Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 2

Capitulo 2: El Asesino Obtiene Un Tesoro Divino

Me enteré de la taberna que había reservado mientras trabajaba en Balor Company. Era uno de los lugares más caros de Milteu, y la gente decía que no había mejor lugar para quedarse en la ciudad. Afortunadamente, la deliciosa comida del establecimiento y el servicio escrupuloso justificaron el alto precio.

No reparé en gastos a la hora de tratar a Dia y Tarte.

Después de la cena, los tres nos retiramos a nuestra habitación. El diseño interior fue impresionante. El lugar parecía completamente limpio, y las camas parecían cómodas e impecables.

“¡Esa cena fue increíble! No estaba familiarizada con el alcohol, pero estaba emocionado por la cantidad que había. Pensé que estaba acostumbrado a comer comida elegante, pero había tantos platos que nunca antes había probado. ¡Fue muy divertido!” Proclamó Dia.

“Eso es porque Milteu es una ciudad portuaria. Delicias de todo el mundo terminan aquí. Milteu no tiene muchas especialidades locales, pero probar cosas de todo el mundo es parte del encanto de esta ciudad”, respondí.

“Vaya, ahora no puedo esperar para ir a explorar mañana”.

“Tienes razón en estar emocionado. Es imposible aburrirse en esta ciudad como turista”.

Nos sumergimos en una animada discusión sobre los planes turísticos de Dia para el día siguiente. Tarte normalmente habría participado en una conversación así, pero algo parecía incomodarla.

“… Mi señor, ¿está bien que me traten con cosas tan buenas? Solo soy tu criada. No me parece bien. No estoy acostumbrada a que me cuiden. Me hace sentir incómoda”.

Por el momento, Tarte no vestía su ropa de sirvienta, sino que vestía un atuendo más elegante. Se los había comprado antes de llegar a la posada. Su ropa de sirvienta Tuatha Dé era linda, pero quería verla en algo más lindo de vez en cuando. Por eso elegí algo que pensé que le quedaría bien. Yo también había hecho lo mismo por Dia.

Tarte era preciosa, y mis prendas elegidas la hacían indistinguible de una mujer noble. Ella había llamado la atención de muchos hombres mientras estábamos en la ciudad.

“Tienes que extender tus alas de vez en cuando, Tarte. Tienes que sentirte estresada al hacer el trabajo de sirviente todos los días”, le dije.

“¡No hay forma de que me canse de cuidar de usted, mi señor!”

“Me alegra oírte decir eso, pero necesitas tiempo para ti… Además, no tengo muchas oportunidades para comer contigo. Comer contigo hace que la cena sea mucho más divertida”.

“Disfrutas comer conmigo… Eso me hace feliz. O-Okay, me rendiré solo por hoy”.

Tarte siempre lo dio todo en su trabajo y eso me empezó a preocupar. Necesitaba obligarla a descansar de vez en cuando.

“Me pongo tan celosa cuando los miro a ustedes dos. Parecen tan naturales juntos”, admitió Dia.

“U-um, nos conocemos desde hace mucho tiempo”, dijo Tarte, sonrojándose. Ella nunca manejó bien ese tipo de burlas. Estaba tan avergonzada que ni siquiera se había dado cuenta de que los dulces que había estado comiendo durante nuestra conversación le habían ensuciado la boca.

¿Cómo reaccionaría si le limpiara la boca ahora mismo? Sintiéndome un poco travieso, tomé una servilleta.

***

Después de recordarles a Dia y Tarte nuevamente que tenía asuntos importantes que atender, me fui a la mañana siguiente.

Me teñí el pelo de negro, me puse los anteojos y usé cosméticos para disimular un poco mi rostro. En poco tiempo, me había transformado de Lugh Tuatha Dé en Illig Balor, un distinguido hijo de la familia Balor.

Me dirigía a la tienda principal de la marca de cosméticos de la Compañía Balor, Natural You. El frente de la tienda estaba en el primer piso, mientras que el segundo piso se usó para espacio de oficina y almacenamiento.

Entré por la parte de atrás, saludé a los guardias y entré. Luego subí las escaleras y llamé a la puerta de la oficina de Maha.

“Adelante.”

“Hola, Maha”.

“Bienvenido de nuevo, querido hermano. Ha sido tan largo. Tenía muchas ganas de que llegara este día”.

Maha me saludó con una sonrisa. Ella era una huérfana a quien había adoptado y criado. Había demostrado ser muy talentosa y operaba la marca Natural You mientras Illig estaba fuera.

Tenía el pelo azul liso y brillante y llevaba una fina capa de maquillaje. Su atuendo de trabajo, completo con pantalones largos, le dio una especie de atractivo intelectual muy tentador. Como Tarte y yo, ella tenía catorce años. Sería negligente no mencionar lo hermosa que era ella también.

“Estás tan bonita como siempre, Maha.”

“Vaya, gracias, querido hermano. ¿No quieres hacer tuya a esta linda mujer? Puedes hacer lo que quieras conmigo cuando quieras, ¿sabes?”

“Lo pensaré”, respondí, riéndome torpemente y sentándome en un sofá en el medio de la habitación. A diferencia de Tarte, Maha siempre decía ese tipo de cosas directamente.

Ella preparó un poco de té y se sentó a mi lado. Olía diferente a cualquier té que hubiera tomado antes. Curioso, tomé un sorbo.

“Esta es una hoja de té interesante”, comenté.

“Fueron traídos desde el sur por una ruta marítima recién abierta. Su té tiene un buen equilibrio entre dulce y amargo. Es una bebida muy relajante. Si te gusta, puedo enviar algunos a Tuatha Dé”.

“Eso estaría bien. Ha habido varias cosas que me estresan últimamente, incluso en casa. Le agradecería que me los envíe crudos en lugar de hervidos. Siento que puedo encontrar una manera de mejorar este té, dependiendo de cómo lo prepare”.

“Eso no es un problema. Avísame si se te ocurre un método de preparación adecuado. Quiero ampliar pronto nuestras ofertas más allá de los cosméticos”.

Las hojas de té importadas eran un producto valioso. Disfrutarlos yo mismo estaba muy  bien, pero también podían usarse para entretener a los invitados.

Maha y yo disfrutamos del té e hicimos una conversación ociosa mientras me ponía al día sobre los acontecimientos recientes.

“Entonces, ¿puedo seguir adelante y ver lo que obtuviste para mí?”

“Bueno, ¿no estás impaciente? Esperaba que pudiéramos charlar un poco más. Está bien. Iré a buscarlo por ti”.

Maha fue a recuperar el artículo en cuestión de una caja fuerte. Estaba envuelto en tela vieja, pero podía sentir maná emanando de él. Maha desenredó la tela para revelar un pequeño bolso de cuero rojo y azul.

“¿Este es un tesoro divino?” Pregunté, dudoso.

“Sí, se llama Bolsa de Grulla de Cuero. Su apariencia poco llamativa hizo que fuera una compra bastante fácil”, respondió Maha.

No todos los tesoros divinos eran armas. Muchos de ellos fueron herramientas. Ese parecía ser el caso de esta cartera.

“La forma en que lo explicaste lo hizo sonar increíble. No parece tan útil”, observé.

“Cambiarás de opinión una vez que veas cómo funciona”.

Maha comenzó a poner todos los utensilios de té en la bolsa. Primero, guardó la tetera, luego el recipiente de hojas de té, las tazas, una canasta llena de dulces y la jarra de leche. Como si todo eso no fuera suficiente, depositó un grueso paquete de archivos y finalmente una silla.

“Esta es una bolsa mágica con una capacidad infinita, siempre y cuando le proporciones maná. El peso nunca cambia, no importa cuántos artículos se guarden dentro. Es tan útil que cualquier comerciante viajero probablemente lo consideraría una ventaja enormemente injusta”.

“No hay un comerciante en el mundo que no quiera esto, sin importar el precio”, comenté.

“… Considerando su función principal, sí. Pero tiene un defecto fatal. Piensa en esto con lógica, querido hermano. Si este bolso fuera tan bueno como parece, ¿cree que habría podido comprarlo por un precio que no me llevó a la bancarrota Natural You?”

Negué con la cabeza. Como representante delegada de la marca Natural You, Maha tenía grandes sumas de dinero a su disposición. Sin embargo, incluso con una verdadera fortuna, dudaba que hubiera sido suficiente para comprar un bolso tan increíble.

“Probablemente no. Balor, por ejemplo, ofrecería tres veces más que nosotros. Confiaría en que podría recuperar sus costos en solo dos años. No hay forma de que podamos superar la oferta de la Compañía Balor”, dije.

“Eso es exactamente correcto. Hay un defecto fatal que impide que esta bolsa valga tanto: su capacidad no aumenta a menos que le proporciones una cantidad decente de maná, y tan pronto como se agota el suministro de maná, esto sucede”.

De repente, todo el contenido de la bolsa explotó a la vez.

“…Ya veo. Así que no puedes usarlo a menos que seas un mago, e incluso entonces, llenarlo con un flujo constante de maná sin pausa sería agotador. ¿Puedo verlo?” Solicité.

“Adelante”, respondió Maha.

Vertí maná en la Bolsa de Grulla de Cuero. Al hacerlo, pude tener una idea de cuánto se podría aumentar su capacidad. Si un mago promedio vertiera toda su producción de maná en la cartera, el total probablemente sería suficiente para caber en un carruaje tirado por caballos. Sin embargo, cualquier usuario mágico típico no podría mantener esa salida durante más de tres minutos.

El artículo legendario sería, en el mejor de los casos, una mochila glorificada. Era preferible una mochila normal que no consumiera maná.

“Ahora veo por qué los comerciantes no lo quieren”, dije.

“Es demasiado poco confiable para los negocios. Pero tú, querido hermano… probablemente puedas emplearlo como herramienta de asesinato”.

“Tienes razón. Estoy seguro de que será útil”.

Como asesino, poder llevar tus armas sin levantar sospechas era muy importante. Dicho esto, se sintió como un desperdicio usar un tesoro divino para algo tan mundano.

Como mi capacidad de maná era mil veces mayor que la del mago promedio, usar la bolsa continuamente no fue un problema. Sin embargo, que todo saldría del pequeño contenedor si mi flujo de maná se interrumpía incluso por un segundo era un gran riesgo.

De hecho, espere un segundo.

“Probablemente pueda hacer uso de esos”, murmuré.

Saqué una Piedra Fahr de una pequeña bolsa. Las Piedras Fahr eran gemas que llevaba como armas. Había llenado cada uno con tanto maná como lo que podían producir trescientos magos normales. Los usé como explosivos, pero también había ideado una forma para que las pequeñas esferas liberaran su maná a un ritmo constante.

Vertí poder en la Piedra Fahr, la hice para que liberara energía mágica continuamente y la puse en la Bolsa de Grulla de Cuero.

“Si hago esto, no me pondrá ningún esfuerzo y la bolsa tendrá un suministro constante de maná”.

Como esperaba, la Bolsa de Grulla de Cuero absorbió el maná que la Piedra Fahr liberaba constantemente y su capacidad aumentó.

“¿Cuánto crees que cabe en la bolsa?” Maha preguntó.

“El valor de la mitad de un carruaje. Podría aumentar la capacidad aún más si no hubiera configurado la Piedra Fahr para liberar energía a un ritmo tan lento”, respondí.

“Eso es increíble. ¿Qué te parecería ofrecerlo y algunas piedras Fahr a la marca Natural You?”

“Eso probablemente aumentaría nuestras ganancias, pero voy a tener que declinar. Quiero investigar este tesoro divino a fondo. Si puedo encontrar algo en común entre los tesoros divinos, podría desarrollar una contramedida para cualquier cosa con la que tenga que lidiar en el futuro. Incluso podría idear una manera de crear algunos tesoros divinos para mí. Esta bolsa es bastante conveniente. Haré un buen uso de ella”.

Una bolsa tan maravillosa era más que una herramienta conveniente. Ya estaba pensando en formas de convertirlo en un arma. Con un poco de trabajo, creí que tenía el potencial de convertirse en una de mis cartas de triunfo contra el héroe.

“Gracias, Maha. Has encontrado algo verdaderamente extraordinario”, dije.

“¿Son palabras de agradecimiento todo lo que tienes para mí?” Maha presionó.

“¿Qué, hay algo más que quieras?”

“Sí. Quiero que me beses.”

Maha inclinó su rostro hacia el mío, mirándome amorosamente. Sin duda, ella solo estaba tratando de burlarse de mí como lo hacía tan a menudo.

“Ja, ja, si no quieres, entonces podemos almorzar o algo…”

“Bien, seguro.”

“Espera. ¿Qué? Tú… ¿QUEEEEEEEEE…?”

Maha, habiendo esperado por completo que la rechazara, se sorprendió. La acerqué… y la besé en la mejilla. Ella se sonrojó de un rojo intenso y se puso rígida. No había señales de su habitual comportamiento relajado.

“¿Qué tal?” Yo pregunté.

Maha tuvo problemas para responder. “… yo… yo no…”

Se miró las manos y finalmente logró pronunciar algunas palabras.

“… Estoy tan feliz y avergonzada que no creo que pueda concentrarme en el trabajo hoy”.

Se veía tan linda que sin pensarlo, volví a besarla en la mejilla. Maha soltó un grito de pánico y se congeló por completo. Verla en tal estado resultó divertido, así que observé hasta que recuperó la compostura.

Maha siempre me estaba tomando el pelo. No había nada de malo en darle una probada de su propia medicina de vez en cuando.

Probablemente por el beso, Maha hizo un puchero durante toda nuestra cita para almorzar. Aun así, no pudo ocultar del todo su júbilo. Pasar tiempo con ella así fue muy divertido.