Hai to Gensou no Grimgar

Volumen 10: Las Canciones de Amor no Llegarán

Capitulo 9: ¿Por Qué?

Parte 4

 

 

Uno por uno, y estar seguro de eso. Era algo simple, pero Shihoru tenía razón. Los guorellas ciertamente aterrorizaban a los enemigos, pero no solos. El método en el que Kuzaku, Yume y Enba llamaban su atención, luego Haruhiro se acercaba con Stealth para dar el golpe mortal, incluso funcionaría en un espalda roja. Por eso evitaban enfrentarse a dos o más cuando podían evitarlo.

Si se vieran forzados a luchar contra múltiples guorellas, utilizarían a Dark de Shihoru para detener el movimiento de uno, y Haruhiro rápidamente lo mataría. En ese momento, Kuzaku y los demás resistirían, y a partir de ahí, continuarían reduciendo el número del enemigo, uno por uno. Si había cincuenta o cien, todo sería lo mismo.


Los guorellas habían cometido un error fatal. La locación. Atacaron la aldea. Podrían haber pensado que era un terreno de caza ideal. Pero para el party, podrían usar los edificios para dividirlos. Los guorellas estaban ebrios de matar e intentaban alimentarse, lo que haría que todo fuera más fácil.

Incluso ahora, uno tras otro, los gumows estaban siendo asesinados. Ante los ojos de Haruhiro y el party, varios gumows perdieron la vida. Quién sabía cuántas víctimas había en este punto.

Los haremos pagar. Están muertos. Vamos a matarlos.

Haruhiro hizo lo posible para no pensar así. No podía dejar que su corazón se agitara así. Por ahora, simplemente reducirían los números de los guorellas uno por uno. Esa era la única cosa en la que enfocarse.

Él no podría eliminar los errores. Sin embargo, podría reducir el número que cometía. No, pero…

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Esto es casi perfecto, ¿no?

Notó que, aparte de su propia herida por los cuernos peludos de los guorellas, nadie necesitaba la ayuda de Mary. Incluso Kuzaku, el tanque del party, la adición de Enba le dio algo de espacio para trabajar, y no estaba recibiendo el tipo de heridas que necesitaría para ser curado con magia de luz.

Haruhiro mató a catorce machos y tres hembras. Parecía que Jessie estaba liderando un grupo de guardas capaces de derribar guorellas uno por uno también, y se cruzaron varias veces.

No había aldeanos caminando afuera ahora. Los residentes sobrevivientes tenían que estar en el interior.

Los guorellas estaban empezando a huir cuando vieron a Haruhiro y su grupo.

No habían derrotado a ningún espalda roja. De hecho, ni siquiera los habían visto. Eso se destacaba como extraño.

“…Lo encontré,” dijo Haruhiro. “Hay uno.”


Estaba de pie prácticamente en posición vertical en el medio de una intersección, mirando en su dirección.

Cuando sus ojos se encontraron con los de Haruhiro, ese guorella abrió la boca y sacó la lengua, vocalizando algo así como: “Wuehh.”

Él lo supo de inmediato. Era ese espalda roja.

“¡Lo mataré! ¡Kuzaku, ve!”

“¡Vale!’

Cuando Kuzaku corrió hacia adelante con su armadura tintineando, el espalda roja entró tranquilamente al edificio a su izquierda. Estaba actuando desvergonzadamente como si fuera el dueño del lugar.

Kuzaku miró hacia atrás, pero siguió adelante.

¿Por qué no lo detuve? Haruhiro pensó. Está bien. Tengo que detenerlo. Algo esta mal. Tenemos que tener cuidado con eso.

“¡Kuzaku, deten—!”

Fue muy tarde. Kuzaku rodó como si hubiera sido atacado por la puerta. Sin perder el ritmo, un guorela saltó sobre él.

Era un guorella. Pero, ¿qué pasaba con ese guorella? Era grande, pero sus cuernos peludos… Eran largos, pero también tenían mucho volumen. Era como la melena de un león. Eran rojos.

No, más que rojos. Color rojo oscuro.

Era un espalda roja.

No. Comparado con los espalda rojas que habían visto hasta ahora, era la mitad más grande, y tenía el doble de cuernos peludos. Estaba claro que ese no era un espalda roja normal.

¿Era ese? ¿El espalda roja entre los espalda rojas? ¿Era eso?

“¡Dark!” Shihoru llamó a Dark e inmediatamente lo soltó. “¡Ve!”

El gran espalda roja saltó, aplastó a Kuzaku e intentó devorarlo.

Dark voló con un sonido, shuvwoooong, de otro mundo, golpeando al gran espalda roja justo en su flanco.

“Guhh…” El gran espalda roja gimió por un momento, todo su cuerpo tembló, y se detuvo. Solo por un momento.

“¡Haaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh!” El gran espalda roja balanceó sus dos brazos hacia arriba, y los hizo bajar tan fuerte como pudo.

Kuzaku no solo estaba recibiendo un fuerte golpe. Estaba tratando de defenderse con su escudo. Pero, ¿podría defenderse por completo?

Bang, bang, bang, bang. ¿El gran espalda roja no había confundido el escudo de Kuzaku con algún tipo de instrumento de percusión? Haruhiro tenía que asumir que sí. Estaba golpeando el escudo con ambas manos. Golpeando como loco.

Si Kuzaku estaba recibiendo tantos golpes, incluso a través de su escudo, tenía que ser duro. Sería duro incluso si no fueran secuenciales. Haruhiro no podría haber tomado ni uno de ellos.

“¡Kuza… Kuzaku!” Gritó Haruhiro, y trató de saltar sobre el gran espalda roja.

Thwock… Fue derribado con un brazo. El impacto lo golpeó tan fuerte que pensó que su cuerpo había sido destrozado. Que increíble fuerza.

Haruhiro cayó con los brazos abiertos.

“…Ohhhh,” gimió. Le dolía, o mejor dicho, sentía que cada nervio en su cuerpo se había separado, y era imposible moverse.

Sin embargo, no tengo tiempo para decir esoLevántate. Ponte de pie. Date prisa y levántate, luego cálmate. No es bueno. Tengo que tranquilizarme y hacer esto bien. Sería justo decir que esa es mi única arma aquí.

“¡Haru-kun!” Yume lo ayudó a ponerse en pie.

Mary corría hacia él.

Kuzaku. ¿Qué hay de Kuzaku?

“¡Ugaaaahhh, gooooohhh!” Y “¡Oh-booooohhhh, duaaaaaahhhh!” Rugió el gran espalda roja.

“¡Hungh! ¡Gahh! ¡Hyagh!” Gritó Kuzaku.

Kuzaku estaba en problemas. Lo tenía a su merced.

¿Qué pasa con esa cosa? Es demasiado loco. ¡Vete al diablo! ¡Nunca escuché acerca de esto!

No es bueno. Tengo que calmarme. Como podría. Moverme. Mi cuerpo no se moverá ¿Por qué? ¿Tengo miedo? Sí, tengo miedo. Por supuesto que estoy asustado. Lo reconozco. Lo acepto, está bien. Pero incluso si tengo miedo, todavía estoy vivo. Hay cosas que puedo hacer. ¿Qué? ¿Qué estoy diciendo que puedo hacer?

“Oh, Luz, que la protección divina de Lumiaris sea contigo. ¡Cure!” Mary curó las heridas de Kuzaku por él. Sin embargo, no estaba claro exactamente qué heridas tenía.

Piensa.

Enba llegó y pero no lidió con el gran espalda roja, o realizó una patada voladora sobre él, sino que corrió hasta la parte superior del enorme cuerpo del espalda roja. ¿Podía hacer cosas así?

Enba logró subir en el gran espalda roja. Se aferró a su cuerpo. Enba tenía un solo brazo, pero tenía dos piernas. Sin embargo, si iba a aferrarse con fuerza así, naturalmente los cuernos peludos lo apuñalarían.

Haruhiro había sido capaz de manejar un poco de eso, pero no podía haber ido tan lejos. No parecía que los gólems sintieran dolor, así que tal vez Enba estaría bien.

Parecía que esto también era problemático para la gran espalda roja. Interrumpió su asalto a Kuzaku y levantó ambos brazos. Intentó sacudir a Enba.

Haruhiro miró a Setora. Estaba sujetando a Kiichi con una mirada increíble en su rostro.

Sus ojos se encontraron con los de Shihoru. Shihoru asintió.

“¡Dark!”

“¡Yume, salva a Kuzaku!” Ordenó Haruhiro. “¡Mary, prepárate para curar!”

“¡Nyan!”

“¡Está bien!”

Podían hacer esto, y lo iban a hacer. Probablemente solo tendrían una oportunidad. No podían perder su oportunidad.

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El gran espalda roja finalmente atrapó a Enba.

“¡Enba!” Gritó Setora.

Su agarre era sorprendentemente poderoso. Sucedió en un instante. Carne, huesos y armadura volaron a todas partes. Parecía que Enba había sido hecho trizas.

Habiendo sido testigo de eso, podría haber sido cruel, pero Haruhiro pudo confirmarlo. Bueno, estoy calmado.

“¡Ve!” Shihoru lanzó Dark.

Este no era el Dark ordinario. Era un pequeño, pequeño Dark que había sido pulido y pulido, en la mayor medida posible. El Dark más pequeño a máxima potencia.

Si eso no funciona, nada lo hará, Haruhiro se dijo a sí mismo. Es nuestro poder completo en este momento. ¡Vamos, vamos, vamos, vamos!

El gran espalda roja no había notado el tamaño mínimo de Dark, a toda potencia. Golpeó al guorella.

¡Shwoop! Él fue absorbido en el cuello del gran espalda roja.

“¡Vamos!” Haruhiro dio la orden.

Corre. Corre. ¡Corre!

“Hah…” El gran espalda roja respiró. “¡Koh!” Hizo una vocalización extraña. “¡Ah!” Se arqueó hacia atrás, y se retorció de dolor. “¡Na-goaaahh!” Se tropezó, alejándose de Kuzaku.

Haruhiro saltó para ponerse al lado de Kuzaku. Kuzaku estaba tendido bajo su escudo.

¿Está vivo? Por favor, que esté vivo.

Haruhiro metió sus manos debajo de las axilas de Kuzaku y tiró de él. Yume estaba ayudando también.

“¡Mary!” No necesitaba llamarla. Mary también había venido.

“¡Oh, Luz, que la protección divina de Lumiaris sea contigo! ¡Sacrament!”

Luz, fluye, brilla en Kuzaku, cura sus heridas, cuento contigo—

Haruhiro regresó a sus sentidos. Se dio la vuelta.

Shihoru. Ella estaba sola. Shihoru. Dejaron sola a Shihoru.

Habiendo usado el tamaño mínimo, el poder completo de Dark, estaba bastante agotada. Ella tal vez ni siquiera sea capaz de moverse correctamente. Pero aún así la habían dejado sola. Aunque había otro. ¿Lo había olvidado? Qué error. Un error total.

El sonriente espalda roja. ¿Cuándo salió del edificio? Haruhiro quería gritar: ¡Detrás de ti!, y avisarle. Pero no parecía que lo lograría. Después de todo, ya estaba justo al lado de Shihoru, acercándose detrás de ella. Por eso, honestamente, se dio por vencido, pensando que era inútil.

“¡Marc em Parc!” Gritó una voz.

Por eso… por qué, esta vez… no podría haber estado más agradecido. Estaba tan agradecido que podría haber jurado lealtad eterna al hombre.

Jessie. Él vino en el momento justo.

Jessie golpeó su Magic Missile contra el costado de la cara del sonriente espalda roja, y lo hizo retroceder.

“¡¿Ho?!” El sonriente espalda roja tropezó e intentó mirar en dirección a Jessie.

“¡Marc em Parc!” Otra bola de luz viró bruscamente para impactar esta vez la parte posterior de la cabeza del sonriente espalda roja.


Yume saltó y tiró de Shihoru de la mano. Shihoru fue arrastrada, de alguna manera logró seguir a Yume.

Jessie disparó una serie de Magic Missiles que apuntaron al sonriente espalda roja. Finalmente, el sonriente espalda roja huyó a un callejón.

“Shihoru es mi favorita, sabes,” dijo Jessie. “¡No me gustaría que la maten!”

Jessie le dio a los guardas que lo seguían, que incluía a Tuoki, Yanni y más, una orden en un tono excepcionalmente agudo para él. Parecía que planeaba enviarlos por el sorriente espalda roja. Pero el party también necesitaba hacer algo al respecto.

“¡Uf… Gah…!” Kuzaku se levantó de un salto.

¡To, to, to, to, to, to, to, to, to, to, to! El gran espalda roja estaba golpeando su pecho con ambas manos. Su tamborileo sacudió la parte inferior de sus estómagos.

¡Pero era enorme! ¡Cuando se puso de pie, era malditamente grande! Hizo que Kuzaku con su escudo y una gran katana pareciera un niño.

“¡Marc em Parc!” Jessie intentó golpear con un Magic Missile, pero el gran espalda roja agitó su brazo y lo borró.

Shihoru estaba retrocediendo, con Yume arrastrándola. No iban a volver a unirse a la línea de batalla a toda prisa. ¿Iban a matar a esa cosa solo con Haruhiro, Kuzaku, Mary y Jessie? No, también había otros.

“¡Eeeeeeeeahhhhhhh!” Setora dejó escapar un grito de batalla y cargó contra el gran espalda roja. Ella no estaba sosteniendo a Kiichi. Sostenía un poste muy, muy largo, tal vez un pedazo de material de construcción, en ambas manos. ¿Acaso el gran espalda roja no había estado prestando atención a Setora en absoluto?

Setora se acercó fácilmente y le clavó la punta de ese poste en la garganta. “¡Deeeeeeyahhh!”

Naturalmente, era simplemente un poste ordinario que había recogido de una casa derrumbada cercana. El gran espalda roja solo se sacudió un poco, el poste se rompió, y Setora se dio vuelta. ¿Por qué Setora había hecho algo así?

“¡Cómo te atreves a hacerle eso a Enba!” Gritó.

Oh, era eso.

Haruhiro pensó que estaba siendo estúpida. Pero no podía culpar a Setora. Además, le dio una pista.

“¡Ataca!” Haruhiro ordenó a Kuzaku. “¡No puedes defenderte por completo, así que ataca con todo lo que tienes, Kuzaku! ¡Tú tienes la fuerza que el resto de nosotros no tenemos!”

“¡Sí, sí!” Kuzaku tiró su escudo, y sacó un hexagrama con su gran katana. “¡Oh, Luz, que la protección divina de Lumiaris sea contigo! ¡Saber!” En un instante, tomó su gran katana que estaba envuelta en luz en sus dos manos, y Kuzaku atacó al gran espalda roja.

No, sé que dije que atacara, pero eso es demasiado sencillo, pensó Haruhiro. ¿No podrías haber inventado un truco más?

Pero, después de todo, podría no haber necesidad de pequeños trucos. Kuzaku cargó contra el gran espalda roja, dobló todo su cuerpo hacia atrás tanto como pudo, y luego balanceó la gran katana. El gran espalda roja no retrocedió ni intentó esquivar.

¿Lo habían atrapado por sorpresa? ¿O estaba seguro de que su piel como caparazón lo protegería? Había cometido un gran error.

“¡Guau!” Gritó Jessie.

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¿En serio? Vaya. Kuzaku, hombre, ¿qué tanta fuerza tienes? Haruhiro claramente lo había estado subestimando. Nunca pensó que el tipo fuera tan fuerte.

“¡Zweeeeeeeeeaaaaaaaaaaeeeeeeeeeh!”

La gran katana de Kuzaku atravesó la piel caparazón del gran espalda roja, mordiéndole el hombro izquierdo. Al morder, eso significaba que se hundió profundamente y se quedó ahí. La gran katana pasó del hombro izquierdo del gran espalda roja al centro de su torso, tal vez un poco más abajo, en diagonal, todo de una vez.

“Ohh-ah… Uhhh… Goh…”

Parecía que el gran espalda roja no entendía qué le había sucedido a su cuerpo. Podría haber sido lo mismo para Kuzaku, quien estaba empapado por la sangre del gran espalda roja. La sangre no fluía tanto como chorreaba de su cuerpo.

“¿Eh? ¿Qué? ¡¿S-Sangre?!” Kuzaku gritó.

Haruhiro suspiró.

El gran espalda roja. El espalda roja entre los espalda rojas. Ese terrorífico y excepcional líder de la tropa de guorellas. Honestamente… Sí. No pensé que fuera posible. Pensé que tal vez no podríamos superarlo. Kuzaku. Fue Kuzaku, eh. Kuzaku lo hizo. Había estado pensando que quería que él puliera su ataque, pero no pensaba que tenía mucho potencial sin explotar. Este es un feliz error de cálculo. No, el gran espalda roja todavía no ha muerto. La gran katana de Kuzaku probablemente llegó a su corazón. Aun así, aún no ha caído. Aunque parece que está a punto de desplomarse, está en pie. Creo que es solo cuestión de tiempo, sin embargo. Esa herida podría haberlo matado al instante. Pronto la tropa de guorellas perderá al gran guorella. Su líder. Cuando eso pase…

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Algo cayó del cielo. Haruhiro reflexivamente saltó hacia atrás y lo evitó.

Lo que golpeó el suelo llevaba un abrigo verde. Era un guarda. Los brazos, las piernas y el cuello del gumow estaban dobladas en direcciones extrañas. Le resultaba difícil distinguir los rostros de los gumows, pero reconoció la piel morada.

Haruhiro se dio la vuelta y levantó la mirada, mirando hacia donde había llegado el guarda. Arriba en el techo de un edificio no muy lejos, estaba ahí. En el momento en que entrecerró los ojos y sonrió, se dio cuenta de que lo había malentendido. El gran espalda roja no era el líder de la tropa.

“…Eres tú, eh.”

“¡Fuuu, fuuu, fuuu,” comenzó a silbar.

Se estaba burlando de ellos de nuevo-

No.


No.

Haruhiro gritó: “¡Enemigos!” Eso fue todo lo que pudo decir.

Desde lo alto de ese techo, desde ahí, desde ahí, desde el callejón frente a ellos, desde adelante, desde atrás, los guorellas aparecieron de todas partes a la vez.

Fue una señal. Ese sonido. Salgan, era lo que probablemente significaba.

Desde algún lugar, oyeron una voz gritar, “¡Tiarg! ¡Jessie!” Probablemente era Yanni. Yanni todavía estaba viva. Le estaba diciendo algo a Jessie. Tenía que ser sobre esto.

Los guorellas eran inteligentes. Pero todavía eran bestias, por lo que podrían reducir sus números uno por uno. Eso fue lo que Haruhiro había pensado.

El hecho era que así era, y cuando derrotaron al gran espalda roja, había estado entre el setenta y ochenta por ciento seguro de haber ganado.

Y sin embargo, en algún momento, fueron rodeados.

Los guorellas presionaron desde todas direcciones.

“¡Todos!” Ordenó Haruhiro. “¡Quédense juntos, no se separen! ¡Yume, Shihoru! ¡Aqui!”

“¡Oh, mierda, Haruhiro! ¡Mi escudo…!” Llamó Kuzaku.

“¡Olvídalo! ¡Usa tu espada!”

“Shihoruuu, ¿estás bien?” Yume gritó. “¡Ven con Yume!”

“¡Sí, estoy bien!”

“¡Setora, levántate!” Mary llamó. “¡Vamos, tienes a Kiichi, ¿no?! ¡Y Haru también!”

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“¡Silencio, sacerdotisa! ¡No necesito que me digas qué hacer!”

“¡Haruhiro! ¡Usa la prisión!” Gritó Jessie. “¡Si estás ahí…!”

“¡¿Qué hay de ti, Jessie-san?!” Le gritó.

“¡Buscaré a Yanni y a los demás! ¡Ve!”

Kuzaku balanceaba su gran katana como loco. Haruhiro de alguna manera logró unirse a Shihoru, Yume, Mary y Setora, luego se dirigió a la prisión. ¿Pero podrían hacerlo?

“¡Kuzaku, por aquí!” Llamó.

“¡Sí, lo se!”

Seguro, lo sabía, pero si Kuzaku dejaba de mover su gran katana por un momento, lo derribarían en un santiamén.

En este extremo, Yume y Mary estaban haciendo su parte, por supuesto, pero incluso Shihoru estaba usando su báculo, y Setora estaba usando ese palo que recogió en algún lugar para amenazar a los guorellas, y apenas estaban resistiendo.

Es por eso que depende de mí, Haruhiro se dijo a sí mismo. Tengo que hacerlo. Voy a hacerlo. Yo. ¿En esta situación, rodeado de enemigos? Sí. Hazlo. Húndete. Stealh.

Cuando era empujado a una esquina, realmente podía hacerlo.

Silencioso… no es lo que era, pero nada del ruido lo molestaba. Porque no había necesidad de escucharlos, sin duda.

Haruhiro se alejó de sus camaradas solo, caminando a través de los guorellas.

Él podía ver la línea. Débilmente brillando. Él no se movió tanto como la siguió. Ya se había decidido que Haruhiro se movería a lo largo de esa línea. Dirección, ángulo, velocidad, no tenía que pensar en nada de eso.

Su ángulo de visión se elevó repentinamente. Como si estuviera mirando hacia abajo en un ángulo. Él mismo, sus camaradas, los guorellas, Jessie, Yanni y los demás, conocía todas sus posiciones, tal vez no como la palma de su mano, pero lo suficientemente cerca de eso.

Primero, ese. El macho joven al Mary acaba de golpear con  su bastón. Voy a envolver mi brazo izquierdo alrededor de su cuello, y apuñalar mi estilete a través de su ojo derecho.

Luego, ese. Al que Kuzaku temía retirarse con su gran katana. Un macho joven, por supuesto. Lo mataré también.

Entonces este que está tratando de atacar a Shihoru. Sus cuernos peludos son un poco rojos. Morirás también.

Con eso, se abrió un camino estrecho.

Haruhiro gritó: “¡Corran a la prisión!” A sus camaradas, y luego inmediatamente se hundió de nuevo.

Stealth. Tengo que eliminar los obstáculos, aquellos que se ponen en el camino de mis camaradas. Es posible. Para mi. Solo yo puedo hacerlo.

No creo tener poderes especiales. Yo no. Es solo porque es ahora. En este momento, estoy desempeñando el papel que se me asignó. Eso es todo. Si me lleno de mi mismo, voy a tropezarme. He tenido innumerables fracasos como ese. Es por eso que lo sé.

Estaban casi en la prisión donde se había detenido a Setora.

Kuzaku, la retaguardia, gritó: “¡Entren primero! ¡Entraré al último!” Todavía balanceando alrededor su gran katana. Su resistencia y sus agallas eran encomiables.

Shihoru, Setora, Mary y luego Yume corrieron a la prisión. Kuzaku estaba empantanado en la entrada.

Podría ayudar, pensó Haruhiro. El macho, el que estaba presionando tercamente y luego retrocediendo, atacando a Kuzaku. Ese es un espalda roja. Si lo derroto, Kuzaku lo tendrá más fácil. No hay problema. Puedo lidiar con eso. Vamos.

Haruhiro ya estaba detrás de ese. Forcejeó con él, envolvió su brazo izquierdo alrededor de su cuello, y apuñaló repetidamente su estilete en su ojo derecho. Lo normal.

Está bien. Vamos. Ni siquiera tuvo que decirlo antes de que Kuzaku se precipitara a la prisión.

Haruhiro lo siguió.

Él fue golpeado por mareos. Se estaba quedando sin fuerzas. No podía mantenerse de pie. Caminar estaba más allá de él…

Pero siguió caminando por el pasillo y se arrodilló frente a Mary. Él se puso a cuatro patas. ¿Qué estaba haciendo Kuzaku?

“¡Oorah! ¡Rahh!” Parecía que estaba manteniendo en jaque a los guorellas que estaban tratando de entrar a la prisión con su gran katana. No estaba bien. Mary y los demás estaban diciendo algo.

Cierto. Sangre, eh. Cada vez que había matado a una guorella, había sido herido por sus cuernos peludos y había perdido sangre.

“Mary, magia… cura… lo siento,” dijo fragmentariamente. Sintió que iba a desmayarse. Él no podía permitir que eso sucediera.

Mary usó magia de luz para él. Cure, eh.

Se sintió un poco mejor. O eso pensó. Por lo menos, podría pararse. Aunque era un poco difícil respirar.

“¡Maldición!” Gritó Kuzaku. “¡Es difícil usar mi katana! ¡Es muy estrecho, solo puedo dar estocadas aquí!”

“¿Y ahora qué?” Gritó alguien.

Shihoru, eh. Kuzaku. ¿Es malo? ¿Quién fue el que nos dijo que fuéramos a la prisión? Jessie, eh. Ese tipo. Pero en un lugar más abierto, podríamos hacer más. ¿Ahora es el momento de pensar sobre eso? No lo es, ¿verdad? Necesitamos actuar.

“…Ese,” murmuró.

Cierto. Tenemos que matarlo. Es el líder. Lo mataremos. Si no lo hacemos, esto nunca terminará.

“Lo haré…” murmuró. “Un ataque, con todas mis fuerzas. Voy a salir. Lo encontraré… y lo haré. Terminaré esto… Yo.”

“¡Seguro, pero…!” Yume contestó.

“¡Lo haré!” Gritó y la calló. “No hay elección. Por la forma en que va esto, seremos aniquilados. Todos morirán. Lo haré. Escuchen, todos atacaremos como uno. En ese momento, saldré afuera. ¡Uno dos…!”

“¡Zuooooahhh!” Kuzaku abordó varios guorellas y los derribó. Pateó al guorella que tenía delante y balanceo su gran katana. Kuzaku probablemente estaba exprimiendo lo último de su fuerza. Su gran katana cortó la cabeza de un guorella.

Al ver que los guorellas se asustaron, Yume gritó: “¡Nrrranr!” Y fue detrás de Kuzaku.

Shihoru lanzó a Dark. Setora lanzó algo. Haruhiro intentó hundirse.

Stealth

No pudo entrar en eso apropiadamente. ¿Qué? Extraño.

Deslizándose a través del espacio entre Yume y Kuzaku, un guorella macho entró en la prisión. Tenía que detenerlo. Pelear. El guorella venía hacia él. ¿Por qué no tenía fuerza en la mano que agarraba su estilete? El enemigo estaba ahí.

“¡No!” Mary se movió hacia arriba, golpeándolo en la cabeza con su bastón. Él pensó que la vio inmediatamente retirar su bastón, tratando de hacer un segundo golpe.

Ella no lo hizo.

El guorella agarró el bastón con ambas manos y tiró de ella hacia sí mismo.

Shihoru gritó: “¡Mary!” Y Setora gritó, “¡Suelta eso!”

Así es, Mary. Tienes que soltarlo.

Junto con bastón, Mary cayó hacia el guorella.

Fue entonces cuando, finalmente, Haruhiro logró moverse nuevamente.

“Ohh…” Gruñó, y hubo un sonido crujiente y aplastante.

Mary había hecho lo que dijo Setora, y soltó el bastón. Pero el guorella no tenía ningún interés en el bastón, y agarró algo más, o lo abrazó más bien. Mary.

“¡Iaa!” Shihoru dejó escapar un grito frágil.

En esa misma postura, la guorela mordió el área entre la punta del hombro y la nuca de Mary.

Inmediatamente después, Haruhiro forcejeó con el guorella. Estaba prácticamente aferrándose a él mientras clavaba su estilete en su ojo derecho.

Los ojos de Mary se agrandaron y pudo verlo.

Date prisa. Deprisa. Deprisa. Tienes que darte prisa y matarlo. O será demasiado tarde. ¿Demasiado tarde? ¿Para qué…?

Cuando el guorella murió, Mary cayó al suelo con él. Fue difícil apartar al guorella de ella. La fuerza, no tenía la fuerza. No en sus brazos, sus piernas, en ninguna parte.

Mientras hacía algo…

“¡¿Cómo está ella?!” Preguntó Setora.

Haruhiro no respondió.

Los ojos de Mary estaban medio cerrados, y estaba temblando. Ella tosió y salió sangre.

“¡Magia!” Haruhiro la llamó. “Mary, utiliza la magia. Tienes que curarte. Deprisa. Mary.”

Mary intentó levantar su mano derecha. Parecía que no podía moverla. ¿Era una lesión? ¿Sus huesos? ¿Estaban rotos? ¿Dónde? ¿Cómo?

Haruhiro dejó su estilete, levantando la mano derecha de ella con las suyas propias. Mary gimió y sacudió la cabeza.

¿Dolía? ¿Mucho? ¿Qué podía hacer?

Magia. El signo del hexagrama. Para eso, ella necesitaba su mano. El conjuro. ¿No era bueno si todo lo que haciera fuera el canto? ¿Si no podía mover su mano, no podría usar magia de luz? ¿Que demonios? ¿Cómo funcionaba eso?

“¿Mary? ¡¿Mary?!” Gritó. “¿Qu… Q-Qué debería…?”

Algo. Mary estaba tratando de decir algo. Haruhiro llevó su oreja a los labios de Mary.

“¿Mary? ¿Qué? ¡¿Mary, qué estás diciendo?!”

“Ha.”

“Sí. ¿Qué?”

“…Haru.”

“¿Eh?”

“Yo…”

“Sí.”

“Haru… tú eres a quien… yo…”

“¿Soy a quién tú qué? ¿Qué es, Mary…?”

Mary inhaló bruscamente.

¿Mary intentaba respirar? ¿O decir algo? Haruhiro movió su cabeza un poco, y la miró al rostro.

Hai to Gensou Volumen 10 Capítulo 9 Parte 4 Novela Ligera

 

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¿Por qué era? ¿Por qué tenía una sonrisa en su rostro? ¿No estaba esufriendo? ¿No dolía? ¿No estaba asustada?

¿Por qué sonríes?

Mary.

-FIN DEL VOLUMEN 10-

Hai to Gensou Volumen 10 Capítulo 9 Parte 4 Novela Ligera

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