Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 10: Las Canciones de Amor no Llegarán

Capitulo 9: ¿Por Qué?

Parte 2

Naturalmente, así era como se sentía. En realidad, no tomaría en cuenta el sabor de esta comida en su decisión. Sin embargo, sería difícil salir con una mala impresión. Él ya había comido dos después de todo.

“Dejémoslo así… ¿de acuerdo?” Dijo. “Después de todo, de repente como todo lo que quiero, podría darle un shock a mi cuerpo.”

Mary se rió. “Eso es muy parecido a ti, Haru.”

“¿Eh, en serio? ¿Cómo es eso?”

“La forma en que intentas calmadamente controlarte a ti mismo. Siempre estoy pensando en cómo necesito aprender de tu ejemplo.”

“No soy nada especial… ¿sabes? No realmente.”

“La forma en que eres humilde al respecto también.”

“Hmm…” Haruhiro rascó su cuerpo por todas partes.

No era bueno para recibir cumplidos. No era que no fuera feliz, solo que lo avergonzaban, y no quería ser un engreído.

Quiero decir, obviamente, ¿verdad? Estaría en la luna para que Mary me felicitara tanto. Es por eso que quiero que se detenga. No quiero estar muy feliz. Cuando suceden cosas buenas, me preocupo. Hay buenos y malos momentos. Por cada pendiente ascendente, viene una cuesta abajo. Vivimos en una red de bienestar y dolor, dicen.

“Mary,” dijo.

“¿Sí?”

“Me siento como…”

La ventana de este edificio estaba en una especie de posición elevada, su postigo de madera estaba abierto y había postes de madera que lo sostenían. Afuera estaba silencioso.

Hasta que…

To, to, to, to, to, to, to, to, to, to, to, to, to, to…

Ese fue el sonido que escuchó.

De ninguna manera, pensó. En su corazón, no quería creerlo, pero el cuerpo de Haruhiro reaccionó rápidamente.

Se levantó de un salto para pararse en la cama e intentó mirar por la ventana. No era bueno, eh. Estaba oscuro y no podía ver. Pero todavía podía oír ese distintivo sonido to, to, to, to, to, to, to, que hacía eco en la distancia.

“Un guorella espalda roja…”

“No puede ser…” Mary se quedó sin palabras.

Él podía entenderla. Haruhiro se sintió exactamente de la misma manera.

Los guorellas eran extrañamente tenaces. Haruhiro había matado al líder espalda roja de esa tropa. A pesar de eso, todavía seguían persiguiéndolos. Parecía que esta era una tropa excepcional, y tenían múltiples espaldas rojas. El party había logrado perderlos de alguna manera, arriesgando sus vidas y saltando por un precipicio. Así era como se suponía que fuera.

No era solo el sonido de tamborileo. Escuchó otros ruidos también. Gritos. Él no sabía lo que estaban diciendo. ¿Estaba en el idioma gumow? Había luces yendo y viniendo. Antorchas, aparentemente.

La puerta se abrió y la habitación se iluminó.

“¡Mary! ¡¿Haruhiro-kun?!”

Era Shihoru. Detrás de Shihoru, que los había llamado por sus nombres desde la puerta, había un hombre rubio que llevaba una antorcha. Jessie.

“Estás despierto, eh. Perfecto. Parece que voy a pedir tu ayuda,” Jessie dijo claramente.

Él habló como si no estuviera tenso en absoluto. Su expresión también era tranquila.

Haruhiro se armó con su estilete, y su cuchillo, junto con su capa y otros equipos que habían sido distribuidos en una esquina de la habitación, luego abandonó el edificio junto con Mary. Estaba un poco inestable en sus pies, pero si seguía moviéndose, estaría bien. Era bueno que hubiera conseguido algo de comer.

La aldea sorprendentemente estaba tranquila. Los aldeanos no entraron en pánico y salieron corriendo de sus casas y huyeron a quién sabe dónde o algo por el estilo.

“Les ordené que no salgan de sus casas,” explicó Jessie mientras caminaban. “Parece que están escuchando por ahora. Por cierto, los gumows vistiendo abrigos verdes como el mío son diferentes. Los llamo el Escuadrón de Guardas. Son como mis manos y piernas, se podría decir. Son tan buenos como los soldados voluntarios en Altana.”

El edificio en el que Haruhiro y Mary habían estado aparentemente estaba en el borde exterior de la aldea. No habían edificios a su alrededor. Este camino ya estaba en los campos. Había una serie de llamas en la distancia. No se veían grandes, pero aparentemente tenían atalayas.

“¿Cuántos hay?” Preguntó Haruhiro. “Um… de esos guardas, quiero decir.”

“Veinticuatro,” respondió Jessie.

Jessie guió el camino, Haruhiro estaba detrás de él, y Shihoru y Mary estaban una al lado de la otra, cerrando la marcha.

To, to, to, to, to… to, to, to, to, to… to, to, to, to, to, to, to, to…

El sonido de tamborileo nunca se detuvo. Desde aquí, y desde ahí también.

“¿Algún daño?” Preguntó Haruhiro.

“No—” Jessie comenzó antes de negar con la cabeza. “No estoy seguro. Aún no.”

¿Era culpa de ellos?

Haruhiro y los demás habían llevado los guorellas a la Tierra de Jessie. Eso podría ser cierto, pero Jessie también era responsable. Jessie podría haber alejado a Haruhiro y a los demás, o haberlos matado a todos. No estaba claro por qué, pero él no había hecho eso. Este era el resultado. Por lo tanto, podría decirse que él se lo había explicado a sí mismo.

Jessie salió a un camino estrecho. Había una pequeña choza adelante.

Delante de la choza, alguien gritó: “¡Ahhh!” En voz alta, y agitó una antorcha. “¡Es Haru-kun! ¡Shihoruuu! ¡Mary-chan también!”

“¡Yume!” Gritó Haruhiro.

Además de Yume, había otro guarda con abrigo verde en la choza.

Jessie dijo: “Ese es Tuoki,” y luego presentó a Haruhiro y los demás, a lo que el guarda de piel morada asintió.

“Oh, hola… soy Haruhiro.”

“Tuokin aquí es un tipo realmente capaz, ¿sabes?” Yume le dio una palmada a Tuoki en la espalda, haciéndolo toser.

“¿Yume, eres amiga de él?” Preguntó Haruhiro, sorprendido.

“Solo un poco. Yume acaba de conocerlo, ¿sabes? Sin embargo, tal vez Yume y Tuokin sigan siendo amigos. ¿Verdad, Tuokin?

“A-Ah…”

“Parece que podría estar un poco preocupado por eso…” dijo Shihoru.

Yume gritó: “¡¿Nyaeh?!” Sus ojos se abrieron de par en par, y giró para mirar la cara de Tuoki. “Tuokin, ¿Yume te está molestando? ¿Es demasiado pronto para llamarla tu amiga?”

“…Wah.”

“Yume…” Mary negó con la cabeza. “Probablemente no te entienda.”

“¡Nuoh, entonces eso es todo!” Yume golpeó a Jessie en las costillas. “¡Jessie, si es así, interpreta lo que Yume dice un momento!”

“Sí… No, no tenemos tiempo para eso…” dijo Jessie.

“¡Fwah! ¡Está bien! ¡Haru-kun, estamos en un verdadero río aquí!”

“Lío, quieres decir. Es lío, no río…”

Bueno, honestamente, esto solo es que Yume era Yume, así que tal vez estaba bien como estaba. Él realmente no tenía tiempo para corregirla.

La choza parecía ser un almacén o una casa de descanso de algún tipo, pero había una escalera en el exterior del edificio y una simple atalaya incorporada en el techo. Jessie le dijo a Tuoki y Haruhiro que lo acompañaran y luego se subió a la atalaya.

Era estrecho ahí arriba, cuatro personas encajarían como máximo. Era solo un poco más alto que el segundo piso, pero no había obstáculos, por lo que podían ver a lo lejos.

Excluyendo la torre donde estaban ahora, había un total de otras ocho torres con fuegos encendidos de algún tipo. ¿Estaban posicionadas con una en el norte, sur, este y oeste, y luego una en el noreste, sudeste, noroeste y sudoeste?

“Por aquí es hacia el norte,” Jessie señaló y explicó.

Al igual que Haruhiro había pensado, las torres se colocaron en las direcciones cardinales e intercardinales.

To, to, to, to, to, to, to, to… to, to, to, to, to, to, to, to, to, to… to, to, to, to, to, to, to, to, to, to…

Escuchando con atención, habían tamborileos de guorellas provenientes de tres direcciones. El norte, el oeste y el suroeste.

“Esta es una situación excepcional,” dijo Jessie encogiéndose de hombros. “En una tropa de guorella, solo los espaldas rojas hacen el sonido de tamborileo. Para ser precisos, no es que nunca suceda, pero si lo hace un macho que no sea el espalda roja, se ve como un desafío para el espalda roja. Normalmente las hembras y los machos jóvenes de la tropa se ponen del lado del espalda roja, y el macho que comenzó a tamborilear es pulverizado.”

“He escuchado lo mismo,” asintió Haruhiro.

“¿De esa mujer de la aldea?” Preguntó Jessie.

“Te refieres a Setora, ¿verdad? Sí, eso es correcto. Estábamos en Darunggar, otro mundo diferente de Grimgar, y…”

“Ya he escuchado la esencia de esa historia de Shihoru. La Montaña del Dragón de Fuego, ¿eh? Suena interesante. Conociste a Unjo en Darunggar, ¿lo escuche?”

“¿Él es… alguien que conoces?”

“No. No lo conozco. Por mi parte, eso es.”

“…¿Eh?”

“¡Jessie!” Gritó Tuoki. Él estaba mirando hacia el noreste.

Mirando en esa dirección, se apagó uno de los fuegos de las torres de vigilancia.

“Hombre.” Jessie resopló. “¿El tamborileo fue una distracción? Asombroso.”

Él tenía razón, era increíble. Los guorellas habían usado el tamborileo para mostrar su existencia, diciendo: Estamos aquí, y vamos a atacarlos ahora. Intimidación. Luego, mientras lo hacían, se habían colado y atacado desde una dirección diferente.

“Uh, no estoy seguro de que este sea el momento de impresionarme,” dijo Haruhiro.

“Muy bien. Tuoki.”

Jessie le dio a Tuoki algún tipo de orden. Tuoki asintió con la cabeza, luego se apresuró a bajar la escalera. Probablemente iría a interceptar a los guorellas que venían del noreste.

Los siete fuegos restantes estaban intactos. El tamborileo continuó.

“Ese no pudo haber sido su objetivo principal… ¿verdad?” Dijo Haruhiro.

Jessie asintió. “Haruhiro. Si fueras tú, ¿qué tarea haría la vanguardia?”

“En lugar de usar un ataque ligero para mantenernos bajo control, podrían entrar lo más profundo que pudieran. Así es, los jóvenes… Si yo fuera los guorellas, enviaría a los machos jóvenes, llenos de vigor al ataque, creo.”

“Estoy de acuerdo. Parece que nos llevaremos bien.”

“No estoy tan seguro de eso…”

“¿No puedes decir que nos llevaremos bien por ahora?”

“No tienes que amenazarme. Haré lo que pueda. Puede que no tuviéramos la intención, pero guiamos a los guorellas aquí después de todo.”

“Esta es una tropa realmente inteligente,” dijo Jessie. “Sabían que eventualmente se dirigirían a un pueblo humano, así que los dejaron ir. Han matado a un espalda roja. Ese tamborileo. Probablemente haya varios espaldas rojas. Debe haber un gran líder liderando varias tropas.”

“¿Dónde está Kuzaku?” Preguntó Haruhiro.

“¿El tipo grande? Creo que estará aquí pronto. Les dije que lo trajeran.”

“¿Setora y Enba?”

“No confío personalmente en la gente de la aldea.”

“Podemos usarlos,” dijo Haruhiro. “Kiichi también.”

“Ese es el nyaa, ¿eh? Lo consideraré.”

“Los aldeanos que no son guardas… ¿no pueden pelear?”

“Nunca les he enseñado a hacerlo. Son criaturas muy bondadosas. Los guardas son los únicos que llevan armas. Supongo que tienen un cuchillo o algo así en todas las casas. Implementos agrícolas también.”

“¿Qué es este lugar?” Preguntó Haruhiro.

“La Tierra de Jessie,” Jessie respondió con una sonrisa satisfecha que parecía fuera de lugar. “El campo principal en el juego que estoy jugando.”

“¿Juego…?”

Una vez, Manato dejó pasar esa palabra. Él había dicho que esto era como un juego. Sin embargo, aunque la palabra era la misma, se sintió un poco diferente cuando Jessie lo dijo. No, no un poco, completamente.

“Pareces desconectado de alguna manera, Haruhiro.”

“…¿Me veo así?”

“Lo haces. No importa la vida que llevemos, al final es como un juego. Lo entiendes, ¿verdad?”

“Tú y yo no nos llevamos bien.”

“No,” dijo Jessie. “Solo piensas eso porque todavía no sabes nada. Si aprendes, verás claramente lo que quiero decir.”

“No importa lo que aprenda, eso no cambiará. No es un juego. No estamos jugando.”

Haruhiro no miró a Jessie. Sus emociones se estaban agotando. Él parecía estar enojado. Sin embargo, incluso si argumentaba en voz alta su caso, no podía probar que tenía razón, y realmente no quería demostrarle a Jessie nada mal o convencerlo.

Aun así, incluso si no tenía sentido, sintió la necesidad de decirlo.

Haruhiro respiró profundamente.

“Si morimos, todo habrá terminado y perderemos todo. Podemos pensar que somos pequeños y sin sentido. Puede ser una molestia, y puede ser doloroso, y podemos cansarnos de ello. Pero aún así, creo que de vez en cuando estoy contento de estar vivo. Significa que podemos reír y llorar después de todo.”

“¿Estás diciendo que es por eso que la vida es valiosa?”

“No se trata de si es valiosa o no. No sé lo que vale la vida. De cualquier manera, durante el tiempo que pueda pensar, no quiero dejar ir lo que tengo. No tengo más remedio que aferrarme a eso. Cuando comencé a hacer eso, finalmente me encontré rodeado de tantas cosas que ya no era tan fácil deshacerse de todo.”

“El hecho es que si sigues adelante y las tiras, te resultará sorprendentemente fácil.”

“¿Así es como es?” Dijo Haruhiro. “Bueno, estoy seguro de que tampoco quieres perder esta aldea.”

“Si los aldeanos de mi Tierra de Jessie, que trabajé tan duro para construir, fueran aniquilados por los guorellas aquí, supongo que me pondría un poco triste.”

“Haremos todo lo posible para evitar que eso suceda. Será mejor que todos se preparen para luchar en una batalla defensiva.”

“Hagamos eso.” Jessie levantó su ceja izquierda. “No es un juego por el momento.”

No mucho después de eso, Kuzaku fue llevado a la choza por una mujer guarda. El fuego en la torre norte se apagó después de eso.

Esta choza estaba a unos doscientos metros de la aldea. La torre norte estaba a alrededor de un kilómetro de distancia.

“Haruhiro, vete.” Jessie aparentemente no tenía intención de moverse de esta choza por el momento.

Cuando Haruhiro asintió, Jessie ordenó a la mujer que había traído a Kuzaku. Lo más probable es que él le estaba diciendo que fuera con ellos y los vigilara, o algo así.

Cuando bajó la escalera, Kuzaku gritó: “¡Hey!” Y extendió el puño, por lo que Haruhiro chocó ligeramente su puño con el de él.

“Seguro que es más fácil tenerte cerca, Haruhiro,” dijo Kuzaku. “Quiero decir, sin ti alrededor me siento muy  incómodo. Hombre, rs difícil.”

“Me estás asustando un poco,” dijo Haruhiro.

“¡¿Eh?! ¡¿Así es como respondes?!”

“Nah, estoy bromeando. Ah, pero tal vez yo no…”

“Severo, hombre. Pero estoy algo contento supongo.”

“¿Eh? ¿Por qué?”

“Quiero decir, estás siendo un poco más malo conmigo que antes. ¿Eso no es bueno?”

“Eres un M total,” murmuró Shihoru.

“¡No lo soy!” Kuzaku inmediatamente lo negó, luego ladeó la cabeza hacia un lado. “Ohh. Pero tampoco soy un S. Eso no es completamente yo. Puede que no sea un M total, pero si hablamos de S y M, bueno, ¿tal vez soy un poco M…?”

“Yume es una L, eh. ¿O tal vez una F?”

“¿F…?” Mary frunció el ceño, y parecía estar pensando seriamente en ello.

Encima de la choza, en la torre, Jessie se reía con ironía.

“¡Wolla!” La mujer guarda le dio un golpe a Kuzaku en el trasero.

“¡Oh, sí, señora!” Kuzaku empujó la espalda de Haruhiro. “¡Haruhiro, vamos! ¡Yanni-san es una buena persona, pero da miedo cuando está enojada!”

La mujer con la cara de color crema, cuyo nombre era aparentemente Yanni, gritó: “¡Waouf!” Sí, ella era una gumow aterradora.

“Está bien, vámonos,” dijo Haruhiro. “Si llevamos antorchas, estamos destinados a ser objetivo, así que estoy contando contigo, Kuzaku. Toma la delantera. Yume, quédate en la parte de atrás. Protege a Mary y Shihoru. Esta puede ser una batalla larga, así que conserva tu poder por ahora, Shihoru. Estaré detrás de Kuzaku.”

“¡Vale!’

“¡Nrryanr!”

“¡Está bien!”

“…¡De acuerdo!”

Cuando partieron, Yanni rápidamente pasó a Haruhiro para caminar junto a Kuzaku. A diferencia de Kuzaku, el tanque fuertemente armado del grupo, Yanni no llevaba armadura ni casco. ¿No era peligroso el frente de la línea? Claro, ella probablemente fue asignada para vigilarlos, pero podría hacer eso por detrás. Pero incluso si él decía eso, parecía probable que se enojaría con él. Bueno, incluso antes de eso, ella no entendería sus palabras.

Haruhiro tenía la intención de atravesar los campos, pero Yanni fue por el camino, y si Kuzaku se alejaba de ella, gritaba “¡Wolla!”

Era difícil caminar en los campos, y Yanni probablemente conocía el terreno de la Tierra de Jessie. Haruhiro decidió seguir la ruta que ella eligira.

To, to, to, to, to, to, to, to, to, to, to… to, to, to, to, to, to, to, to… to, to, to, to, to, to, to…

El tamborileo ahora venía del este, el oeste y el sureste. Si recordaba, originalmente había venido del norte, el oeste y el suroeste.

Eventualmente, oyeron el ulular: “Uhu, uhu, uhu, uhu, uhu, uhu!” de los guorellas. Probablemente habían notado a Haruhiro y los demás.

“¡Detente! ¡Ellos vienen, Kuzaku!” Haruhiro llamó.

“¡Vale!”

Yanni gritó: “¡Seinea!” Y le arrebató la antorcha de la mano a Kuzaku. Kuzaku inmediatamente sacó su gran katana. Esos dos parecían extrañamente sincronizados.

Haruhiro preparó su estilete también. Tomó aire y luego aflojó los hombros y las caderas.

“¡Ho! ¡Ho! ¡Ho! ¡Ho! ¡Ho! ¡Ho! ¡Ho! ¡Ho! ¡Ho!”

“¡Derecha, izquierda y adelante!” Gritó Yume, disparando una flecha hacia la derecha.

¿Ella golpeó? ¿Falló? No estaba claro.

Shihoru gritó, “¡Dark!” Y invocó al elemental.

“Oh, Luz, que la protección divina de Lumiaris sea contigo. ¡Protection!” Cuando Mary cantó su hechizo, un brillante hexagrama apareció en sus muñecas izquierdas.

Ese no es uno, sintió Haruhiro. No era que tuviera una base firme para eso. Pero probablemente no era un espalda roja. Habían sido atacados muchas veces antes, por lo que podía decir. Era un macho joven.

“¡Shihoru, a la izquierda!” Llamó.

“¡De acuerdo!”

“Está aquí,” murmuró Haruhiro.

Primero, el frente. Era un guorella. Un macho joven, como lo había esperado.

Cuando el Macho A saltó sobre él, Kuzaku gritó “¡Ragh!” Y lo empujó hacia atrás con su escudo. Kuzaku no iba a perder en una contienda de fuerza cuando tenía un firme control sobre su escudo. No contra un guorella que no era un espalda roja.

Luego, a la derecha.

“¡Nyan!” Yume soltó otra flecha antes de descartar inmediatamente su arco y sacar su katana. Ella consiguió dos cortes en el Macho B, que estaba cargando, y rápidamente dio vueltas al costado.

“¡Chai, chai, chai!”

Ella golpeó su katana contra eso.

Las cortes de Yume fueron desviados por su piel como caparazón, por lo que el Macho B no sufrió ningún daño. Sin embargo, debido a que nunca dejó de moverse y atacar, el Macho B se sintió abrumado. Eventualmente el Macho B probablemente se recuperaría, pero Mary ayudaría a Yume si fuera necesario. No, antes de llegar a eso, terminarían esto.

Había un Macho C que venía en diagonal desde la parte delantera izquierda, pisoteando las plantas parecidas a la cebada mientras corría. Aunque era macho, era más pequeño que un espalda roja, y en lugar de pararse erguido caminaba con los nudillos, así que no parecía grande.

Dicho eso, si Haruhiro tomara una tacleada frontalmente, no saldría ileso, e incluso podría morir si tuviera mala suerte. Él no era tan rudo como Kuzaku. Él no tenía intención de luchar directamente.

Por eso, Haruhiro corrió hacia la izquierda.

El Macho C rugió, persiguiendo de cerca a Haruhiro.

“¡Ve!” Shihoru soltó a Dark.

Shuvwooooooooong, Dark voló con un sonido de otro mundo, y el Macho C no pudo evitarlo.

Tuvo éxito.

El Macho C chilló y convulsionó. Haruhiro había estado esperando eso. Era lo que había estado buscando.

Haruhiro saltó sobre el Macho C, envolviendo su brazo izquierdo alrededor de su cuello. Los cuernos peludos que crecían densamente en la zona desde la parte posterior de la cabeza hasta la espalda lo apuñalaron dolorosamente, pero no había forma de evitarlo. Él los ignoró, apuñaló el estilete que sostenía en el ojo derecho del Macho C.

Profundo. Profundo. Tan profundo como pudo.