Mushoku Tensei: Isekai Ittara Honki Dasu (NL)

Volumen 11

Capítulo 6: La Vida Con Las Hermanas Greyrat

Había pasado OTRO MES y el tiempo por fin calentaba. Este sería el segundo verano que pasaba en Ranoa.

Incluso en esta época del año, no hacía precisamente calor en esta región. Pero la gente empezaba a vestirse un poco más ligera. Los alumnos de la escuela se cambiaron a uniformes de manga corta, lo que no me importaba en absoluto, y Aisha también cambió su uniforme de sirvienta.

Sylphie incluso empezó a llevar camisetas sin mangas por la casa. No recordaba que tuviera algo así antes, pero supongo que se había comprado unos cuantos trajes más después de mudarse conmigo.

Desde luego, no iba a quejarme de que decidiera mostrar algo de piel. Sin embargo, la visión de esos hombros blancos y esbeltos hizo que me resultara un poco más difícil mantener las manos quietas. El verano era una buena estación, sin duda. Y aquí arriba, tampoco había visitantes desagradables de varias patas que entraran en tu casa para mordisquear tu comida.

El cambio de estación me recordó que hacía tiempo que no veía a Badigadi por aquí. Quizá se había ido a algún sitio y se había olvidado de decírselo a alguien.

***

Algunas otras cosas habían cambiado en el transcurso de este mes.

En primer lugar, parecía que Norn había hecho algunos amigos. Había visto que se movía en un grupo de tres chicas y dos chicos, entre los que se encontraban algunos alumnos de diferentes clases.

Probablemente eran los primeros amigos de verdad de Norn. Yo quería presentarme a ellos, así que le había pedido que los trajera a nuestra casa alguna vez, pero ella había rechazado rotundamente la idea. Supongo que la idea de presentarlos a su familia le resultaba demasiado embarazosa.

Por otro lado, parece que la forma en que irrumpí en su clase no le causó demasiados problemas. Eso fue un poco de alivio.

Norn y yo también nos llevábamos un poco mejor, en general. Por ejemplo, hace poco me pidió que le diera clases particulares de algunas asignaturas. Acepté con gusto, por supuesto. Estaba dispuesto a enseñarle todas mis técnicas secretas y todo lo que sabía. Pero entonces me di cuenta de que si dedicaba demasiado tiempo a ayudarla, Aisha podría enfadarse un poco por haberse quedado fuera.

Después de pensarlo un poco, decidí reunirme con Norn en la biblioteca después de las clases para realizar sesiones regulares de tutoría y limitarlas a una hora por día. Podríamos repasar las cosas que había aprendido ese día y repasar lo que sus clases cubrirían mañana. Eso podría suponer una gran diferencia por sí mismo.

Es evidente que Norn se esforzaba por seguir el ritmo, pero parecía tener dificultades para poner en práctica la teoría de los libros de texto. Sin embargo, no era tan mala como Eris o Ghislaine. Con un esfuerzo constante, estaba seguro de que alcanzaría un nivel medio en poco tiempo.

“Por cierto, Ruijerd dijo que era de la zona de Babynos, ¿verdad?”, me preguntó una vez. “Sé que estuviste en el Continente demoniaco durante un tiempo, Rudeus. ¿Sabes dónde está eso?”

“Hmm. No me viene a la cabeza. Creo que dijo que está cerca de la región de Biegoya, ¿tal vez? Aunque nunca he estado allí”.

Los dos nos llevábamos lo suficientemente bien como para tener algunas conversaciones casuales durante nuestras sesiones de estudio. Pero por alguna razón, Norn sólo quería hablar de Ruijerd. Supongo que él era nuestro principal interés común. No es que me importara, ¿sabes? De hecho, me alegraba tener a alguien más con quien poder hablar de él.

“Ya veo… Perdona que te siga molestando, pero ¿cómo es el Continente Demoníaco en general?”

“Bueno, todos los monstruos que viven allí son realmente grandes. La cultura es bastante diferente, también… pero tiene algunas similitudes con esta región, en realidad. La mayoría de la gente de allí es gente normal que vive una vida normal”.

Me di cuenta de que Norn todavía me hablaba con un poco de rigidez. Su tono tendía a ser demasiado cortés, especialmente para una hermana pequeña que habla con su propio hermano. Aisha y yo nos habíamos vuelto más informales el uno con el otro, pero supongo que Norn se sentía más cómoda así por ahora.

“Oh, eso me recuerda, Rudeus. ¿Alguna vez te contó Ruijerd la historia de su lanza?”

“Sí, nunca la olvidaré. Hablando de un tema para llorar”.

“Absolutamente… Espero que logre realizar su objetivo eventualmente”.

“…Lo mismo digo.”

Ya era hora de que avanzara ese proyecto en particular, ¿no?

***

El plan general era fabricar figuras de un guerrero Superd y venderlas junto con un libro. No había renunciado a ello ni mucho menos, pero Julie aún no tenía experiencia y no disponía de mucho maná, por lo que producir figuras en masa no era una opción por el momento.

Aun así, eso no significaba que no pudiera ponerse a trabajar en un prototipo, al menos.

El libro era otro asunto. El principal problema había sido encontrar tiempo para escribir. Había pasado muchas horas en los últimos meses aprendiendo magia de curación avanzada y desintoxicación intermedia. Se me daba bien la memorización bruta que requerían esas materias, pero aun así me habían mantenido muy ocupado.

En ese momento, no estaba seguro de lo que quería aprender a continuación.

Pasar a Desintoxicación Avanzada parecía lógico, pero no había nada más que realmente me interesara. No estaría de más que mi magia de Fuego y Viento alcanzara el nivel Santo, pero ese nivel de hechizos tendía a implicar manipulaciones dramáticas del clima, en lugar de hechizos más prácticos que podrías utilizar de forma habitual. Aprender cosas nuevas siempre está bien, pero quería centrarme en algo más útil. Tal vez una habilidad como montar a caballo.

Mientras pensaba en las posibilidades, se me ocurrió que podía aprovechar parte de mi nuevo tiempo libre para trabajar en mi libro sobre los Superd. Probablemente también podría escribir un poco durante mis sesiones con Norn.

Quería escribir un resumen franco y directo de la trágica historia de la tribu. La prosa no era mi punto fuerte, pero probablemente podría hacer algo si me lo proponía.

O eso me dije al principio. Pero cuando me encontré mirando el primer papel en blanco, no pude decidir por dónde empezar.

¿Era mejor escribir sólo los hechos, como el guion de un documental? ¿Sería más legible en forma de diario? A menudo había oído decir que era mejor empezar con un pequeño proyecto para tu primera obra creativa, en lugar de intentar redactar una obra maestra épica de buenas a primeras. Quizá debería hacer un cuadernillo de no más de diez páginas. De todos modos, sería más fácil repartirlo con las figuritas.

Si me decantara por esa vía, probablemente sería mejor que fuera sencillo y ligero. Podría convertirlo en una historia básica de buenos contra malos, con Laplace revelado como el verdadero villano.

Espera… ¿no se consideraba a Laplace un héroe legendario en el Continente demoniaco?

Si lo hacía parecer totalmente malvado, podría cabrear a mucha gente.

Una tarde, mientras me debatía con estas preguntas por centésima vez, Norn se asomó a mi trabajo. “¿Qué estás escribiendo ahí, Rudeus?”

“En realidad, estoy tratando de armar un libro sobre el pasado de Ruijerd. El problema es que no estoy seguro de cómo enfocar el proyecto”.

“Hmm…”

Su interés evidentemente despertado, Norn acercó mi papel y lo miró más de cerca. En la parte superior estaba mi título de trabajo: “La historia del gran guerrero Ruijerd y la persecución de su pueblo”.

Sólo había una página de texto real hasta el momento, principalmente un rápido esbozo de quién era Ruijerd y cómo era. Por supuesto, yo era bastante parcial, así que salió como un héroe santo.

“¿Esto es todo lo que tienes hasta ahora?”

“Sí, aún no he avanzado mucho”.

El principal problema era que no sabía por dónde empezar la historia real, ni cómo contarla. Todavía recordaba los relatos de Ruijerd sobre las acciones de su pueblo en la Guerra de Laplace, y conocía la historia básica de su persecución posterior.

Sin embargo, habían pasado varios años desde que escuché esas historias, así que no entendía bien algunos detalles. En retrospectiva, debería haber tomado algunas notas en ese momento.

“¿Te importaría dejarme ayudar?”, preguntó Norn tímidamente.

Era una oferta muy inesperada. Pero, al parecer, Ruijerd había adquirido la costumbre de sentar a mi hermana en su regazo todas las noches, darle palmaditas en la cabeza y contarle historias de su pasado.

No es justo. ¡Nunca pude sentarme en el regazo de Ruijerd! Bien, espera. Tratemos de ser adultos en esto.

“Eso sería de gran ayuda, Norn. Sólo asegúrate de no descuidar tus estudios, ¿de acuerdo?”

“¡Muy bien!”

A partir de ese día, Norn y yo empezamos a trabajar juntos en el proyecto. Cuando tenía un poco de tiempo extra entre sus clases y sus sesiones de estudio, lo utilizaba para escribir las historias de Ruijerd. Su escritura era un poco infantil a veces, y siempre tenía algunos puntos difíciles. Pero, por alguna razón, su lectura me hacía recordar a Ruijerd de forma tan vívida que a menudo me sorprendía llorando. Tenía una gran fuerza.

Cuanto más leía de sus escritos, más empezaba a sentir que podía tener algún talento en este campo. De nuevo, no era exactamente un observador imparcial, pero uno tiende a mejorar más rápido cuando hace algo que le gusta. Si seguía haciéndolo durante mucho tiempo, tal vez se convertiría en una autora brillante algún día.

Por el momento, sin embargo, me centré en corregir sus pequeños errores y frases torpes.

Ahora era básicamente el editor del equipo.

Tenía la sensación de que el libro iba a salir mucho mejor así que si intentaba escribirlo yo

mismo.

***

Mientras mi relación con Norn empezaba a mejorar, también había habido un pequeño avance con Aisha. Por una vez, no tenía nada que ver con Norn. Las dos seguían sin ser especialmente amistosas entre sí, aunque Aisha se cuidaba de no insultar a su hermana desde que la regañé por ello. Siempre era al menos superficialmente educada cuando su hermana venía de visita.

Eso me preocupaba un poco. No quería que sintiera que no podía expresar sus verdaderos pensamientos. Me alegraba que Norn estuviera empezando a acercarse a mí, pero eso tampoco significaba que pudiera descuidar mi relación con Aisha. Así que decidí darle permiso para que dijera lo que pensaba.

“Sabes, Aisha… si hay algo que quieres decir, no tienes que embotellarlo dentro”.

“¿Podrías ser más específico, Rudeus?”

“Bueno, no lo sé. He estado pasando mucho tiempo con Norn últimamente, ¿verdad? ¿Tal vez te sientes un poco hambriento de atención o algo así? ¿Tal vez has estado trabajando demasiado y necesitas unas vacaciones? ¿Quizás quieres pasar todo el día en la cama?”

Poniendo un dedo en la barbilla, Aisha inclinó la cabeza hacia un lado, desconcertada.

Demasiado bonito. “¿Me estás dando permiso para ser egoísta, entonces?”

“Así es. Puedes ser un poco egoísta conmigo. No hay necesidad de contenerse”.

“Hmm… ¡bueno! Se me ocurre una cosa”.

Esa sonrisa traviesa en su cara estaba haciendo saltar algunas alarmas. ¿Qué estaba planeando exigir? Espero que no sea mi cuerpo, aunque sea en broma. Tendría que inventar alguna excusa para negarme, y entonces probablemente estaría enfadada durante una semana.

“¡Quiero un sueldo, por favor!” Bueno, eso no era lo que esperaba. “¿Un salario…?”

Ahora que lo pensaba, sin embargo, Aisha había estado trabajando diligentemente como nuestra criada desde hacía algún tiempo. En todo caso, era extraño que no le estuviéramos pagando. Pero, de nuevo, éramos familia, ¿no? No era una empleada.

Tal vez podríamos pensar en ello como un subsidio, entonces. Estaba ayudando en la casa todo el día, así que quería algo de dinero extra. Me parece justo. “De acuerdo, podemos hacerlo”.

Acepté inmediatamente la idea general, pero esperamos a que Sylphie volviera a casa para discutir los detalles. Sin embargo, cuando le ofrecí una cantidad relativamente grande de dinero, se negó y trató de convencerme de una cifra menor.

Qué madurez. ¿De verdad que esta niña sólo tenía diez años?

Al final, nos decidimos por una cifra en la que todos estábamos de acuerdo.

“¿Puedo preguntar por qué has sacado el tema? ¿Hay algo que quieras comprar?” Tenía que admitir que sentía curiosidad por saber qué había motivado esta petición. Aisha podía comprar lo que quisiera, por supuesto, pero no estaba de más saber de qué se trataba.

“Bueno, una chica tiene sus necesidades”.

Vaya, eso realmente aclara las cosas. Esperaba escuchar cuáles eran esas necesidades, chico…

 “¿Tienes tanta curiosidad, hermano querido? Muy bien, entonces. ¿Por qué no me acompañas en mi próximo viaje de compras?”

Ooh. Eso sonó como una cita. ¡Una cita con mi hermana pequeña! Qué concepto tan encantador.

Le avisé a Sylphie de nuestros planes con antelación. Desafortunadamente, ella iba a estar trabajando ese día. Me sentí un poco culpable por salir por la ciudad con otra chica mientras mi mujer estaba en la oficina, pero no es engañar cuando se trata de tu hermana pequeña.

¿Qué pensaba comprar Aisha? Espero que no sea una esclava musculosa o algo así. No quería a un macho sudoroso merodeando por mi sala de estar todo el tiempo, para ser honesto. Ya era bastante malo tener un monstruo gigante de seis brazos que se dejaba caer al azar para cenar… No es que se haya pasado por aquí en meses.

***

El día de nuestra cita, Aisha me llevó al mercado y se dirigió directamente a una tienda de artículos generales que vendía todo tipo de productos cotidianos. Las estanterías estaban repletas de chucherías, pero no se veían más clientes. Por lo que se ve, venden principalmente productos de segunda mano.

Después de curiosear un poco, Aisha compró allí tres pequeñas macetas.

“¿Qué vas a hacer con ellas?” le pregunté. “¿Dejarlas caer sobre las cabezas de cualquier Rey Demonio que pase por allí?”

“No. Sólo iba a plantar algunas flores en ellas”, dijo Aisha, mirándome con timidez. “Siempre que no te importe, claro”.

Sólo había una forma posible de responder a eso. “Por supuesto que no me importa”.

Sin embargo, no me había imaginado a Aisha como el tipo de chica de las flores. Principalmente pensaba en ella como una enérgica bebé genio. En mi mente, sus pasatiempos eran limpiar, contar dinero y equilibrar presupuestos.

Cultivar plantas era más bien un pasatiempo lento y contemplativo. Había que dejar que la naturaleza siguiera su curso, viendo cómo se desarrollaban los resultados en el transcurso de semanas o meses. Y ni siquiera un genio iba a tener un 100% de éxito en el cultivo.

Pero tal vez era precisamente por eso por lo que le atraía. Estaba acostumbrada a poder manipular las cosas a su gusto. Esto estaría parcialmente fuera de su control.

“¿No deberías comprar también tierra para macetas, entonces?” Dije. “La tierra de aquí no es la más fértil, así que no será fácil cultivar flores en ella”.

“Iba a pedirte que me hicieras un poco con tu magia, Rudeus. Si no te importa”. Volvió a clavarme los ojos suplicantes. Sólo había una respuesta posible.

“Por supuesto que no me importa”.

Yo era un hombre, después de todo. La idea de cavar en la tierra y sembrar algunas semillas tenía un cierto atractivo para mí. Más tarde tendría que prepararle una tierra increíble. Del tipo que te permite cultivar árboles baobab a partir de semillas de tulipán.

“¿Qué tipo de flores pensabas plantar?”

“Recogí un montón de semillas diferentes en el camino hasta aquí, en realidad. Las utilizaré”.

“Puede que no crezcan, para que sepas”.

“Hmm. Creo que probablemente estará bien”.

Los dos estuvimos dando vueltas por la tienda durante un rato más, charlando sobre los planes de Aisha. Antes de irnos, elegí un par de pendientes para Sylphie, con forma de lágrima y pequeñas piedras azules en el centro. Sin duda le quedarían bien.

“¿Es un regalo para Sylphie?”

“Sí. Soy el tipo de hombre que no da por sentado a su mujer”.

“Sylphie es una mujer afortunada, sin duda. Pero cuando ella está ocupada, hermano querido, tal vez podrías darme un poco de amor también”.

Oh, los ojos levantados de nuevo. Como siempre, sólo había una respuesta posible. “No se puede. El viejo me dejaría sin sentido”.

“Maldición…”

Pagamos nuestras compras y dejamos atrás la pequeña tienda.

Nuestra siguiente parada fue un lugar especializado en la venta de telas y muebles. Había grandes rollos de tela tejida a mano colgados por todas partes. La princesa Ariel me había recomendado esta tienda hace tiempo, cuando estaba comprando alfombras para la casa. Vendían cosas de buena calidad a una amplia gama de precios y parecían atraer a una amplia clientela. Sin embargo, no sabía cómo se había enterado mi hermana.

Dentro de la tienda, Aisha eligió rápidamente unas cortinas. Eran rosas y con volantes, y sin duda eran caras.

Sin embargo, cuando las llevó al mostrador, procedió a regatear despiadadamente con el dependiente. Dejó caer mi nombre y el de la princesa Ariel y utilizó todas las cartas que tenía para jugar. Al final, consiguió que se redujera el precio a una cifra moderada.

“¿Tienes suficiente para pagarlos, Aisha? Puedo aportar un poco si quieres”.

“¡Está bien! Tengo exactamente lo suficiente”.

Entregando el resto de su asignación, Aisha completó su compra. Había utilizado hasta la última moneda del dinero que le había dado. La chica tenía una gran habilidad con el dinero. La verdad es que daba un poco de miedo.

“Es una buena idea guardar un poco de tu dinero de bolsillo para más adelante, ya sabes”, le advertí mientras salíamos de la tienda. “Los gastos inesperados pueden surgir de la nada”.

Demonios, puedes ser teletransportado al Continente demoniaco sin razón aparente. 

Desde aquel incidente, me había acostumbrado a esconder dinero en efectivo dentro de mi ropa en todo momento. Incluso tenía algunos billetes en las suelas de mis zapatos.

“¡Está bien! La próxima vez ahorraré un poco”.

Aún así, macetas y cortinas rosas con volantes, ¿eh? Realmente había tomado a Aisha por una pequeña cerebrito hasta ahora, pero claramente tenía un lado femenino.

“Siempre he querido unas cuantas cosas bonitas como éstas, ya sabes”, dijo.

“¿Qué, Lilia no te las compraría?”

“Mamá siempre decía que no. Ella piensa que está mal que una criada decore en base a sus gustos personales. Espero que no te importe, Rudeus…”

La chica no sólo era inteligente; era buena jugando con tus emociones. No sólo había rodeado mi cintura con sus brazos, sino que me miraba con ojos de Bambi. Sabía que todo era una actuación, por supuesto, pero era tan bonito que no me importaba.

Sólo había una respuesta posible, de todos modos. “Está totalmente bien, Aisha”.

Menos mal que no era un viejo espeluznante o algo así. Podría haberla secuestrado en el acto.

En las semanas siguientes a esta pequeña cita, la habitación de Aisha se volvió cada vez más femenina. Parecía que le gustaban las cosas bonitas y diminutas, y no paraba de encontrar pequeñas macetas para plantar flores y alinear muñecas del tamaño de un puño en sus estanterías.

En algún momento, incluso bordó pequeños y encantadores diseños en el dobladillo de su delantal. Empezaba a preocuparme que se convirtiera en una gyaru si seguía así.

Sin embargo, a mis dos hermanas les iba bien. Yo estaba contento.

***

Aunque no era mi hermana, Nanahoshi también estaba recuperando su ritmo. En nuestro último experimento, había conseguido invocar una botella de plástico. Esa botella estaba en el alféizar de la ventana de su laboratorio, sirviendo de jarrón para una sola flor. Con ese éxito en nuestro haber, pasamos a la segunda fase de su plan.

“A partir de ahora, intentaremos invocar la materia orgánica de nuestro viejo mundo”, me dijo una tarde.

“¿Materia orgánica?”

“Así es. He pensado que podríamos empezar con la comida”.

Después de mi contribución a su reciente éxito, Nanahoshi parecía más dispuesta que antes a confiar en mí. De hecho, se tomó el tiempo de repasar las fases de su plan conmigo:

Invocar un objeto inorgánico.

Invocar algo compuesto de materia orgánica.

Invocar un ser vivo, una planta o un animal pequeño. Invocar un ser vivo que cumpla ciertos criterios específicos. Devolver un ser vivo invocado a su ubicación anterior.

La botella de plástico que habíamos invocado anteriormente podría no ser técnicamente un objeto totalmente inorgánico, dependiendo de cómo se definiera el término, pero ella no parecía considerar esto como un problema importante.

“¿Ese paso con los criterios específicos es realmente tan importante?”

“Bueno, yo diría que sí. Cuando me teletransporte de vuelta a casa, no quiero aparecer en un país extranjero o algo así”.

Básicamente, quería estar cada vez más cerca de invocar algo tan complejo como un ser humano y, al final, teletransportarse de vuelta a Japón con una precisión milimétrica. Cada paso del experimento estaba encaminado a ese objetivo específico.

En la fase actual, ya era capaz de establecer algunas condiciones sobre lo que invocaba, pero éstas eran bastante amplias. Los resultados individuales pueden variar mucho. Por ejemplo, si intentaba convocar a un gato, podía obtener una gata de pelaje de tortuga, un gato manchado, un tigre o una pantera.

En este momento, su investigación se centraba en encontrar formas de hacer sus hechizos más precisos. Quería poder invocar un gato doméstico, no sólo un felino, e incluso especificar el tipo exacto de gato doméstico que quería.

“Pero definir las condiciones es bastante complicado”, murmuró, más para sí misma que para mí. “Supongo que tendré que volver a ver al viejo en algún momento”.

Este anciano era, presumiblemente, la autoridad en magia de invocación que ella había mencionado una o dos veces antes.

“¿Este tipo sabe mucho sobre esta… invocación condicional?”

“Bueno…”

Nanahoshi se llevó la mano a la barbilla y pensó un momento, luego asintió para sí misma y comenzó a explicarse. “Permíteme explicarte un poco más. En este mundo, la magia de invocación se divide generalmente entre la invocación de demonios y la de espíritus”.

“¿En serio?”

La invocación de demonios parece referirse a la invocación de monstruos específicos. Se invocaba a una criatura inteligente mediante un complejo conjunto de círculos mágicos, se le pagaba algún tipo de compensación y se le ponía a trabajar para ti. Este era el tipo de invocación en el que la gente solía pensar cuando utilizaba la palabra.

Por lo general, se trataba de invocar a monstruos comunes y corrientes, como los que se pueden encontrar en la naturaleza. Sin embargo, también es posible invocar bestias legendarias que se cree que residen en otros mundos.

La invocación de demonios tampoco se limitaba a los seres vivos, sino que también era posible invocar objetos inanimados.

El hecho de que Nanahoshi produjera esa botella de plástico podría considerarse un hechizo de invocación de demonios.

Si lo dominara, podría invocar las bragas que llevaba la maestra Roxy.

La invocación de espíritus, por otro lado, era un tipo de técnica muy diferente. Se trataba de crear entidades artificiales a partir de maná. Diseñar estos hechizos era aparentemente similar a la programación, en cierto modo.

“Para que lo sepas, es mejor que no discutamos esa parte abiertamente”, dijo. “¿Por qué?”

“La mayoría de la gente piensa que los espíritus son seres vivos que residen en el Mundo Inferior, y nosotros sólo los llamamos al nuestro”.

En otras palabras, se consideraba una variante más de la invocación de demonios.

Los demonios eran más difíciles de controlar, pero podían pensar y actuar por sí mismos y adaptarse a circunstancias desconocidas. En cambio, los espíritus eran bastante fáciles de controlar, pero normalmente sólo actuaban según unos patrones determinados.

Dicho esto, si se tiene la capacidad de “programar” para crear un código muy complejo, se puede crear un espíritu que pueda pasar por humano. Ella había visto algunos en la casa del anciano antes mencionado.

“Y en una nota ligeramente diferente… aqui está el círculo mágico que te prometí antes”.

Nanahoshi me entregó un pergamino. Había un denso y complicado círculo mágico inscrito en su centro, que cubría aproximadamente media página.

“¿Qué es esto?”

“Un pergamino de invocación para un espíritu de luz de lámpara”.

Un espíritu de luz de lámpara era algo sencillo que flotaba detrás del invocador mientras emitía una luz brillante. Era capaz de entender órdenes sencillas como “ilumina esa zona”, pero a medida que pasaba el tiempo, su maná disminuía hasta desaparecer.

Era un espíritu muy básico, pero si se usaba suficiente maná, podía permanecer durante un tiempo relativamente largo.

No era el hechizo más emocionante que había aprendido. Para ser sincero, esperaba algo más llamativo como recompensa.

“Este círculo mágico es una creación original de ese anciano del que sigo hablando, por cierto”, dijo Nanahoshi. “Ni siquiera el Gremio de Magos lo conoce”.

“¿Eh? ¿En serio?”

Sin embargo, cuando escuché que era un producto de edición limitada, de repente me pareció mucho más emocionante. Supongo que en el fondo sigo siendo japonés.

“Sí. Y la próxima vez te traeré algo más impresionante, ¿vale? Lo prometo”.

Nanahoshi apretó las manos en un gesto de súplica. Hacía tiempo que no veía a nadie hacer eso. Me dio un poco de nostalgia.

“Creo que deberías poder usar tu magia de tierra para hacer una plantilla de ese diseño”, dijo. “De esa manera, puedes imprimir un montón de copias. Estoy seguro de que el Gremio de Magos pagaría muy bien por ellos”.

“¿Te parece bien que venda copias? ¿No se enfadará el tipo que lo hizo?”

“Créeme, tiene cosas más importantes en mente. Dudo que le importe”.

Hmm. Bueno, era bueno saber que no necesitabas escribir pergaminos mágicos a mano cada vez, al menos.

“Si decides venderlos al gremio, asegúrate de mencionar mi nombre”, añadió. “Eso debería asegurar que no intenten estafarte”.

“Entendido. Gracias”.

Decidí archivar esa idea por ahora. Nunca está de más tener una posible fuente de ingresos en el bolsillo.

En cualquier caso, el hecho de que estos espíritus fueran puramente artificiales era interesante. Me pareció que podría ser relevante para el proyecto de Zanoba. Combinando diferentes disciplinas de la magia, tal vez podríamos hacernos un robot capaz de decir “hawawa” cada vez que se pusiera nervioso.

“Por cierto, Nanahoshi… si ahora puedes invocar aleatoriamente objetos de nuestro viejo mundo, ¿no existe la posibilidad de que podamos traer cosas realmente útiles?”.

A priori, parecía una buena idea, pero Nanahoshi negó con la cabeza. “En este momento, sólo soy capaz de invocar objetos simples compuestos por una única sustancia consistente. Aunque supongo que eso nos da un abanico de posibilidades bastante amplio”.

Una única sustancia consistente, ¿eh? Eso explicaba por qué la botella de plástico no tenía tapa ni etiqueta. Pero si mejoraba en el establecimiento de sus condiciones, tal vez podríamos invocar objetos complejos pieza por pieza y luego volver a unirlos.

“Además, no es una gran idea traer a este mundo demasiadas cosas que pertenecen a nuestro antiguo mundo. Creo que ya lo mencioné antes, ¿no?”

Oh, ¿todavía estaba preocupada por todo ese asunto de “alterar la línea de tiempo”? “Siento que estás siendo un poco paranoica sobre eso, honestamente…” Dije. “Puedes probar esa teoría cuando esté a salvo en casa. Prefiero no arriesgarme”.

Vaya. Qué frío. 

***

Zanoba, por su parte, había conseguido terminar el otro día su figura de wyrm rojo. No era exactamente igual a la que había visto, con los cuernos en la frente y todo eso… pero se veía bien, y eso era lo más importante.

Julie estaba muy contenta con su regalo tardío. No era el tipo de niña que sonreía mucho, pero se pasó un buen rato sosteniendo la estatuilla, haciendo oídos sordos mientras la examinaba desde diferentes ángulos.

“¡Muchas gracias, maestro! Gracias, Gran Maestro”.

Se dio la vuelta para mirar a los dos, y ejecutó una reverencia ligeramente rígida pero respetable.

“De nada”, dijo Zanoba con una inclinación de cabeza señorial. “Sigue trabajando duro”.

“¡Sí, señor!”, respondió ella con alegría.

Julie hablaba la lengua humana con mucha más fluidez estos días. Sin embargo, no era por nada que hubiera hecho. Ginger tenía la costumbre de corregirla cada vez que se equivocaba, y uno siempre aprende más rápido cuando tiene a alguien que le señala sus errores.

“¿No eres una chica afortunada, Julie? Asegúrate de cuidarla bien”, dijo Ginger.

“¡Sí! Gracias a usted también, señorita Ginger”.

Ginger era ahora una presencia constante en la habitación de Zanoba. Normalmente se mantenía junto a la pared y salía a buscar bebidas para Zanoba o a atender las necesidades de sus visitantes.

En ese momento, alquilaba un apartamento en un edificio cercano a la Universidad. Una vez le pregunté por qué no se instalaba en la habitación vacía para guardaespaldas que había junto a los aposentos de Zanoba, pero me dijo que sería “presuntuoso” por su parte residir al lado del príncipe.

Su acuerdo se parecía menos a una relación amo/sirviente y más a un matrimonio de cercanía muy extraño. O tal vez el vínculo entre el líder de una secta y su discípulo más fiel. La mujer probablemente se abriría el estómago al instante si Zanoba se lo ordenara.

“¿Necesitas algo, Rudeus?”

“Me estaba preguntando por qué juraste lealtad a Zanoba en primer lugar”.

Ginger asintió ante mi abrupta pregunta, pareciendo bastante satisfecha. “La madre del príncipe me pidió personalmente que cuidara de él. Y juré, en ese momento, dedicarme a su servicio”.

“Hmm. Bueno, eso está bien. Continúa”.

“¿Qué quieres decir? Esa es la historia”.

Espera, ¿eso es todo? ¿¡Eso fue suficiente para hacer que aguantaras todo esto!?

 Por otra parte, hacer un juramento de lealtad era probablemente un asunto serio. Si ibas a romper esa promesa cuando te trataran mal, probablemente no la harías en primer lugar. Una vez leí en un manga que la sociedad feudal estaba compuesta por unos pocos sádicos natos y un gran número de masoquistas. Tal vez Ginger se encontraba en esa segunda categoría.

Cuando lo pensé así, tenía un poco más de sentido… aunque la realidad era probablemente algo no tan crudo.

***

Cliff también avanzaba en sus investigaciones. Hacía poco que había terminado su primer prototipo de herramienta mágica para suprimir los síntomas de la maldición de Elinalise. Un día me lo anunció personalmente, pareciendo aún más orgulloso de sí mismo que de costumbre.

“Esencialmente, fuerza el maná externo para contrarrestar el flujo de maná interno. No es suficiente para eliminar la maldición, pero la ralentiza”.

Continuó explicando los detalles en un lenguaje complejo y técnico. Gran parte de ellos se referían a cómo “alinear” el maná externo con la “frecuencia” del maná de la maldición de una manera muy específica. Pero también dedicó mucho tiempo a destacar su propia brillantez, así que creo que omitiré esa parte.

El resultado final era que había encontrado una manera de hacer que la maldición de Elinalise fuera menos severa.

“Sin embargo, quedan dos problemas”, dijo.

En este punto de la conversación, Cliff finalmente me dejó ver el dispositivo en sí. Era una especie de taparrabos voluminoso, del tipo que podría llevar un luchador de sumo. Para ser sincero, lo habría tomado por un pañal para adultos.

“Ya veo. Bueno, el problema más obvio sería que no está precisamente de moda”.

“En efecto. No podía pedirle a Lise que se paseara con esto puesto, claro”.

Las dos se habían peleado por eso, y casi nunca se peleaban. De hecho, Elinalise había dicho que no le importaba su aspecto, pero Cliff se negaba obstinadamente a ceder. Supongo que era demasiado orgulloso para soportar la idea de que su novia hiciera el ridículo.

Se habían reconciliado en el transcurso de una sola noche apasionada, por cierto. Su amor era tan nauseabundo como siempre.

“Zanoba y Silent se ofrecieron a ayudarme, y hemos desarrollado un plan para miniaturizar el dispositivo. También me gustaría hacerlo mucho más eficaz. Pero soy un genio, así que estoy seguro de que es sólo cuestión de tiempo”.

Su objetivo final era hacer un dispositivo no más grande que un par de bragas normales. Era difícil decir si eso era factible, pero si lo lograba, tal vez podríamos hacer también un par de guantes para Zanoba. Eso le daría la oportunidad de hacer figuritas con sus propias manos.

Por otra parte, tenía la sensación de que podría ser torpe por naturaleza incluso sin la superfuerza.

“Entonces, ¿cuál es el otro problema que mencionaste?”

Cliff frunció el ceño. “En realidad, esa es la razón por la que te he llamado hoy, Rudeus”.

“¿Oh?”

“El asunto es que… el implemento actualmente consume demasiado maná para ser práctico”.

Como recordaba, los implementos mágicos requerían que alguien los llenara de maná antes de que pudieran funcionar. Los menos eficientes no se consideraban especialmente útiles para las aplicaciones del mundo real.

Lo ideal sería que Cliff quisiera algo que Elinalise pudiera llevar constantemente, consumiendo sólo el maná que pudiera soportar. Pero ahora mismo, el dispositivo estaba tan sediento de energía que Cliff no podía mantenerlo en funcionamiento ni siquiera una hora.

“Vamos a intentar seguir perfeccionando el diseño, pero me vendría muy bien tu ayuda. Sin ti, sólo podríamos cargar el aparato un par de veces al día”.

“Ah, claro. De acuerdo, entonces. Ayudaré cuando pueda”.

Cliff se consideraba un mago genio, y su capacidad de maná estaba ciertamente en el lado mayor. Pero, aun así, no era ni de lejos suficiente. Aquí era exactamente donde yo podía ser útil.

A partir de ese día, comencé a ayudar también en los experimentos de Cliff.

Por cierto, el dispositivo no hizo nada para que Elinalise estuviera menos cachonda.

***

Últimamente, sentía que mi vida se había asentado en un ritmo suave y agradable.

Me levantaba por la mañana, hacía mi entrenamiento, desayunaba y me iba a la Universidad. Pasé a ver a Zanoba y luego a Cliff, comprobando el progreso de sus investigaciones y ofreciendo ocasionalmente algún consejo. Después de comer, me dirigí a ayudar a Nanahoshi con sus experimentos de invocación. Y una vez terminadas las clases, me tomé una hora para dar clases particulares a Norn.

De vuelta a casa, fui a hacer la compra con Sylphie y Aisha nos recibió en la puerta. Sylphie y yo nos bañamos juntos, y los tres cenamos. Luego practicamos magia en el salón y hablamos de nuestros días.

Cuando Aisha se fue a la cama, trabajé con Sylphie en el proyecto de hacer un bebé y luego me dormí profundamente con mi mujer como almohada. Cada día se parecía mucho al anterior, pero seguía sintiendo que avanzaba con paso firme hacia mis objetivos.

¿Quizás esto era lo que se sentía en la felicidad?

No era algo que había conseguido mucho en mi primer intento de vida. Pero suponiendo que Paul volviera sano y salvo dentro de un año, las cosas sólo deberían mejorar a partir de ahora.