Jaku-chara Tomozaki-kun

Volumen 5

Capitulo 1: Incluso con buenas estadísticas, las misiones pueden ser difíciles sin armadura

Parte 2

Esa es Tama-chan para ti—una mujer sin mentiras. Pero había logrado mi objetivo.

—¡¿Cierto?! ¡Eso es lo que quería decir!

—¿Que soy dura?

No había sarcasmo en su tono.

—Bueno, esa es una forma muy simple de decirlo, sí; Dije, perdiendo un poco el paso. Soy del tipo que dice lo que pienso, pero todavía soy bastante cuidadoso con cómo lo digo. La conversación totalmente directa tiende a tomarme con la guardia baja. Sin embargo, no es incómodo. Realmente me gustaría acostumbrarme más, de hecho. Sí, Tama-chan y yo somos fundamentalmente similares.

—Quería mostrarte que si bien puedes intentar hablar de una manera o pensar que simplemente estás diciendo lo que tienes en mente, en realidad no suena así si te escuchas a ti mismo objetivamente.

Pensé en cómo me sentí cuando Hinami me hizo lo mismo. Esa fue la primera vez que escuché mi propia voz durante un período de tiempo prolongado. Y al igual que Tama-chan, me sorprendió lo diferente que era de lo que había imaginado.

—Si realmente comprendes cómo suenas desde una perspectiva externa, comenzarás a tener una idea de cómo debes cambiar, ¿verdad?

Recordé lo que me había dicho Hinami y lo repetí lo mejor que pude. Como profesor, como alumno, de verdad.

Pero hace un momento, no podía controlar mi tono en absoluto; ¿Quién hubiera adivinado que yo sería el que daría esta lección hoy? Sí que la vida es impredecible.

—Bien; Reflexionó Tama-chan. —¿Es eso lo que quisiste decir con ver dónde estoy?

—¡Exactamente!; Dije, señalándola con dureza. Como dije, una reunión de estrategia de juego adecuada siempre comienza con una evaluación de la situación actual. En este caso, la situación actual incluía todo lo que le sucedía a Tama-chan, pero aún más importante, incluía a la propia Tama-chan. Después de todo, ella no estaba planeando cambiar el comportamiento de otras personas, estaba planeando cambiarse a sí misma.

—Está bien, Hinami, Mimimi y yo sabemos que eso es lo que eres, pero cuando consideras los principios básicos que gobiernan nuestra clase, la gente piensa que eres dura, y eso es una desventaja.

—Eh. Lo puedo entender.

Parecía convencida, pero aun así miró hacia abajo con algo de consternación. En la arena del aula, tienes dos opciones: leer el estado de ánimo o manipularlo ganando luchas de poder o una batalla de ingenio.

Esencialmente, inclínate ante el estado de ánimo o conquístalo. Si te rebelas porque no puedes hacer ninguna de las dos cosas, te devorará.

Tama-chan cayó en la tercera categoría y sufrió las consecuencias de acuerdo con las reglas de nuestra clase. Esa era una forma de expresar su situación actual.

Por supuesto, no adaptarse al estado de ánimo no es necesariamente algo malo en sí mismo. En todo caso, creo que es hermoso cuán fuertemente Tama-chan se niega a cambiar quién es ella en su esencia.

Me atrevería a decir que es una mejor manera de vivir que la mayoría de las personas, que encajan en un molde porque no tienen valores propios.

Pero en el contexto de las reglas de clase, esa virtud se convierte en un vicio. La virtud cambia inevitablemente en relación con las reglas de un tiempo y lugar determinados, lo que significaba que nuestra única opción era luchar en esos términos. Es decir, suponiendo que hayamos decidido cambiar el curso de esta situación.

Tama-chan continuó hablando en voz muy baja y sus labios temblando. —Tengo que cambiar, ¿no?

Escuché determinación y duda en su voz. Su expresión todavía se veía levemente decepcionada, o tal vez frustrada.

—Sí; La miré directamente y asentí con confianza. Por supuesto, fue frustrante para mí ver a una persona de alto nivel moral ser víctima de reglas desagradables. Una historia más hermosa la habría visto nunca ceder y apegarse a su propia visión de la justicia hasta el final. Una parte de mí incluso deseaba que lo hiciera. Pero ahora no era el momento.

Dije mis siguientes palabras lentamente, con la intención de solidificar nuestra decisión de convertirnos en cómplices.

—Usemos esas reglas para lograr nuestro objetivo principal, que es proteger a Mimimi.

Tama-chan me miró sorprendida, con la boca ligeramente abierta. Finalmente, ella sonrió y me señaló con dureza.

—¡Cierto! Tengo mis propias reservas sobre confiar en ti, ¡pero hagamos esto juntos!

—Partiendo honesta, ya veo.

Con eso, Tama-chan y yo comenzamos nuestra estrategia con un paso ligeramente inestable.

***

—¡Sí, así!

Tras afirmar nuestra decisión, iniciamos su formación inicial. Basado en lo que Hinami me había enseñado, verifiqué su tono, postura y expresión y le dije cómo pulirlos. Por el momento, estábamos trabajando en una tarea que Hinami me había dado en el pasado.

—¿Te estás acostumbrando?

Tama-chan asintió con energía, como una niña pequeña. —¡Hey!; Su voz era un poco más alegre de lo habitual.

—Aprendes rápido, Tama-chan.

—¡Oooh!

Ella apretó el puño, sonriendo. Luciendo bien. Como era tan pequeña, el gesto le sentaba muy bien. Diablos, será mejor que mire lo que pienso.

—¿Crees que puedes practicar por tu cuenta?

—¡Sí!; chilló, dándome un alegre pulgar hacia arriba. Sus cejas estaban arqueadas y sus ojos eran intrépidos. Wow. No parecía ser su yo habitual en absoluto. Me impresionó lo tonta que podía ser.

Es decir, estábamos haciendo la tarea que me dio Hinami cuando me llevó al café donde trabajaba Kikuchi-san—el ejercicio en el que solo puedes usar las vocales cuando hablas.

La idea era concentrarse en su tono, expresión, gestos y otras habilidades de comunicación no verbal limitando la variedad de palabras que usaba. Lo estaba probando con Tama-chan. No estaba seguro de cómo iría, pero resultó que me sentí como si estuviera jugando con un animal pequeño.

—… Bien. Ahora puedes hablar con normalidad.

—Ah, okay.

Ella volvió a su forma habitual de hablar. Habíamos terminado la primera etapa del entrenamiento. Apoyé la barbilla en mis dedos y pensé por un minuto.

—Um…; Me di cuenta de algo. —… Eres realmente buena en todo esto.

Antes del ejercicio de vocales, verifiqué si usaba los músculos expresivos alrededor de la boca de manera efectiva cuando hablaba y si llevaba el pecho hacia adelante para adoptar una postura más imponente. Este ejercicio final fue mi forma de probar qué tan bien podía controlar el tono de su voz. Los resultados—por lo que pude ver, Tama-chan estaba en o más allá del nivel estándar para las tres habilidades.

—¿De verdad?

—Sí… quiero decir…

La miré a los ojos y se lo di directamente. —Eres mejor que yo en todo eso.

—¡¿Qué?!; Como era de esperar, mi confesión sorprendió a Tama-chan. —¡Pensé que se suponía que debías enseñarme un montón de cosas!

—Paciencia, joven saltamontes. Todavía hay mucho que puedo enseñarte.

—¡Bueno, no me has enseñado nada hasta ahora!; Ella me regañó, sus emociones eran claras en su rostro y voz. Sí, ella era una maestra de la expresión. Eso fue más una respuesta que un regaño, en realidad—lo que me hizo darme cuenta de algo más.

—Uhm… así que la forma en que me rompiste hace un momento …

—Sí, ¿qué pasa con eso?

Ella esperó inexpresivamente a que continuara.

—Si quieres llevarte bien con todo el mundo—quiero decir, si quieres ser una normie— entonces es importante tener las habilidades para meterse con la gente o estar en desacuerdo con ellos y poner emoción en tus palabras. Los contraataques son una combinación de esas dos cosas, ¿verdad?

—¿Lo son?; Sonaba un poco confundida.

—Por lo que puedo decir, lo haces perfectamente.

—¿Lo hago?

—Sí; Hice una pausa por un segundo, luego continué lentamente. —Solo he aprendido a hacer eso muy recientemente.

Dejé escapar un suspiro y esperé su respuesta. Sabía la púa que venía, como la conocía; ¡Eres inútil! Quizás incluso aprendería algo de eso.

Pero en cambio, ella bajó la cabeza con decepción. —Sabía que no podía contar contigo…

—H-Huh, tienes rango…

Aparentemente, el repertorio de respuestas regreso de Tama-chan incluía no solo réplicas agudas sino también respuestas más lentas como esta. Otra variación del contenido emocional, esencialmente. Interesante… ¡Hey, espera un segundo! Algo anda mal con esta imagen…

***

Después de eso, hice que Tama-chan hiciera varios ejercicios más, pero estuvo por encima del promedio en todos ellos. Por supuesto, debería haber esperado eso.

Por ejemplo, tome el entrenamiento de vocales. Tama-chan ya transmite sus emociones usando matices dinámicos y no verbales en lugar de un vocabulario amplio. Habla en voz alta y hace grandes gestos, y su rostro es muy expresivo. Ella se especializa en todas esas cosas, a diferencia de mí.

Hinami me dio la asignación de vocales porque me apoyé demasiado en las palabras para expresarme a expensas de mis habilidades no verbales. Estaba específicamente dirigido a mí porque obtuvo resultados al callarme por un tiempo.

Obviamente, aplicarlo directamente a Tama-chan no tendría sentido. Lo que necesitaba ahora era un ejercicio que se centrara en las áreas con las que ella estaba teniendo problemas. Necesitaba pensar en el tipo de tarea que la ayudaría, ¿verdad? Así que aquí estaban mis ideas:

—No tengo nada…

Esta relación maestro-alumno ya estaba en ruinas a la media hora de su formación. Supongo que todavía es un poco pronto para enseñar a otras personas cómo vivir.

Aun así, la situación era la que era, y si no hacíamos algo, las cosas seguirían empeorando. Incluso si no podía hacer mucho, tenía que seguir intentándolo.

—Sin embargo, tu entrenamiento ha tenido resultados, ¿verdad?

—… Sí.

Asentí. Es posible que juzgué mal las habilidades de Tama-chan, pero no pensé que fuera probable. Había examinado mi propio nivel de habilidad una y otra vez, y Hinami había hecho lo mismo, así que mi perspectiva no debería estar tan fuera de lugar.

—Eres mejor en la mayoría de estas habilidades que yo incluso ahora.

—Huh…; Tama-chan se hundió en sus pensamientos. —Pero entonces, ¿por qué tengo tantos problemas?

—… Esa es la pregunta, ¿no? Ese era el problema, ¿no?

Sonaré engreída por decir esto, pero recientemente, me estaba llevando bien con el grupo de Nakamura, y había podido tener buenas conversaciones con Mimimi, Izumi y Kikuchi-san. Todavía no me sentía seguro llamándome a mí mismo un normie, pero me las había arreglado bastante bien, sin argumentos ni nada.

Por otro lado, Tama-chan estaba mucho más allá de mí cuando se trataba de habilidades sociales básicas, pero aún tenía problemas para encajar en nuestra clase.

Cada resultado tiene una causa. Si desea cambiar esos resultados, primero debe averiguar cuál es esa causa. Por supuesto, algunas causas no se originan dentro de la persona, son

externas. En este caso, Tama-chan se había convertido en el objetivo del continuo acoso de Konno. La cascada dominó a los eventos que llevaron al estado de ánimo de mierda de Konno, lo que fue una gran causa de la situación de Tama-chan.

Pero su sutil victimización por parte de toda la clase fue otra historia. Supongo que, en este caso, la tendencia de Tama-chan a entrar en discusiones con Nakamura y la incapacidad de encajar sin la ayuda de Mimimi fue en parte culpable.

Hice la hipótesis de que la causa de  todos esos problemas era que ella carecía de las habilidades básicas para interactuar con otras personas, así que le di exactamente los mismos ejercicios que me ayudaron a superar el mismo problema. Pero eso estaba empezando a parecer un fracaso.

En otras palabras, las áreas problemáticas actuales de Tama-chan eran diferentes a las que había tratado en el pasado. Claramente, aplicar las mismas asignaciones que Hinami me había dado no le daría los resultados que quería. Repasé posibles soluciones en mi mente mientras vacilante ofrecía una sugerencia.

—Por ahora… creo que probablemente sería una buena idea dejar de luchar contra el acoso de Konno.

—Puede que tengas razón.

Ella asintió. Cada vez que peleaba con Konno, recibía miradas irritadas de nuestros compañeros de clase. Para evitar que esos sentimientos negativos se acumularan, lo mínimo que tenía que hacer era dejar de resistirse.

Sin embargo, esa fue una respuesta a nivel superficial. No llegó a la raíz del problema. Podría aliviar temporalmente la situación, pero llegar a la causa más profunda era, en última instancia, más importante. Supongo que la “tarea” que tenía que darme era averiguar cuál era esa causa.

—Aparte de eso…

—¡Oh!

Mientras pensaba, Tama-chan miró hacia el campo como si acabara de notar algo. Seguí su mirada y vi que el equipo de atletismo comenzaba a limpiar su equipo.

—Parece que han terminado.

—Sí; Dijo, asomándose un poco por la ventana. —Parece que Minmi se va a casa hoy.

—¿Qué quieres decir con “hoy”?

Ella se volteó hacia mí. —Hubo ese periodo en el que ella corría sola, ¿recuerdas? Estaba tratando de mantenerse al mismo nivel con las extensas prácticas de Hinami.

—… Sí, lo recuerdo; Pensé en ese período difícil para Mimimi.

—Bueno, ella todavía practica con Hinami después de que todos los demás se van a casa a veces.

—¿De verdad?

Estaba un poco preocupado, pero Tama-chan continuó. —Pero aparentemente, se va a casa cuando siente que es demasiado, como hoy.

Dejé escapar un suspiro de alivio. —… Así que está manteniendo su propio ritmo.

—Sí; Tama-chan sonrió cálidamente, asintió con la cabeza y se echó el bolso al hombro. Siempre se encendía un poco cuando hablábamos de Mimimi. —Ella está bien.

—… Es bueno escucharlo.

Cogí mi propio bolso y salí del salón con ella. Caminamos por el pasillo vacío, uno al lado del otro. El sonido de nuestras zapatillas chirriando en el suelo resonó en la escuela mientras caía la noche. Estaba considerando nuestros próximos pasos.

—… Creo que mañana deberíamos hablar sobre otras medidas prácticas que puedes tomar para cambiar. Probablemente necesitarás completar algunas tareas especiales, así que lo pensaré esta noche.

Imaginé a alguien específico mientras hablaba. Solo había una persona en la que confiaba para identificar problemas, idear métodos para resolverlos y convertir esos métodos en tareas de manera eficiente. No pude evitar recordar las veces que me había ayudado.

Tama-chan asintió, pero no podía decir qué estaba sintiendo por su expresión.

—Okay, suena bien.

Nos cambiamos de zapatos y salimos al campo. El último calor del verano se había ido, y el viento fresco de mediados de octubre se sentía agradable en mis mejillas. La brisa nos trajo el leve aroma de las dulces flores de olivo y jugó con el esponjoso cabello castaño de Tama-chan.

—… Escucha, Tomozaki; Dijo, volteándose hacia mí como si estuviera a punto de contarme un secreto.

—¿Qué?

Ella se llevó su dedo a los labios.

—No le digamos a Minmi que estoy haciendo todo esto por ella, ¿de acuerdo?; Su sonrisa era pura y llena de cálida consideración.

—Un secreto, ¿eh?; Intentaba con tanta seriedad proteger a su amiga, ¿no? —Está bien, lo tengo; Dije, y lo dejé así. Tama-chan miró a Mimimi a través del campo.

Sus ojos eran tan claros que casi podía ver dentro de su alma. —Ella nunca me dijo lo que hizo por mí, ¿verdad? Entonces…;

Ella sonrió amablemente y un poco juguetonamente.

—… Quiero hacer lo mismo por ella.