Jaku-chara Tomozaki-kun

Volumen 5

Capitulo 1: Incluso con buenas estadísticas, las misiones pueden ser difíciles sin armadura

Parte 1

La escuela había terminado por el día de hoy. El sol se inclinaba hacia el oeste, proyectando sombras sobre nosotros dos en el aula. Yo estaba allí con Tama-chan, que me acababa de preguntar cómo pelear.

—¿Qué crees que debería hacer, Tomozaki?

—Bien, primero…

Durante las últimas semanas, Erika Konno había estado acosando a Tama-chan, pero ahora toda la clase la estaba victimizando sutilmente. Esta reacción en cadena se había desproporcionado como un choque de varios coches, y ella era la víctima inocente. Por eso estuve allí esta tarde, prometiendo luchar junto a ella.

—¿Sí?

Ella esperó solemnemente mis próximas palabras. Tama-chan confiaba en que ella había manejado la situación correctamente hasta este punto, pero había decidido cambiar para no causarle más dolor a Mimimi. Quería apoyarla con todo lo que tenía.

—Creo que necesitas… aprender a esquivar.

—¿Esquivar…?; Tama-chan repitió pensativamente. Nuestras voces eran el único sonido en el aula. Toda la escuela quedó prácticamente abandonada.

—Sí. Tú tiendes a contraatacar cada vez, por lo que todos los demás quedan atrapados en el fuego cruzado …

Tama-chan escuchó, mirándome fijamente a los ojos.

—Konno fue quien empezó todo, así que no estás equivocada. Pero cuando ustedes dos pelean, todos sienten…

No estaba seguro de cómo expresarlo con delicadeza. Tama-chan terminó mi oración sin dudarlo.

—… ¿Incomodidad a mi alrededor?

—Uhm, sí.

Ella no tuvo ningún problema en decir las cosas difíciles. Todavía no estaba acostumbrada a lo perceptiva que podía ser, y no pude evitar la leve sonrisa que apareció en mi rostro.

A pesar de la situación, me estaba divirtiendo. Ver su núcleo fuerte e inquebrantable fue reconfortante; no importa qué suceda, Tama-chan siempre sería Tama-chan. Queriendo responder de la misma manera, continué hablando tan directamente como pude.

—No estás haciendo nada malo, pero tu respuesta hace que la gente se sienta incómoda y reduce su opinión sobre ti. Si quieres resolver esto, creo que debes ser un poco más inteligente sobre cómo manejas las cosas.

Miré a Tama-chan a los ojos. Ella asintió.

—Creo que tienes razón.

Se mordió el labio con una pizca de decepción, pero un instante después, se lo quitó de encima. Enfocó sus ojos y llenó su voz con un espíritu de lucha.

—Definitivamente tienes razón; Dijo determinadamente. Después de todo, ella había tomado una decisión incluso antes de que empezáramos a hablar. Le sonreí, esperando mejorar su estado de ánimo aún más.

—Eso es lo que quisiste decir cuando me pediste que te enseñara a pelear, ¿verdad?

Ella abrió los ojos tan grandes y redondos como unas bellotas, me miró a la cara y sonrió cálidamente.

—Sip. ¡Cuento contigo!

***

Una reunión de estrategia de juego adecuada siempre comienza con una evaluación de la situación actual. Tama-chan y yo nos sentamos uno al lado del otro en unos escritorios junto a la ventana y nos pusimos manos a la obra.

—Para resumir la situación… primero, Erika Konno te ha estado acosando por un tiempo. Cada cosa que hace no es mucho por sí sola, solo patea tu escritorio o dice algo cruel donde puedas escucharla. Todo son cosas que puede hacer pasar por una coincidencia. Ella no deja ninguna evidencia como un grafiti malvado o algo por el estilo, ¿verdad?

Tama-chan asintió. —Sí, eso es más o menos lo que está pasando. Las minas de mi lápiz siguen rompiéndose, pero ella solo dice que debo haberlas dejado caer. No tengo nada para que pueda culparla.

Asentí. —Pero sabes que es Konno quien lo está haciendo.

—Correcto.

—Y luego se hace la inocente y nada se resuelve. Ella dice que es una coincidencia y niega que haya algún acoso para empezar. Y…; Dudé por un momento.

—Todos en clase han comenzado a pensar que estoy exagerando.

—… Sí; Una vez más, yo estaba dejando que Tama-chan dijera las cosas difíciles. Pensé un poco en la situación.

—Y quieres hacer algo para cambiar todo esto, ¿verdad?

—Sí. Esto está molestando a todos; Dijo en voz baja, mirando hacia el campo muy por debajo de las ventanas. Seguí su mirada. El equipo de atletismo estaba practicando. Entre las varias docenas de estudiantes, me encontré mirando a Mimimi. Era fácil distinguirla entre la multitud, pero creo que mi mirada se dirigió hacia ella porque podía decir, incluso desde la distancia, que ella estaba dando su todo para poder practicar. La vi mientras saludaba a Hinami, que había terminado de dar una vuelta en la cancha, y comenzaba a charlar después de tomar un trago de su botella de agua.

Fue entonces cuando noté algo más. Por alguna razón, Hinami parecía estar callada hoy.

—¿Qué debo cambiar primero?

La voz de Tama-chan me regresó a mi entorno de inmediato. La miré y nuestras miradas se encontraron. Algo en su mirada me pareció inseguro. Tal vez estaba ansiosa de cambiarse a sí misma porque era nuevo para ella.

—Hmmm…

Repasé mentalmente las opciones realistas, pero nada se me ocurría. Aun así, comencé con lo que sabía hasta ahora.

—Creo que lo primero en lo que deberías trabajar… ¿es en la forma en que hablas con la gente, tal vez?

—¡No suenas muy confiado!

Tama-chan instantáneamente me gritó por mi respuesta imprecisa.

—Bueno, yo aún estoy trabajando en mí mismo, ya sabes…

Tama-chan sonrió ante mi excusa. —Por eso pensé que serías un buen modelo.

—… Dijiste que éramos similares.

Ella asintió. —No soy buena para llevarme bien con todos… y pensé que alguien en el mismo barco me entendería mejor que alguien que es naturalmente bueno para hacer amigos; Murmuró Tama-chan introspectivamente. Ella parecía un poco sola.

Hice una expresión tonta, esperando animarla. —Bueno, eso es bueno, porque puedo decir con seguridad que solía ser una causa perdida. Déjamelo a mí.

—Ah-ja-ja. ¿De qué estás hablando?

Ella río un poco. ¡Okay, bien! La situación general fue tan difícil para ella; por lo menos, quería que ella se divirtiera durante este tiempo. Ser capaz de hacerla reír si quería era enorme, incluso si tenía que usar habilidades que no me resultaban fáciles.

—¡Solo ten en cuenta que tu bote salvavidas está hecho de barro!

—¡Hey! ¡Eso suena más como un barco que se hunde!

Sonreí, aliviado de escuchar la respuesta brusca de Tama-chan. Pero ella tenía razón—no puedes hacerlo mejor que yo cuando se trata de entender cómo se siente fallar. Soy un genio entre un millón en ese frente.

Pero si ese fuera el caso, ¿qué pasa con Hinami? ¿Ella nació como una estrella? Cuando la conocí por primera vez, recuerdo que dijo algo sobre no tener mucho éxito en la vida para empezar, pero nunca le pregunté al respecto. Mientras estaba perdido en mis pensamientos, Tama-chan comenzó a reír y me señaló.

—¡De eso estoy hablando!; Dijo ella.

—¿Qué?

—No podías hacer esas bromas antes, ¿verdad? ¿Como estás seguro de que fuiste un fracaso?

—… No, realmente no.

Entendí su punto. Antes, nunca podría haber bromeado con una chica de mi clase, ni siquiera de una manera autocrítica. Hacer reír a otras personas no era una opción para mí entonces. Cada vez que intentaba hacer una broma, prácticamente podía ver todas las F en el chat después, así que este fue un gran avance.

—¿Qué hiciste para llegar a dónde estás ahora?

—Bueno, yo…

Pensé en todo lo que había hecho, creyendo que allí encontraría la forma más eficaz de ayudarla. Por supuesto, fue vergonzoso que Tama-chan tuviera que lanzarme un salvavidas cuando se trataba de enseñar estrategias.

Veamos. Lo primero que hice, cuando no tenía amigos en clase, fue poner una excusa para hablar con Izumi pidiéndole un pañuelo. Eso llevó a una conversación con Kikuchi-san. Luego arreglé mi postura y expresión, y luego …

—Oh.

Recordé algo que sería perfecto para lo que está sucediendo ahora. Las reuniones de estrategia siempre comienzan evaluando la situación actual, y eso también debería aplicarse a esta con Tama-chan.

Maestra, estoy a punto de robarte uno de tus trucos.

—… Espera un segundo.

Busqué en mi bolso a mis pies. Después de un minuto, miré de nuevo a Tama-chan sin sacar nada.

—¿Qué pasa?; Dijo con sospecha, mirando mis manos vacías.

—Oh, nada.

—¿Qué se supone que significa eso?

Ella me miró con una mirada perdida, pero yo no le tome importancia y ella continuó. Tenía que mantener mi plan en secreto por el momento, o de lo contrario no funcionaría. Tosí y continué con la conversación.

—Entonces me preguntabas sobre lo que hice, ¿verdad?

—Sí.

—Puse mucha práctica en controlar mi rostro, mi postura y mi forma de hablar.

—¿De verdad? Asentí.

—No solía ser bueno con mis expresiones faciales. Era bastante inexpresivo todo el tiempo. También tendía a encorvarme y murmuraba mucho. Era como si tuviera un cartel que decía “socialmente incómodo” pegado a mi frente.

—Oh, sí, solías ser así.

—¡Hey, al menos podrías fingir que no estás de acuerdo!; Fingí disgusto usando mis bien perfeccionadas habilidades, y Tama-chan se río. ¡Bueno! Un personaje de nivel inferior tiene que trabajar muy duro solo por una ligera risa. Es difícil, pero haré cualquier cosa para animarla. Tama-chan presionó su mano suavemente sobre su boca como si estuviera tratando de contener su risa y me sonrió.

—Pero suenas mucho más alegre ahora. Tienes un aura totalmente diferente.

—Oh, uhm, ¿eso crees …?

Me volteé hacia otro lado, avergonzado por el cumplido repentino. Hice una extraña media risa. Maldita sea, parece que todavía tengo un nivel bajo al final.

Por supuesto, Tama-chan se dio cuenta de eso de inmediato y me señaló. —¡Sin embargo, todavía te sientes avergonzado e incómodo!

—¡Dame un respiro! ¡Sabía que dirías algo así en cuanto me riera!

Usé el tono de respuesta que había estado practicando últimamente. Tama-chan rio un poco de nuevo. Me volví bueno en dar estos tipos de respuesta; Los analicé y desglosé, usando una combinación básica de contradecir a quienquiera que estuviera hablando y hablar en un tono emocional.

Básicamente, sería dramático y me quejaría de algo que dijeran. Había dominado ambas habilidades a través de repetidas prácticas, y ahora podía usarlas juntas. Lento y constante se gana la carrera.

Había estado haciendo un buen trabajo creando una atmósfera relajante para Tama-chan. Me animé aún más, continuando.

—De todos modos, ¡así es como llegué a ser el chico alegre que conoces hoy!

Tama-chan se rio de mi tono teatral. No dejes de presionar. En Atafami, siempre obtengo buenos resultados cuando me adapto a la situación.

—Cierto. ¿Pero deberías ser tú quien diga eso?

—Bueno, trabajé duro para llegar a donde estoy, ¡así que tengo que tener confianza en eso! Y tú misma dijiste que he cambiado mucho; se lo dije un poco ansioso.

Tama-chan me miró de la cabeza a los pies, luego se puso seria de repente. —Pero también obviamente todavía estás entrenando.

—Oof.

Sentí eso; ella no estaba tirando de sus golpes. Ups, ella me puso en mi lugar. Sus palabras tenían ese peso porque nunca mintió.

—Estoy trabajando en eso, estoy trabajando en eso; Dije, principalmente para mí. Tama- chan asintió solemnemente. No me adulaba ni se burlaba de mí, solo me aceptaba como era. El estilo puro de Tama-chan.

—Uh, uhm, entonces … estábamos hablando de lo que deberías hacer, ¿verdad?

—Sí.

El viento había dejado de soplar en donde estaba, pero me las arreglé para volver a encaminar la conversación. —Creo que el primer paso es observar bien dónde te encuentras para que puedas decidir a dónde quieres ir.

—¿Dónde estoy?; Preguntó ella, inclinando la cabeza.

—Je-je, eso es lo que dije …

—¿¡Ugh, por qué tu risa es tan espeluznante!?

Terminé poniéndome un poco atrevido, y Tama-chan terminó criticándome. Rebusqué en mi bolso de nuevo, y esta vez, saqué un pequeño dispositivo.

—… ¿Qué es eso?

—Esto…; Dije, sosteniéndolo junto a mi cara, —… ¡Es una grabadora de voz!

—¿Una grabadora de voz?

Tama-chan me dio una mirada dudosa, no una impresionada por mi orgullosa revelación. Nuestros niveles de energía eran totalmente diferentes.

Sostenía la grabadora que me había prestado Hinami para poder grabar mi voz y escuchar cómo sonaba cuando hablaba. Todavía lo usaba todas las noches antes de acostarme para asegurarme de que la forma en que realmente hablaba era coherente con la forma en que quería parecer. También lo llevé conmigo incluso ahora.

—¿Para qué lo usas?

—Je-je-je. Déjame decirte…

—¡Te dije que esa risa era espeluznante!

Cuando Tama-chan me derribó una vez más, presioné el botón STOP en la grabadora. Después de comprobar que nuestra conversación se había grabado correctamente, puse el dispositivo sobre la mesa y presioné el botón REPLAY.

—Sólo escucha.

—Puse mucha práctica en controlar mi rostro, mi postura y mi forma de hablar.

—¿De verdad?

 —No solía ser bueno con mis expresiones faciales. Era bastante inexpresivo todo el tiempo. También tendía a encorvarme y murmuraba mucho. Era como si tuviera un cartel que decía “socialmente incómodo” pegado a mi frente.

—Oh, sí, solías ser así. 

—¡Hey, al menos podrías fingir que no estás de acuerdo!  

Tama-chan escuchó, parpadeando sorprendida.

Sí, lo adivinaste. Cuando metí la mano en mi bolso por primera vez, presioné en secreto el botón RECORD. La idea era capturar una conversación natural. Le había robado la técnica directamente a Hinami, quien me había hecho exactamente lo mismo. Como profesor, como alumno.

Eventualmente, Tama-chan desvió su mirada bruscamente hacia mí, señalando al mismo tiempo.

—¡Fisgón!; gritó, mirándome críticamente.

—Lo sé, lo sé… pero solo escucha.

Hizo un ruido escéptico ante mi concesión, pero escuchó de todos modos. Los dos nos quedamos en silencio, y la sorpresa gradual coloreó su expresión. Yo reaccioné de la misma manera cuando Hinami me lo hizo. Por supuesto que Tama-chan se estaba comportando así; después de todo, esto era lo que estaba escuchando:

—¡Sin embargo, todavía te sientes avergonzado e incómodo!

—Pero también obviamente todavía estás entrenando.

 —¿¡Ugh, por qué tu risa es tan espeluznante!?

 —¡Te dije que esa risa era espeluznante! 

 La grabación llegó a su fin. Miré a Tama-chan, sin decir una palabra. Luego guardé la grabadora.

—¿Qué pensaste?

Ella respondió de manera muy simple.

—Soy un poco duro, ¿eh?

Me eché a reír de su respuesta objetiva y completamente honesta. Sonaba como si estuviera hablando de otra persona.