Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 2

Capitulo 3: El Asesino Llega A La Real Academia De Caballeros

Había pasado un mes desde ese viaje de compras a Milteu. Dia, Tarte y yo finalmente habíamos llegado a la academia… o más bien, al pueblo que rodeaba la academia.

La academia estaba a dos horas en carruaje al norte de la capital real. Además de ser una escuela, el lugar también funcionaba como un baluarte. Protegió la capital de cualquier invasor que llegara al sur. En ningún otro lugar del mundo podrías encontrar tantos magos en un solo lugar. Incluso los estudiantes pueden ser llamados a pelear.

Oculto dentro del baluarte más masivo del país descansaba una ciudad de tamaño modesto.

Mis dos compañeros y yo nos dirigíamos a la academia ubicada en medio de ese asentamiento.

“Estamos aquí, mi señor. ¡Es casi la hora de poner a prueba todo nuestro estudio!” Tarte exclamó.

“Estoy agotado por todo el estudio que hicimos el mes pasado. Se ha vuelto tan malo que incluso he tenido sueños sobre la historia de Alvanian”, se quejó Dia.

Los tres habíamos pasado las últimas semanas preparándonos para nuestro examen de ingreso.

La prueba no determinó la admisión a la escuela, sino más bien, la clase en la que te ubicaron. La educación de ningún noble era exactamente la misma. Todos los estudiantes se dividieron en grupos según su nivel de conocimiento para garantizar una instrucción eficiente. Habíamos estado estudiando mucho para ser asignados a la Clase S, lo mejor de todo. Tenía una razón particular por la que necesitaba ser colocado alto.

Después de pasar el tiempo charlando, llegamos por fin a la Real Academia.

Le dijimos a la recepción que estábamos allí para hacer el examen de ingreso, después de lo cual nos guiaron a una entrada que hacía las veces de plaza.

“Vaya, hay tanta gente aquí”, comentó Tarte con asombro.

“Sin embargo, aquí hay más adultos que estudiantes”, observó Dia.

“La mayoría de ellos probablemente sean padres que han venido a despedir a sus hijos. Me imagino que les preocupa cómo les irá a sus hijos. La puntuación de la prueba tiene un gran impacto en el valor de su familia”, expliqué.

“¿Wow en serio? Eso es un poco triste… Espera, ¡¿qué es eso?!”

Seguí la línea de visión de Dia y vi a una persona vestida de forma escandalosa.

“No esperaba ver al príncipe azul aquí en la academia”, bromeé. “¿Qué…? Seguramente eso es exagerar”, agregó Tarte.

“Eso es demasiado”, coincidió Dia.

Delante de nosotros había un niño montado en un caballo blanco. Quizás en un intento de igualar a su corcel, el joven estaba vestido con elegantes ropas de alabastro bordadas con hilo de oro. Todo en él era llamativo.

Sin embargo, parecía que tenía el maná para respaldar esa actitud ostentosa. Era bastante guapo y vestía bien su atuendo.

A diferencia de mí, estaba haciendo alarde de su maná para que todo el mundo lo viera. El emblema de la brida de su montura dejaba en claro que era el heredero de la Casa Gephis.

Era una de las personas que papá me había dicho que cuidara en la academia. Su familia no solo tenía un ducado, sino que también poseía un lugar en la fila para el trono real.

El extravagante joven nos guiñó un ojo al pasar junto a nosotros. Inicialmente pensé que estaba dirigido a Tarte y Dia, ya que ese tipo de avances lo eran tan a menudo. Después de un momento, me di cuenta de que definitivamente estaba destinado a mí.

“¿En qué diablos está pensando el heredero de la Casa Gephis?” Murmuré.

Sin embargo, apenas tuve tiempo para reflexionar sobre la cuestión, ya que una conmoción aún mayor comenzó a atraer a nuevos espectadores. Solo había una persona que podía causar un mayor revuelo que el hijo de un duque.

Es el héroe.

No se presentó a nadie, pero su abrumador maná solo traicionó su identidad.

Era una cantidad tan intensa de maná que ni siquiera necesitabas los ojos de Tuatha Dé para percibirlo.

El héroe fue sorprendentemente bajo. En realidad, era difícil saber si era un niño o no. Parecía completamente nervioso. No me hubiera sorprendido que rompiera a llorar.

No se parecía en absoluto a Setanta, el hombre con el que había luchado cuando salvé a Dia. Sin embargo, por alguna razón, este niño tímido emitía un aura similar.

La gente pululaba por el pobre chico, esperando ganarse el favor del héroe. Observé la escena desde la distancia. También tenía planes para acercarme al héroe, pero era demasiado pronto para hacer mi movimiento.

Si este joven de ojos llorosos era realmente el héroe, seguramente lo colocarían en la Clase S. Por eso Dia, Tarte y yo habíamos estudiado tanto para el examen de ingreso. Estar en la misma división brindaría muchas oportunidades para acercarse al héroe.

De los casi cien magos que asistieron, solo ocho entrarían en la Clase S. Ganar a todos los nobles no iba a ser fácil. Para hacer las cosas más complicadas, no pude usar las técnicas especiales de asesinato de la Casa Tuatha Dé ni ninguna de las magias originales que había creado.

“Será difícil… pero no imposible”.

Había ganado mucho conocimiento y experiencia durante mis dos vidas. Incluso sin usar mis fortalezas únicas, Dia, Tarte y yo deberíamos haber sido lo suficientemente capaces de lograr cualquier cosa que la academia nos arrojara.

***

Cuando llegó el momento de comenzar la prueba, los estudiantes pasaron por la entrada de la escuela. Un coro de vítores alentadores resonó a nuestras espaldas.

Las cosas ni siquiera habían comenzado todavía, y ya había un alboroto tan grande. La publicación de los resultados del examen probablemente sea un caos.

Seguimos a un profesor hasta el lugar de la prueba, pasando por muchos pasillos espaciosos a lo largo del camino.

Primero vino la parte escrita.

“Estoy tan nerviosa. Sé que terminaré en la misma clase que tú, independientemente de mi calificación, pero como tú vasallo, no puedo permitirme avergonzarte con una mala puntuación”.

Los estudiantes sirvientes tomaron la prueba al igual que todos los demás, pero siempre fueron colocados con sus maestros. Tampoco contaron para el número de personas en una clase determinada. Esto se debía a que el propósito principal de un sirviente al venir a la academia era apoyar a su amo.

“Estarás bien. Si ha memorizado las cosas que te enseñé en preparación para este examen, le irá bien. ¿O no confías en mí?” Yo consulté.

“¡Por supuesto que confío en ti! ¡Yo puedo hacerlo!”

Esa honesta simplicidad fue uno de los mejores rasgos de Tarte.

El instructor llegó puntualmente para anunciar el final de nuestro receso.

“Saludos, jóvenes novatos que pronto llevarán sobre sus hombros el peso del Reino de Alvanian. Bienvenido a la Real Academia de Caballeros. Primero, tomará una evaluación escrita y luego, después de un descanso de una hora, realizará una evaluación práctica. Hay un par de cosas que debe tener en cuenta antes de comenzar. No responderé preguntas y está prohibido dejar su asiento. Si abandona su silla, se recopilarán sus respuestas. Eso es todo. Ahora distribuiré el cuadernillo de prueba”.

Se colocaron paquetes de papel boca abajo en los escritorios de todos. “¡Puedes empezar!”

Tan pronto como el supervisor dijo esas palabras, le di la vuelta a mi prueba y rápidamente escaneé su contenido.

Las preguntas fueron en gran parte lo que esperaba. No había pasado el último mes estudiando a ciegas. Había utilizado la red de información de Illig Balor para analizar las tendencias recientes para el examen y había compartido lo que había aprendido con Dia y Tarte.

La primera sección trataba sobre la historia y el derecho de Alvanian. Me alivió ver que gran parte del material estaba compuesto por cosas que les había enseñado a las chicas.

Tuve que reírme un poco para mí mismo de algunos de los problemas. Esta evaluación claramente se había escrito con un fuerte sesgo. La mayor parte estaba compuesta de historia y leyes que el país quería que sus nobles conocieran. Se podría decir que era exactamente el tipo de cosas que esperaría de una academia que tenía como objetivo unir a su aristocracia por una causa común.

La siguiente parte consistió en problemas que evaluaron la capacidad cognitiva y las matemáticas. No tenía ninguna duda de que Dia y Tarte podrían manejar esa sección.

Por la forma en que iban las cosas, no sospechaba que ninguno de nosotros tendría problemas para ubicarse entre los mejores puntajes. Efectivamente, Dia y Tarte, que estaban sentadas a mi lado, estaban volando a través de la prueba, sus lápices corriendo.

Por lo que pude ver, solo alrededor del 30 por ciento de la habitación estaba bien.

Los jóvenes nobles no deberían haber tenido problemas para responder preguntas sobre su historia nativa y sus leyes, pero ese no era el caso de los aristócratas de rango inferior. Sus padres generalmente les enseñaron una versión del pasado que pintó su linaje bajo una luz favorable. Solo se les instruyó sobre las partes de la historia que sus padres querían que supieran.

Incluso si una persona joven en esa posición poseía un interés genuino en el pasado, los libros eran costosos y era un desafío averiguar qué tomos contenían relatos históricos verdaderos y cuáles habían sido modificados. Muchos volúmenes estaban llenos de tonterías.

Según esta evaluación, el entorno en el que te criaron fue incluso más importante que tu inteligencia. Una vez más, me sentí agradecida de haber nacido miembro de la Casa Tuatha Dé.

Salir bien en la parte escrita me aseguró que podría salirme con la mía durante el examen práctico. Tenía que asegurarme de obtener altas calificaciones.

***

Terminó la primera mitad de la prueba y comenzó nuestro tiempo de descanso. Al final había tardado tres horas, por lo que todos estábamos comprensiblemente exhaustos. Nada de eso se había dividido por tema, por lo que tuvimos que hacer todo de una vez.

Un solicitante había estado luchando contra la urgencia de ir al baño todo el tiempo. Finalmente, se rindieron y tuvieron que levantarse de su asiento, sonrojados y llorando. Un estudiante aún más increíble orinó sus pantalones intencionalmente para que pudieran continuar tomando el examen. Claramente, no querían mancillar la reputación de su apellido dejando el examen por algo trivial.

Todos salimos tambaleándonos como zombis debilitados.

Dia, Tarte y yo entramos en un espacioso patio y encontramos un banco para descansar.

Dia inmediatamente se puso a hablar con entusiasmo sobre su desempeño en la prueba. “Estoy seguro de que acerté en más del noventa por ciento. Ese es un buen puntaje, pero estoy nervioso por cómo se comparará con todos los demás”.

“No creo que lo haya hecho tan bien”, admitió Tarte. “Sin embargo, fue todo lo que nos enseñó, mi señor, ¡así que fue bastante fácil para mí también!”

“Me alegro de que haya ido bien. Las notas altas deberían colocarte entre los diez primeros”, alabé.

“No puedo esperar a los resultados. ¿Cómo te fue, Lugh?” Dia preguntó.

“A menos que los materiales didácticos que utilicé o los problemas en sí fueran incorrectos, obtuve una puntuación perfecta”, dije.

“No me sorprende. Eres tan inteligente, Lugh”, elogió Dia.

“¡Tendremos que celebrar si obtienes la máxima calificación! ¡Nos invitaré a preparar una comida deliciosa!” Tarte declaró.

“No hay necesidad de eso. Probablemente suceda algo en el dormitorio para conmemorar a los nuevos estudiantes que ingresan a la escuela”, respondí.

“Aww, eso es decepcionante. ¡Haré un gran postre de todos modos!” Forcé una sonrisa. Tarte siempre me ponía antes que ella misma.

Al sacar una canasta, Tarte dijo: “¡Un cerebro cansado necesita dulces! Me levanté temprano esta mañana para hacer estos bocadillos”.

“Debes haberte sentido muy confiada con la prueba si sentías que podías levantarte temprano para hacerlas. Pensé que serías del tipo que seguiría estudiando hasta el último segundo”, comentó Dia.

“Sólo quería hacerlos felices a los dos, Lord Lugh y Lady Dia”, respondió Tarte.

“Te lo agradezco. Estos se ven excepcionales”, dije.

La canasta estaba llena de bollos amarillos al vapor. En Milteu, se estaba convirtiendo en una tendencia cocinar al vapor el pan en lugar de hornearlo. Esto le dio al material una textura suave y esponjosa. Luego se añadió una buena cantidad de yema de huevo al pan para darle un sabor rico.

“Está bien, comamos”.

Arranqué un trozo de pan blando y me lo metí en la boca. Un dulce sabor a huevo se extendió por mi lengua. Era exactamente el tipo de cosas que necesitaba para relajarme y recargar mi cerebro.

“Tarte, esto es delicioso”, alabé.

“Sí, realmente lo es. Deberías hacer más de estos en algún momento”, agregó Dia.

“¡Estaría feliz de! Estos resultaron bastante buenos”.

Los dulces al vapor de Tarte eran de un tipo que ni mi madre ni yo habíamos hecho antes.

¿Cuándo empezó Tarte a buscar recetas por su cuenta? Me preguntaba. Fue bueno verla ganar más confianza.

Dia preparó un poco de té como agradecimiento por Tarte. Ella no tenía ningún utensilio de té, pero creó algunos usando magia de tierra y fuego.

En medio de nuestro intenso examen de ingreso con la dignidad de cada casa real montada en él, los tres disfrutamos de un respiro relajado, comiendo bollos y bebiendo té. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que alguien llegara para arruinar nuestro momento de paz.

“Oye, es la familia Tuatha Dé. ¿Te importaría si me uniera a esta fiesta del té?”

Se acercaba un chico guapo de cabello rubio brillante.

No quería que nadie arruinara nuestro precioso tiempo de descanso, pero este chico pertenecía a uno de los cuatro ducados principales.

“Para nada,” contesté.

“Gracias. Estoy seguro de que ya sabe mi nombre, pero permítame presentarme de todos modos. Soy Naoise Gephis”.

“Mi nombre es Lugh Tuatha Dé. Es un placer conocerte.”

“Ja, ja, ja, vamos, no necesitas ser tan educado. En esta academia, la fuerza lo es todo. Eso es lo que dice la familia real. ¿Y no crees que nosotros, que hemos jurado nuestra infalible lealtad al rey, deberíamos cumplir con la palabra de la corona?”

Eso no es algo que hubiera esperado que dijera alguien de la familia de un duque.

“Está bien, hablaré libremente”, estuve de acuerdo.

“Por favor, hazlo. Me siento mucho más a gusto de esa manera. Oye, ¿te importaría si probara una de esas golosinas que tienes ahí?” Preguntó Naoise, volviéndose hacia Tarte.

“N-No, en absoluto. Pero estoy segura de que no llegan al tipo de dulces que un noble de tu posición está acostumbrado a probar…” respondió Tarte con timidez.

Sin hacer caso de la advertencia de Tarte, Naoise tomó un bollo de huevo al vapor y se lo comió.

“Es delicioso. Tiene un atractivo simple del que carecen las confecciones de mi castillo. Me gusta. Creo que tendré otro”.

No estaba actuando en absoluto como un aristócrata. Sin embargo, Naoise tenía una figura tan elegante que podía hacer cualquier cosa y se vería tan hermosa como una pintura.

“¿Qué quieres? Imagino que tienes un propósito más allá de comer”, presioné.

“Solo quería conocerte. Esperaba que consideraras unirte a mí y ayudarme a lograr mi sueño. Antes de mi graduación, quiero reunir lo mejor que la academia tiene para ofrecer para que podamos lograr grandes cosas juntos. Sobre todo, te quiero a ti, Lugh Tuatha Dé. Por eso me acerqué a ti primero”, respondió Naoise.

… ¿Cuánto sabe él?

Todavía no había demostrado mi verdadera fuerza y no había forma de que Naoise quisiera hablar con el hijo de un simple barón. Mucha gente en la academia provenía de linajes mucho más distinguidos. Lo habría entendido si hubiera sabido de mi profesión encubierta, pero los únicos al tanto de ese secreto eran la familia real y cierto ducado.

“¿Por qué yo?” Cuestioné.

“Porque eres más hábil que nadie aquí”, respondió Naoise. “Seguramente el héroe me empequeñece”.

“El héroe es más fuerte en términos de fuerza bruta, y eso ciertamente tiene sus usos, pero tú eres más impresionante en general. Pero podemos dejar las cosas en un saludo para hoy. Piénsalo bien… Cambiemos juntos este país podrido. Usted, entre todas las personas, debe comprender lo necesario que es eso. Si no actuamos pronto, será demasiado tarde. Por cierto, esos dulces eran realmente deliciosos. Toma esto como agradecimiento”.

Naoise le arrojó un pañuelo a Tarte y se alejó. Tarte pasó unos segundos sentada allí estupefacta antes de mirar la tela.

“Wow, esto es realmente agradable.”

“Está hecho de la mejor seda y el hilo dorado bordado en él también es de primera calidad. Vender esto te daría suficiente dinero para vivir durante un año”, expliqué.

“Yo-yo no puedo aceptar esto. ¡Voy a ir a devolvérselo!” Insistió Tarte. “No, no lo hagas. En realidad, lo vería como de mala educación”, le advertí.

Tarte no sabía cómo manejar los gestos aristocráticos. Todavía se aferraba a algunos de sus viejos hábitos de clase baja.

“Oye, Lugh. ¿Qué crees que quiso decir con cambiar este país?” Preguntó Dia.

“… Cualquier noble con una comprensión decente de los asuntos actuales puede ver que Alvanian se dirige en la misma dirección que su Reino de Soigelian. Probablemente Naoise lo sepa. Puede estar tratando de evitar la ruina, o puede querer darle la vuelta al país si cree que es lo suficientemente débil como para sufrir el mismo destino que Soigel. De cualquier manera, parece bastante ambicioso”, comenté.

… La Real Academia era un lugar apropiado para reunir personal. Podrías acercarte a la gente sin las limitaciones de la nobleza. Era un lugar como ningún otro.

“Nunca he conocido a nadie que haya dicho tan abiertamente que quiere cambiar a Alvanian”, dijo Dia.

“No puedo decir si debería estar impresionado o pensar que es un idiota”, admití.

Cuando vi por primera vez a Naoise montando ese caballo blanco, pensé que era solo un dandy tonto con una autoestima exagerada, pero resultó que tenía algo de fuego en él. Quizás había montado en ese corcel simplemente para dejar una impresión duradera.

Sonó una trompeta. No marcaba el final de la pausa, sino la publicación de los resultados de nuestras pruebas escritas. Dia, Tarte y yo nos dirigimos hacia la multitud reunida.

Muy bien, es hora de ver cómo lo hicimos.