Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 10: Las Canciones de Amor no Llegarán

Capitulo 9: ¿Por Qué?

Parte 3

Lo sacó, cambió ligeramente el ángulo y apuñaló de nuevo. Sacando, y apuñalado de nuevo. Una vez que lo repitió ocho veces, el Macho C se desplomó y dejó de moverse.

Haruhiro se alejó del Macho C, mirando rápidamente al Macho A y el Macho B. Kuzaku estaba golpeando al Macho A con su gran katana, derribándolo, y Yanni estaba pateándolo y golpeándolo con la antorcha, por lo que estaban peleando en más de igualdad de condiciones. Bueno, frente a un guorella, todavía era difícil dar un golpe fatal, pero esos dos no iban a desmoronarse de inmediato.

Yume estaba un poco más lejos. Saltando, se movía furiosamente, tratando de mantener al Macho B lejos de Shihoru y Mary.

Mary apretó su bastón, parecía estar tratando de decidir qué era lo mejor. ¿Debería ir a apoyar a Yume, o permanecer cerca de Shihoru?

Shihoru miró en dirección a Haruhiro. Sus ojos preguntaban si debería enviar a Dark de nuevo.

Haruhiro negó con la cabeza. Stealth, se dijo a sí mismo. Húndete.

Se imaginó hundiéndose en las profundidades de la tierra.

Había entrado en una buena mentalidad.

Haruhiro bajó la cabeza y avanzó.

Yume se movía hacia la derecha, izquierda y hacia atrás como siempre. “¡Geh! ¡Nyah! ¡Hnghyah! ¡Nyoh!” Ella estaba balanceando su katana.

Los movimientos de Yume no se habían apagado, y no parecía cansada. Sin embargo, parecía que el Macho B se había acostumbrado a ella. En lugar de jugar con Yume, parecía que el Macho B estaba persiguiéndola. El Macho B podría atraparla en cualquier momento ahora.

Por supuesto, no dejaré que eso suceda, era algo que Haruhiro trató de evitar pensar. Simplemente tenía que seguir haciendo lo que tenía que hacer. Él estaba desconectado, de alguna manera.

Podría haber algo de verdad en eso. Él pensó que tenía que haberla.

Las emociones tenían un gran efecto en la percepción y el control manual. Haruhiro sabía que eso era cierto. Sus emociones podían provocar una explosión de poder a veces, pero en muchos casos, era todo lo contrario. Sus sentimientos de sacudida funcionarían negativamente, lo que le haría cometer errores y equivocaciones.

“¡Cielos!” Gritó Yume.

El Macho B apartó la katana de Yume con su brazo. Casi salió volando, pero Yume intentó pararse fuertemente para sostenerla. Debido a eso, dejó de moverse. Por un momento, Yume entró en pánico. El Macho B no perdió el tiempo, acercándose a Yume y envolviendo sus dos brazos a su alrededor.

Haruhiro se aferró a su espalda, envolviendo su brazo izquierdo alrededor de su cuello. Los cuernos peludos lo apuñalaron. Él no sintió ningún dolor real.

Oh, me están apuñalando, fue su única reacción. Podría quejarse sobre cómo le dolió después.

Apuñaló su estilete en su ojo derecho. El mismo método que antes. Dentro y fuera Dentro y fuera. Dentro y fuera. Dentro y fuera. Dentro y fuera. Dentro y fuera Dentro y fuera.

“¡Nrrynr…!” Yume barrió ambas piernas del Macho B. Eso hizo que Macho B se volcara, y Haruhiro terminaría debajo de él.

Saltó para evitar eso, levantando los hombros, dejando escapar el aliento y relajándose mientras retrocedía. Al mismo tiempo, ladeó la cabeza hacia un lado.

Sus ojos debían estar terriblemente soñolientos ​​justo ahora. Sin embargo, no estaba particularmente cansado.

“¡H-Haru-kun, gracias!”

“De nada…” dijo Haruhiro, saludándola vagamente, pero luego los ojos de Yume se abrieron de par en par.

“¡E-Estás sangrando! ¡Está goteando por todos partes!”

“Estoy bien.”

Había planeado que los cuernos peludos lo apuñalaran, y no habría heridas particularmente malas. Sin embargo, sí dolío. Su pecho y sus brazos estaban empezando a sentir el dolor gradualmente, pero no lo obstaculizaría en el combate, y pensó que podría tolerarlo. Solo necesitaba que Mary lo curara más tarde.

“Yume, vuelve a donde están Mary y Shihoru. Puede haber nuevos enemigos.”

“¡S-Seguro! ¿Y tú, Haru-kun?”

“Parece que es más rápido para mí matar a los guorellas.”

Inhala, exhala.

Húndete. Stealth.

¿Lo había adquirido o algo por el estilo? Pudo deslizarse más fácilmente que antes.

Mejorar era algo extraño, no como subir una ladera. En lugar de lentas ganancias incrementales, parecía venir en pasos. Trabajaría en algo todos los días, inventando varios trucos, pero no cambiaría mucho. Luego, después de eso continuaría por un tiempo, en algún momento, él rápidamente subiría un escalón. De repente podría hacer lo que le había frustrado todo ese tiempo que no podía.

¿Había subido un escalón? Incluso si eso es lo que era, no podía dejar que se le subiera a la cabeza, y tenía que ser cauteloso.

Kuzaku usó Block para tomar el ataque del Macho A, ocasionalmente usando Bash y Thrust para contraatacar. Yanni estaba usando Kuzaku como un escudo de carne mientras se concentraba en interrumpir al Macho A.

No parecían apresuradamente lanzados estando juntos. Mientras más miraba Haruhiro, más parecían una buena pareja. Pero carecían de la capacidad de aterrizar el golpe decisivo.

Conociendo la fuerza de Kuzaku, no sería imposible para Kuzaku penetrar en la piel como caparazón de un guorella con su gran katana, pero tendría que darle una estocada con un serio impulso, o un corte tan fuerte como pudiera para hacerlo. Para poder llevarlo a cabo, primero tendría que evitar que el guorella se moviera. Si eso era demasiado difícil, necesitaría por lo menos desequilibrarlo.

El estilo de pelea de Kuzaku era confiable. Él atraía a tantos enemigos como pudiera, los hacía atacarlo, rebotaba todos sus esfuerzos y protegía a sus camaradas. Estaba poniendo todo lo que tenía en su papel de tanque.

Eso no era en sí mismo algo malo, por supuesto. De hecho, era encomiable. Había hecho bien en crecer tanto.

Desearía poder darle mi alabanza sin reservas, pero... pensó Haruhiro. Honestamente, no sería suficiente.

Si se atreviera a decirlo, Moguzo había desempeñado su papel de tanque mientras también tenía suficiente poder para decidir el resultado de las batallas. Moguzo había sido un guerrero, y Kuzaku era un paladín defensivo.

Aún así, a pesar de esa diferencia, Kuzaku tenía una altura, brazos largos y una fuerza extraordinariamente grande que superaban a las de Moguzo. Debería haber sido capaz de hacer más. Si bien su defensa era casi completamente sólida ahora, eso debería estar dándole vida a sus ataques. Conociendo su personalidad, Kuzaku debía querer contribuir más al party. Además de ese deseo, Kuzaku tenía la habilidad.

Kuzaku se enfocaba en una cosa hasta el punto de ser única. Esa era una fortaleza. Sin embargo, una vez que establecía un camino, se lanzaba hacia adelante como un jabalí enfurecido, sin mirar para ver lo que estaba a cada lado de él.

Haruhiro era el líder, por lo que tenía que tomarlo por las riendas, señalando a Kuzaku de esta o aquella manera. Si Kuzaku comenzaba a estancarse, sería culpa de Haruhiro. Parecía presuntuoso decir esto, pero ¿no era el deber de Haruhiro convertir a Kuzaku en un paladín que fuera más que solo un tanque? Aun así, no sería bueno que Kuzaku se excediera, y las cosas estaban bien por ahora.

Lo terminaré.

Haruhiro no estaba siendo demasiado entusiasta. Sintió que era natural, y dado que lo haría.

Haruhiro se movió por el campo para acercarse por detrás al Macho A.

No era solo el Macho A; todos, incluidos sus camaradas, habían dejado de prestarle atención a Haruhiro. Por eso el Macho A no se dio vuelta…

¡Weruu, ruu, ruuuu, ruu, ruu, weruuuuuu!

Hubo un sonido que no habían escuchado antes. Probablemente no muy lejos.

El sonido no provenía de decenas de metros de distancia; era al menos cien metros, o en algún lugar tan lejos. A juzgar por el momento, el instante en que el Macho A lo escuchó, dio un giro brusco y sus ojos se encontraron con los de Haruhiro.

Haruhiro no pudo evitar sentirse nervioso por eso. No había forma de que pudiera haberlo predicho.

Pero bueno, así era la vida. Cosas como estas sucedían. Si evitaba morir de un solo golpe, no estaría solo, tenía camaradas, superarían esto.

Haruhiro bajó sus caderas y se preparó. Muy bien, ven aquí, pensó.

Sin embargo, el macho Macho A no se dirigió hacia Haruhiro. Pasó por el lado de Haruhiro, aunque no justo a su lado, caminando con los nudillos a toda velocidad para llegar a un lugar bastante distante.

En este caso, no es caminando con los nudillos, es corriendo con los nudillos, ¿eh? Bueno, es demasiado problema para distinguirlos, así que caminar está bien, pensó Haruhiro.

Él ni siquiera había sido considerado una amenaza. El Macho A se había retirado sin siquiera mirar a Haruhiro. Probablemente ese ruido había sido el grito de un guorella, una señal para retirarse.

“…¿Se escapó?” Dijo Kuzaku, sus hombros se agitaban con cada respiración. “¿Crees que es eso?”

Yanni se movió lentamente y sostuvo la linterna, mirando alrededor inquieta.

¡Weruu, ruu, ruuuu, ruu, ruu, weruuuuuu!

Ese grito otra vez.

Haruhiro pensó un poco, luego Mary los curó y decidió dirigirse a la atalaya norte. Por supuesto, no bajaría la guardia, pero probablemente no encontrarían enemigos.

Este no era él siendo complaciente. Había un flujo en estas cosas. Los guorellas se habían retirado. Probablemente no volverían a atacar de inmediato.

Aunque se llamaba atalaya, era lo suficientemente alta como para poder saltar sobre ella, y no tenía techo, lo que la hacía más como una simple plataforma. La atalaya del norte se había derrumbado, y las patas de apoyo y la cesta que mantenía el fuego de su guardia habían sido destruidas también, quedando tendidas en el suelo cerca.

Había un solo guarda colapsado boca abajo al lado de la leña humeante que no se había apagado por completo. Mary se apresuró, tratando de levantar al guarda, pero se detuvo a mitad del esfuerzo, con los hombros caídos.

Yanni le dio la vuelta al guarda en su lugar. El guarda no tenía rostro. Los guorellas lo habían atacado repentinamente y le habían mordido el rostro. Obviamente, el guarda estaba muerto.

Escucharon ese mismo, ¡weruu, ruu, ruuuu!, llamar cinco veces, y luego se detuvo. Luego comenzaron a escuchar o no escuchar tamborileos de todas partes.

¿Volverían con Jessie o se quedarían aquí? Era una decisión difícil, pero Yanni no se estaba alejando del cadáver del guarda. Haruhiro se sentía incómodo dejándola sola, y si quería que volvieran, Jessie probablemente enviaría un mensaje.

Él y los demás decidieron quedarse en los restos de la atalaya norte y esperar a ver qué hacía el enemigo. Pero estaba seguro de que no se moverían.

No pensó ni por un momento que este era el final, pero probablemente solo los intimidarían con el tamborileo y no atacarían. Por alguna razón, Haruhiro estaba casi seguro de eso.

Como predijo, el tamborileo se detuvo cuando el cielo comenzó a brillar, y finalmente los guorellas solo lanzaron ese asalto esa noche.

Poco después del amanecer, Jessie deambuló sobre sí mismo. Acariciándose la barbilla, le preguntó a Haruhiro: “¿Qué piensas?”

“Supongo que volverán.”

Habría sido bueno que ese no fuera el caso, pero tenía que dar esa respuesta. Sin embargo, no tenía pruebas concretas, por lo que no estaba definitivamente seguro de que lo dijera. En cierto modo, era su intuición. Sin embargo, en su mente, Haruhiro imaginaba un solo guorella con tres o cuatro espaldas rojas a su disposición, liderando una gran tropa de más de cincuenta.

Un espalda roja entre espaldas rojas. Se jactaba de un cuerpo inusualmente grande, y era fuerte, pero más que eso, era ingenioso y astuto. Estaba disfrutando de la caza. Siguió a Haruhiro y al party mientras hacían lo mejor para correr, y se llenó de alegría al encontrar un nuevo terreno de caza en la Tierra de Jessie. Había decidido que sus subordinados descansaran, como si se estuvieran haciendo esperar.

Esa escena podría ser la imaginación de Haruhiro, pero eso era algo bueno. Si veían que el enemigo era más aterrador y tenían más números de los que esperaban, los guorellas escaparían. Haruhiro estaba casi rezando, así es como era.

“Denko,” dijo Jessie con una mirada a los restos del guarda. “Él incluido, perdimos tres guardas. Eso deja a veintiún guardas, ustedes y yo.”

“¿No dejarás que Setora sea liberada?” Dijo Haruhiro. “Ella sería una gran ventaja en la batalla.”

“No puedo ver a alguien de la aldea peleando por la Tierra de Jessie.”

“Eso no solo va para Setora. Somos iguales.”

“¿Por qué no huyeron ustedes? Si mataran o detenieran a Yanni, pudieron haberlo hecho.”

“Honestamente, nunca se me pasó por la cabeza, pero eso hubiera significado dejar atrás a Setora, ¿verdad? No estoy seguro de poder hacer eso. Además, nuestro Kuzaku parecía llevarse bien con Yanni-san.”

“Uh, escucha,” interrumpió Kuzaku. “Déjame poner esto así, Yanni-san y yo no estamos en esa clase de relación.”

“…No pensé que lo estuvieras, hombre.”

“Quiero decir, Yanni-san podría no verlo, pero puede ser linda, ¿sabes? Supongo que es grosero decir que no lo ve.”

Yanni parecía haberse dado cuenta de la conversación. “¡¿Ahh?!” Le dio una patada a Kuzaku en en trasero.

“¡Yowch! ¡Oye, deja la violencia, Yanni-san! ¡Eso no es lindo!”

Shihoru sonrió con ironía. “Ustedes dos realmente parecen cercanos.”

“Básicamente, significa que tiene buenas habilidades de comunicación, a diferencia de mí…” Mary murmuró para sí misma.

“Yume también hizo amistad con Tuokin.” Yume hinchó una de sus mejillas. “Jessie, Tuokin no está herido, ¿verdad? ¿Él está bien?”

“Tuoki está ileso,” dijo Jessie encogiéndose de hombros. “Él es el líder de los guardas. Puede ser pequeño, pero es inteligente.”

“Fwoo,” dijo Yume, mirando impresionada. “Yume sabía que Tuokin era bueno en su trabajo. Él puede hacer cosas cuando lo intenta.”

“Por cierto, el guardas en quien confío más junto a Tuoki es Yanni,” continuó Jessie.

“Ella es fuerte, después de todo,” dijo Kuzaku.

“¡Nara!” Gritó inmediatamente Yanni y lo pateó en el trasero. Kuzaku llevaba una armadura, pero parecía bastante doloroso.

“Oh, también, haz que los residentes…” Haruhiro comenzó a decir, luego miró hacia el sur. No es que haya escuchado algo... pensó. Sin embargo, solo pudo decir que algo le molestaba.

“Eso fue descuidado de mi parte.” Jessie se volvió y se dirigió hacia atrás. “¡Yanni! ¡Afta ewa!”

Yanni miró el cuerpo de Denko, mostrando un poco de vacilación. Aún así, ella respondió de inmediato, “¡Yai!” Y salió corriendo.

“¡¿Haruhiro-kun?!” Gritó Shihoru.

Haruhiro gritó: “¡Vamos!” A sus camaradas, y siguió a Jessie y Yanni.

Jessie parecía calmado, pero Yanni estaba en pánico. De vez en cuando intentaba acelerar el ritmo, solo para que Jessie se lo dijera.

“Yanni-san…” Kuzaku parecía terriblemente preocupado por Yanni. “Oye, Haruhiro, ¿no crees…?”

Antes de que Haruhiro pudiera responder, Probablemente, Yume dijo: “¡¿Gworellons?!” Algo que podría no tener sentido, pero sintió que tenía sentido. “¡Yume dejó de escuchar sus voces, así que se sentía completamente relajada!”

“…Eso podría haber sido una trampa,” dijo Shihoru.

Ella probablemente tenía razón.

“¡Setora!” Gritó Mary.

No era que Haruhiro no hubiera estado pensando en Setora y su grupo. Pero fue un poco sorprendente. No era solo Mary; ninguna de las relaciones de sus camaradas con Setora podría considerarse buena.

“¡Haru! ¡Si Setora está en la prisión, no puede escapar! ¡Tenemos que apresurarnos y salvarla!”

“Oh, sí.”

“¡Estoy segura de que Setora está esperando a que vayas por ella!”

“P-Probablemente tengas razón…”

¿Qué era esto? Haruhiro presionó su mano contra su pecho. Esta sensación desagradable. Mary no estaba diciendo nada malo. A pesar de eso, ¿estaba irritado? ¿Pero por qué Haruhiro se irritaría? No, sentía que no estaba exactamente irritado. Sin embargo, si le preguntaras qué era este sentimiento, no podría decírtelo.

Kuzaku levantó su voz, por alguna razón. “¡¿Setora incluso tiene importancia?!”

“¡Obviamente importa!” Mary respondió de inmediato.

“¡Está bien, decir que no importa puede ser un poco demasiado, pero aún así! ¿Ella tiene tan alta prioridad? ¡Quiero decir, ella ni siquiera es una de nosotros, ¿sabes?!”

“¡Ella ha salvado nuestras vidas una y otra vez! ¡Además, Setora ama a Haruhiro!” Mary gritó de regreso.

“¡Ese es su problema, ¿no?! ¡Haruhiro está siendo forzado a interpretar a su novio, o amante, o lo que sea, porque no tenía otra opción! ¡No es que eso marque la diferencia!”

“¡¿Entonces estás diciendo que simplemente la abandonemos?!”

“¡No estoy diciendo eso! Solo…”

“¡¿Solo?!”

“¡Oh, bien, lo que sea! ¡No quiero pelear contigo! ¡Quiero decir, ni siquiera entiendo porqué la apoyas tanto!”

“¡Yo tampoco!”

Si la discusión hubiera continuado, Haruhiro podría haber intervenido para detenerla. O tal vez no. Después de todo, no podría haber dicho nada. Se preguntó cuál hubiera sido. Él no lo sabía.

En cualquier caso, era bueno que lo hayan solucionado. Le dolía el estómago. ¿Por qué Kuzaku y Mary discutirían sobre Setora? Podía entender la posición de Kuzaku, pero mientras él no era Kuzaku, era incomprensible para Haruhiro el porqué Mary se pondría del lado de Setora.

¿Tal vez Mary realmente piensa que debería juntarme con Setora? No necesito que ella lo decida por mí, aunque…

Bueno, no es que pretenda abandonar a Setora.

Podía oír lo que él pensaba que eran gritos. Tal vez eran otros trescientos metros hasta la aldea. ¿Qué estaba pasando ahí? ¿Estaba sucediendo algo? No podían verlo todavía, pero esto no era bueno. Se veía mal.

Haruhiro de repente se dio cuenta de que algo estaba mal. O más bien, finalmente se dio cuenta de que algo estaba mal con él. Cuando se despertó a solas con Mary, se sintió eufórico. Cuando los guorellas aparecieron, pudo haber estado más tenso.

Él había estado tranquilo. Tal vez demasiado tranquilo. Para empezar, no era del tipo de persona que se dejaba absorber por las cosas, pero igual podría haber una distorsión, aunque pequeña, entre él y la realidad.

Los gumows no eran tan diferentes de los humanos. Incluso si pensara eso, Haruhiro probablemente solo hubiera visto los restos del guardabosque que cayó en la torre norte como un objeto. ¿Había simpatizado aunque sea un poco con Yanni, que había perdido a uno de los suyos? Apenas. No, en absoluto. No se sentía real, de alguna manera. Como si estuviera en un juego.

Aunque esto no es un juego.

En la distancia, Haruhiro vio a un guorella atravesar una puerta y entrar a una casa. Ese guorella estaba caminando con los nudillos de casa en casa era probablemente un espalda roja. ¿Cuántos guorellas habían llegado a la aldea?

“¡Haruhiro!” Jessie le lanzó algo. “¡Saca a la mujer Shuro de aquí!”

La llave de la prisión. Era la llave de la celda.

“Bien,” dijo Haruhiro y la tomó. “¡¿Donde está ella?!”

“¡Shihoru debería saber! ¡Yanni, wolla!”

“¡Yai!”

Jessie se llevó a Yanni con él, y parecía que planeaba actuar por separado de Haruhiro y los demás a partir de ahora.

“¡Los dirigiré!” Shihoru intentó moverse hacia arriba.

“¡No!” Haruhiro la detuvo. “¡Kuzaku, toma el frente! ¡Shihoru, quédate atrás y dinos el camino!”

“¡Vale!” Llamó Kuzaku.

“…¡De acuerdo!”

“¡Yume, mira el área que nos rodea! ¡Mary, cubre a Shihoru y Yume!”

“¡Nyan!”

“¡Seguro, déjamelo a mí!” Mary llamó.

“¡Haruhiro-kun, ahí!” Shihoru señaló hacia adelante y hacia la derecha.

Haruhiro dudó. Estarían en la aldea pronto.

Hubo gritos de los gomuros y los rugidos de las guorellas. Había un número de gumows colapsados ​​en el camino. Todos ensangrentados. Sus brazos y piernas fueron arrancados, y sus rostros fueron mordidos. Incluso había gumows a los que les habían aplastado la cabeza.

La mayoría de ellos no se movían. Probablemente no estaban respirando. No eran solo adultos; habían niños también. ¿Por qué no estaban en sus casas? Esto no era bueno. ¿Pensaban que la crisis había terminado cuando salió el sol? Jessie no debío haberles dicho que estaba bien salir todavía.

No, justo cuando pensaba eso, varios gumows salieron corriendo de una de las casas. Entonces un guorella los siguió. El guorela había ido a esa casa, por lo que no les quedaba más remedio que huir. ¿Eso fue? Pero incluso si corrían…

Ohh. Esto era horrible.

El niño gumow, probablemente el equivalente de un niño humano de cinco o seis años, fue capturado por el guorella. Era un macho joven. El macho joven empujó al niño gumow, luego mordió la cabeza del niño. La aplastó con sus dientes, no lo comió, solo lo escupió. Luego, retorció un brazo, y lo mordió.

La madre gumow soltó un grito y trató de cargar contra el guorella, pero el padre gumow la atrapó y la sujetó con los brazos detrás de ella.

¿Qué iba a pasarle a esa familia? Él no lo sabía.

Haruhiro y los demás tenían que dar vuelta a la derecha en la aldea y encontrar la prisión donde Setora estaba cautiva. No podían salvar a esa familia, y no tenían tiempo para verlos cumplir su final. Haruhiro no estaba seguro de si se sentía mal por eso o no.

Pero si lo hiciera, debería haberlos salvado sin dudarlo. O más bien, ¿no lo habría intentado? Al final, los gumows no eran humanos. Eran feos, y además, aunque no podía decir que esto no tenía nada que ver con él, era una crisis. No podía simpatizar con todos y cada uno de ellos.

Al mismo tiempo que pensaba eso, también pensaba que estaba equivocado. Él sintió compasión por ellos. Pero ¿qué podía hacer? No había nada.

“¡Por ahí!” Señaló Shihoru.

La puerta del edificio que Shihoru señaló estaba rota, y había incluso dos guorellas en el techo. Eran pequeños, claramente diferentes de los machos. Esos dos eran hembras.

Kuzaku estaba intimidado, su voz chillona. “¡Esto no es gracioso!”

“¡Esos son tuyos!” Haruhiro tocó a Kuzaku en el brazo. “¡Voy a mirar dentro!”

“¡Esto es una locura, Haruhiro! ¡No me puedo imaginar que ella esté bien!”

“¡Lo que sea, solo hazlo! ¡No lo sabremos hasta que lo verifiquemos!” Haruhiro tomó aliento y se relajó. “¡Todos, apoyen a Kuzaku! ¡Soy el único que necesita entrar por ahora! ¡Si los necesito, gritaré!”

“¡No, incluso si gritas…!” Kuzaku golpeó su escudo con la mano que usó para sostener su gran katana. “¡Maldición! ¡Hey, vengan a mí, hembras guorellas! ¡Voy a joderlas! ¡No de esa manera, sin embargo! ¡Solo digo!”

Parecía que las dos hembras estaban interesadas en Kuzaku. Aprovechando esa apertura-

Húndete. Stealth.

Al parecer, no había ventanas en este edificio. Tenía que entrar por esa puerta.

Yume lanzó una flecha a las hembras, y Shihoru lanzó a Dark.

Haruhiro entró al edificio a través de la entrada.

Había tres habitaciones en el lado izquierdo y derecho de un pasillo separado por barrotes. El que estaba detrás de los barrotes de la habitación delantera derecha era Enba. El nyaa estaba dejando escapar gritos agudos.

“¡Goooohhh! ¡Gaaahhhh! ¡Oooohhhh!” Un guorella estaba lanzando gritos increíbles mientras sacudía violentamente los barrotes en la habitación trasera derecha. Setora tenía que estar ahí.

Los barrotes parecían ser una mezcla de hierro y madera, pero uno de los guorellas parecía que iba a derribarlos en cualquier momento. Desafortunadamente, el pelaje de ese guorella era rojo. Era un espalda roja.

No dudes. Haruhiro sacó su estilete y lo sostuvo al revés. El espalda roja no lo había notado. Él entraría así.

Cuando trató de caminar hacia adelante, el espalda roja miró hacia él, con las manos todavía en los barrotes.

Haruhiro tragó saliva. Todo su cuerpo se puso rígido. Su corazón se aceleró, y sintió un fuerte latido.

Era extraño, pero el espalda roja entrecerró los ojos, mostró sus colmillos… y sonrió. Eso era lo que parecía.

Ahora que había sido detectado, no podía escapar. No había ninguna posibilidad. Haruhiro lo sabía. Si no corría, lo mataría.

En ese momento, no pensó ni un poco en Setora. Al final, eso probablemente era lo mejor.

Haruhiro inmediatamente hizo una mueca. En el mismo momento en que el espalda roja despegó en una carrera, o tal vez Haruhiro fue un poco más rápido.

En el momento en que salió por la entrada, Haruhiro saltó hacia la derecha. Sintió algo así como una explosión justo detrás de él. El espalda roja había estallado, aparentemente.

“¡¿Gah?!” Gritó Kuzaku.

¿Kuzaku había sido enviado a volar por el espalda roja?

Haruhiro rodó, se levantó y miró hacia el techo. Las guorellas hembras todavía no habían bajado. Yume no estaba muy lejos.

“¡Yume, aquí está la clave! ¡Libera a Setora!” Gritó Haruhiro.

“¡Nyaan!” Yume atrapó la llave que Haruhiro le lanzó, y se dirigió a la entrada del edificio.

“Vaya…”

Ese fue Kuzaku. ¿Qué?

El espalda roja.

El espalda roja estaba balanceando a Kuzaku. Por su pierna. El espalda roja había agarrado la pierna de Kuzaku, y lo estaba azotando en círculos.

“¡Kuza—!”

“¡Zaaaaaaaaahhhhhhh!” El espalda roja lanzó a Kuzaku.

Oye.

Vamos.

¿Cómo puedes hacer eso?

Kuzaku estaba volando. Trazó una parábola suave, luego colisionó con una casa no a diez, sino a veinte metros de distancia.

“¡Mary!” Gritó Haruhiro, luego trató de cargar contra el espalda roja.

¿Y qué? Se exigió a sí mismo. ¿Qué haré? ¿Es este un enemigo al que puedo enfrentar directamente?

Inhala.

Exhala.

Bueno. Ahora relájate.

Tengo que aflojar mis rodillas. Mis codos. Mis muñecas y tobillos. Aflojar todas mis articulaciones. Inclinarme un poco hacia adelante. Esto es bueno.

Él se lamió los labios.

Mary estaba corriendo hacia Kuzaku ahora.

Shihoru estaba escondida detrás de un edificio cercano.

Yume ya estaba dentro de la prisión.

Las dos hembras estaban en el techo, igual que antes.

El espalda roja arrugó su rostro cubierto de piel como caparazón, y sonrió de nuevo.

Eso casi arrastró a Haruhiro a sonreír un poco también. Por supuesto, no fue porque era divertido. Eso no era todo.

Ese idiota. ¿Se está burlando de mí?

“¿Cuál es tu problema, amigo?” Gruñó Haruhiro.

“Ohh.” El espalda roja entrecerró la boca y vocalizó. Estaba totalmente burlándose de él.

Aun así, no tenía que enojarse. Haruhiro respiró otra vez.

Iba a ser muy difícil derrotar a las hembras, y más aún al espalda roja, pero tenía que ganar tiempo de alguna manera. Había muy pocas cosas que Haruhiro podía hacer, pero bueno, haría lo que pudiera. Él daría el cien por ciento.

El espalda roja le dio la espalda.

“…¿Eh?” Dijo Haruhiro.

Inmediatamente, pensó: no estés decepcionado. En el momento en que se relajó, podría darle una oportunidad.

Sus preocupaciones fueron en vano.

El espalda roja giró la cola hacia él y salió corriendo, y las dos hembras se fueron a otra parte también.

“No tengo idea de lo que acaba de pasar…”

Fuera lo que fuera, lo había salvado. Eso era lo importante ahora. Él tenía que cambiar de marcha.

Shihoru salió de su escondite y corrió. “Justo ahora…” fue todo lo que dijo.

Setora, Enba, Kiichi y Yume salieron del edificio. Setora bajó la cabeza y parecía enojada. Así era como se veía, pero no lo estaba.

“Haru,” dijo, “gracias… Tú también, Yume.”

“Oh…” dijo Haruhiro torpemente. “N-No pienses nada de eso.”

“¡Nyuh!” Yume cerró un ojo y le dio un pulgar hacia arriba.

Todos corrieron hacia donde estaban Kuzaku y Mary. Kuzaku se lesionó con algunos huesos rotos, moretones y una herida, por lo que Mary ni siquiera tuvo que usar Sacrament. Ella fue capaz de curarlo con solo Cure.

“Hombre, hay momentos en que me maravilla lo fuerte que soy,” dijo Kuzaku.

“Eso no es algo malo.” Mary lo miró levemente. “Pero no te confíes demasiado.”

“Bueno. Lo siento por todos los problemas. Me disculpo.”

“No tienes que hacer eso. Es mi trabajo.”

“¿Y?” Setora parecía haber vuelto a su yo habitual. “¿Nos vamos de aquí?”

Haruhiro intercambió miradas con Shihoru.

Aprovechando el caos para escapar de la Tierra de Jessie. No sería imposible. Esa era la sensación que tenía. Incluso podría ser lo que deberían hacer. Si solo consideraban lo que era beneficioso para ellos, o su propia seguridad, eso era probablemente lo mejor que podían hacer.

Shihoru bajó la vista primero. Ella no podía decidir. Eso debe haber sido lo que Shihoru estaba pensando. Probablemente se sentía mal por no poder expresar una opinión.

Estaba bien. Shihoru estaba tratando de disminuir la carga de Haruhiro. Eso era suficiente. Realmente estaba ayudando.

¿Por qué necesitaban un líder? Para tomar una decisión en cualquier situación. Eso era lo que hacía un líder, y ese era el papel de Haruhiro.

Él podría equivocarse. Podría arrepentirse de sus decisiones. Pero aun así, si chocaban con una encrucijada en el camino, izquierda o derecha, él tenía que elegir.

“Tenemos que perseguir a los guorellas.” Haruhiro ajustó ligeramente su agarre en su estilete, tomando una respiración superficial. Miró por el rabillo del ojo hacia la derecha. “De cualquier manera, si no nos deshacemos de ellos, podemos huir, pero no podemos escapar.”

“Bueno, sí.” Kuzaku dejó escapar una pequeña risa dentro de su casco, y luego agregó, “¡Sí!” Claramente fue un grito para mentalizarse.

“Vamos a mantenernos alerta mientras avancemos.” Mary preparó su cabeza, cubriendo a Shihoru que estaba detrás de ella e hizo el signo del hexagrama. “Oh Luz, que la protección divina de Lumiaris sea contigo. Protection.”

Shihoru miró el hexagrama que apareció en su muñeca, luego asintió. “¡Uno por uno… y estar seguros de eso!”

“Por ahora…” Yume apuntó una flecha, luego la soltó. “¡Empecemos desde ahí!”

La flecha que Yume soltó golpeó a un guorella macho joven a unos cincuenta metros de distancia que estaba festejando con un gumow y rebotó.

“Enba, ayúdalos.” Setora sostuvo a Kiichi en sus brazos y le dio órdenes al golem. “No hay elección. Todos estamos en el mismo barco aquí.”

El macho joven cargó directamente hacia ellos en una loca furia.