus tonterías.

“¡Gracias, Lady Mynk!”

“La clasificación S no es una broma… ¡Qué magia tan poderosa!”

“P-Pero… ¿Qué fue ese encantamiento…?”

“¡Shh! ¡Puede, novato!

“Ella es una jugadora estelar, después de todo. Debe haber una buena razón para ello.”

“Quizás sus poderes se derivan de ese encantamiento…”

Los miembros de la Iglesia siguieron charlando. En este mundo, donde las fases emo preadolescentes no eran un fenómeno bien conocido, nadie entendía realmente lo que estaba diciendo, y mucho menos cómo se aplicaba  a  su  estatus  mundialmente  famoso  como  Jugador  Estrella.

Algunos aventureros incluso habían empezado a copiar sus encantamientos y poses.

“Sígueme. ¡Da tu sangre a la helada oscuridad…! ¡Cargar…!”

Mientras algunos de ellos alzaron una ceja confundidos, los miembros de la Iglesia fueron revitalizados por el llamado de Mynk y acusados del grupo de satanistas. Se estaba volviendo confuso qué lado servía a la oscuridad, en este punto.

“¿Qué demonios está luchando…?”

Olgan no pudo evitar preguntarse en voz alta. Sin embargo, el valor de entretenimiento de Mynk fue parte de una de las razones por las que viajó con ella. Cuando una sutil sonrisa se formó en la cara de Olgan, una espada cayó de encima de ella. Para ella, fue ridículamente lento.

“¿Qué quieres…?”, Olgan respondió con apatía, esquivando la espada con facilidad. Ni siquiera estaba sorprendida de ser atacada, y mucho menos enojada.

“Hah…” ¿Qué quieres? ¿Eh? La Sra. Firebrand tiene algunas bolas. Algunos bastante grandes.”

“…”

“Estaba aquí para cortar al infame Señor Demonio. No esperaba ver una marca de fuego. Todos estos boletos para la fama me están mareando. Ooh, olvidé presentarme. Soy Alverd, el Sword Flash. El placer es todo tuyo”.

Olgan fulminó con la mirada al hombre. Por lo que ella sabía, había eliminado a todos los que conocían su identidad. ¿Cómo sabía él que ella era una marca de fuego?

“Un patético Hellion que corté en un calabozo en el norte me contó… sobre un pequeño perdedor de sangre mezclada… ¡Woah!”

Alverd esquivó el cuchillo que Olgan lanzó sin decir una palabra. Volaba a una velocidad considerable, pero Alverd tenía las habilidades para lidiar con eso. Tenía mucha confianza en alguien que se enfrentaba a un Firebrand y a un jugador estrella mundialmente famoso.

“Cuatro estrellas… No está mal para un rango B”.

“Más poder significar menos libertad. Se trata del equilibrio”.

Como había señalado Olgan, había cuatro estrellas azules en la armadura de Alverd, hechas especialmente de acero azul, un metal raro. Los aventureros reciben más estrellas a medida que suben de rango. Los novatos de menor rango no tienen ninguno, hasta que alcanzan el ranking E y reciben su primera estrella. La mayoría de los aventureros nunca llegaron tan lejos y volvieron a sus trabajos diarios. En este mundo, solo unos pocos seleccionados podrían romper las limitaciones de sus talentos naturales.

“Bueno, entonces… ¿Quieres jugar, señorita?”

“Usted mocoso…”

Cuando la pareja se enfrentó, una explosión increíble estalló en el cielo sobre el Distrito Comercial. No pudieron evitar centrar su atención en ello.

“W-Woah… Niña. No llamaste a tus amigos Hellion, ¿verdad? ”

“Cierra la boca si no quieres que te coman el corazón aun latiendo”.

“Eso está demasiado lejos, yo… ¡Ese atuendo llamativo tiene que estar…!”

El ojo entrenado de Alverd vio el atuendo dorado a lo lejos. Esto lo hizo pensar. Si Carnival estaba en el centro de esa explosión, quien le hizo eso fue algo increíble.

“N-No me digas que es el Señor Demonio del que he estado escuchando. ¡No parece que fue usted quien los llamó aquí, mademoiselle…! ¡Woah! ¡Tienes unos dedos pegajosos! ”

“No te distraigas durante una pelea…”

Una serie de pulsos giratorios de magia emanaron de Olgan. La inmensa magia hizo que su capa revoloteara. Aun así, la confianza de Alverd no flaqueó.

“Desmenuza el vacío y muéstrame el camino… Abyss Beam“.

“… ¡Tienes que estar bromeando! ¿Un hechizo de clase 5?”

La magia giratoria convergió en un punto, disparando un rayo de luz negra. Alverd rodó del techo para apenas esquivar la explosión, que atravesó las casas a su paso, dejando un agujero circular en una pared tras otra hasta donde alcanzaba la vista. Al ver a Alverd caer al suelo, Olgan se echó a reír. Uno de ellos estaba de pie en la azotea, y el otro parecía un perro en una zanja.

“Ahí es donde perteneces… Perrito”.

“Heh… Heh heh… Los perros son bastante malos, ¿sabes? Entonces, cuando menos lo esperas, van a por ti… ¡Dang! ¡Espera un segundo, déjame terminar!”

Riéndose, Olgan continuó disparando hechizo tras hechizo, que utilizaba el elemento Negro, una forma elevada del atributo Oscuro. Parecía estar jugando con él, en lugar de tratar de matarlo.

“Vamos, corre. Estoy siendo un buen maestro y llevándote a caminar”.

“¡Qué niño tan retorcido! ¿Quién te crio así?”

Al escuchar eso, la expresión de Olgan cambió. Cualquier parecido con la racionalidad de Olgan había desaparecido. El tema de los padres de Olgan era un tabú absoluto para ella.

“No importa… te herviré vivo”.

“¡N-No, gracias…! ¡El único lugar donde voy a morir es encima de un bombón! ”

“Escoria…”

Justo cuando Olgan estaba a punto de disparar otro hechizo, un estallido de confusión y vítores estalló desde la dirección del Castillo Sagrado. Todos gritaban lo mismo…

“¡Es-Es el Dragonborn!”

La batalla que había comenzado repentinamente en la Ciudad Santa… estaba a punto de alcanzar su clímax.